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miércoles, 7 de junio de 2017

SENTIRSE MEJOR


Sentirse mejor



En Harvard, una de las universidades más prestigiosas del mundo, el curso con más popularidad y éxito enseña cómo aprender a ser más felices.

La clase de Psicología Positiva dictada por Ben Shahar atrae a 1400 alumnos por semestre y 20% de los graduados de Harvard toman este curso electivo. Según Ben Shahar, la clase -que se centra en la felicidad, la autoestima y la motivación- les da a los estudiantes herramientas para conseguir el éxito y encarar la vida con más alegría.

Este profesor destaca en su clase 14 consejos clave para mejorar la calidad de nuestro estado personal y que contribuyen a la generación de una vida positiva:

1. Practica actividad física: Expertos aseguran que hacer ejercicio ayuda a mejorar el ánimo. 30 minutos de ejercicio es el mejor antídoto contra la tristeza y el estrés.

2. Desayuna: Algunas personas se saltan el desayuno por falta de tiempo o para no engordar. Estudios demuestran que desayunar te da energía, te ayuda a pensar y desempeñar exitosamente tus actividades.

3. Agradece a la vida todo lo que tienes: Escribe en un papel 10 cosas que tienes en tu vida que te dan felicidad. ¡Enfócate en las cosas buenas!

4. Sé asertivo: Pide lo que quieras y di lo que piensas. Ser asertivo ayuda a mejorar tu autoestima. Ser dejado y quedarte en silencio genera tristeza y desesperanza.

5. Gasta tu dinero en experiencias: Un estudio descubrió que el 75% de personas se sentían más felices cuando invertían su dinero en viajes, cursos y clases; mientras que sólo el 34% dijo sentirse más feliz cuando compraba cosas.

6. Enfrenta tus retos: Estudios demuestran que cuanto más postergas algo, más ansiedad y tensión generas. Escribe pequeñas listas semanales de tareas y cúmplelas.

7. Pega recuerdos bonitos, frases y fotos de tus seres queridos por todos lados: Llena tu nevera, tu computador, tu escritorio, tu cuarto, TU VIDA de recuerdos bonitos.

8. Siempre saluda y sé amable con otras personas: Más de cien investigaciones afirman que sólo sonreír cambia el estado de ánimo.

9. Usa zapatos que te queden cómodos: Si te duelen los pies te pones de mal humor asegura el Dr. Keinth Wapner, Presidente de la Asociación Americana de Ortopedia.

10. Cuida tu postura: Caminar derecho con los hombros ligeramente hacia atrás y la vista hacia enfrente ayuda a mantener un buen estado de ánimo.

11. Escucha música: Está comprobado que escuchar música te despierta deseos de cantar y bailar, esto te va a alegrar la vida.

12. Lo que comes tiene un impacto en tu estado de ánimo:
      - No te saltes comidas, come algo ligero cada 3 o 4 horas y mantén los niveles de glucosa estables.
      - Evita el exceso de harinas blancas y el azúcar.
      - Varía tus alimentos.

13. Arréglate y siéntete atractivo: ¡Ponte guapo/a! El 41% de la gente dice que se sienten más felices cuando piensan que se ven bien.

14. ¡Cree fervientemente en Dios, que con Él nada es imposible!

jueves, 1 de junio de 2017

LA PACIENCIA


La paciencia




 La paciencia es la virtud por la cual se sabe sufrir y tolerar los infortunios y adversidades con fortaleza, sin lamentarse. También significa ser capaz de esperar con serenidad lo que tarda en llegar.

Vivimos en un mundo frenético. La marabunta de la tecnología y el progreso de las comunicaciones nos han traído enormes beneficios y comodidades. Sin embargo, nos han hecho olvidar la paciencia y la serenidad. Hoy todo es urgente. Te mandé un email y no lo viste. Te llamé tres veces y no me contestaste. Te envié un whatsapp y no me respondiste. Te estuve esperando quince minutos y no llegaste. ¿Dónde te has metido? ¿Por qué no me avisaste inmediatamente? ¡Date prisa! ¡Al grano! ¿Qué estás esperando?

Por estas circunstancias, es importante que se aprenda a formar la virtud de la paciencia desde el seno familiar. Las dificultades cotidianas vividas con amor y paciencia nos ayudan a prepararnos para la venida del Reino de Dios. Cuando el niño pequeño llora, cuando el adolescente es rebelde, cuando la hija es respondona, cuando la esposa grita, cuando el marido se enoja, cuando el abuelo chochea, cuando otra vez han dejado entrar al perro en la casa y ha llenado todo de pelos nos llevamos las manos a la cara y exclamamos: ¡Señor, dame paciencia" pero ahora!

Es cierto, la paciencia es un fruto del Espíritu Santo y debemos pedirlo constantemente. Esta virtud es la primera perfección de la caridad, como dice san Pablo: "La caridad es paciente, es servicial; no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa, no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra en la injusticia; se alegra en la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta" (1 Co 13,4-7)

La vida familiar aquí en la Tierra es un gimnasio para entrenarnos en esta virtud. Las adversidades diarias nos invitan a sufrir con paciencia la ignorancia, el error, los defectos e imperfecciones de los miembros de la familia. Sufrir con paciencia, se convierte en una hermosa obra de misericordia espiritual. ¡Cuánto más paciente ha sido Cristo con nosotros!

Paciencia es espera y sosiego en las cosas que se desean.
Paciencia es aprender a esperar cuando realmente no quieres. 
Es descubrir algo que te gusta hacer mientras estás esperando, y disfrutar tanto de lo que estás haciendo que te olvidas que estás haciendo tiempo.

Paciencia es dedicar tiempo a diario a soñar tus propios sueños y desarrollar la confianza en ti mismo para convertir tus deseos en realidad.

Paciencia es ser complaciente contigo mismo y tener la fe necesaria para aferrarte a tus anhelos, aún cuando pasan los días sin poder ver de qué manera se harán realidad.

Paciencia es amar a los demás aún cuando te decepcionen y no los comprendas.

Es renunciar y aceptarlos tal y como son y perdonarlos por lo que hayan hecho.

Paciencia es amarte a ti mismo y darte tiempo para crecer; es hacer cosas que te mantengan sano y feliz y es saber que mereces lo mejor de la vida y que estás dispuesto a conseguirlo, sin importar cuánto tiempo sea necesario.

Paciencia es estar dispuesto a enfrentarte a los desafíos que te ofrezca la vida, sabiendo que la vida también te ha dado la fuerza y el valor para resistir y encarar cada reto.

Paciencia es la capacidad de continuar amando y riendo sin importar las circunstancias, porque reconoces que, con el tiempo, esas situaciones cambiarán y que el amor y la risa dan un profundo significado a la vida y te brindan la determinación de continuar teniendo paciencia.

Paciencia, tú la tienes, úsala.

Señor, enséñanos a orar en familia como Santa Teresa de Jesús para tener paciencia: "Nada te turbe. Nada te espante. Todo se pasa. Dios no se muda. La paciencia, todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta: solo Dios basta".

Web católico de Javier

lunes, 29 de mayo de 2017

LA ALEGRÍA CRISTIANA


La alegría cristiana



Se suele oír con relativa frecuencia que el cristiano no debe estar triste, ni melancólico, que no ha de poner cara de tal o cual, que la fe cristiana nos tiene que mantener alegres. ¿Pero cuál es la verdadera alegría del cristiano? Hay alegría nociva y hay alegría inocente y santa. La primera no debe llamarse alegría porque es fuente de amargura y tristeza. La alegría inocente y santa es la que constituye el verdadero torrente de paz y consuelo para el alma.

El origen de la verdadera alegría es la virtud. Donde hay mayor virtud, hay mayor alegría; y donde está la virtud perfecta, allí se encuentra la perfecta y única alegría. La alegría cristiana es verdadera cuando precede de la virtud, entonces es santa en su origen, santa en sus motivos y santa en sus obras.

Sólo podemos ser felices poseyendo al Señor y gozando de Él. Nuestra alegría es más o menos perfecta según la mayor o menor perfección de nuestras virtudes, en las que consiste la posesión de Dios. Cuando verdaderamente amamos a Dios, le poseemos, y tal posesión es la fuente inagotable de verdadera alegría; una alegría como nunca podrá sospechar el mundo. Ni las adversidades más terribles que sobrevengan, ni las angustias que nos aflijan, ni los sufrimientos que se experimenten, pueden turbar la interior alegría de los que poseen a Dios sin temor de perderle, como no sea por su propia pecado. Reboso de gozo en todas nuestras tribulaciones (2 Cor. 7, 4). Poseyendo a Dios por la virtud, el corazón está totalmente ocupado en amar; y entonces, ni la pérdida de las riquezas le turba, ni las contrariedades le inquietan, ni la ambición tiene cabida en él, porque sólo Dios ocupa todas las potencias del alma.

He aquí la verdadera alegría cristiana, la que todos hemos de desear, aspirar y luchar por conseguir. Es la alegría de quien tiene al Señor porque ha renunciado decididamente al pecado, con todas las fuerzas, y sólo deseo agradar a Dios, y hacer su santa voluntad. Es la alegría de quien ha llegado a renunciar a su propio yo personal, y sólo busca complacer a Dios con indiferencia total a su propia vida, sabiendo que el Señor dispone enteramente de ella, a su gusto y placer.

Sólo una puerta tiene la tristeza para penetrar en el alma virtuosa, la puerta del propio pecado. Pero el amor a la virtud, a la fidelidad a Dios, la mantendrá siempre cerrada. Si se pierde a Dios, entonces está todo perdido; y la tristeza del alma no tendría límites. El alma virtuosa ve con horror el pecado, no puede ni siquiera pensar en él, pues no tiene más deseos que agradar al Salvador. Toda la alegría del alma virtuosa consiste en saborear los divinos deleites que brotan de las Sagradas Llagas del Redentor.

Cuánta es la tristeza y desolación de quienes andan sumidos en los goces del mundo, que son los goces de la carne; aquí buscan su falsa y angustiosa alegría. La falsa alegría de la complacencia de los gustos personales, de la satisfacción de los propios deseos. Siempre la carne que mueve al hombre, siempre el oscuro deseo del placer; la constante obstinación de no hacer la voluntad divina, es más, la osadía temeraria y obscena de querer rebajar a Dios al nivel de la propia debilidad humana. El hombre en su pecado de soberbia se atreve a vivir según su propia voluntad, alejado del mandato divino. La alegría del mundo es perniciosa en su origen, lo es en sus motivos y lo es sus fines.

La alegría cristiana es santa en sus motivos, pues el alma virtuosa medita las perfecciones de Dios, las maravillas de sus obras, sus beneficios temporales y sus promesas eternas. “Me has alegrado, ¡oh Señor!, con tus obras, y me gozo en las obras de tus manos” (Sal. 91, 5). El gozo del salmista son las obras de Dios. Grande son la alegría y felicidad del alma virtuosa cuando considera las incomprensibles perfecciones de Dios; si busca la inmensidad, la ve personificada en Dios; si pretende encontrar la omnipotencia, en Dios la encuentra y se somete a ella; si aspira a la santidad, en Dios tiene el modelo perfectísimo; si busca la justicia o la misericordia, la fe le enseña que sólo Dios es infinitamente justo y misericordioso. Examinando y meditando las perfecciones de Dios, el alma queda extasiada y sobrecogida de ver como todo lo ha previsto el Creador. Como todo está perfectamente ordenado para la gloria de Dios y bien del hombre. Como todo lleva a Dios. “Después de haber esperado en tu piedad, que se alegre mi corazón en tu socorro, que pueda contar del Señor: Bien me proveyó” (Sal. 12, 6).

La alegría cristiana es verdadera, porque es santa en sus obras; causa tranquilidad de conciencia en todas sus acciones y obras, así como perplejidad y desconcierto en el mundo, que no puede entender que tal paz interior y serenidad provenga de la virtud, de la santidad, del amor a Dios por encima de todas las cosas. El pecador encontrándose fuera de su propio centro, es decir, alejado de Dios, busca infructuosamente su tranquilidad y reposo de objeto en objeto, de diversión en diversión, de placer en placer. La alegría que busca el pecador está viciada en su origen, porque su origen es el amor que pone en las criaturas, en lugar de ponerlo en Dios. Nunca satisfará su corazón, y la alegría con la que sueña se convertirá en melancolía y tristeza. La alegría que busca el pecador también está viciada en sus efectos. El afán de placer, de lucro, de comodidad; huye del esfuerzo, del sacrificio, de la abnegación; Dios nada tiene que ver en su vida; todas sus acciones son causa de frustración, y tienen su origen en el pecado.

Todo lo contrario sucede con la verdadera alegría a cristiana. El alma se alegra en el Señor, porque ha renunciado a sí misma, a sus propios gustos, deseos e iniciativas, porque se niega a sí misma, porque en la oración, sacrificio y penitencia domina su soberbia y combate al maligno que como león rugiente ronda constantemente. El Señor hace al alma virtuosa, porque el alma busca la virtud no escatimando esfuerzos y sacrificios para ello. El alma que encuentra al Señor, que lo posee, lo encuentra todo en su vida, lo tiene todo en su vida, nada busca, únicamente conservar al amor divino en su alma y engrandecerlo; porque el alma presiente la infinitud divina de Dios, haciendo que aquella desee constantemente amar más y más, con un deseo inagotable, que no cesa, que no se satisface porque no puede abarcar la divinidad infinita.

Qué distinta es la alegría cristiana de la del mundo, (pero también de la que nos presentan los modernistas), verdadera caricatura de la alegría cristiana. Los justos y virtuosos son los verdaderamente alegres, porque poseen a Dios renunciando a sí mismos.


© Padre Juan Manuel Rodríguez de la Rosa

viernes, 26 de mayo de 2017

TUS LÁGRIMAS


Tus lágrimas



Cuentan que había una vez un señor que padecía lo peor que le puede pasar a un ser humano: su hijo había muerto. Desde la muerte y durante años no podía dormir. Lloraba y lloraba hasta que amanecía.

Una noche, mientras dormía se le apareció un ángel y le dijo:
- Basta ya de llorar.

- Es que no puedo soportar la idea de no verlo nunca más.

El ángel le respondió:
- ¿Lo quieres ver?

El hombre lógicamente responde afirmativamente. Entonces el ángel lo agarró de la mano y lo subió al cielo.
- Ahora lo vas a ver, quédate acá.

Por una acera enorme empiezan a pasar un montón de niños, vestidos como angelitos, con alitas blancas y una vela encendida entre las manos. El hombre dice:
- ¿Quiénes son?

Y el ángel le responde:
- Éstos son los niños que han muerto en estos años y todos los días hacen este paseo con nosotros, porque son puros.

- ¿Mi hijo está entre ellos?
- Sí, ahora lo vas a ver.

Y pasan cientos y cientos de niños.
- Ahí viene, le avisa el ángel.

El hombre lo ve. ¡Radiante!, como lo recordaba. Pero hay algo que lo conmueve: entre todos es el único niño que tiene la vela apagada, y él siente una enorme pena y una terrible congoja por su hijo. En ese momento el niño lo ve, viene corriendo y se abraza a él. El padre abraza a su hijo con fuerza y le dice:

- Hijo, ¿por qué tu vela no tiene luz? ¿No encienden tu vela como a los demás?

- Sí papá, cada mañana encienden mi vela igual que la de los demás niños. Pero, ¿sabes qué pasa papá? Cada noche tus lágrimas apagan la mía.

jueves, 18 de mayo de 2017

SED DE AMOR


Sed de amor
¿Qué hay dentro de mí? ¿Por qué esa inquietud eterna? ¿Por qué la vida cotidiana no basta para llenar mis sueños? ¿Qué busco?


Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net 





Una sed que está ahí. Presente, respetuosa, a veces con un deje de cansancio o de pena. Quisiera levantar nuestro corazón a nuevos horizontes, abrir nuestra mente a verdades profundas, desatar energías que duermen en la satisfacción de la nada.

Cada uno tenemos, muy dentro, indestructible, una sed intensa, profunda, insaciable. Sed de amor y de verdad. Sed de alegría y de entrega. Sed de justicia y de paz. Aunque también hemos acumulado mucha arena para apagar o esconder el deseo de un amor más grande.

Encendemos la radio, entramos en internet para buscar novedades, conversamos con personas desconocidas en un chat de emociones, salimos a la calle a ver una película o a divertirnos con los amigos, vamos a un parque para contemplar cipreses y jilgueros... La sed no se deja saciar, parece implacable, como un anhelo de algo que nos falta, de algo más grande, más hermoso, más profundo, más bello.

¿Qué hay dentro de mí? ¿Por qué esa inquietud eterna? ¿Por qué la vida cotidiana no basta para llenar mis sueños? ¿Qué busco? ¿Hacia dónde me dirijo? ¿Será que alguien me llama o me espera más allá del gris de mis mañanas?

Los encuentros se suceden. Las prisas llenan la jornada. Tenemos muchas cosas que hacer. Muy pocas las hacemos realmente por gusto. Pero incluso aquello que tanto deseaba, aquello por lo que soñé meses y meses (un viaje, un encuentro, una conquista profesional), cuando llega no me satisface, no me llena.

Es una sed misteriosa, profunda, discreta. No sé si hoy la dejaré de lado, no sé si buscaré nuevamente caminos fugaces para contentar mi espíritu con vientos y nubes pasajeras. No sé si hoy será otro día más, monótono, gris, tal vez lleno de emociones intensas y huecas. No sé si esta noche, cuando llegue a la cama, sentiré de nuevo esa sed que me inquieta y que me invita a nuevas metas, a horizontes de amor y de esperanza.

Una sed que quizá me lleve a pensar en ese Dios del que he nacido, que me ama. Un Dios hacia el que avanzo, mientras la tierra gira imperturbada y un gorrión canta, sencillo y bullicioso, junto a mi ventana...

jueves, 27 de abril de 2017

COMENZAR


Comenzar...



Que tiene de importante el comienzo de un nuevo año?

Muchos piensan que es un nuevo comienzo, es el dejar atrás las cosas viejas y empezar otras nuevas. Pero yo te digo... no pienses que el comenzar requiere un nuevo año.

No importa la estación... No importa el día o la hora... No
importa si te perdiste en el camino... lo que tienes que hacer es bajar tu cabeza y pedirle al Padre que perdone tus pecados...

Entonces puedes comenzar de nuevo. Un nuevo comienzo... una nueva vida. No te preocupes si tropiezas y caes porque el Señor siempre te recogerá cuando le llames.

Olvida las resoluciones de año nuevo... haz un compromiso de caminar en la luz de Cristo, entonces te regocijaras cada día de tu vida.

Así que recuerda, amigo/a, no esperes por las campanadas de medianoche, sino que coge tu Biblia hoy y lee Su Santa Palabra y simplemente comienza...

martes, 25 de abril de 2017

GOZA HOY


Goza Hoy
        Autora: Zenaida Bacardí de Argamasilla





     Goza hoy su palabra, su mirada, su mano, su
        juventud; goza hoy, antes de que se termine el
        dia, se esconda el sol, se te marchite la piel, se
        te duerman las rosas y se te aquiete el corazón.

           Goza hoy que tu mente tiene prisa, tu cuerpo
        vibración, tus ojos espacio, tu imaginación alas,
        tus estrellas impaciencia de infinito.

           Goza hoy que el viento te canta, el pájaro se
        te para en la rama, las ilusiones te revolotean
        despertándote a la vida.

           Goza hoy que te hierve la sangre, que la acti-
        vidad te está moviendo, que la imaginación está
        creando... y el amor con alas gigantescas te in-
        cita a volar.

           Hoy que llevas plumas nuevas, años frescos,
        tiempo sin estrenar... que andas de descubridor
        entre hallazgos, asombros y sorpresas. Goza tu
        edad y tu momento, que siempre hay un espa-
        cio fijado para lágrimas y el dolor.

           Goza hoy que tienes la corola cerrada, las
        penas sin llorar, el impulso incontenible y el
        puente para pasar a la vida que te seduce y te
        tienta. Hoy, que no temes al futuro, ni te asusta
        lo que vendrá.

           Hoy que abrazas la vida como si la contuvie-
        ras entera y todos los caminos llevaran el ger-
        men de tu realización. Hoy, que te parece fácil
        abrir todas las puertas y desandar todas las am-
        biciones.

           Goza hoy, para que fabriques los años del
        mañana, y vayas llenando el joyero sin olvido que
        tiene cada vida, y cuando lleguen a la vejez y la
        nostalgia, haya perlas que sacar para hacerte
        sonreír.

           Goza hoy que es tu momento de soñar. Goza
        ahora, porque todo tiene su oportunidad, y lo que
        hoy se te ofrece, mañana se te niega. Goza hoy,
        porque lo que se pierde no se recupera. Goza
        hoy, y vive después cuando un solo ideal te
        consuma la vida.

           Goza hoy de todo lo que piensas hacer y la
        altura a que piensas llegar. Goza tus planes y
        tus metas.

           Si de todo ese mundo algo se te da, eres un
        hombre de éxito.

           Si logras realizar, concretar y ser fuerte en un
        solo punto del camino, ya puedes decir que eres
        un privilegiado.

           Si te abrazas a una sola estrella, y atinas a
        elegir la que te llene la vida, eres un escogido.

           Goza hoy, y ¡Dios estará obrando en ti.

CUANDO EL VINO SE HACE AÑEJO... O AGRIO


Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net
Cuando el vino se hace añejo...o agrio
Casi sin darnos cuenta, aunque los que nos rodean sí lo perciben, nos vamos tornando indiferentes, egoístas, resentidos, malhumorados... en una palabra: agrios.





Cuando el vino se hace añejo su sabor adquiere su total esplendidez.

Cuando el vino se hace añejo tiene la plenitud de su madurez.

Así es el vino de nuestra vida que empezó con uvas verdes y frescas, pero poco a poco se fue almacenando en nuestro corazón, poco a poco se fue llenando el ánfora de nuestra alma y dichosos serán los que permitan que ese vino alcance los bordes y llegue a derramarse para los demás.

Ese vino son nuestras vivencias, nuestros recuerdos, nuestra valiosa experiencia de la vida. Claro-oscuro de luces y sombras. Días luminosos, si la infancia fue feliz; días de adolescencia y juventud que nos dejaron un aroma de vino dulce y perfumado y otros recuerdos que son como una copa amarga que tuvimos que beber.

Así, en toda vida humana tenemos que gustar de una serie de acontecimientos tristes y gozosos que van tejiendo la urdimbre de nuestro existir y nos dejan el poso del vino reposado, dulce y noble o el poso de una amargura vivida. Los dos van a darle cuerpo y aroma a ese vino irrepetible de nuestro vivir.

Solemos ser buenos para el tiempo de alegría y bonanza, pero generalmente no sabemos o nos cuesta mucho comportarnos a la altura de las circunstancias cuando llega el tiempo de la prueba, el tiempo del dolor o del sacrificio. Y en el fondo es una cosa natural, pues el hombre fue hecho para la felicidad, para el amor, para la plenitud. Así fuimos creados, pero el mal se interpuso entre Dios y el hombre y nos llenó de malas inclinaciones y así supimos del dolor. Por eso en nuestro peregrinar por la tierra sabemos que tenemos que amalgamar alegrías y dolores, salud y enfermedad, contrariedades y dichas, éxitos y fracasos, todo como un buen vino añejado por el tiempo para darle de beber a los demás.

Un alma que no atesora, que pasa por la vida con la vaciedad de la inmadurez y del egoísmo, nunca podrá ser la fuente donde otras almas necesitadas y sedientas puedan apagar su sed.


Pero...cuando el vino se hace agrio...

Como tantas cosas en la vida encontramos que hay una contraparte o lo que pudiera ser "la otra cara de la moneda". Pues bien, no siempre el buen vino se mejora haciéndose añejo, también el vino bueno se echa a perder, se vuelve agrio... Según vamos avanzando en edad pudiera ser que algunas de las virtudes o las bondades de carácter que poseíamos se van debilitando y por el contrario los defectos casi incipientes que aparecían en nuestra personalidad van creciendo como la mala hierba.

Casi sin darnos cuenta, aunque los que nos rodean sí lo perciben, nos vamos tornando fríos, indiferentes, egoístas, necios, resentidos, malhumorados,... en una palabra: agrios.

Pasaron los años y aquel gracejo, aquel buen humor, aquella sonrisa fácil, aquella ternura ... se fueron apagando hasta que solo de vez en cuando surgen algunos destellos de todo aquel caudal que hacía que nuestro vino fuese agradable de paladear por su sabor dulce y fresco.

¿Por qué somos así? ¿Por qué dejamos que la rutina y la falta de entusiasmo nos atrape hasta irnos despojando de todo lo que nos hacía ser gratos como personas y compañeros? En el matrimonio, hermanos, hijos, padres, nietos y amistades.

Nuestro vino hemos de servirlo cuando está fresco o cuando se añejó por los años y la experiencia. El ánfora de nuestra alma está llena de ese vino, sirvámosle antes de que se haga agrio. Porque no solo se sirven vinos añejos cuando han pasado los años, también hay vinos que saben a jóvenes, frescos y dulces. Los que están en los albores de la vida también han de cuidar que este vino no pierda su calidad y se torne insípido, ese vino con el que brindan con sus padres, sus hermanos o amigos puede volverse agrio ¡cuidado!.

Según pasan los años el caudal de nuestra existencia se torna más rico, no lo guardemos para nosotros solos, seamos generosos. Siempre encontraremos el momento preciso para dar de ese vino, que se fue  añejando, pero que siempre tendrá un sabor nuevo y fresco para el que lo beba. Misión importante para los que hemos acumulado años. Si sentimos que nuestro vino ya se añejó es porque es la hora de brindar con nuestros seres queridos y amigos, es la hora de salir en el atardecer dorado, al camino para ofrecer al joven caminante un vaso de ese vino.

El vino requiere de ciertos cuidados para estar en optimas condiciones: reposo, temperatura, etcétera y así, nosotros, debemos cuidar con esmero nuestras actitudes y trato para los demás y muy especialmente para los seres que amamos y que nos rodean. Porque también es cierto que algunos dan el buen vino a los de afuera y dejan el de menor calidad y a veces el ya muy agrio, para los de la casa.  

No dejemos que nuestro vino se torne agrio, renovémosle cada día.

Hoy podemos pensar qué calidad de vino estamos ofreciendo a aquellos con los que convivimos. ¿Tiene aromas de recuerdos, tiene color y calor de ternura y comprensión, tiene fuerza y energía para consolar y guiar a quién lo necesite?¿Cumple en fin, su verdadera misión, dar grato sabor a los que nos aman, conocen y tratan?.

Todo, todo nuestro empeño ha de ser día con día, ofrecer el mejor vino de nuestra existencia y nunca dejar que ese vino bueno se llegue a agriar.

lunes, 24 de abril de 2017

LA RISOTERAPIA... LLEVAR ALEGRÍA A LOS DEMÁS

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RISOTERAPIA...
LLEVAR ALEGRÍA A A LOS DEMÁS




1) Para saber
Una risa sana suele ser manifestación de alegría y felicidad. Además, hay teorías que sostienen que la risa tiene efectos muy beneficiosos para la salud y el bienestar.
Por ejemplo, se observó que las carcajadas o risas alegres mejoraban el estado de humor, reducían los niveles de colesterol en la sangre, regulaban la presión sanguínea y aumentaba el apetito; además libera del temor y la angustia. La risa incrementaba la producción de anticuerpos y la activación de células protectoras importante para evitar la formación de tumores.
Se ha descubierto que gracias a la risa se favorece la digestión al aumentar las contracciones de todos los músculos abdominales, además de contribuir a un cambio de actitud mental que favorece la disminución de enfermedades.

2) Para pensar
El padre de la Risoterapia es el médico estadounidense Doherty Hunter "Patch" Adams. Activista social, ciudadano diplomático y escritor, fundador de un instituto con fines médicos y terapéuticos.
Su historia empezó de manera trágica, pues en 1963, después de que se suicidara su tío, su madre le llevó a un hospital psiquiátrico porque también él había tratado de suicidarse.
Ahí se encontró en la misma habitación con Rudy, un hombre que sufría alucinaciones y tenía miedo de las ardillas. En lugar de ignorarle o gritarle para que se callara, Patch decidió jugar con Rudy y pasarlo bien. Logró que Rudy dejara de tener miedo.
Así Patch descubrió que con el juego era muy fácil relacionarse con los enfermos. Y decidió estudiar medicina, soñando con un lugar donde los pacientes pudiesen ir a curarse sin tener que pagar, un lugar amistoso, alegre, donde nadie temiese estar, no como en los hospitales, que asustan a muchas personas.
Estaba convencido de que la salud de una persona no se puede separar de la salud de la familia, de la comunidad y del mundo.
Actualmente se organizan cada año viajes alrededor del mundo con grupos de payasos voluntarios que llevan esperanza, alegría y el juego a huérfanos, pacientes y sus familias.
Patch afirma que “el humor ayuda a relajar a los niños, a sus padres y al personal médico. Tanto el humor como las simples palabras calman la ansiedad, y contagian las ansias de recuperación”.

3) Para vivir
Llevar alegría a los demás es una forma de llevar amor, pues lo que se busca es el bien del prójimo, hacerle grata la vida. Sobre todo cuando se está pasando por momentos difíciles como puede ser una enfermedad.
Muchos problemas suelen crecer porque se dramatiza con exageración. Algunos podrían disolverse con un poco de buen humor, el cual esconde detrás mucho de humildad para no darse demasiada importancia.

Patch ofrece algunos consejos prácticos para vivir:
· Sé amable con todos a todas horas. De forma exagerada…
· Manifiéstate en favor de la justicia, sin importar lo que cueste…
· Ve una vez a la semana a una residencia de ancianos a visitar personas, como si fuesen tus amigos.
· Apaga la tele y conviértete en alguien interesante. Actúa.
· Pasa tus vacaciones en tu propia ciudad y gasta el dinero en trabajar en proyectos que ayuden a construir tu comunidad… Sé agradecido…
· La amistad es la mejor medicina y los besos son la experiencia humana más grandiosa…
· Ríete, como mínimo, tres veces al día, sin motivo aparente, así que… a reír!

Pbro. José Martínez Colín

RECUERDA DAR GRACIAS


   Recuerda dar Gracias



        Una alma recién llegada al cielo se encontró con San Pedro.  El santo llevó al alma a un recorrido por el cielo.  Ambos caminaron paso a paso por unos grandes talleres  llenos con ángeles.  San Pedro se detuvo frente a la primera sección y dijo: "Esta es la sección de recibo. Aquí, todas las peticiones hechas a Dios mediante la oración son recibidas."  El ángel miró a la sección y estaba terriblemente ocupada con muchos ángeles clasificando  peticiones escritas en voluminosas hojas de papel de personas de todo el mundo.

        Ellos siguieron caminando hasta que llegaron a la siguiente sección y San Pedro le dijo:  "Esta es la sección de empaque y entrega.  Aquí, las gracias y bendiciones que la gente pide, son empacadas y enviadas a las personas que las solicitaron."  El ángel vio cuan ocupada estaba.  Habían tantos ángeles trabajando en ella como tantas bendiciones estaban siendo empacadas y enviadas a la tierra.

        Finalmente, en la esquina más lejana del cuarto, el ángel se detuvo en la última sección.  Para su sorpresa, sólo un ángel permanecía en ella ocioso haciendo muy poca cosa.  "Esta es la sección del agradecimiento" dijo San Pedro al alma.  "¿Cómo es que hay tan poco trabajo aquí?" - preguntó el alma.  "Esto es lo peor"- contestó San Pedro.   "Después que las personas reciben las bendiciones que pidieron,  muy pocas envían su agradecimiento."

        "¿Cómo uno agradece a  las bendiciones de Dios ?" "Simple" - contestó San Pedro,  "Solo tienes que decir, gracias Señor"

domingo, 23 de abril de 2017

DECÁLOGO PARA SABER ENVEJECER


Decálogo para saber envejecer
Acaso lo más interesante, y además, gran verdad, sea pensar que 


Por: Antonio Gil | Fuente: http://www.religionenlibertad.com 




El verano y las vacaciones son, sin duda, una época propicia para rejuvenecer, para mostrar nuestra mejor silueta, para considerarnos más en forma.

Todo el mundo quiere ser joven y parecerlo. Incluso las personas de edad más avanzada. Quizás porque, como decía alguien, "nada nos hace envejecer con mayor rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos". Por eso, lo mejor será pensar que aún somos jóvenes.

Como suele decir Manuel Alcántara, con su fino humor: "Y dentro de cien años, cuando todos seamos jóvenes...". Pues, eso. Acaso lo más interesante, y además, gran verdad, sea pensar que "toda edad tiene sus propios frutos; hace falta saberlos recoger". Para quien quiera conocer los secretos de "saber envejecer", valga este decálogo fácil y sencillo.

1. "Cuidarás tu presentación cada día". Arréglate como si fueras a una fiesta. ¡Qué más fiesta que la vida! Que al verte se alegren los ojos de los demás.

2. "No te encerrarás en tu casa ni en tu habitación". Saldrás a la calle y al campo de paseo: "El agua estancada se pudre".

3. "Amarás el ejercicio físico". Un rato de gimnasia, una caminata razonable dentro o fuera de casa, por lo menos abrir la puerta, regar las rosas, contestar el teléfono.

4. "Evitarás actitudes y gestos de viejo derrumbado". La cabeza gacha, la espalda encorvada, la mirada perdida, no favorecen nada. Que la gente diga un piropo cuando pasas: "¡Qué recto va el señor! ¡Qué guapa la señora!".

5. "¡No hablarás de tu edad, ni te quejarás de tus achaques reales o imaginarios!". Acabarás por creerte más viejo y más enfermo de lo que eres. A la gente no le gusta oír historias de hospital. Cuando te pregunten cómo estás, dirás que. ¡muy bien!

6. "Cultivarás el optimismo sobre todas las cosas". Al mal tiempo, buena cara. Sé positivo y`de buen humor. La vejez no es cuestión de años sino un estado de ánimo. El corazón no envejece.

7. "Tratarás de ser útil a los demás". Ayuda con una sonrisa, un consejo, un servicio. No te coloques el cartel de "inservible".

8. "Trabajarás con tus manos y con tu mente". Haz lo que puedas. El trabajo es la terapia infalible.

9. "Mantendrás vivas y cordiales las relaciones humanas". Desde luego, las que se anudan en el hogar, integrándote a todos los miembros de tu familia.

10. "No pensarás que todo el tiempo pasado fue mejor". Deja de estar condenando tu mundo y maldiciendo tu momento.

Fáciles consejos que todos podemos poner en práctica. Nos irá fenomenal.



viernes, 21 de abril de 2017

CUANDO DICES



Cuando dices...



Cuando dices: "Es imposible" Dios dice: "Todo es posible". (Lucas 18:27)

Cuando dices: "Estoy muy cansado." Dios dice: "Yo te haré descansar". (Mateo 11:28-30)

Cuando dices: "Nadie me ama en verdad." Dios dice: "Yo te amo". (Juan 3:16 y Juan 13:34)

Cuando dices: "No puedo seguir." Dios dice: "Mi gracia es suficiente". (II Corintios 12:9 y Salmos 91:15)

Cuando dices: "No puedo resolver las cosas." Dios dice: "Yo dirijo tus pasos". (Proverbios 3:56)

Cuando dices: "Yo no lo puedo hacer." Dios dice: "Todo lo puedes hacer". (Filipenses 4:13)

Cuando dices: "Yo no soy capaz." Dios dice: "Yo soy capaz". (II Corintios 9:8)

Cuando dices: "No vale la pena." Dios dice: "Si, valdrá la pena". (Romanos 8:28)

Cuando dices: "No me puedo perdonar." Dios dice: "Yo te perdono". (I Juan 1:9 y Romanos 8:1)

Cuando dices: "No lo puedo administrar." Dios dice: "Yo supliré todo lo que necesitas". (Filipenses 4:19)

Cuando dices: "Tengo miedo." Dios dice: "No te he dado un espíritu de temor". (I Timoteo 1:7)

Cuando dices: "Siempre estoy preocupado y frustrado." Dios dice: "Hecha tus cargas sobre mi". (I Pedro 5:7)

Cuando dices: "No tengo suficiente fe." Dios dice: "Yo le he dado a todos una medida de fe". (Romanos 12:3)

Cuando dices: "No soy suficientemente inteligente." Dios dice: "Yo te doy sabiduría". (I Corintios 1:30)

Cuando dices: "Me siento muy solo." Dios dice: "Nunca te dejaré, ni te desampararé". (Hebreos 13:5)

miércoles, 19 de abril de 2017

NO TE DETENGAS ANTE LAS PRUEBAS


No te detengas ante las pruebas


Por el contrario, debes permanecer firme y valiente para enfrentarlas.

La valentía no es símbolo de quien es más fuerte, sino de quien es más sabio; no es símbolo de pelear; sino de luchar, no te enfrenta ante el mundo; sino que te enaltece.

Cada prueba que debemos pasar se convierte en una nueva experiencia de vida, la cual nos enseña para que no volvamos a caer en los mismos errores que una vez cometimos.

Nos va madurando y nos hace ver las cosas desde otras perspectivas muy diferentes a las que posiblemente poseíamos tiempo atrás.

Cada prueba es un paso hacia la verdadera vida, hacia la felicidad, hacia nuevas metas...

Es por eso que no debes detenerte ante ellas, sino mostrarles que no tienes miedo, y que puedes lograr todo lo que deseas; porque estás despierto a superarlas

lunes, 17 de abril de 2017

INSTRUCCIONES PARA VIVIR EN LA TIERRA


Instrucciones para vivir en la tierra



Recuerdo que antes que yo naciera, estaba preocupado porque no conocía el mundo al que llegaría. Entonces le pedí a Dios instrucciones para vivir en esta tierra. Dios acercó su voz a mi oído y me dijo:

• Sé como el sol. Levántate temprano y no te acuestes tarde.

• Sé como la luna. Brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor.

• Sé como los pájaros. Come, canta, bebe y vuela.

• Sé como las flores. Enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces.

• Sé como el buen perro. Obediente, pero nada más a su Señor.

• Sé como la fruta. Bella por fuera, saludable por dentro.

• Sé como el día. Que llega y se retira sin alardes.

• Sé como el oasis. Da tu agua al sediento.

• Sé como el río. Siempre hacia adelante.

• Sé como la luciérnaga. Aunque pequeña, emite su propia luz.

• Sé como el agua. Buena y transparente.

• Sé como José. Cree en tus sueños.

• Sé como Lázaro. Levántate y anda.

Y sobre todas las cosas...

• Sé como el cielo: la morada de Dios.

Señor, no permitas que me quede donde estoy. Ayúdame a llegar donde Tú quieres.

miércoles, 12 de abril de 2017

OLVIDA EL AYER


Olvida el ayer
Autor:C. Torres Pastorino



        "Recordar los malos ratos del pasado no aporta nada positivo al presente.

        ¿Por qué detenerse en el pasado si lo que importa es el futuro? El espejo retrovisor del automóvil te muestra el camino recorrido y sirve únicamente de aviso para ver los vehículos que te piden el paso y que podrían poner en peligro tu propio viaje.

        El pasado sirve de base al presente como los muros del primer piso que hoy sostienen la azotea de mañana.

        Quien está en el primer piso quiere sencillamente subir a la terraza y no detenerse escarbando en los cimientos de la casa porque encontraría sólo alacranes.

        Sube y contempla las estrellas que te muestran los caminos del futuro y deja que la animalidad se pierda entre los terrenos del suelo húmedo y frío.

        No vuelvas al pasado que se ha ido y no regresará jamás. Si regresara sería un gran impedimento para tu progreso.

        Lo que pasó, pasó. La vida pasada te dejó experiencias y conocimientos que tendrías que aprovechar.

        El estudiante experimenta en el laboratorio con instrumentos de química. Al salir del aula se lleva los conocimientos y deja las probetas y elementos porque ya no le sirven.

        ¿Qué ganamos con recordar errores, cuyas consecuencias nos hacen sufrir, si ya es imposible corregirlos y su recuerdo constante puede arruinar nuestro camino? Por eso, no vuelvas al pasado y mira hacia el porvenir.

        No remuevas la tierra con la azada y planta frutales que mañana te abriguen y alimenten.

        Olvida el ayer y orienta el corazón hacia mañana.

        Cuando el hoy despuntó con la aurora del nuevo día, el ayer había concluido.

        Táchalo en la hoja de tu vida.

        Prepara tus lecciones para el examen de mañana porque en el examen de ayer fuiste aprobado con notas demasiados bajas.

        Levántate y camina hacia lo alto y hacia adelante, dejando que los muertos en espíritu entierren a sus muertos (Mateo 8,22).

martes, 11 de abril de 2017

NADIE PUEDE VIVIR SIN AMOR

Nadie puede vivir sin amor
Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.



Es tan importante el amor en la vida de las personas que de tan importante es verdaderamente sagrado. Pero no es sagrado porque es importante. Es sagrado porque es un don de Dios, algo que viene de lo alto, algo que no logramos los humanos haciendo de tripas corazón.


El amor es un don que se alcanza por la comunión con las Personas divinas, por la comunión con el Padre Dios y su Hijo Jesús que viven en este Espíritu de Amor, y nos bendicen con este don a los humanos. Y esta comunión con las personas divinas es el Amor de Dios y a Dios.


Por eso Dios desde el principio nos da los mandamientos, y estos mandamientos se resumen en el amor a Dios y al prójimo, pero no como algo que podamos lograr haciendo de tripas corazón. Este amor que Dios nos exige es un don que viene de lo alto, y hay que pedirlo con insistencia en la oración y buscarlo en los sacramentos de la reconciliación y la Eucaristía.


Concédeme Señor tu Espíritu de Amor.
Ven Espíritu Santo.

EL BURRO Y SU HISTORIA


Autor: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net
El burro y su historia
Lo importante para nosotros cristianos, es que tengamos muy bien puestas nuestras ideas en la cabeza y en el corazón.
 




El ambiente en que vivimos los hombres cada día es más hostil y complicado, nos confunden, y a la hora de la hora hasta nos hacen dudar; ¿lo que estamos haciendo está bien o está mal? nos preguntamos. ¿Cómo satisfacer el querer y el parecer de todos? labor difícil, más aún en un mundo con tanta información, tan cambiante y con tantas apreciaciones personales.

Lo importante para nosotros cristianos, es que tengamos muy bien puestas nuestras ideas en la cabeza y en el corazón, para que no pensemos, hablemos y actuemos como la mayoría lo hace, de lo contrario, seremos como veletas que se mueven de acuerdo al viento, y eso sí que sería catastrófico.

Vivamos nuestros valores, actuemos según nuestra conciencia formada y madura con los principios correctos y con la certeza de que lo que importa no es lo que dirán, sino lo que ve Dios y el bien objetivo que tengo que hacer. Él sabe perfectamente mi intención y las convicciones que me mueven a actuar... ¿Cuántos de nosotros tal vez vivimos lo que esta familia vivió? no sé si decir, pobre burro o  pobre familia. Al final, tú puedes sacar tu propia conclusión, esperamos coincidir…

Había una vez un matrimonio con un hijo de doce años y un burro. Decidieron viajar, trabajar y conocer el mundo. Así, se fueron los tres con su burro.

Al pasar por el primer pueblo, la gente comentaba: “¡Mira ese chico mal educado; él arriba del burro y los pobres padres, ya grandes, llevándolo de las riendas!”. Entonces, la mujer le dijo a su esposo: No permitamos que la gente hable mal del niño. El esposo lo bajó y se subió él.

Al llegar al segundo pueblo, la gente murmuraba: “¡Mira qué sinvergüenza ese tipo; deja que la criatura y la pobre mujer tiren del burro, mientras él va muy cómodo encima!”. Entonces, tomaron la decisión de subirla a ella al burro, mientras padre e hijo tiraban de las riendas.

Al pasar por el tercer pueblo, la gente comentaba: “¡Pobre hombre! Después de trabajar todo el día, debe llevar a la mujer sobre el burro y pobre hijo ¡qué le espera con esa madre!”. Se pusieron de acuerdo y decidieron subir los tres al burro para comenzar nuevamente su peregrinaje.

Al llegar al pueblo siguiente, escucharon que los pobladores decían: “¡Son unas bestias, más burros que el burro que los lleva, van a partirle la columna!”

Por último, decidieron bajarse los tres y caminar junto al burro.

Pero al pasar por el pueblo siguiente no podían creer lo que las voces decían sonrientes: “¡Mira a esos tres mensos: caminan, cuando tienen un burro que podría llevarlos!”

¿Cómo complacer a todos?, realmente un misterio y una proeza, ¡vaya aventurita que se dieron estos pobres! Siempre habrá alguien que te critique, que hable mal de tí y será difícil que encuentres alguien a quien le conformen tus actitudes.

Entonces:

¡Vive como creas y según tus principios! ¡Haz lo que te dictamine tu conciencia y el corazón! Una vida es una obra de teatro que no permite ensayos.

Por eso:

¡Vive tu vida, no solo existas, cada día canta, ríe, ama, crece y lucha por tus convicciones! ¡Vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos!

EL ALUMNO


EL ALUMNO 


El alumno, según él, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara. Se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y concentración durante un rato.

Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles. Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá. Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado notablemente.

El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime.

Casi con reverencia le dijo al maestro:

- ¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?

- Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.
Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles. Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día. Un ave que canta, una flor que se abre, el beso de un hijo en nuestra mejilla, son ejemplos de pequeños detalles que al sumarse pueden hacer diferente nuestra existencia.

Todas las relaciones -familia, matrimonio, noviazgo o amistad- se basan en detalles. Nadie espera que remontes el Océano Atlántico por él, aunque probablemente sí que le hables el día de su cumpleaños. Nadie te pedirá que escales el Monte Everest para probar tu amistad, pero sí que lo visites durante unos minutos cuando sabes que está enfermo. 
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