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viernes, 15 de enero de 2016

ORACIÓN A LA VIRGEN DE FÁTIMA


ORACIÓN 
A LA VIRGEN DE FÁTIMA

Oh Virgen Santísima, Vos os aparecisteis repetidas veces a los niños; yo también quisiera veros, oír vuestra voz y deciros: Madre mía, llevadme al Cielo. Confiando en vuestro amor, os pido me alcancéis de vuestro Hijo Jesús una fe viva, inteligencia para conocerle y amarle, paciencia y gracia para servirle a Él a mis hermanos, y un día poder unirnos con Vos allí en el Cielo.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

Madre mía también os pido por mis padres, para que vivan unidos en el amor; por mis hermanos, familiares y amigos, para que viviendo unidos en familia un día podamos gozar con Vos en la vida eterna.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

Os pido de un modo especial por la conversión de los pecadores y la paz del mundo; por los niños, para que nunca les falten los auxilios divinos y lo necesario para sus cuerpos, y un día conseguir la vida eterna.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria

Oh Madre mía, sé que escucharás, y me conseguirás estas y cuantas gracias te pida, pues las pido por el amor que tienes de tu Hijo Jesús. Amén.

¡Madre mía, aquí tienes a tu hijo, sé tu mi Madre!
¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

SOR LUCÍA, LA ÚLTIMA VIDENTE DE FÁTIMA, UN PASO MÁS CERCA DE LA BEATIFICACIÓN


Sor Lucía, la última vidente de Fátima, un paso más cerca de la beatificación


 (ACI).- El sitio web del Santuario de la Virgen de Fátima (Portugal) informó que la fase diocesana del proceso de beatificación de Sor Lucía de Jesús, la última de los tres pastorcitos videntes de la Madre de Dios, terminará a fines de este año.

“No tengo certezas, pero estamos trabajando para que se reconozca la complejidad que envuelve la historia de vida de Lucía (…) Este año terminaremos el proceso que tendrá que ser traducido al italiano conforme a las exigencias de la Congregación para la Causa de los Santos”, explicó Sor Ángela Coelho, vice postuladora de la causa de beatificación.

Sobre la decisión que se tome en Roma para la beatificación de la vidente, la religiosa señaló que este proceso “no deberá ser resuelto hasta el centenario de las apariciones” que se celebrará en 2017.

Asimismo, indicó que aparte de investigar las cartas de Sor Lucía, el proceso incluye el testimonio de personas que la conocieron o con las que vivió.

“Son más de 70 mil cartas recibidas y respondidas por la hermana Lucía a partir de la década de los 80. Estas provienen de todas partes del mundo y sus autores van desde ciudadanos anónimos hasta Papas, pasando por cardenales, embajadores y otros”, explicó.



Para la vice postuladora, este también “es un proceso complejo debido al tiempo en que ella vivió: dos guerras mundiales, la Guerra Civil Española, la ascensión y caída de la Unión Soviética y las preocupaciones que tenía”.

“Creo que, en su celda, esta religiosa llevaba los dolores del mundo en el siglo XX, además de los dolores personales”, manifestó Sor Ángela.

Además, resaltó que “toda la atención que le dedicamos y la seriedad y la consideración con que hacemos este trabajo son fundamentales” y dijo que “el tiempo que estamos aplicando en el proceso beneficia a Lucía, pero también beneficia al mensaje de Fátima”.

En este proceso están colaborando 15 teólogos de varias nacionalidades que se han dedicado a estudiar de la correspondencia de la vidente y que procuran “superar algunos obstáculos para facilitarle el trabajo a Roma”.

"Este cuidado que siempre hemos tenido está ligado a una afirmación inequívoca: es una santa y la Iglesia tiene que darse cuenta de esto y debe tener esa certeza para beatificarla", dijo.

Aparte del proceso de beatificación de Sor. Lucía, hay una gran expectativa sobre el proceso de canonización de los otros dos videntes: los beatos Francisco y Jacinta. Se espera que concluya en Roma para la conmemoración el centenario de las apariciones.

En abril de 2015 el Obispo de Leiría-Fátima, Mons. Antonio Augusto dos Santos Marto, afirmó que el Papa Francisco irá a Portugal para esas celebraciones.

Sor Lucía falleció en 2005 y su proceso de beatificación se inició en 2008, luego que el Papa Benedicto XVI diera luz verde para no ceñirse a la norma que exige el transcurso de cinco años después de la muerte de la persona, algo similar al caso de la Madre Teresa de Calcuta.