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jueves, 17 de marzo de 2016

PEREGRINO CON MARÍA


Peregrino con María
Rafael Ángel Marañón




Sé que estaré a tu lado de una u otra forma, 
Dejando el fatigoso bregar de peregrino,
Gozando de tu amor sin código ni norma,
Habiendo ya llegado al fin de mi camino. 

Ya he dejado mis huellas en la arena del mundo
Y en el nombre de Cristo y en tu amparo María
Caminé en confianza con talante jocundo,
Sin temer las tormentas bajo tu tierna guía.

He creído seguro a pesar de mi culpa,
Pues siempre notaba que vivía protegido 
Por el amor profundo de María que no inculpa,
Y el poder infinito del Cristo prometido. 

He resistido siempre los ataques del mal 
Con el hijo bendito, el Cristo del Creador,
Dirigiendo mis ojos al agudo puñal, 
Que María sufriera sumisa a su Señor. 

No quiero más casuísticas, ni anhelo otro destino, 
Que en Cristo y en María yo tengo mi poder;
Ande ebrio este mundo su paso mortecino,
Que a nadie más yo quiero amar o pretender. 

ORACIÓN A MARÍA ROSA MÍSTICA

Oración a María Rosa Mística



Oh María, Rosa Mística, Madre de Jesús y también Madre nuestra! Tú eres nuestra esperanza, nuestra fortaleza y nuestro consuelo. Danos desde el cielo tu maternal bendición en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. 

Rosa Mística, Inmaculada Virgen , Madre de la gracia, en honor de tu Divino Hijo, nos postramos ante Ti, para implorar la misericordia de Dios. No por nuestros méritos, sino por la bondad de tu Corazón maternal, pedimos ayuda y gracias, con la seguridad de ser escuchados. (Rezar un Avemaría)

Rosa Mística, Madre de Jesús, Reina del Santo Rosario y Madre de la Iglesia, Cuerpo Místico de Jesucristo. Te pedimos para el mundo destrozado por las discordias, el don de la unión, de la paz y de todas las gracias que pueden convertir los corazones de tantos hijos tuyos. (Rezar un Avemaría)

Rosa Mística, Madre de los apóstoles, haz florecer alrededor de los altares eucarísticos, numerosas vocaciones sacerdotales y religiosas, que con la santidad de su vida y el celo ardiente por las almas, puedan extender el Reino de tu Hijo Jesús por todo el mundo. Derrama, Oh Madre sobre nosotros tus dones celestiales. 

Salve, Oh Rosa Mística, Madre de la iglesia, ruega por nosotros.