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domingo, 18 de agosto de 2013

REDESCUBRIR A MARÍA


Redescubrir a María
Padre Tomás Rodríguez Carbajo


De unos años a esta parte ha habido un claro bajón en manifestaciones de amor a María: Será tal vez la disminución de prácticas piadosas en honor de Nuestra Señora, la escasez ornamental en templos donde ha desaparecido o al menos disminuido las imágenes de la Virgen, la inadaptación de algunas devociones a la mentalidad del hombre de hoy.

Muchas causas pueden haber influido en ese empolvoramiento del amor a María; pero hay que reconocer que en el fondo del corazón de todo cristiano, y por 10 tanto hijo de María, hay alguna chispa de amor a la Madre, conviene quitar las cenizas que cubren ese rescoldo en el interior de cada uno de los cristianos.

Bajo el viento de la reflexión se separarán aquellas devociones románticas, para que nos quede la devoción tierna sÍ, pero racional, según la manera de ser de cada persona.

Bajo el prisma de la razón contemplaremos 10 hondo que está en el corazón del hombre esa presencia alentadora de María, quien después de tal vez un largo período de. Abandono llega a la paz y sosiego de su alma, cuando aviva en su interior aquel amor que tuvo de niño y que ahora después del bregar de los años le reconforta el poder sintonizar con la ternura y cariño de la Madre.

Tal vez tenemos en la trastera de nuestro corazón un recuerdo imborrable de 10 que ha sido para nosotros María.
Es hora de desempolvar nuestra apatía, nuestra frialdad, nuestra comodidad para que se avive en nuestro interior aquello que nunca desapareció, pero que sí estuvo mucho tiempo como si no estuviera: El amor a la Virgen.

Redescubramos los sentimientos de amor filial hacia Nuestra Señora, el puesto que le corresponde ocupar junto al de su Hijo en el altar de nuestro corazón.

El hombre-cristiano busca nuevas sensaciones, que le proporciona el mundo que le rodea, y aún no se ha atrevido a bucear en el interior de su corazón para redescubrir el amor a María, quien le dará paz, sosiego.

PENSAMIENTO MARIANO 10


PENSAMIENTO MARIANO

Entre todos los homenajes que se deben a la Madre de Dios no conozco ninguno más agradable que el Rosario. 

San Alfonso María Ligorio.