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jueves, 31 de marzo de 2016

ORACIÓN DE LA MAÑANA


ORACIÓN DE LA MAÑANA




Señor,
en el silencio de este día que comienza,
vengo a pedirte la paz,
la prudencia, la fuerza.

Hoy quiero mirar el mundo
con ojos llenos de amor,
ser paciente, comprensivo,
dulce y prudente.

Ver por encima de las apariencias,
a tus hijos como Tú mismo los ves,
y así no ver más que el bien
en cada uno de ellos.

Cierra mis oídos a toda calumnia,
guarda mi lengua de toda maldad,
que sólo los pensamientos caritativos
permanezcan en mi espíritu,
que sea benévolo y alegre,
que todos los que se acerquen a mí
sientan su presencia.

Revísteme de Ti, Señor,
y que a lo largo de este día yo te irradie.

Amén.

ESCALERA DE LA VIDA


ESCALERA DE LA VIDA



Sube los escalones de tu existencia. Despacio, cauteloso, con mucha calma, inteligencia y  buena voluntad, sube los escalones.
Pensando siempre en la gloria que se encuentra en lo más alto de la escalera que estás subiendo.

No cedas ni un segundo al desánimo; no permitas que la indecisión te domine.

Aprende a superarlos. El mundo pertenece a los seres optimistas, positivos y sinceros; nunca será de los cobardes, quejosos, indecisos, mentirosos y deshonestos, estos últimos se quedan en los primeros escalones de la gran escalera.

Prosigue en línea recta, buscando tus sagrados objetivos, en nombre del Creador a quien debemos la vida, hónrala.

Si alguien no te recibe de buena gana, ni acepta tu buena intención, no pierdas el tiempo en comentarios y sentencias acusatorias, pues tal actitud no soluciona el problema.

Y si te caes antes de llegar al escalón al que te propusiste llegar, no te desanimes, porque el caer es una oportunidad para levantarte y reaccionar, continua subiendo nuevamente con más fuerza y altruismo.

Victoria no es nunca haber caído, sino levantarse de la caída y seguir alegremente, prometiéndote a ti mismo, mirar con orgullo los demás escalones que se encuentran adelante y altivamente seguir subiendo.

Sube, sube siempre con coraje, con firmeza con sabiduría y un fuerte deseo de vencer, imponiéndote el más alto concepto de una vida digna, honrada y bien vivida.

Acuérdate, la victoria es de los que luchan contra las situaciones desfavorables, sin perder el vigor, la fe, y el ideal de la vida.
Si no vences es porque te dejaste contaminar por la ola negra del mal y perdiste el deseo de luchar hasta el final porque, quien lucha, dando el verdadero esplendor a la vida, al bien y persiste sin retroceder... 

¡Vencerá!
TODOS LOS QUE CREEN EN SUS IDEALES Y  SE ESFUERZAN

POR ALCANZARLOS... VENCEN

EL ÁNGEL DE LOS NIÑOS


El ángel de los niños




Cuenta una antigua leyenda que un niño que estaba por nacer le dijo a Dios:

-Me dicen que mañana me vas a enviar a la Tierra, pero, ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy?

-Entre muchos ángeles escogí uno para tí, que te está esperando: él te cuidará.

-Pero dime: aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreir, eso basta para ser feliz.

-Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.

-¿Y cómo entenderé lo que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los humanos?

-Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar, y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar.

-¿Y que haré cuando quiera hablar contigo?

-Tu ángel te juntará las manitas y te enseñará a orar.

-He oido que en la Tierra hay hombres malos...¿ Quién me defenderá?

-Tu ángel te defenderá aún a costa de su propia vida.

-Pero estaré siempre triste porque no te veré más, Señor.

-Tu ángel te hablará de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.

En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño, presuroso, repetía suavemente:

-Dios mío, si ya me voy dime su nombre, ¿cómo se llama mi ángel?

-Su nombre no importa, tú le dirás MAMÁ...