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jueves, 7 de mayo de 2015

LETANÍAS MARIANAS EXPLICADAS: DÍA 7 DE MAYO


Séptimo día: Explicación de las letanías


Sancta Trinitas, unus Deus

Trinidad santa, un solo Dios. El misterio de la adorable Trinidad es el sumario de nuestra fe, el fundamento de nuestra religión, y la fuente de todas las misericordias divinas; esto es tan cierto que San Agustín asegura que en la religión cristianas no hay gracias, virtudes, méritos, justificación ni salvación que esperar que en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo: la Iglesia, después de dirigirse a las tres personas de la Santísima Trinidad separadamente, las invoca juntas, exclamando: ¡Trinidad Santa, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros!

Sancta Maria

Santa María. Este augusto nombre es tan amable y consolador para los verdaderos servidores de María, cuanto terrible para sus adversarios; y se regocija al cielo hace temblar al infierno; porque si queremos poner en fugar al demonio, pronunciemos afectuosamente el nombre de María, y ese santo nombre, como un latigazo, tirará por tierra al implacable enemigo del género humano. Y como David combatió a Goliat con los cinco guijarros que había elegido, combatamos de la misma manera al Goliat infernal pronunciando las cinco letras del nombre de María, con la confianza y la intrépida seguridad que nos debe inspirar.

Ejemplo

En 1834, en Angulema, un viejo curtidor, careciendo de valor para soportar ciertas penas, se envenenó, pero presa de remordimientos, se fue a confesar. Con su autorización, el confesor llevó a curtidor al hospicio, pide un antídoto, pero mientras se lo preparan, se toma el pulso al enfermo y no se le encuentra, se muestra lívido, con los ojos velados. Todo anunciaba una muerte cercana. Ante este cuadro, con el corazón traspasado por el dolor, pero lleno de confianza en la divina misericordia, el ferviente ministro del Señor se pone de rodillas y recita las Letanías de la Santísima Virgen. A la primera invocación, siente volver el pulso del moribundo y, poco después, le escucha decir algunas palabras: “Padre, dijo con una  voz muy débil: rece, rece más”.  Suspiró y dijo también: “Santa María ruega por mí”, y súbitamente le volvió completamente la conciencia. No sólo el peligro de muerte había pasado, sino  que la salud se había enteramente restablecido sin que se hubiese empleado medicina. Se le preguntó al anciano si conservaba alguna práctica piadosa. “No Padre, desde hace mucho tiempo no digo ninguna oración”. Pero después de haber reflexionado un instante, descubre su pecho y muestra su escapulario diciendo: “¡Este es el único signo de piedad que he conservado!” Llegó el médico y aseguró que solo un poder superior había podido prolongar su vida más de dos horas después de la ingestión del veneno, uno de los mas activos que se conoce, y cinco horas habían transcurrido desde ese fatal momento.

Llevemos con devoción el escapulario de la Santísima virgen


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

MEDITACIÓN DIARIA DE LA VIRGEN MARÍA: FLORECILLAS A MARÍA, DÍA 7 DE MAYO DEL 2015


Flor del 7 de mayo: Madre amable

Meditación: “Cómo se me concede que venga a mí la Madre de Mi Señor” (Lucas 1,43). María es diligente y amorosa, consuela, ayuda, fortalece, sirve…igual que su Hijo. “Amaos los unos a los otros como Yo os he amado”. A cada uno pedirá Dios cuenta de nuestros prójimos; nadie está tan aislado que pueda labrarse, abstrayéndose de toda otra alma, su propia salvación. Busquemos dar amor, consolando afligidos, visitando enfermos, corrigiendo con dulzura a los que se equivocan, siendo a semejanza de María con humildad y amor testimonios del Amor. “Ora y labora”.

Oración: ¡Oh tierno Corazón de María!. Haz que tus hijos demuestren a todos lo que es el Amor, lo que es el Señor en nosotros, para servir y siempre decirte si. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Procurar ser amable con los demás.

EL ÁNGELUS - MEDITACIÓN


El "Ángelus"


El rezo del Ángelus es muy antiguo; data del tiempo de Las Cruzadas, en los siglos XI y XII, en que los cristianos que marchaban a reconquistar la Tierra Santa se encomendaban a la Santísima Virgen rezando tres Avemarías por la mañana, al mediodía y al atardecer.

Más tarde, se introdujeron delante de cada Avemaría unas jaculatorias que recuerdan el momento más excelso de la historia, la Encarnación del Hijo de Dios.

Durante el tiempo Pascual (los días que siguen al Domingo de Resurrección) en lugar del Ángelus se reza el "Reina del Cielo", que nos recuerda la alegría de la Santísima Virgen por la Resurrección de su Hijo.

¡Qué gozada, a las doce en punto, en el momento central del día, unirte al Papa y a todos los cristianos, desde donde estés, para recordar a María el momento más grande de su vida! ¡Es un gran detalle con Ella! Ponte la alarma del reloj o algo que te lo recuerde, y dale esa alegría.

¡Madre mía, hasta las doce de todos los días!

Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Después termina con la oración final.