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domingo, 10 de mayo de 2015

LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS


La Virgen de los Desamparados
Valencia (España)

Miles y miles de valencianos en todo el mundo, se vuelcan para rendir homenaje a su patrona: la Mare de Déu dels Desamparats 


Por: Archivo Mariano de D. Jesús Gil | Fuente: mercaba.org



"La Geperudeta"

La ciudad del Turia, que tan pródigamente ha sido regalada por la mano de la naturaleza, cuenta entre sus más preciadas joyas la imagen veneranda de su Patrona la Virgen de los Inocentes Mártires y Desamparados, objeto de su más tierno y fervoroso culto.
La imagen se caracteriza por tener una ligera inclinación hacia adelante; por dicho motivo se le conoce cariñosamente entre los valencianos como La Geperudeta(La Jorobadita).

El origen de esta sagrada imagen va unido a una de las glorias valencianas, como es la fundación de su antiguo hospital, el primero en el mundo, destinado a pobres dementes y desamparados. Conmovido profundamente el Rvdo. Padre Jofré, de la Orden mercedaria, ante el triste espectáculo de unos niños que maltrataban a un loco, de tal suerte intentó remediarlo, que encendidos unos piadosos pechos pusieron en práctica el pensamiento del comendador de esta Orden y se constituyó, al momento, una Cofradía para sufragar los gastos del hospital, previas las oportunas amortizaciones que concedió el Rey D. Martín, por Decreto dado en Barcelona a 30 de noviembre de 1409 y la Bula memorable en que fueron aprobadas las Constituciones por el Papa Benedícto XIII y el Rey D. Fernando de Aragón, en agosto de 1414.

Organizada la Real Cofradía con fines religiosos y benéficos, pronto apareció la devota imagen que encarnaba la caritativa idea de los fundadores, y que según tradición, no exenta de pruebas, fue labrada por mano de unos peregrinos, merced al poder intercesor del Venerable Jofré. El historiador Escolano la llama "devotísima imagen de la Virgen, cuya peregrina hermosura y extraordinarios hechos traen aficionadísimos a todos", jamás pudieron copiarla con perfección los Ribaltas, Orrente, Zariñena y Espinosa, quienes reconocieron en Ella "alguna cosa sobrenatural".

Su estatura es de más de siete palmos. El rostro hermosísimo y atractivo, manifiesta más lo compasivo, y acostumbra a variar sus colores, según los sucesos, significando que nos asiste y acompaña en nuestras aflicciones. En la una mano se ve la azucena y en la otra a su Unigénito Hijo. El Niño está con la cruz al hombro. Tiene inclinada la cabeza, como llamando a todos, benigna y afable. Las cejas son arcos, no de indignación para castigarnos, sino iris para defendernos. Sus ojos nos miran con afabilísimo agrado, como dulcísima Madre de misericordia. A sus pies se miran arrodillados los inocentes para indicarnos su perpetua protección a la inocencia. Con su manto extendido, que la cubre, desea acogernos bajo su misteriosa sombra -que raras veces llega al umbral de su capilla el ruego, que no logre su apetecido alivio-. Ciñe su cabeza riquísima corona, porque es Reina soberana que rige con amor maternal a sus innumerables hijos.

Los inmensos beneficios que brotaron siempre de su trono son tantos que parecen compararse a las arenas del mar y a las estrellas del cielo; por esto, la devoción a tan insigne imagen se ha extendido tanto por España y el extranjero, singularmente en las Américas. De Ella parece brotar el ejercicio de la caridad más cumplida; de manera que no hay actos de misericordia que no salgan sino del pecho maternal de Nuestra Señora de los Desamparados. En Valencia prodíganse, como en ninguna ciudad del mundo, los santos asilos para los niños que de ellos han menester, y las sagradas instituciones, que distribuyen a manos llenas los tesoros de la misericordia; Ella es única fuerza que, desde principios del siglo XV, está impulsando todas las obras piadosas.

Varios Sumos Pontífices, como Calixto III, Sixto V y Clemente VIII contribuyeron eficazmente al aumento de la devoción a nuestra Virgen, concediendo indulgencias y otras gracias espirituales. Urbano VIII hizo su altar privilegiado; pero el paso gigante lo dió Benedicto XIII en 1725 con el rezo canónico de la santa imagen, consagrando así litúrgicamente para la Patrona el título de Madre de los Desamparados. Pío VII elevó este oficio al rito de primera clase con octava, y León XIII la declaró Patrona de Valencia y su reino. Sin embargo, Reina, como era hasta entonces, y Señora del pueblo valenciano, la Virgen, con tan dulce título, no estaba todavía coronada. La Providencia divina nos deparó tan glorioso acontecimiento en 1923. Un hijo de la ciudad, sentado en la misma Sede de su Padre Santo Tomás de Villanueva, Mons. Reig y Casanova, presidió las fiestas de la coronación, engrandecidas por la presencia de los Reyes D. Alfonso XIII y Dña Victoria, del Emmo. Nuncio de Su Santidad, Monseñor Tedeschini, del insigne valenciano Emmo. Cardenal Benlloch y varios Excelentísimos señores Arzobispos y Obispos españoles.

PASCUAL LLOPIS
Archivo Mariano de D. Jesús Gil


El segundo domingo de mayo es la festividad de la Virgen de los Desamparados

El sábado día 12 de mayo de 1923 tuvo lugar la solemne coronación de la Virgen de los Desamparados en el llano de la subida al puente del Real , en presencia de los Reyes de España, Don Alfonso XIII y Doña Victoria Eugenia, del Nuncio del Papa Pió XI, Federico Tedeschini, y del Cardenal valenciano Benlloch, arzobispo de Burgos.

El alcalde Juan Artal entregó la corona realizada por el joyero José Sugrañes al Cardenal Reig y Casanova, quien bendijo a los asistentes al acto antes de colocar la corona sobre la cabeza de la sagrada imagen de la Virgen de los Desamparados, mientras los Reyes se postraban de rodillas y las tropas presentaban armas, los cañones del Regimiento de Artillería atronaba los aires disparando las 21 salvas de honor y las bandas militares interpretaban el Himno Nacional español.

Fue un momento histórico indescriptible, enaltecido por el canto del himno de la Coronación compuesto por Romeu, organista de la Catedral de Vich con letra en lengua valenciana escrita por el sacerdote valenciano José María Juan García que dice así:
La patria valenciana s´ampara baix ton mant ¡Oh, Verge Sobirana de terres de Llevant! ".
La terra llevantina reviu en ta Capella al fervos homenaje de pur y ver amor.
Puix sou la nostra Reina y vostra Image bella pareix qu´está voltada de magic resplandor.
La rosa perfumada, la mística asutsena, lo seu verger formaren als peus de ton altar.
I fervorós en elles lo valenciá t´ofrena.
La devoció més santa que s´puga profesar.
En terres valencianes, la fe per Vos no mor i vostra Image Santa portem sempre en lo cor.
Salve, Reina del cel i la terra;
Salve, Verge dels Desamparats;
Salve, sempre adorada Patrona;
Salve, Mare del bons valenciáns.


Cantado por un coro extraordinario de mil quinientas voces, fue la expresión de un pueblo y de una tierra que confiaba bajo el manto de la Virgen su pasado, su presente y su futuro.

El domingo día 13 y en los dias sucesivos, hasta el domingo 20 de mayo, tuvieron lugar diversos actos para festejar la efemérides.

Actos que se pueden observar 80 años después, se siguen celebrando como si el tiempo no hubiera pasado, siempre con la misma devoción y con la gente que le canta y lanza piropos al paso de nuestra queridísima Geperudeta, La Virgen de los Desamparados.


El día de la Virgen de los Desamparados

Missa de Descoberta, Missa d¢Infants, Traslado y Procesión de la Virgen son los momentos más esperados de un día especialmente emotivo, en el que miles y miles de valencianos se vuelcan para rendir homenaje a su patrona:
la Mare de Déu dels Desamparats

Como es habitual, para celebrar este día se realiza a la Virgen un homenaje floral en el tradicional tapiz, monumento efímero y obra de arte singular dentro de todas las celebraciones.

A las cinco de la mañana se descubre la venerada imagen, en la Missa de Descoberta. A las ocho, en el altar de la plaza, se celebra la Missa d¢Infants, en la que cantan coros de diversos colegios, acompañados por la Orquesta Municipal de Valencia. Y a las diez y media, los valencianos inundan el recorrido desde la basílica hasta la catedral, en el emotivo traslado de la imagen de la Virgen.

Ya por la tarde, a las 19 horas, bajo el color y el perfume de las flores, tiene lugar la procesión general por el itinerario de costumbre, terminando en el altar mayor de la basílica.

La imagen de la Virgen de los Desamparados es la única que cuenta con un vehículo propio fabricado exclusivamente para la "Geperudeta". V-0075-GP, no es la matrícula de un coche cualquiera. Es la del vehículo de la Virgen: el "mare móvil". El número recuerda el 75 aniversario de la coronación de la Virgen, y las letras son, naturalmente, de "Geperudeta".

MEDITACIONES DIARIAS A LA VIRGEN MARÍA: DÍA 10 DE MAYO DEL 2015 - DÍA DE LA MADRE


Flor del 10 de mayo: Virgen digna de alabanza

Meditación: “Bendita tú entre las mujeres” (Lucas 1,42). “Mi alma engrandece al Señor” (Lucas 1,46). Cuando cumplimos la profecía de llamarla Bienaventurada, hablamos de las maravillas que hizo en Ella el Todopoderoso. Unimos nuestra voz a la suya, alabando perpetuamente al Señor. Imitemos a María agradecida, a María serena, a María llena de sacrificio, a María alegre, a María confiada, a María llena de Gracia y fortaleza para cumplir así nuestra misión en la tierra.

Oración: ¡Oh Madre!, que te hiciste la más pequeña, siendo realmente excelsa, enséñame a amarte, a alabarte y a agradarte del mismo modo en que vos lo hiciste con el Señor, para que también nosotros lleguemos a El. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).



Florecilla para este día: Ser pequeños y humildes como María nos pide, para crecer en la Gracia.

DÍA DE LA MADRE


Madre...



Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor, y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados; una mujer que siendo joven tiene la reflexión de una anciana, y en la vejez, trabaja con el vigor de la juventud; una mujer que si es ignorante descubre los secretos de la vida con más acierto que un sabio, y si es instruida, se acomoda a la simplicidad de los niños; una mujer que siendo pobre, se satisface con la felicidad de los que ama, y siendo rica, daría con gusto su tesoro por no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud; una mujer que siendo vigorosa se estremece con el vagido de un niño, y siendo débil, se reviste a veces con la bravura del león; una mujer que mientras vive no la sabemos estimar, por que a su lado todos los dolores se olvidan, pero después de muerta, daríamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla de nuevo un sólo instante, por recibir de ella un sólo abrazo, por escuchar un sólo acento de sus labios...

De esa mujer no me exijáis el nombre si no queréis que empape con lágrimas vuestro álbum, porque ya la vi pasar en mi camino.

Cuando crezcan vuestros hijos leedles esta página, y ellos, cubriendo de besos vuestra frente, os dirán que un humilde viajero en pago del suntuoso hospedaje recibido, ha dejado aquí, para vos y para ellos, un boceto del retrato de su nombre.

POEMA PARA MI MADRE...


Madre...



Cuando viniste a este mundo,
Ella te sostuvo en sus brazos.
Tú se lo agradeciste gritando.

Cuando tenías un año,
Ella te alimentaba y te bañaba.
Tú se lo agradeciste llorando la noche entera.

Cuando tenías 2 años, 
Ella te enseñó a caminar.
Tú se lo agradeciste huyendo de Ella cuando te llamaba.

Cuando tenías 3 años,
Ella te hacía todas las comidas con amor.
Tú se lo agradeciste tirando el plato al piso.

Cuando tenías 4 años,
Ella te dió unos lápices de colores.
Tú se lo agradeciste pintando todas las paredes del comedor.

Cuando tenías 5 años,
Ella te vestía para las ocasiones especiales.
Tú se lo Agradeciste tirándote por la pila de barro más cercana.

Cuando tenías 6 años,
Ella te llevaba a la escuela.
Tú se lo agradeciste gritándole: ¡NO VOY A IR!

Cuando tenías 7 años, 
Ella te regaló una pelota.
Tú se lo agradeciste arrojándola contra la ventana del vecino.

Cuando tenías 8 años, 
Ella te trajo un helado.
Tú se lo agradeciste derramándoselo sobre su falda.

Cuando tenías 9 años,
Ella té pago unas clases de piano.
Tú se lo agradeciste nunca practicando.

Cuando tenías 10 años,
Ella te llevaba con el auto a todas partes de Gimnasio al partido de fútbol, de fiestas de cumpleaños, a otras fiestas.
Tú se lo agradeciste cuando salías del coche y nunca mirabas atrás.

Cuando tenías 11 años,
Ella te llevó a ti y a tus amigos a ver una película.
Tú se lo agradeciste diciéndole que se sentara en otra fila.

Cuando tenías 12 años,
Ella te aconsejó que no miraras ciertos programas.
Tú se lo agradeciste esperando que ella se fuera de la casa.

Cuando tenías 13 años,
Ella te sugirió un corte de pelo que estaba de moda.
Tú se lo agradeciste diciéndole que Ella no tenia gusto.

Cuando tenías 14,
Ella té pagó un mes de vacaciones en el campamento de verano.
Tú se lo agradeciste olvidándote de escribirle una carta.

Cuando tenías 15,
Ella venía de trabajar y quería darte un abrazo.
Tú se lo agradeciste cerrando con llave la puerta de tu habitación.

Cuando tenías 16,
Ella te enseñó cómo manejar su coche.
Tú se lo agradeciste usándoselo todas las veces que podías.

Cuando tenías 17 años,
Ella esperaba una llamada importante.
Tú se lo agradeciste, hablando por teléfono toda la noche.


Cuando tenías 18,
Ella lloró en la fiesta de tu graduación de la escuela.
Tú se lo agradeciste estando de fiestas hasta el amanecer.

Cuando tenías 19 años
Ella té pagó la cuota de la universidad, te llevó en coche hasta el campus y cargó tus maletas.
Tú se lo agradeciste diciéndole adiós desde fuera del dormitorio, así no te sentirías avergonzado ante tus amigos.


Cuando tenías 20,
Ella te preguntó si estabas saliendo con alguien.
Tú se lo agradeciste diciéndole: "A Ti no te importa eso"

Cuando tenías 21,
Ella te sugirió algunas carreras para tu futuro.
Tú se lo agradeciste diciéndole: "No quiero ser como Tú."

Cuando tenías 22,
Ella te abrazó en la fiesta de graduación de la Universidad.
Tú se lo agradeciste diciéndole si te podía pagar un viaje a Europa.

Cuando tenías 23,
Ella te dio algunos muebles para tu primer departamento.
Tú se lo agradeciste diciéndoles a tus amigos que los muebles eran feos.

Cuando tenías 24,
Ella conoció a tu futura esposa y le preguntó sus planes para el futuro.
Tú se lo agradeciste con una mirada feroz y le gritaste "¡Cállate!".

Cuando tenías 27,
Ella te ayudó a pagar los gastos de tu boda y llorando te dijo que te amaba muchísimo.
Tú se lo agradeciste mudándote por la mitad de el país.

Cuando tenías 30,
Ella te dio algunos consejos para cuidar al bebé.
Tú se lo agradeciste, diciéndole que las cosas son diferentes ahora.

Cuando tenías 40,
Ella te llamó para recordarte el cumpleaños de tu Papá.
Tú se lo agradeciste diciéndole que estabas muy ocupado.

Cuando tenías 50,
Ella se enfermó y necesitó que la cuidaras.
Tú se lo agradeciste leyendo sobre la carga que representan los padres hacia los hijos.


De repente, un día,
Ella silenciosamente murió. Y todas las cosas que nunca hiciste cayeron como un trueno.

Tomémonos un momento para rendir honor y tributo a la persona que llamamos Mamá, aunque algunos no la pueden llamar así de ese modo abiertamente.

No hay sustituto para Ella. Alegra cada momento. Aunque a veces, Ella no parezca la mejor de las amigas, quizás no concuerde con tu forma de pensar, pero aún así?

¡Es tú Madre!

Ella estará allí para ayudarte con tus dolores, tus penas, tus frustraciones.


Pregúntate a ti mismo:

¿Has separado tiempo para estar con Ella, para escuchar sus quejas sobre el trabajo en la cocina, su cansancio?

Sé prudente, generoso y muéstrale el debido respeto, aunque tú pienses diferente de Ella.

Una vez que se vaya de este mundo, solamente los recuerdos cariñosos del Ser Que Llamamos Mamá
Solo Eso Nos Queda

¿MARÍA ES MADRE DE DIOS?

¿María es Madre de Dios?
La divinidad del Señor Jesús no proviene de María, pero no por esto ella deja de ser verdaderamente Su Madre


Por: Aci Digital | Fuente: www.aciprensa.com




Nos preguntan: ¿Es verdad que María no es madre de Dios, es solamente madre de Cristo, y que no puede ser madre de Dios porque Dios es infinito y eterno, y María no?
Isabel, en el pasaje de la visitación, llama a María "La madre de mi Señor" (Lc 1, 43). Ciertamente, el Señor es Jesús, quien es Dios mismo. Si aceptamos que María es verdadera y real madre del Señor Jesús, entonces Ella es, por tanto, verdadera y real Madre de Dios, puesto que el Señor Jesús es Dios mismo. Pretender que María es madre "solamente" del cuerpo físico del Señor es absurdo. El Señor Jesús es una persona completa. Pretender separar su divinidad y su humanidad es absurdo, y es una herejía conocida como nestorianismo, que dice que hay dos personas separadas en Cristo encarnado: una divina (el hijo de Dios) y otra humana (el hijo de María). La herejía fue condenada y la doctrina aclarada en el Concilio de Éfeso en el año 431.

Lógicamente, la divinidad del Señor Jesús no proviene de María, pero no por esto ella deja de ser verdaderamente Su Madre. Lo mismo sucede con nosotros: el alma inmortal que cada uno de nosotros posee proviene directamente de Dios, pero eso no significa que mi madre no sea verdadera madre mía. Hay que recordar que fue voluntad del Señor el haberse encarnado en una mujer, y que esa Mujer fuese su Madre. Dios no necesitaba una Madre, pero quiso actuar así en su plan de Salvación, y por su Voluntad María fue elegida como Madre de Dios "porque ninguna cosa es imposible para Dios" (Lc 1, 37)

CARTA DE MARÍA TU MADRE, PARA TI MUJER



Carta de María tu Madre, para ti mujer

Una carta de Maria para una mujer, para ti, para mi, para todas y nos hagan caminar hacia los brazos de su Hijo.


Por: María Susana Ratero | Fuente: Catholic.net



Hola, mi querida hija del alma, que la paz del Señor esté contigo...

Mi corazón necesitaba escribirte estas simples líneas que, como pájaro de luz, lleguen de mi corazón al tuyo...le iluminen, disipen dudas y angustias, y te hagan caminar hacia tu verdadero destino: a los brazos de mi Hijo...

Sí, querida mía, tu verdadero destino, que no es muchas veces el que te propone el mundo y por el que tantos esfuerzos gastas olvidándote del negocio mas importante que tienes: la salvación de tu alma...

Los problemas, mi querida, son todos camino hacia el Padre, el dolor, la angustia, la soledad... todo va modelando el alma de acuerdo a las respuestas que vayas dando... tú, seguro, me dirás: “¡Pero lo que a mi me pasa es tan duro , Señora!!!” Lo sé, hija, ¿acaso por un momento has pensado que no lo sé? Querida, si lloro con tus lágrimas y río contigo sin que me notes a tu lado.... cómo no saber lo que siente tu alma, si yo misma lo he padecido... bien sé lo que es el dolor, la soledad, la traición..., pero también sé que todo eso, puesto en las manos del Padre, se transforma en camino de Salvación...

Cuando yo vivía entre ustedes, meditaba todas esas cosas y las guardaba en mi corazón, las que comprendía y las que no, las que me alegraban y las que me lastimaban, como perlas de un collar incompleto que, lentamente, con el tiempo, iban tomando su verdadero lugar...

¿Sabes hija? Me gusta mucho caminar en los atardeceres, luego de un largo día de trabajo..., y me encantaría que hoy me acompañases... o mañana, o el sábado, aunque sé que estás un poco cansada... ¿cómo lo sé? Pues verás, estoy contigo cuando abres los ojos y miras el despertador, tirano, que no te regala unos minutos mas, y debes levantarte rápido a preparar el desayuno del marido y los hijos, o el tuyo solo, o el de tu mamá.... mientras se calienta el agua te miro... te amo... luego, voy contigo a levantar los remolones que se empecinan en pelearse con el reloj.... te ayudo a vestirlos, te pongo a mano esa remera que no encontrabas... y me siento con ustedes a desayunar... me gusta como preparas todo, el olorcito rico de tu cocina, luego debemos llevar los chicos al colegio, ir a trabajar para traer el sustento, o volver a casa a la rutinaria (¡pero hermosa!) tarea de mantener limpio el hogar... juntas vamos al supermercado y hacemos que alcance el dinero justito para el almuerzo... hasta a veces hago que te sobre una moneda para un dulce... el postre sorpresa de los hijos...

También lavamos la ropa, el piso, acomodamos todo para que el esposo y los niños encuentren ese remanso de paz que anhelan, el olorcito a ”su casa” que les volverá al alma cuando se sientan tristes, solitarios, nostálgicos... allí recordarán todas las cosas buenas que les enseñaste...

También estoy contigo en el trabajo, ayudándote, aconsejándote, pidiéndote que sonrías siempre, que trates bien a todos, ya que nunca sabes cuanto bien haces con una sonrisa... eres mi embajadora cuando sonríes, cuando eres amable, cuando perdonas... ¡¡cuando perdonas haces sonreír a mi Hijo!!!

Ya estamos a mas de la mitad de la jornada, extrañamos volver a casa ¿verdad?...
Contigo corro a abrazar a los hijos, contigo me siento y les preguntamos juntas cómo les fue (aunque yo ya lo sé, porque los estuve cuidando por ti en el colegio, mientras jugaban, o cuando cruzaban la calle)

También te acompaño cuando debes darles una noticia triste, como que un amigo o un primo enfermo ha partido hacia mi Hijo, estoy contigo para decirles que lo he abrazado fuerte, fuerte y le he llenado de besos cuando ha llegado aquí al cielo, que le tengo a mi lado y damos largos paseos por los jardines celestiales....
Me gusta cuando les ayudas en la tareas, les hablas al alma, les acompañas a la catequesis ... a veces te veo preocupada porque parecen distraídos, no te preocupes, mi querida, tú sigue sembrando, que tuyo es el tiempo de siembra y de mi Hijo el de la cosecha...

En fin, ya cae la tarde... ¿qué te parece si nos vamos juntas aunque más no sea hasta el almacén? Sí, dale, vamos a comprar el pan para la cena y así charlamos, sí, de eso que te tiene preocupada... ven, que tengo muchas ganas de tranquilizarte, de acompañarte, de abrazarte en silencio...

Vamos hija, vamos de paseo...

Desde el alma

Tu mamá

María de Nazaret


NOTA
Estos relatos sobre María Santísima han nacido en mi corazón y en mi imaginación por el amor que siento por ella, basados en lo que he leído. Pero no debe pensarse que estos relatos sean consecuencia de revelaciones o visiones o nada que se le parezca. El mismo relato habla de "Cerrar los ojos y verla" o expresiones parecidas que aluden exclusivamente a la imaginación de la autora, sin intervención sobrenatural alguna.