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jueves, 11 de agosto de 2016

AGRADECE A DIOS CON HUMILDAD


Agradece con humildad a Dios


La famosa sicóloga norteamericana, de origen suizo, Elisabeth Kübler Ross dice: Llegó un momento en mi vida en que me di cuenta de que había traído dos hijos al mundo, les había dado todo el bienestar, una buena educación, pero eran soberbios y estaban vacíos por dentro, vacíos como una botella de cerveza recién bebida. Entonces, me dije a mí misma, que debía hacer algo que no fuese solamente darles cosas materiales.

De acuerdo con mi esposo, tomamos como huésped en mi casa a un anciano de 74 años, al cual los médicos habían diagnosticado dos meses de vida. Quería que mis hijos estuvieran cerca de él en su momento final, quería que viesen y tocasen por sí mismos la experiencia más importante de la vida: La muerte. El huésped no sólo vivió dos meses, vivió dos años y medio. Era tratado en todo como un miembro más de la familia.
Aquella experiencia dio a mis hijos una increíble riqueza espiritual. En aquel desconocido, que fue recibido para morir entre nosotros, descubrieron un nuevo sentido para su vida y maduraron mucho (haciéndose más humildes). Aquel pobre anciano nos había dado mucho más de lo que nosotros le habíamos dado a él.

Es bueno conocer la muerte para conocer la vida. Es importante darnos cuenta de lo poco que somos humanamente y de lo frágil que es la vida para que no seamos soberbios y podamos vivir humildemente agradecidos a Dios por cada momento de nuestra existencia, sin tratar de acumular tesoros en este mundo.


* Enviado por el P. Natalio

ANTE ASUNCIÓN, AUMENTA SEGURIDAD EN LOURDES TRAS ATENTADOS YIHADISTAS EN FRANCIA


Ante Asunción, aumenta seguridad en Lourdes tras atentados yihadistas en Francia
Por Javier Torres




MADRID, 10 Ago. 16 / 12:45 pm (ACI/Actuall).- La ola de atentados terroristas de signo islamista que sacude Francia desde hace un año y medio obliga cada vez más a extremar las medidas de seguridad en todos los órdenes. Especialmente las iglesias, en el punto de mira de los yihadistas.

Es el caso del Santuario de la Virgen de Lourdes, que está intensificando la seguridad de cara a la fiesta de la Asunción –fiesta nacional en Francia– del próximo lunes 15 de agosto hasta el punto de haber considerado la cancelación de la misa y la procesión a la que cada año asisten unas 25.000 personas, según señala el diario Catholic Herald.

La alta concentración de peregrinos supondría un problema de seguridad para las autoridades, y así lo ha reconocido la prefecto de la región de los Pirineos, Beatrice Lagarde.

Por ello el día de la Virgen las carreteras que rodean el sitio Lourdes estarán cerradas al tráfico, y los contenedores serán reemplazados por bolsas de plástico transparentes.

De esta forma se cerrarán la mayoría de entradas al santuario para obligar a los asistentes a acceder a través de puertas de seguridad en las que se efectuarán diferentes registros.

Un total de 250 personas participarán en el dispositivo de seguridad, incluidos policías y especialistas en desactivación de bombas.

Mientras no se diga lo contrario, la previsión es que la procesión se inicie dentro del sitio, en lugar de hacerlo en la ciudad como es costumbre. Pese a todo, Lagarde ha recordado que ante todo los fieles tienen derecho a acceder al santuario, y que por ello “se trabaja en la seguridad”.

La preocupación es máxima, sobre todo por los recientes atentados islamistas de este verano en Niza, en el que murieron 85 personas; y el degollamiento del sacerdote P. Jacques Hamel.  

El doctor Michael Moran, miembro del Comité Médico Internacional de Lourdes, ha señalado que a pesar de que era “triste” ver barricadas en las carreteras de acceso al santuario, no queda otra opción que la de prevenir pues hay una sensación generalizada en Europa –especialmente Francia– de que vuelva a producirse un ataque terrorista.

“Estaba en Lourdes en el momento del trágico atentado en Niza. Mientras se celebraba la procesión de antorchas en el santuario, siendo testigo de tanta bondad en la humanidad a mi alrededor, nos llegó la terrible noticia de lo que estaba ocurriendo en Niza. El mal existe en nuestro mundo, y ya no se puede esperar que cualquier lugar permanezca inmune a la amenaza del terrorismo”, señala Moran.

A pesar del tono amargo de estas palabras, el médico de Lourdes ha señalado que “aunque vivimos en tiempos terribles, la bondad prevalecerá sobre el mal. Hasta entonces, nos remitimos a la protección proporcionada por la señora Lagarde y su equipo, y las autoridades en el santuario”.

Publicado originalmente en Actuall.

NO TENER CONFIANZA ES NO TENER PAZ


No tener confianza es no tener paz
No queremos hablar con nadie ni contarle a nadie nuestra pena, ¡nos han engañado! y hemos perdido la confianza. 


Por: Ma. Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net 




No tener confianza, desconfiar, es perder la calma, es no tener paz. Hoy en día los hombres y las mujeres desconfiamos de todo y por lo tanto no tenemos paz. Vivimos recelando, pensando en que todos nos pueden engañar.

Tal vez sea porque tampoco nosotros somos auténticos, tal vez sea por eso. Lo cierto es que vivimos en un mundo de engaño. Engaño en los negocios, engaño en los artículos que consumimos, comida, cremas, accesorios, contratos, etcétera; engaño en el amor y en la amistad. Y cuando somos sinceros, honestos, ¡cuánto nos duele que alguien nos traicione!

Creer en nuestros semejantes, en nuestros seres queridos, es necesidad vital para poder vivir. Creer plenamente, sin sombra de duda en el ser amado es condición necesaria para sublimarnos en toda nuestra integridad moral como el que alguien nos diga: - ¡Creo en ti!. Pero los seres humanos nos fallamos unos a otros y es ahí cuando aparece el dolor, los celos, la desconfianza.

Tal vez hoy tengamos eso, dolor, decepción, estamos heridos, nos han engañado... Tal vez aquel puesto de trabajo que nos prometieron fue un engaño, tal vez aquel juramento de amor no fue sincero, tal vez aquella amistad nos clavó un puñal por la espalda... Traición, mentira, desilusión, elementos y sensaciones que nos hacen estar tristes, muy tristes. No queremos hablar con nadie, no queremos contarle a nadie nuestra pena, ¡nos han engañado! y hemos perdido la confianza.

Por ese dolor, de la índole que sea, no nos dejemos aniquilar. Dios es nuestro Padre y nos está cuidando, un Padre todo amor y en El si podemos confiar. Fijémonos en los niños cuando juegan en el Parque. Andan corriendo un poco lejos de su madre, pero si tropiezan y caen, o algo los asusta, corren a refugiarse en los brazos de ella que los acoge solícita y el niño con un suspiro de llanto apoya su cabecita en el regazo materno porque allí se siente seguro y CONFIADO. Eso es lo que necesitamos cuando las cosas nos hacen sufrir, tener confianza en nuestro PADRE Dios pero también en los hombres. El niño no solo cuando cae o tiene miedo, sino cuando encuentra una florerilla corre gozoso a mostrársela al ser querido. Así nosotros en nuestras penas, pero también en nuestros acontecimientos gratos, en nuestros triunfos y alegrías vayamos a Él para mostrarle y agradecerle todo aquello que nos llena de dicha.

La falsedad, aunque en estos tiempos parece acosarnos para donde miremos, no es un mal de hoy. Ya lo podemos ver en el texto de (Jeremías, IX, 3 y 55) "Nada de fidelidad, solo el fraude predomina en la tierra. Amontonan iniquidad sobre iniquidad... recelan uno del otro, nadie confía en nadie todos engañan, todos difaman... no hay en ellos palabras de verdad. Tan avezadas están sus lenguas a la mentira, que ya no pueden sino mentir".

Nos engañamos, nos mentimos unos a otros porque no somos auténticos. Hemos de vivir nuestra existencia con autenticidad para poder confiar y dar confianza a nuestros semejantes.

Estamos llamados a hacer un mundo nuevo. Un mundo mejor. Un mundo verdad. Y LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES. Para eso tenemos que vivir nuestra propia vida con auténtica verdad. Una auténtica renovación en nuestras vidas, empezando por confiar en la Humanidad.

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 11 DE AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Agosto 11



Los niños merecen todo nuestro respeto y nuestro amor.  No estará de más que examinemos si hemos faltado al respeto al niño; no solamente los niños pueden faltar el respeto a los mayores; la falta de respeto al niño, por parte de los adultos, es mucho más grave. Y examinemos si nuestro amor a los niños ha sido siempre sincero, grande y puro.

Y finalmente, analizar, con entera honestidad ante la propia conciencia, si la mirada de los niños, que todo lo descubre, pudo ver siempre en nosotros a Dios.

Los niños son como diamantes en bruto, que hay que trabajar y pulir; son una línea de puntos suspensivos, sin saber que encierran en su suspenso.  Quizás de nosotros dependa el que algunos de esos puntos suspensivos se resuelvan en magníficas afirmaciones de fidelidad al deber, de  generosidad y de entrega.

“El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo. Pero si alguien escandaliza a uno de estos pequeños que creen en mí, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo hundieran en el fondo del mar” (Mt 18,5-6). Cuida de tus niños y cuida de los niños en general; su integridad es lo más hermoso que existe sobre la tierra.


* P. Alfonso Milagro