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viernes, 23 de diciembre de 2016

EL ARBOLITO DE NAVIDAD


El arbolito de Navidad



Es bueno y recomendable durante el tiempo de Navidad colocar en tu hogar un arbolito con adornos y luces, ya que puede ser un buen símbolo de Cristo Salvador. Nacido en Belén, él es el verdadero Árbol de la vida, del que fue separado Adán a causa del pecado. En familia, el papá o la mamá pueden hacer esta oración de bendición y rociar el arbolito:

Bendito seas, Señor y Padre nuestro, que nos concedes recordar con fe en estos días de Navidad los misterios del nacimiento de Jesucristo. Concédenos, a quienes hemos adornado este árbol y lo hemos embellecido con luces, vivir también a la luz de los ejemplos de la vida santa de tu Hijo y ser enriquecidos con las virtudes que resplandecen en su santa infancia. Gloria a él por los siglos de los siglos. Amén.

Invita a los de tu hogar a ver en este arbolito, lleno de luces, a Cristo luz del mundo que con su nacimiento nos conduce a Dios, que habita en una luz inaccesible. En los salmos se compara al hombre justo y recto con un esbelto cedro que crece, lozano y frondoso, junto al Templo del Señor. Que la vivencia de Navidad robustezca tu fe.


* Enviado por el P. Natalio

QUÉ PIENSAN LOS SANTOS DE LA NAVIDAD?


¿Qué piensan los santos de la Navidad?
Frases inspiradoras para meditar en Navidad


Por: Sebastián Campos | Fuente: Catholic-link.com 




En Navidad el comercio, los medios de comunicación y las empresas en general, aprovechan para disfrazar sus propósitos de venta con frases que invitan a vivir la felicidad, la paz, la armonía, los buenos deseos y un montón de cosas más. Todas ellas buenas, pero que no logran describir lo que realmente es la Navidad.

Por más que los creativos publicistas se rompan la cabeza buscando lindas frases navideñas, nunca podrán comprender la grandeza del misterio que se encierra en la venida de Dios al mundo. Para ello es necesario estar íntimamente ligados a la fuente original de esta celebración, al protagonista de todo, y desde ahí comprender un poco, y lograr explicar otro poco, este tremendo acontecimiento que no vino solo a modificar el calendario, sino nuestras vidas.

Los Santos durante la historia de la Iglesia han ido penetrando y profundizando en el misterio de la Navidad. Ellos nos han dejado frases realmente inspiradoras y llenas de contenido para vivir profundamente esta fiesta. Les compartimos algunas de ellas para que las lleven a la oración y las compartan con sus amigos.

Que el fulgor de tu nacimiento ilumine la noche del mundo. Que la fuerza de tu mensaje de amor destruya las asechanzas arrogantes del maligno. Que el don de tu vida nos haga comprender cada vez más cuánto vale la vida de todo ser humano.

San Juan Pablo II

San Josemaría
Nunca me has parecido más hombre que ahora, que pareces un niño.

San Josemaría Escrivá de Balaguer



Ustedes reciben con frecuencia a Jesús en su corazón; más, ¿no está en el como en un establo, donde no halla otra cosa que suciedad y corrupción, porque están apegados a algo distinto a Él? Si lo miraran como su Salvador y Redentor ¿Qué honores no le tributarían?

San Juan Bautista de La Salle

No puede haber mucho lugar para la tristeza, cuando acaba de nacer la vida; la misma que acaba con el temor de la mortalidad, y nos infunde la alegría de la eternidad prometida.

San León Magno

Todas las fiestas de la Iglesia son hermosas... la Pascua, si, es la glorificación... pero la Navidad posee una ternura, una dulzura infantil que me atrapa todo el corazón.

Santo Padre Pío de Pietrelcina

Jesús yace en el pesebre, pero lleva las riendas del gobierno del mundo; toma el pecho, y alimenta a los ángeles; está envuelto en pañales, y nos viste a nosotros de inmortalidad; está mamando, y lo adoran; no halló lugar en la posada, y Él fabrica templos suyos en los corazones de los creyentes. Para que se hiciera fuerte la debilidad, se hizo débil la fortaleza... Así encendemos nuestra caridad para que lleguemos a la eternidad.

San Agustín

¿Hay algo que pueda declarar más inequívocamente la misericordia de Dios que el hecho de haber aceptado nuestra miseria? ¿Qué hay más rebosante de piedad que la Palabra de Dios convertida en tan poca cosa por nosotros?

San Bernardo

Es Navidad cada vez que permites al Señor renacer para darlo a los demás. Es Navidad cada vez que estás en silencio para escuchar al otro. Es Navidad cada vez que no aceptas aquellos principios que destierran a los oprimidos al margen de la sociedad.

Beata Teresa de Calcuta

No disimules con oropeles y sonrisas huecas. Quien reposó en un pesebre desea recostarse en tu pobreza y debilidad humildemente reconocidas.

Santa Teresa de Jesús

EMMANUEL, DIOS CON NOSOTROS


Emmanuel, Dios con nosotros
Dios ha bajado hasta nosotros en forma humana. Dios se ha humillado hasta hacerse hombre para curarnos el alma y, si el alma lo necesita, también el cuerpo.


Por: Francisco Javier Carrión, L.C. | Fuente: Gama - Virtudes y Valores 




Cuando san Pablo curó al paralítico de Listra (Hch 14,8-18) la muchedumbre pagana pensó que tenía delante a un dios. Y decían: “dioses han bajado hasta nosotros en forma humana”. Pablo se acompañaba de Bernabé al que el pueblo llamó Zeus, y a Pablo, que era el que hablaba, le llamaron Hermes.

Y es que el pueblo de Listra creía en los dioses pero, más aún, se creía necesitado de los dioses y estaba abierto a la posibilidad de que “los dioses estuvieran entre ellos”.

Pero lo que para los habitantes de Listra no era sino un imposible, se hace posible y real en la Navidad. Ya no dioses imaginarios, sino el Dios verdadero viene a vivir con nosotros. Emmanuel significa: “Dios con nosotros”. Dios ha bajado hasta nosotros en forma humana. Dios se ha humillado hasta hacerse hombre para curarnos el alma y, si el alma lo necesita, también el cuerpo.

Pero el mundo de hoy está muy lejos de la actitud de los de Listra. Hoy no nos sentimos necesitados de Dios. No aceptamos que un salvador venga de fuera, nos bastamos a nosotros mismos. No somos capaces de reconocer la enfermedad de nuestra alma, la cojera de nuestra conciencia, la debilidad de nuestro amor. Y por todo eso necesitamos que Otro nos cure y nos salve. Y para eso se necesita una dosis muy grande de humildad.

El mundo de hoy no quiere que “Dios esté con nosotros” porque piensa que su presencia le va a quitar la libertad al mundo. Cuando lo que hace Dios es enseñar el camino de la libertad, el modo humano de caminar con ella. Y tanto no quiere el mundo que “Dios esté con nosotros” que se afana en negar la Navidad y vestir estas fiestas con ropajes de jolgorio sin sentido y gastos superfluos y quitar las imágenes que nos recuerdan que Dios está entre nosotros.

Dios está entre nosotros, camina a nuestro lado. Dios está con nosotros, lucha en nuestro favor. Decía San Pablo: “Si Dios con nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Rm 8,31) Dios está por nosotros, nace en Belén para morir en la cruz y salvarnos. Dios está en nosotros, habita en nuestra alma por la vida de gracia.

Pablo, con mucha dificultad, logró convencer a la multitud de que no era un dios, sino un simple mortal. La actitud de Pablo deber ser la nuestra, la humildad. El sentido de la Navidad está en reconocernos lo que somos, hombres pobres necesitados de Dios. No somos dioses por más que sintamos la tentación de hacer las cosas por nosotros mismos sin mirar a Dios ni siquiera de reojo.

Mirar a Dios... la noche de Navidad no levantes la vista para mirar a Dios en el cielo, baja la vista para verlo dormido en el pesebre y cree que ese Niño indefenso puede ayudarte. Acéptalo. Siente necesidad de su amor.

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 23 DE DICIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Diciembre 23



Manos de Virgen alinean pajas de rubios trigales y sobre el mazo mullido tienden blancor y pañales.
Cuatro mil años pasaron, se aguardó cuarenta siglos, para que este acto humildísimo fuera en el mundo cumplido.
Ya llegó la medianoche, nevada y oscurecida; en resplandor de prodigios está la gruta encendida.
Cuatro mil años pasaron, se aguardó cuarenta siglos a que en este humilde establo naciera este humilde Niño.
Afuera celestes voces dan la nueva a los pastores, mientras los ángeles cantan: "Gloria a Dios... paz a los hombres".
Hay un hondo simbolismo en la humildad del pesebre; trigos que un día serán hostias, linos del altar manteles; el Dios Niño, que ha de darse por amor y en sacrificio de pan a las almas fieles.
“Los pastores volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído” (Lc 2,20). Todo lo que nosotros hemos visto y oído, lo que estamos viendo y oyendo a diario, no es sino pura manifestación del amor infinito de nuestro Dios. Preparamos nuestro corazón para recibirlo el día de Navidad con humildad y gratitud por todo lo que Él ha hecho con nosotros.


* P. Alfonso Milagro

DÍA DE REGALOS!!


Día de los regalos



En cada Navidad nos maravillamos de la bondad de Dios, nuestro Padre, que nos regaló a su mismo Hijo Unigénito, hecho niño en Belén. Ese día, inspirados por el ejemplo de la generosidad de Dios, acostumbramos a prodigar regalos a nuestro alrededor, a parientes y amigos. Pero hay dones más valiosos  —¡y tan necesarios!— que podemos hacernos sin gastar un centavo.

Esboza una sincera sonrisa... y regálala a quien nunca la ha tenido.
Recoge un rayo de sol en tu corazón... y hazlo volar allá en donde reina la noche.
Descubre una fuente... y permite bañarse en ella a quien vive en el barro.
Vierte una lágrima... y ponla en el rostro de quien nunca ha llorado.
Enciende el valor en tu pecho...  y ponlo en el ánimo de quien no sabe luchar.
Descubre la vida...  y alienta a quien se arrastra por ella.
Cultiva la esperanza...  e irradia su luz a tu alrededor.
Imprégnate de bondad...  y dónala a quien la desconoce.
Descubre el amor...  y comunica su fuego al mundo.

Amigo/a: ¡qué hermoso es hacer de tu vida una Navidad! Anímate a esparcir a manos llenas en el hogar, en el barrio, en tu ambiente de trabajo, el fuego del amor, la luz de la alegría y la fuerza de la esperanza. Que esta celebración cristiana te ayude a meditar y proyectar a tu vida la sorprendente bondad que Dios tiene con nosotros.


* Enviado por el P. Natalio