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miércoles, 31 de agosto de 2016

CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ


CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ


Oh Glorioso Patriarca San José, heme aquí, postrado de rodillas ante vuestra presencia, para pediros vuestra protección.

Desde ya os elijo como a mi padre, protector y guía. Bajo vuestro amparo pongo mi cuerpo y mi alma, propiedad, vida y salud. Aceptadme como hijo vuestro. Preservadme de todos los peligros, asechanzas y lazos del enemigo. Asistidme en todo momento y ante todo en la hora de mi muerte. Amén.

BASTA UN MINUTO


Basta un minuto


El tiempo es un bien muy valioso. Pero, la verdad es que tendemos a desperdiciarlo, en vez de aprovecharlo con sabiduría y prudencia. Es evidente que no debes emplear demasiado tiempo en tareas pequeñas y, por el contrario, poco tiempo en los asuntos importantes. Es urgente y vital aprender a distinguir lo importante de lo secundario.

En un minuto uno dice el "sí" o el "no" que cambiará toda su vida. Un minuto para un apretón de manos y conquistar un nuevo amigo. Un minuto para sentir la responsabilidad pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria... En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser... En un simple minuto se puede salvar una vida.

Sé prudente en armonizar el trabajo con el descanso, la vida de estudio y reflexión con la vida social, el cuidado del cuerpo y el del espíritu. Los autores clásicos tenían un proverbio muy sabio: “Nada en exceso”. Que sepas organizar tu día con sabiduría y prudencia.


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 31 DE AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Agosto 31



Las palabras de Dios pasan muchas veces sobre nosotros sin tocarnos.

Las palabras de Dios llaman con frecuencia a nuestro oído, siéndonos a menudo molestas.

Las palabras de Dios llegan al corazón para que meditemos sobre ellas.

Las palabras de Dios nos tocan como un rayo y nos hacen temblar.

Las palabras de Dios se graban en nuestra memoria como saetas en la carne y quedamos iluminados.

Las palabras de Dios nos cautivan y ya no hay resistencia.

Las palabras de Dios se adueñan de nosotros y somos transformados.

Por eso se ha podido afirmar que el bien mayor de la mente es el conocimiento de Dios; y a ese conocimiento podremos llegar únicamente escuchando, meditando y viviendo la palabra de Dios.
“Al principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios” (Jn 1,1). “El Reino de los cielos brilla ante los hombres en la palabra, en las obras y en la presencia de Cristo. La Palabra de Dios se compara a una semilla sembrada en el campo: quienes la oyen con fidelidad y se agregan a la pequeña grey de Cristo, esos reciben el Reino” (LG 5).


* P. Alfonso Milagro

DIOS SALE AL ENCUENTRO


Dios sale al encuentro
No es sino en lo más profundo de nuestro ser que podemos encontrar a Dios.


Por: P. Eusebio Gómez Navarro | Fuente: Catholic.net 




Una de las más hermosas descripciones de Dios en pos de la persona es la de Francis Thompson en el poema The Hound of Heaven.
Yo huía de Él, durante las noches y durante los días;
yo huía de Él en el transcurso de los años;
yo huía de Él por las laberínticas sendas de mi propia mente;
y en medio de las lágrimas me escondía de El, lo mismo que entre la risa pasajera...

Dios sale al encuentro, y nosotros huimos, Dios está presente en todos los momentos de nuestra vida. Dios se encuentra siempre disponible para nosotros. No tenemos más que hablarle. Ahora. Hoy. Esta noche. El comprende nuestro lenguaje, nuestros temores, nuestros secretos, nuestra amargura. El no te considerará como un sentimental si le hablas afectuosamente del pasado, si eres ya viejo. No se apartará de ti aunque seas un mentiroso, un ladrón, un asesino, un hipócrita, un traidor.

Dios siempre sale al encuentro del ser humano, de la oveja perdida, del hijo que se marchó de casa. En esta historia de búsqueda y encuentro, la iniciativa y la parte más importante la lleva Él. Dios es el principal agente y el principal amante. Porque ama, se da y se entrega totalmente.
Si buscamos a Dios, más nos busca Dios a nosotros. Y el místico Abu Azid confesó: Yo busqué a Dios durante treinta años; yo creía que era yo quien lo deseaba, pero no, era él quien me deseaba a mí. El buscar a Dios lleva consigo el esforzarse por cambiar el corazón, por desear y perseguir toda clase de bondad.

El ser humano busca, a veces sin saberlo, a Dios. La razón es bien sencilla, pues cada persona es imagen de Dios, espejo del amor, de la felicidad y de la vida. Unas personas lo descubren en la niñez, otros ya en la edad adulta. Cuando san Agustín cayó en la cuenta de lo que era, dijo: ¡Tarde te amé! ¡Oh hermosura tan antigua y siempre nueva! ¡Tarde te amé! (…)

El ser humano, en muchas ocasiones, busca a Dios donde no le puede encontrar o pasa de Dios y huye de él y vive como si no existiese, como si él estuviese lejos. Y no se da cuenta el hombre que Dios es un Dios escondido porque se encuentra en la intimidad de nuestro corazón. Dios nos llama a no escondernos de su mirada, a descubrir su presencia en lo cotidiano, en lo oculto de nuestra vida e historia.

A Dios, pues, lo podemos encontrar a través de una fe impulsada por el amor. Él vive dentro de cada uno. «Ésa es vuestra tragedia. ¡Olvidáis! ¡Olvidáis al Dios que hay en vosotros! ¡Queréis olvidar! ¡El recuerdo implicará el alto deber de vivir como un hijo de Dios…¡Es más fácil olvidar, convertirse solamente en un hombre…¡Vivir negando la vida!» (Eugene O Neill).

El Dios que está con nosotros, aparece muchas veces débil e impotente, sin poder hacer nada. Dios nos da a conocer que tenemos que vivir como seres humanos que resuelven su vida sin Dios. El Dios que está con nosotros es el Dios que nos abandona… Ante Dios y con Dios, vivimos sin Dios. Dios se deja arrojar del mundo para ir a parar a la cruz; Dios es impotente y débil en el mundo, y precisamente así y únicamente así es como está junto a nosotros y como nos ayuda (D. Bonhoeffer).

Dios está en nosotros, ha entrado en nosotros. Todas las noches, Leónidas, padre de Orígenes, acostumbraba besar el pecho de su hijo dormido por reverencia al Dios que estaba realmente presente en el tabernáculo vivo del corazón de su hijo. Dios está presente realmente en el tabernáculo de cada corazón humano; aquí podremos encontrarlo, pues, aquí habla, escucha, mora, vive y da vida.

Dios está muy presente en nuestra vida y nos invita a transformarnos en él y vivir con él. Con él podemos hablar, está al alcance de la mano, él es nuestro Padre. Dios se nos revela como un Dios cercano, quiere ser amigo. Dios está presente en el ser humano, en cada acontecimiento y en cada cosa.

Dios está en la fuente y en el río, en el mar y en el aire, pero sobre todo está, en lo más profundo de la persona. El centro del alma es Dios, al cual cuando el alma hubiere llegado según toda la capacidad de su ser, y según la fuerza de su operación e inclinación, habrá llegado al último y más profundo centro suyo en Dios, que será cuando con todas sus fuerzas entienda y ame y goce a Dios….

El ser humano es un ser inacabado, con capacidad para conocer y amar a su Creador que está en su corazón. Este Dios vive en lo más profundo del ser humano y vive escondido, le está al alma escondido, y le conviene siempre al alma... tenerle por escondido.

Por la fe podemos ver a Dios que está dentro. Esto mismo es lo que afirma Pablo VI: En el punto de encuentro esencial con el misterio religioso, con Dios, está dentro de nosotros mismos; está en la celda interior de nuestro espíritu, en aquella actividad personal que llamamos oración.

Una de nuestras grandes tragedias del ser humano es el no haber descubierto la interioridad, las riquezas que llevamos escondidas dentro. Gran parte del sufrimiento que padece mucha gente puede ser atribuido, en no pequeña medida, al hecho de que vivimos exiliados de nuestra tierra natal… del mundo interior (A. Maslow). Lágrimas de sangre derramó Agustín cuando descubrió el sin sentido de la vida que llevaba: Te buscaba fuera y tú estabas dentro.

Es importante encontrar el camino que conduce al interior, tener hambre de luz y de verdad. El peligro no está en el mundo, en lo exterior, sino en centrarse en lo que nos da vida. Lo importante no es abandonar materialmente el mundo, pues el mundo está en uno mismo y la reforma del ego es más rigurosa que el retiro en una región solitaria, un ashram o un monasterio (M.M. Daby). La oración tiene que ser un espacio abierto donde entren los otros y Dios, donde se avance en conocimiento propio.

Así como el sol madruga para entrar en tu casa, si le abres la ventana, así Dios te despierta cada mañana para que lo adores en tu interior, para que hables con él, para que vivas plenamente. El amor y la fe son los ojos que Dios nos ha dado para descubrirle y habitar en él. Si alguno me ama, guardará mi palabra y mi Padre le amará y vendremos a él, y haremos morada en él (Jn 14,13). Para hablar con él, tenemos que abrirnos a él y dejarle entrar en nuestro ser.

En toda búsqueda la persona debe confiar en Dios. Confía en Yavé con todo tu corazón, y no te apoyes sobre tu propia prudencia. En todos tus caminos piensa en El, y El allanará tus senderos
 ( Pr 3,5-6).

martes, 30 de agosto de 2016

SANTA ROSA DE LIMA, 30 DE AGOSTO


Rosa de Lima, Santa
Virgen Terciaria Dominica, 30 de agosto


Por: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant | Fuente: caminando-con-jesus.org 




Terciaria Dominica

Es la primera persona, de todo el continente americano, cuya santidad fue reconocida por la Iglesia  luego del respectivo proceso canónico.

Se la festeja el 30 de Agosto en la mayor parte de América y 23 de Agosto en el resto de países

Martirologio Romano: Santa Rosa, virgen, que, insigne desde muy niña por su austera sobriedad de vida, en Lima, en el Perú, vistió el hábito de las Hermanas de la Tercera Orden de Santo Domingo. Entregada a la penitencia y a la oración, y ardiente de celo por la salvación de los pecadores y de la población indígena, aspiraba a dar la vida por ellos, sometiéndose de buena gana a toda clase de sufrimientos para ganarlos para Cristo. Su muerte tuvo lugar el día veinticuatro de agosto. († 1617).

Fecha de Beatificación: 15 de abril de 1668 por el Papa Clemente IX 15 abr 1668
Fecha de Canonización: 12 de abril de 1671 por el Papa Clemente X

Patronato: Perú, América y las Filipinas, de los jardineros y floristas,.

Etimológicamente:: Rosa = Bella como la flor del rosal.. Viene de la lengua latina.


Breve Biografía

El Papa Inocencio IX dijo de esta santa un elogio admirable: "Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones". Lo cual es mucho decir.

Isabel Flores de Oliva, hija de Gaspar de Flores y María de Oliva, que por su belleza recibió popularmente el nombre de "Rosa" al que ella añadió "de Santa María" En el bautizo le pusieron el nombre de Isabel, pero luego la mamá al ver que al paso de los años su rostro se volvía sonrosado y hermoso como una rosa, empezó a llamarla con el nombre de Rosa. Y el Sr. Arzobispo al darle la confirmación le puso definitivamente ese nombre, con el cual es conocida ahora en todo el mundo.

En los años en que nació Santa Rosa de Lima, la sociedad de su época, propia de un periodo colonial, esta orientada en varios aspectos por el ideal de tener más. Hay allí familias pudientes, otras de pequeños propietarios y la gran mayoría de campesinos, negros y mulatos, que son tratados como esclavos. La familia de Rosa es de pequeños propietarios. Los padres de Rosa se esfuerzan en darle una seria educación humana además de proporcionarle una sólida formación en la fe.

Lima tiene una comunidad pionera en la evangelización: el convento de Santo Domingo. Allí los seglares pueden participar en la liturgia, reunirse a meditar la Palabra de Dios y colaborar temporalmente en los puestos misionales o "doctrinas".

Desde pequeñita Rosa tuvo una gran inclinación a la oración y a la meditación. Un día rezando ante una imagen de la Virgen María le pareció que el niño Jesús le decía: "Rosa conságrame a mí todo tu amor". Y en adelante se propuso no vivir sino para amar a Jesucristo. Y al oír a su hermano decir que si muchos hombres se enamoraban perdidamente era por la atracción de una larga cabellera ó de una piel muy hermosa, se cortó el cabello y se propuso llevar el rostro cubierto con un velo, para no ser motivo de tentaciones para nadie. Quería dedicarse únicamente a amar a Jesucristo.

Rosa en su interior vive un dilema: por un lado siente vocación de religiosa contemplativa y, por otros, percibe la imperiosa llamada a realizar esta vocación en el interior de su familia, trabajando por el Reino de Dios desde fuera del convento, esto sucedió así:

Se había propuesto irse de monja agustina. Pero el día en que fue a arrodillarse ante la imagen de la Virgen Santísima para pedirle que le iluminara si debía irse de monja ó no, sintió que no podía levantarse del suelo donde estaba arrodillada. Llamó a su hermano a que le ayudara a levantarse pero él tampoco fue capaz de moverla de allí. Entonces se dio cuenta de que la voluntad de Dios era otra y le dijo a Nuestra Señora: "Oh Madre Celestial, si Dios no quiere que yo me vaya a un convento, desisto desde ahora de su idea". Tan pronto pronunció estas palabras quedó totalmente sin parálisis y se pudo levantar del suelo fácilmente.

A sus 20 años encuentra el camino: ser pobre por la fraternidad universal ingresando en la Orden de Predicadores, en su movimiento seglar, había sucedido que ella vino a saber que la más famosa terciaria dominica es Santa Catalina de Siena (29 de abril) y se propuso estudiar su vida e imitarla en todo. Y lo logró de manera admirable. Se fabricó una túnica blanca y el manto negro y el velo también negro para la cabeza, y así empezó a asistir a las reuniones religiosas del templo.

Su padre fracasó en el negocio de una mina y la familia quedó en gran pobreza. Entonces Rosa se dedicó durante varias horas de cada día a cultivar un huerto en el solar de la casa y durante varias horas de la noche a hacer costuras, para ayudar a los gastos del hogar. Como dominica seglar da clases a los niños, incluyendo aprendizaje de instrumentos musicales (guitarra, arpa, cítara). En aquel hogar la vida es sencilla, pero lo necesario nunca falta.

Participa en la Eucaristía en el Convento de Santo Domingo. Al fondo de su casa, en la huerta de sus padres, construye una cabaña, una ermita, con el fin de asimilar más el Evangelio en la oración; allí entra en comunión con Dios, con los hombres y con la naturaleza. Sólo Dios la va retribuyendo y ella se va forjando como mujer de "contemplación en lo secreto". A esto une una serie de mortificaciones. Explica en sus escritos que la mortificación es necesaria para ser saciados por el Espíritu de Dios, para vivir orientados por el Espíritu Santo, para renovar la faz de la tierra a partir de uno mismo. Frente a sus prójimos es una mujer comprensiva: disculpa los errores de los demás, persona las injurias, se empeña en hacer retornar al buen camino a los pecadores, socorre a los enfermos. Se esfuerza en la misericordia y la compasión.

Es difícil encontrar en América otro caso de mujer que haya hecho mayores penitencias, lo primero que se propuso mortificar fue su orgullo, su amor propio, su deseo de aparecer y de ser admirada y conocida. Y en ella, como en todas las cenicientas del mundo se ha cumplido lo que dijo Jesús: "quien se humilla será enaltecido".-

Una segunda penitencia de Rosa de lima fue la de los alimentos. Su ayuno era casi continuo. Y su abstinencia de carnes era perpetua. Comía lo mínimo necesario para no desfallecer de debilidad. Aún los días de mayores calores, no tomaba bebidas refrescantes de ninguna clase, y aunque a veces la sed la atormentaba, le bastaba mirar el crucifijo y recordar la sed de Jesús en la cruz, para tener valor y seguir aguantando su sed, por amor a Dios.

Dormía sobre duras tablas, con un palo por almohada. Alguna vez que le empezaron a llegar deseos de cambiar sus tablas por un colchón y una almohada, miró al crucifijo y le pareció que Jesús le decía: "Mi cruz, era mucho más cruel que todo esto". Y desde ese día nunca más volvió a pensar en buscar un lecho más cómodo.

Los últimos años vivía continuamente en un ambiente de oración mística, con la mente casi ya más en el cielo que en la tierra. Su oración y sus sacrificios y penitencias conseguían numerosas conversiones de pecadores, y aumento de fervor en muchos religiosos y sacerdotes. En la ciudad de Lima había ya una convicción general de que esta muchacha era una verdadera santa.-

Rosa de Lima, pasó los tres últimos años de su vida en la casa de Don Gonzalo de Massa, desde 1614 a 1617. Don Gonzalo era un empleado rico del gobierno y su esposa, María de Uzategui, tenía un gran aprecio por Rosa. Durante la penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte, la oración de la joven era: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor".

Desde 1614 ya cada año al llegar la fiesta de San Bartolomé, el 24 de agosto, demuestra su gran alegría. Y explica el porqué de este comportamiento: "Es que en una fiesta de San Bartolomé iré para siempre a estar cerca de mi redentor Jesucristo". Y así sucedió. El 24 de agosto del año 1617, después de terrible y dolorosa agonía, expiró con la alegría de irse a estar para siempre junto al amadísimo Salvador a los 31 años.

Y a esta muchacha de condición económica pobre y sin muchos estudios, le hicieron un funeral poco común en la ciudad de Lima. La primera cuadra llevaron su ataúd los monseñores de la catedral, como lo hacían cuando moría un arzobispo. La segunda cuadra lo llevaron los senadores (u oidores), como lo hacían cuando moría un virrey. Y la tercera cuadra lo llevaron los religiosos de las Comunidades, para demostrarle su gran veneración. El entierro hubo que postponerlo porque inmensas multitudes querían visitar su cadáver, y filas interminables de fieles pasaban con devota veneración frente a él. Después la sepultaron en una de las paredes del templo

Su cuerpo se venera en la Basílica dominicana de Santo Domingo en Lima. Fue canonizada por Clemente X el 12 de abril de 1671. Desde ese año Toda América Meridional y Filipinas la veneran como patrona.

Así es, como es celebrada como la primera flor de santidad de América, insigne por la fragancia de su penitencia y oración. Dotada de brillantes cualidades y dotes de ingenio que tuvo ya desde niña se consagra al Señor con voto de virginidad. Sintió profunda veneración por Santa Catalina de Siena , con quien se advierte una sorprendente afinidad, así fue como por ello decidió en 1606, inscribirse en la Orden Seglar Dominicana para darse más plenamente a la perfección evangélica.

Esta amante de la soledad dedicó gran parte del tiempo a la contemplación deseando también introducir a otros en los arcanos de la "oración secreta", divulgando para ello libros espirituales. Anima a los sacerdotes para que atraigan a todos al amor a la oración.

Recluida frecuentemente en la pequeña ermita que se hizo en el huerto de sus padres, abrirá su alma a la obra misionera de la Iglesia con celo ardiente por la salvación de los pecadores y de los "indios". Por ellos desea dar su vida y se entrega a duras penitencias, para ganarlos a Cristo. Durante quince años soportará gran aridez espiritual como crisol purificador. También destaca por sus obras de misericordia con los necesitados y oprimidos.

Rosa arde en amor a Jesús en la Eucaristía y en honda piedad para con su Madre, cuyo rosario propaga con infatigable celo, estimando que todo cristiano "debe predicarlo con la palabra y tenerlo grabado en el corazón".

Los milagros empezaron a sucederse en favor de los que invocaban la intercesión de Rosa, y el sumo pontífice la declaró santa y la proclamó Patrona de América Latina, Rosa de Lima, es la más bella rosa que ha producido nuestro continente.

NOVENA A LA NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA, DEL 30 DE AGOSTO AL 8 DE SEPTIEMBRE


Novena a la Natividad de la Virgen María
Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los días previos a su fiesta (30 de agosto al 8 de septiembre)


Por: n/a | Fuente: devocionario.com 



ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍA
¡Oh María santísima! elegida y destinada ab eterno por la augustísima Trinidad para Madre del unigénito Hijo del Padre, anunciada por los Profetas, esperada de los Patriarcas, y deseada de todas las gentes; sagrario y templo vivo del Espíritu Santo, sol sin mancha, porque fuisteis concebida sin pecado original, Señora del cielo y de la tierra, Reina de los Ángeles; nosotros humildemente postrados os veneramos, y nos alegramos de la solemne conmemoración anual de vuestro felicísimo Nacimiento; y de lo mas íntimo de nuestro corazón os suplicamos que os dignéis benigna venir a nacer espiritualmente en nuestras almas, para que cautivadas estas por vuestra amabilidad y dulzura, vivan siempre unidas a vuestro dulcísimo y amabilísimo Corazón.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍA
¡Oh graciosísima Niña! que con vuestro feliz nacimiento habéis consolado al mundo, alegrado al cielo y aterrado al infierno; habéis dado ayuda a los caídos, consuelo a los tristes, salud a los enfermos y alegría a todos; os suplicamos con los mas fervorosos afectos que renazcáis espiritualmente con vuestro santo amor en nuestras almas; renovad nuestro espíritu para que os sirvamos, encended de nuevo nuestro corazón para que os amemos; y haced florecer en nosotros aquellas virtudes con las que podamos hacernos siempre mas agradables a vuestros benignísimos ojos. ¡Oh María! Sed para nosotros María, haciéndonos experimentar los saludables efectos de vuestro suavísimo Nombre; sírvanos la invocación de este Nombre de alivio en los trabajos, de esperanza en los peligros, de escudo en las tentaciones, de aliento en la muerte. Sea el Nombre de María como la miel en la boca, la melodía en el oído, y el júbilo en el corazón. Amén.
DÍA PRIMERO


Ahora con nueve distintas salutaciones contemplaremos los nueve meses que estuvisteis encerrada en el seno materno; diciéndoos que oriunda de la Real prosapia de David, salisteis con grande honor a luz de las entrañas de santa Ana vuestra afortunadísima madre. Dios te salve María....
DÍA SEGUNDO
Os saludamos, oh Niña celestial, paloma candidísima de pureza, que a despecho del infernal dragón fuisteis concebida sin pecado original. Dios te salve María....
DÍA TERCERO
Os saludamos, oh Aurora brillantísisima, que como precursora del Sol de justicia, trajisteis la primera luz al mundo. Dios te salve María....
DÍA CUARTO
Os saludamos, oh Elegida, que, cual sol sin mancha alguna, despuntasteis en la noche más tenebrosa del pecado. Dios te salve María....
DÍA QUINTO
Os saludamos, oh bellísima Luna, que iluminasteis al mundo envuelto en las más densas tinieblas del gentilismo. Dios te salve María....
DÍA SEXTO
Os saludamos como a esforzada amazona, que sola, a manera de un numeroso ejército, pusisteis en fuga a todo el infierno. Dios te salve María....
DÍA SÉPTIMO
Os saludamos, oh hermosa alma de María, a quien Dios poseyó desde la eternidad. Dios te salve María....
DÍA OCTAVO
Os saludamos, oh amada Niña, y veneramos vuestro santísimo cuerpecito, los sagrados pañales en que fuisteis envuelta, y la sagrada cuna en que estuvisteis acostada, y bendecimos el punto y momento en que nacisteis. Dios te salve María....
DÍA NOVENO
Os saludamos finalmente, oh amada Niña, como adornada de todas las virtudes en grado inmensamente mas elevado que los otros Santos, y que, hecha digna Madre del Salvador, y habiendo concebido por virtud del Espíritu Santo, paristeis al Verbo encarnado. Dios te salve María....

ORACIÓN PARA SONREIR


Oración para Sonreír

Señor, renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro
sonrisas de gozo por la riqueza de tu bendición.

Que mis ojos sonrían diariamente
por el cuidado y compañerismo
de mi familia y de mi comunidad.

Que mi corazón sonría diariamente
por las alegrías y dolores que compartimos.

Que mi boca sonría diariamente
con la alegría y regocijo de tus trabajos.

Que mi rostro dé testimonio diariamente
de la alegría que tú me brindas.

Gracias por este regalo de mi sonrisa, Señor.

Amén.


-Madre Teresa de Calcuta M.C.

lunes, 29 de agosto de 2016

BENDITA SEA TU PUREZA


Bendita sea tu pureza

Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada, María,
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, Madre mía¡

A LOS JÓVENES ESPOSOS


A los jóvenes esposos


Cuando Dios regala a una familia un hijo, la alegra con una preciosa donación, confiando que los padres de la criatura con responsabilidad la cuidarán hasta la edad adulta. Se ha escrito mucho sobre cómo educar a los niños y a los adolescentes. Por eso, cuando encuentro sobre el tema una orientación luminosa, breve y perfecta, siento el deseo de compartirla para que todos  aprovechen ese condensado de sabiduría. Lee y medita.

Si el supremo Creador te da un hijo, tiembla por el sagrado depósito que confía a tus cuidados. Haz que ese hijo hasta los diez años, te admire. Hasta los 20, te ame. Y hasta la muerte, te respete. Sé para ese hijo hasta los diez, su padre. Hasta los 20 años, su maestro y hasta la muerte, su amigo.

Qué metas simples pero exigentes: ser para el hijo un padre, un maestro y un amigo, poniendo sin embargo el acento hasta los diez años, en la paternidad protectora, hasta los veinte en la docencia del difícil arte de vivir honestamente, y hasta la muerte en la amistad que todo lo comparte con humildad y sabiduría. Gracias, hermano/a, por acercarte a este sitio, donde encontrarás cada día una lucecita y una animación. Hasta mañana.


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 29 DE AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Agosto 29


La angustia y la desesperación invade a muchos hombres de hoy; fruto de ello es el afán de tanta gente que busca analizarse por el psiquiatra, siendo así que lo que esa gente necesita es su autoanálisis, el ponerse frente a la conciencia y a la propia vida.

Y la angustia viene por no ver en el horizonte una orientación para la vida; y la desesperación se apodera del hombre cuando éste ve que el horizonte se acerca y, sin embargo, no se le vio sentido al camino recorrido hasta él.

En cambio, la paz y la tranquilidad comienzan a invadir al hombre cuando éste se siente ubicado en la vida, cuando conoce con íntima claridad los tres básicos puntos de la vida humana: sabe de dónde viene, adónde va y por dónde debe ir.

Un principio, un origen; un fin o término y un camino por recorrer; cada paso dado en la vida de ese hombre es un acercarse a la luz, al término, que es victoria y felicidad, a la fuente de todo bien, que es Dios.

“Las personas y los grupo sociales están sedientos de una vida plena y de una vida libre, digna del hombre, poniendo a su servicio las inmensas posibilidades que les ofrece el mundo actual” (GS 9). Cada uno de los cristianos ha de ser un agente de la consecución de la plenitud de esa vida, sabiendo que el hombre debe aspirar a la Vida de la Gracia.


* P. Alfonso Milagro

MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA, 29 DE AGOSTO


Hoy 29 de agosto celebramos el martirio de San Juan Bautista, ejemplo de firmeza en la verdad


(ACI).- Cada 29 de agosto la Iglesia Católica conmemora el Martirio de San Juan Bautista, quien murió decapitado por anunciar y denunciar la verdad. Juan Bautista es el único santo en la Iglesia a quien se le celebra su nacimiento (24 de junio) y su muerte por medio del martirio. 

Esta memoria “se remonta a la dedicación de una cripta de Sebaste, en Samaria, donde, ya a mediados del siglo IV, se veneraba su cabeza. Su culto se extendió después a Jerusalén, a las Iglesias de Oriente y a Roma, con el título de Decapitación de san Juan Bautista”, según explicó Benedicto XVi en 2013. 

Añadió que “en el Martirologio romano se hace referencia a un segundo hallazgo de la preciosa reliquia, transportada, para la ocasión, a la iglesia de San Silvestre en Campo Marzio, en Roma. Estas pequeñas referencias históricas nos ayudan a comprender cuán antigua y profunda es la veneración de San Juan Bautista”.

El relato de la muerte de San Juan Bautista está en el Evangelio de San Marcos, capítulo 6, del 17 al 29, en el que narra el banquete ofrecido por Herodes por su cumpleaños, donde danzó Salomé, hija de Herodías, la esposa de su hermano con quien tenía una relación adúltera.

Según el relato del evangelio, "Herodes había mandado poner preso a Juan Bautista, y lo había llevado encadenado a la prisión, por causa de Herodías, esposa de su hermano Filipos, con la cual Herodes se había ido a vivir en unión libre. Porque Juan le decía a Herodes: 'No le está permitido irse a vivir con la mujer de su hermano'. Herodías le tenía un gran odio por esto a Juan Bautista y quería hacerlo matar, pero no podía porque Herodes le tenía un profundo respeto a Juan y lo consideraba un hombre santo, y lo protegía y al oírlo hablar se quedaba pensativo y temeroso, y lo escuchaba con gusto".

El baile le gustó tanto a Herodes que le prometió a la joven cumplirle cualquier deseo. Por eso ella, a sugerencia de su madre, pide la cabeza de Juan Bautista, la cual le fue entregada en una bandeja.


San Juan Bautista, mártir de la verdad

El 30 de agosto de 2012, Benedicto XVI dedicó su catequesis de la Audiencia General a esta memoria. "La Iglesia celebra hoy la memoria del Martirio de San Juan Bautista, el precursor de Jesús, que testimonia con su sangre su fidelidad a los mandamientos de Dios. Su vida nos enseña que cuando la existencia se fundamenta sobre la oración, sobre una constante y sólida relación con Dios, se adquiere la valentía de permitir que Cristo oriente nuestros pensamientos y nuestras acciones", dijo.

Benedicto XVI destacó que "celebrar el martirio de san Juan Bautista nos recuerda también a nosotros, cristianos de nuestro tiempo, que no se puede descender a negociar con el amor a Cristo, a su Palabra, a la Verdad. La Verdad es verdad y no hay componendas".

"La vida cristiana exige, por decirlo de alguna manera, el 'martirio' de la fidelidad cotidiana al Evangelio, es decir, el valor de dejar que Cristo crezca en nosotros y sea Él quien oriente nuestro pensamiento y nuestras acciones. Pero esto sólo puede suceder en nuestra vida si la relación con Dios es sólida".

"La oración no es tiempo perdido, no es robar espacio a las actividades, incluso a las apostólicas, sino que es exactamente lo contrario: sólo si somos capaces de una vida de oración fiel, constante y confiada, será el mismo Dios quien nos dará la capacidad y la fuerza para vivir de modo feliz y sereno, para superar las dificultades y testimoniarlo con valor. Que san Juan Bautista interceda por nosotros, a fin de que sepamos conservar siempre la primacía de Dios en nuestra vida", agregó.

SIETE HÁBITOS DE LAS PERSONAS QUE CONFÍAN RADICALMENTE EN DIOS


7 hábitos de las personas que confían radicalmente en Dios
Quienes tienen gran confianza en el Señor comparten aspectos en común de los cuales podemos aprender para nuestro progreso espiritual


Por: Jennifer Fulwiler | Fuente: PildorasDeFe.net 




He leído muchas biografías y memorias sobre personas inspiradoras que depositaron su confianza radicalmente en Dios. Por “radical” no quiero decir de manera imprudente, me refiero a la dificultad, muy contracultural actualmente, de reconocer a Dios absolutamente sobre todas las áreas de nuestras vidas.

En libros como "He Leadeth Me", "God´s Smuggler", "Mother Angelica", "The Heavenly Man" y "The Shadow of His Wings", encontré historias reales sobre religiosos, consagrados y laicos, hombres o mujeres que confiaron plenamente en Dios, y todos ellos tienen claras similitudes en sus enfoques sobre la vida y el Señor.

Encontré fascinante los puntos en común en las vidas de estas increíbles personas, que se encomendaron con tanta confianza en el Señor, y decidí compartirlas para que sirvan de inspiración a otros.

1. Aceptaron el sufrimiento
Una de las cosas más poderosas que leí en esas memorias es la historia del Hermano Yun, en el libro "The Heavenly Man" (El hombre celestial), se cuenta como fue perseguido en China por ser predicador. Luego de haber sido torturado por semanas, incluyendo electrocución, hambruna, golpes y que clavaran agujas debajo de sus uñas, fue arrojado a una caja que tenía un poco más de 1,2 metro de largo y alto y menos de un metro de ancho, en donde se quedaría indefinidamente.

El día después de ser colocado en esta mini celda, se sintió movido a rezar pidiendo por una Biblia, lo cual parecía una idea ridícula considerando que en ese momento mucha gente estaba en prisión por poseer tal contrabando. Inexplicablemente, a la mañana siguiente, los guardias tiraron una Biblia en su celda. Él escribió: 

Me arrodillé y lloré, agradeciendo al Señor por su gran regalo. ¡No podía creer que mi sueño se hiciera realidad! A ningún prisionero se le permitía tener una Biblia o ningún libro de literatura cristiana, sin embargo, extrañamente, ¡Dios me otorgó una Biblia! A través de esta acción el Señor me mostró que independientemente de las maldades que esos hombres planeaban para mí, Él no me había olvidado y estaba en control de mi vida.
 
Ahora, entre nosotros, alguien menos santo quizá hubiese reaccionado un poco diferente en esa situación. Si yo hubiera sido torturada y arrojada a una celda/ataúd, mi reacción al recibir una Biblia hubiera sido algo más parecido a las siguientes líneas: “Gracias por la Biblia, Señor, pero ¡¿podríamos hacer algo respecto a sacarme de esta caja antes?!

Yo ni siquiera hubiera considerado la Biblia como una respuesta a mis plegarias, empezando porque mi plegaria principal – reducir mi sufrimiento físico – continuaba sin respuesta.

Sin embargo, lo que veo una y otra vez en personas como el Hermano Yun, es que, tienen muy claro que sufrir no es el peor mal de todos: el pecado lo es.

Por supuesto que preferirían no sufrir, pero esto se encuentra mucho más abajo en su lista de prioridades que en la de nosotros – ellos se enfocan mucho más en no pecar que en no sufrir. Están totalmente encaminados en llevarse a sí mismos y a otros al cielo. En el caso del Hermano Yun, vio en la respuesta a esa plegaria que Dios le permitía crecer espiritualmente y predicar a sus captores, así que esas circunstancias de sufrimiento e incomodidad se volvieron casi irrelevantes para él.

2. Aceptan la inevitabilidad de la muerte.
Similar al caso anterior, la gente que deposita total confianza en Dios solo puede hacerlo con una visión del mundo centrada en el cielo. Ellos piensan en términos de eternidad, no en términos de los años del calendario. Su objetivo no es maximizar sus años en la tierra, sino lograr encaminarse a sí mismos y a tanta gente como puedan hacia el cielo. Y si Dios requiere reducir su tiempo de vida para eso, ellos lo aceptan.

El libro "The Shadow of His Wings" (La sombra de sus alas), está lleno de las asombrosas historias de las milagrosas escapadas de la muerte que tuvo el Padre Goldmann durante la Segunda Guerra Mundial, lo que nos deja con la pregunta: “¿Qué sucede con la toda la gente que no escapó de la muerte?”

El Padre Goldmann probablemente respondería diciendo, que el hecho de que Dios lo salvara de la muerte no era la bendición en sí misma – después de todo, cada uno de nosotros morirá eventualmente – la bendición era salvarlo de la muerte para que así pudiera continuar su misión de llevar el Evangelio a los Nazis. Finalmente, él murió mientras construía una iglesia en Japón, y seguramente aceptaría que Dios traería algún bien de su fallecimiento, aunque indudablemente había mucho más trabajo que él querría hacer.

3. Tienen citas diarias con Dios
Nunca he escuchado de una persona que tenga una profunda y calmada confianza en el Señor, que no apartara un tiempo para concentrarse en la oración diaria. Tanto en los libros que leí, como en la vida real, he notado que este tipo de gente siempre pasa al menos algunos momentos – y hasta una a dos horas si las circunstancias lo permiten – centrados solamente en orar, todos los días.

También, tiende a ser la primera cosa que hacen en las mañanas, concentrándose en Cristo antes de hacer cualquier otra cosa que pueda traer el día.

4. Durante la oración, escuchan más de lo que hablan
Anteriormente he escrito sobre el asombro que me genera que la gente más confiada en Dios parece recibir más respuesta a sus plegarias que la mayoría de nosotros. He escuchado historias de gente que pide por algo realmente específico y luego lo reciben; entonces comienzo a preguntarme si ellos son psíquicos o si le agradan a Dios un poco más que el resto de nosotros.

Pero, la verdad es que he notado que no piden cualquier cosa, sino que sus ideas sobre cuáles cosas debían pedir, provenían directamente del Espíritu Santo, ya que pasan mucho tiempo a diario buscando la voluntad de Dios en sus vidas.

Tomaré como ejemplo la historia publicada en la biografía de la famosa Madre Angélica del canal católico EWTN. Un día tocó a su puerta un empleado de la compañía de satélite solicitando el pago de $600.000, de no hacerlo tendría que devolver la antena parabólica y esto arruinaría los planes de la nueva estación. Ella corrió a la capilla a rezar y, de repente, un hombre desconocido llamó al azar ofreciendo donar $ 600.000. Su oración no tuvo rápida respuesta por su interés personal en el canal o porque fuese algo que ella realmente quería, sino que funcionó porque supo distinguir correctamente el plan de Dios en el cual ella iba tendría que iniciar una estación de televisión.

5. Limitan las distracciones
De todas las extraordinarios historias en el libro "God´s Smuggler" (El contrabandista de Dios), una de las líneas que más me impactó estaba en el epílogo, cuando el autor habla sobre como el trabajo del Hermano Andrew continuaba en el siglo XXI:

“Ni siquiera consideraré instalar una de esas monstruosidades de llamada en espera, interrumpen una conversación telefónica para anunciar otra.” La tecnología, decía Andrew, nos hace demasiado accesibles a las demandas y premuras del momento. “Nuestra prioridad número uno debería ser escuchar con paciencia y silencio la voz de Dios.”

“Demasiado accesibles a las demandas y premuras del momento”, esa línea me ha seguido desde el momento en el que la leí.

Amo la tecnología, pero ella trae consigo la gran tentación de sentir un aumento en la urgencia de nuestras vidas: ¡Necesito responder a ese e-mail!, ¡Responder a ese comentario en Facebook!, ¡Retwittear ese Tweet!, ¡Leer ese mensaje directo!, ¡Escuchar ese mensaje de voz!

Aquí en la era de la conexión, nos encontramos constantemente bombardeados con demandas que requieren – o parecen requerir – nuestra atención constante. Periodos de silencio donde podemos cultivar la quietud interior y esperar por los susurros del Espíritu Santo a nuestra vida, son cada vez más raros.

Una de las cosas que todas estas personas comparten es la poca presión por todas estas falsas urgencias. Es difícil de imaginar al Padre Ciszeck dar con los impresionantes puntos de vista que comparte sobre Dios en su libro "He Leadeth Me" (Él me guía), mientras su iPhone vibra cada pocos minutos, o al Hermano Yun observando la sutil belleza del plan de Dios en el medio de una persecución mientras mantiene su Twitter actualizado minuto a minuto.

6. Someten su discernimiento espiritual a otros
Las personas que tienen experiencia observando la manera como Dios trabaja en sus vidas, notan que a menudo Él habla a través de amigos de fe, miembros de su familia y el clero. 

Si ellos disciernen que Dios les está llamando a algo, especialmente si se trata de algo grande, piden a otros cristianos de su confianza que oren respecto al asunto para ver si ellos también disciernen el mismo llamado del Señor.

Y cuando otros les advierten sobre no seguir ciertos caminos – en especial si se trata de su cónyuge, confesor o director espiritual –toman esos consejos muy seriamente.

7. Ofrecen completa e incondicional obediencia al Señor
Una de mis partes favoritas del libro "God´s Smuggler", es cuando el Hermano Andrew recibe la visita de un hombre llamado Karl de Graaf, quien formaba parte de un grupo de oración en el cual las personas oraban durante mucho tiempo, pero más que nada escuchaban en silencio:

- Me acerqué al porche delantero, allí estaba Karl de Graaf, “Hola” dije sorprendido.
- -“Hola Andy. ¿Sabes conducir?”
- -“¿Conducir?”
- -“Un automóvil. “
- -“No” dije desconcertado. “No sé hacerlo”
- -“Anoche durante la oración recibimos una palabra del Señor sobre ti, es importante que aprendas a manejar.”
- “¿Por qué razón?” dije. “Seguro nunca tendré un vehículo propio”
- “Andrew” el Sr. De Graaf habló pacientemente, como si se dirigiera a alguien con dificultades de aprendizaje, “no estoy argumentando sobre la lógica del caso, solo te estoy transmitiendo el mensaje.”

A pesar de su inicial indecisión el Hermano Andrew logró distinguir el llamado del Señor en ese mensaje, así que aprendió a conducir. Parecía una completa pérdida de tiempo, un malgasto ilógico de sus recursos, pero él fue obediente ante el llamado del Señor. Después de recibir recibió su licencia de conducir, saber hacerlo resultó ser crucial para el futuro de su misión, la cual eventualmente llevó la palabra del Evangelio a miles de personas en el Bloque Comunista Europeo.

Me gusta pensar en la respuesta que el Sr. De Graaf le dio al Hermano Andrew cuando este se preguntaba sobre el significado del extraño mensaje del Señor: “Esa es la emoción de la obediencia,” le dijo, “descubrir luego cual era el plan en la mente de Dios.”

Obviamente no podemos crecer más cerca de Dios imitando las acciones de otros, pero podemos encontrar ejemplos como estos, que nos ayuden a reflexionar sobre nuestro progreso espiritual. Espero que les hayan servido tanto como a mí.
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Jennifer Fulwiler, la autora de este artículo, se hizo católica en 2007 pero ya desde 2005 publicaba en internet -y ahora también en la radio- sus hallazgos espirituales

sábado, 27 de agosto de 2016

EL PODER DEL AGUA BENDITA


El poder del agua bendita



Un amigo sacerdote me aseguró que innumerables católicos, aun de los más instruidos, no saben para lo que sirve el agua bendita. ¡Es una lástima!  ¡Por eso no se benefician con este precioso instrumento instituido por la Iglesia para ayudarlos en prácticamente todas las circunstancias y dificultades de la vida! 

Hay varias formas de usarla. La más común es persignarse con ella. Otra es aspergirla (salpicarla) sobre sí mismo, sobre otras personas, lugares u objetos. Cualquier laico o laica puede hacer esto. Naturalmente, si lo hace un sacerdote tiene más valor. 

Su efecto más importante es alejar al demonio, que “ronda como león rugiente”, buscando toda especie de mal, como nos advierte San Pedro (I Pe 5,8). Los espíritus malignos, cuyas misteriosas y siniestras operaciones afectan incluso las actividades físicas del hombre, quieren ante todo inducirnos al pecado grave, que conduce  al infierno. Para ello emplean todos los recursos. 

A veces, por ejemplo, nos provocan un sinnúmero de molestias físicas o psicológicas. Otras veces provocan pequeños incidentes en nuestra vida diaria, causar enredos que parecen tener causas meramente naturales.  Por ejemplo, al momento de cumplir un deber, la persona siente un inexplicable malestar, un inesperado desánimo, un raro dolor de cabeza... 

En ciertas oportunidades, sin motivo alguno, el marido se irrita repentinamente con la esposa, o viceversa, de eso surge una discusión y se rompe la paz del hogar. O si no, el padre o la madre se dejan llevar por un movimiento de impaciencia y reprenden duramente al hijo, en vez de amonestarlo con dulzura. El hijo se rebela, sale de casa. ¡Se creó un problema! Todo eso puede evitarse ahuyentando al demonio con una simple señal de la cruz hecha con agua bendita. Cuando sienta usted una irritación extraña, haga la prueba y ponga atención al efecto saludable que produce. Enseguida volverá la serenidad. 

Además, el agua bendita es un sacramental que nos alcanza el perdón de los pecados veniales, puede librarnos de accidentes (tránsito, asaltos, caídas), y ayuda hasta a curar enfermedades. El agua bendita, como todo sacramental, nos invita en las diversas circunstancias del día a invocar el socorro del Divino Espíritu Santo, para el bien de nuestra alma y de nuestro cuerpo. 

Otro beneficio muy interesante y poco conocido: se la puede usar eficazmente en provecho de personas que se encuentran distantes de nosotros.  Y aún más, cada vez que la utilizamos para hacer la señal de la cruz por la intención de las almas del purgatorio, ellas son aliviadas en sus sufrimientos. 

¿De dónde viene ese poder maravilloso?  Viene del hecho de ser un sacramental instituido por la Santa Iglesia Católica. El sacerdote bendice el agua como ministro de Dios, en nombre de la Iglesia y como su representante, seguro que nuestro Divino Salvador siempre la atenderá con benevolencia. Es importante recordar que para que sea agua bendita debe ser bendecida por el sacerdote según el ceremonial prescrito por la Iglesia, en el “Ritual de Bendiciones” y en el propio “Misal Romano”.

Son hermosas y altamente significativas las oraciones para la bendición del agua. Por ejemplo, esta:  “Señor, Padre Santo, dirige tu mirada sobre nosotros, que redimidos por tu Hijo, hemos nacido de nuevo del agua y del Espíritu Santo en la fuente bautismal; concédenos, te pedimos, que todos los que reciban la aspersión de esta agua queden renovados en el cuerpo y en el alma y te sirvan con limpieza. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén”.

¡Así que no se olvide! Es muy conveniente llevar siempre consigo agua bendita para usar en cualquier circunstancia. Por ejemplo, santiguarse con ella al salir o entrar en la iglesia, en casa o en el lugar de trabajo; al iniciar una oración, un trámite, un viaje. 

Para alejar del hogar la influencia maléfica de los demonios, es muy aconsejable aspergir en la casa algunas gotas de vez en cuando. Esto puede hacerlo cualquier persona de la familia. Claro está que pedirle a un sacerdote que bendiga la casa es mucho mejor. ¡Por lo tanto, el agua bendita es siempre benéfica y eficaz!

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 27 DE AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Agosto 27



Testigo es el que testifica, el que testimonia, el que da fe de algo o de alguien; ser testigo es afirmar la veracidad y la rectitud de algo o de alguien, es exponer y comprometer la propia palabra y la propia vida por defender a esa persona o a esa posición.

Todos debemos ser testigos de la verdad y del bien; en todas partes debemos dar testimonio de la verdad y del bien, defenderlos aún a costa de nuestra personalidad, debemos comprometer nuestra rectitud y toda nuestra vida; eso será ser testigo.

Siendo testigos, estaremos dispuestos a sacar siempre la cara por la verdad y por el bien; aunque ello suponga para nosotros ciertas incomodidades, la pérdida de ciertas posiciones o conveniencias, ya que por encima de todo eso, que es nuestro, debemos ubicar la bondad y la verdad.

Debemos pues, ser testigos de la verdad y del bien, pero como Cristo ha dicho que Él es la Verdad y el Bien, debemos ser testigos de Cristo; y eso con todas las consecuencias que antes hemos mencionado.

“Recibirán la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta los confines de la tierra” (Hch 1,8). No puede haber ningún lugar donde el discípulo de Cristo no se sienta ‘testigo del Señor’, con su voz y con su vida, con su palabra y su testimonio.


* P. Alfonso Milagro