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domingo, 17 de mayo de 2015
OCHO REGALOS QUE NO CUESTAN UN CENTAVO
Ocho regalos que no cuestan un centavo
1.- El regalo de Escuchar.
Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. Sólo
escuchar.
2.- El regalo del Cariño.
Ser generoso con besos, abrazos, palmadas en la espalda y apretones de
manos, estas pequeñas acciones demuestra el cariño por tu familia y
amigos.
3.- El regalo de la sonrisa.
Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos, caricaturas y tu
regalo dirá: "me gusta reír contigo"
4.- El regalo de las notas escritas.
Esto puede ser un simple "gracias por ayudarme", un detalle como estos
puede ser recordado de por vida Y TAL VEZ CAMBIARLA.
5.- El regalo de un cumplido.
Un simple y sincero "te ves genial de rojo", "has hecho un gran
trabajo" o "fue una estupenda comida" puede hacer especial un día.
6.- El regalo del favor.
Todos los días procura hacer un favor.
7.- El regalo de la soledad.
Hay días que no hay nada mejor que estar solo. Sé sensible a aquellos
días y da este regalo o solicítalo a los demás.
8.- El regalo de la disposición a la gratitud.
La forma más fácil de hacer sentir bien a la gente es decirle cosas
que no son difíciles de decir como "Hola" y "Muchas Gracias".
Los amigos son raras joyas, que pueden hacerte enojar y sonreír, que
poco a poco aprenden a escuchar, a alentarte y ellos siempre abrirán su
corazón a nosotros. Demuéstrale a tus amigos lo mucho que los estimas
regalándoles este mensaje.
MEDITACIONES DIARIAS DE LA VIRGEN MARÍA: FLORECILLAS A MARÍA DÍA 17 DE MAYO 2015
Meditación: “He aquí la Esclava del Señor” (Lucas 1,38). “Después de esto salió y vio un publicano…y le dijo: sígueme, él, dejándolo todo se levantó y lo siguió” (Lucas 5,27). Todos somos sus discípulos, ¿pero realmente lo somos?. ¿Dejamos todo y lo seguimos?. ¿O hipócritamente queremos llamarnos cristianos de acuerdo a nuestras comodidades y conveniencias, siguiendo con las pompas y obras de este mundo, y no con un corazón verdadero y único?. No se puede servir a dos señores, somos legítimos apóstoles y no falsos profetas que repetimos con la boca la Santa Palabra y hacemos con las obras lo que a nosotros nos apetece y no el Querer de Dios.
Oración: ¡Oh María la elegida, la prometida de Dios!. Pon en nuestro corazón el ser servidores de Dios como lo fuiste Vos, con humildad y dejando todo acá para caminar hacia la Verdad. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Ayuno de algo que sea muy personal y apetecible, ofreciendo a Dios esta pequeña mortificación.