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lunes, 10 de abril de 2017

UNA REFLEXIÓN PARA CADA DÍA DE LA SEMANA SANTA 2017


Una reflexión para cada día de la Semana Santa 2017



Tenemos la suerte de saber, por el evangelio, lo que hizo Jesucristo cada uno de los días de la Semana Santa. Aquí lo tienes. Es la semana más importante de todo el año. Con cada cosa que hizo y dijo, nos quiso enseñar. Habla con Él de eso.

El jueves, viernes y domingo hay Oficios; aunque el jueves y el viernes no es obligatoria la asistencia, ojalá puedas ir los tres días.


LUNES SANTO (10 de Abril)

¿Qué hizo hoy Jesús? Jesús ha dormido en el pueblo de Betania, en la casa de Lázaro, Marta y María, sus mejores amigos. A media mañana sube andando a Jerusalén, que está a unos cuatro kilómetros. En el camino, como es la hora de comer tiene hambre. Se acerca a una frondosa higuera, llena de hojas, pero en la que no hay higos, entonces la secó por no tener frutos. Al llegar a Jerusalén, va al templo y lo encuentra lleno de comerciantes haciendo negocios y los echa a latigazos, pidiéndonos que tratemos con respeto a Dios y a las cosas de Dios. Por la tarde pasa por el monte de los olivos, donde estuvo haciendo un rato de oración, y vuelve a pie a Betania.

A lo mejor Dios tampoco encuentra en ti los frutos que Él esperaba. Pídele perdón. ¿Tratas con respeto a Dios y a sus cosas? ¿Cómo te comportas en Misa, en el Oratorio, o en la Iglesia? ¿Haces con cariño las genuflexiones? Cuando oyes blasfemias, ¿pides perdón a Dios interiormente?

Fíjate como Jesús dedicaba todos los días a hacer un rato de oración como tú ahora. No lo dejes ningún día, aunque sea unos pocos minutos.


MARTES SANTO (11 de Abril)

Jesús vuelve a Jerusalén. Pasan por el lugar de la higuera maldecida. Al ver el templo, profetiza que será destruído. Los discípulos están tristes porque Jesús les anuncia que dentro de dos días le matarán. Los cristianos, como Él, hemos aprendido a cumplir siempre la voluntad de Dios Padre, por encima de todo. Por ejemplo, Juana de Arco, cuando estaba al frente de sus soldados franceses, en una gran batalla contra Inglaterra, Dios le anuncia que ese día será herida. Entonces una amiga suya le dice que no vaya a pelear. Y Juana le contesta en tono irónico: "sal tú y di a mis generales que Juana de Arco no luchará porque tiene miedo a ser herida". Y salió valerosamente al frente de sus soldados, y fue gravemente herida.

No tengamos miedo de aceptar la voluntad de Dios. ¡Señor, sí, Tú siempre quieres lo mejor para mí! Quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero mientras quieras.


MIÉRCOLES SANTO (12 de Abril)

Jesús se queda en Betania. Simón, el leproso que había sido curado por Jesús, invita al Señor a comer en su casa, por lo agradecido que le estaba. Mientras están comiendo, entra en la casa una mujer del pueblo llamada María; rompe un frasco de perfume carísimo y lo echa a los pies del Señor. Los besa y los seca con sus cabellos. A Jesús le gustó ese detalle de cariño.

Es entonces cuando Judas busca a los jefes del pueblo judío y les dice: "¿Qué me dais si os lo entrego?". Ellos se alegraron y prometieron darle dinero.

¿Eres agradecido como Simón por las veces que a ti también te he curado de tus pecados? Cada vez, después de confesarte, dale gracias por haberte perdonado.

A Jesús le gustará que hoy tengas algún detalle de cariño con Él, como María. Piensa ahora uno concreto y regálaselo ya.


JUEVES SANTO (13 de Abril)

La última Cena. Por la mañana de¡ Jueves, Pedro y Juan se adelantan para preparar la cena en Jerusalén. A la tarde llegaron al Cenáculo. Allí Jesús lavó los pies uno a uno. Luego, sentados a la mesa celebra la primera Misa: les da a comer su Cuerpo y su Sangre y les ordena sacerdotes a los Apóstoles para que, en adelante, ellos celebren la Misa. Judas salió del Cenáculo antes, para entregarle. Jesús se despidió de su Madre y se fue al huerto de los Olivos. Allí sudó sangre, viendo lo que le esperaba. Los discípulos se durmieron. Llegó Judas con todos los de la sinagoga y le da un beso. Entonces, le cogieron preso y todos los Apóstoles huyeron. Lo llevan al Palacio de Caifás, el Sumo Sacerdote. Le interrogan durante toda la noche: no duerme nada.

Hazle tú hoy compañía al Señor, que está solo. Haz el propósito de no abandonarle nunca, y de visitarle con frecuencia en el sagrario.


VIERNES SANTO (14 de Abril)

Hoy muere. Al amanecer del viernes, le juzgan. Tiene sueño, frío, le han dado golpes. Deciden condenarle y lo llevan a Pilatos. Judas, desesperado, no supo volver con la Virgen y pedir perdón, y se ahorcó. Los judíos prefirieron a Barrabás. Pilatos se lava las manos y manda crucificar a Jesús. Antes, ordenó que le azotaran. La Virgen está delante mientras le abren la piel a pedazos con el látigo. Después, le colocan una corona de espinas y se burlan de Él. Jesús recorre Jerusalén con la Cruz. Al subir al Calvado se encuentra con su Madre. Simón le ayuda a llevar la Cruz. Alrededor de las doce del mediodía, le crucificaron. Nos dio a su Madre como Madre nuestra y hacia las tres se murió y entregó el espíritu al Padre. Para certificar la muerte, le traspasaron con una lanza. Por la noche, entre José de Arimatea y Nicodemo le desclavan, y dejan el Cuerpo en manos de su Madre. Son cerca de las siete cuando le entierran en el sepulcro.

¡Dame, Señor dolor de amor! Ojalá lleves en el bolsillo un crucifijo y lo beses con frecuencia.



SÁBADO SANTO (15 de Abril)

Jesús ha muerto. Todo el día de hoy, su Cuerpo reposa en el sepulcro, frío y sin vida. Ahora nos damos cuenta de lo que pesan nuestros pecados. Jesús ha muerto para redimirnos.

Estamos tristes. La Virgen María también está triste, pero contenta porque sabe que resucitará. Los Apóstoles van llegando a su lado, y Ella les consuela.

Pasa el día unido a la Virgen, y con Ella acompáñale a Jesús en el sepulcro. Haz el propósito de correr al regazo de la Virgen cuando te hayas separado de Él.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN (16 de Abril)

En cuanto se hace de día, tres mujeres van al sepulcro donde Jesús estaba enterrado y ven que no está su Cuerpo. Un Ángel les dice que ha resucitado. Van corriendo donde está la Virgen con los Apóstoles y les dan la gran noticia: ¡Ha resucitado! Pedro y Juan corren al sepulcro y ven las vendas en el suelo. Ahora entienden que Jesús es Dios. El desconsuelo que tenían, ayer, se transforma en una inmensa alegría. Y rápidamente lo transmiten a los demás Apóstoles y discípulos. Y todos permanecen con la Virgen esperando el momento de volver a encontrarse con el Señor.

Desde entonces, todos los cristianos podemos tratar al Señor, que está Vivo. Hoy estamos muy contentos y es momento de darle constantemente gracias a Dios.

Como Pedro y Juan, tú también tienes que preocuparte de que tus amigos sepan que Jesús ha resucitado, y le traten. Pídele esa preocupación.


Texto del P. José Pedro Manglano Castellary

EL ROSTRO DE CRISTO, CÓMO ES?


El Rostro de Cristo, ¿cómo es?
Hay un retrato de Jesús que sí tiene mucha influencia en los demás y es la imagen que damos los cristianos


Por: P. Máximo Álvarez Rodríguez | Fuente: Catholic.net 




Hace un tiempo unos supuestos científicos se atrevieron a presentar un retrato de Cristo. Decían basarse en el hallazgo de un cráneo de una persona judía contemporánea de Jesús. La conclusión parece un poco atrevida, puesto que es como si después de veinte siglos intentaran descubrir cómo era Miss España 2000 por la cabeza de una persona poco agraciada de la misma época. En aquel tiempo habría, como ahora, altos y bajos, guapos y feos, de todo...

Lo cierto es que el presunto retrato de Jesús, difundido por los presuntos investigadores, da un poco de pánico. Sin embargo, aunque de la tradición y de los datos que ofrece el Evangelio parece desprenderse la idea de un Jesús atractivo, no tendría por qué extrañarnos que Jesús hubiera sido una persona fea.

Dicha teoría existe, basada en el cántico del "Siervo de Yahvé" de Isaías. La defendieron autores tan famosos como San Justino, San Basilio, San Cirilo y Tertuliano, en principio hostiles a todo lo que el cuerpo significa. Pero otros Padres de la época como San Jerónimo, San Gregorio de Nisa, o San Juan Crisóstomo, defendieron lo contrario.

En todo caso Jesús, que asumió la pobreza y debilidad humanas, pudo haber asumido perfectamente la fealdad corporal. Pero parece que no ha sido así. Por lo tanto el mencionado retrato virtual parece, cuando menos, una impertinencia.

Hay un retrato de Jesús que sí tiene mucha influencia en los demás y es la imagen que damos los cristianos, la imagen que da la Iglesia.

Y últimamente, por eso de que siempre destaca más lo negativo, dicha imagen en los medios de comunicación no ha salido tampoco demasiado bien parada. Que si los Obispos no condenan claramente el terrorismo, que si los misioneros, que si un cura hizo o dijo no sé qué...

En la mayoría de estos casos si uno se deja llevar de la primera impresión, de los titulares y aún de los primeros comentarios, se comprende que puedan suscitar un sentimiento de indignación.

Pero a medida que se va profundizando en las noticias y recogiendo datos, las cosas se ven de otra manera.

Pero vamos a ponernos en el peor de los casos: que los miembros de la Iglesia cometemos errores o que nuestra manera de actuar pueda causar escándalo (unas veces con razón y otras sin ella). Lo primero que debería tener presente la persona escandalizada es aquella frase de Jesús a los fariseos que querían apedrear a la mujer: "el que esté limpio de pecado que tire la primera piedra".

Y no olvidemos que la Iglesia somos todos, no sólo las Jerarquías eclesiásticas, sino en primer lugar todos los bautizados. Ya el Concilio dejó bien clara la doble condición de la Iglesia "santa y pecadora".

No es lo preocupante que el rostro de Jesús sea feo o guapo, sino que la mencionada investigación no responde a criterios objetivos. No es lo preocupante la imagen a veces lamentable de la Iglesia sino la incomprensión, sensacionalismo fariseísmo o mala uva con que algunos que también forman parte de ella se regodean.

Es como si alguien se recreara en reirse o divulgar los defectos o debilidades de una persona. Pero sobre todo la belleza de la divinidad de Jesús y de la Iglesia, en cuanto sacramento de salvación, es algo que no deja lugar para la duda.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 10 DE ABRIL


Los cinco minutos de María
10 de abril 



La gloria de María consiste en que los hombres podemos conseguir nuestra felicidad eterna por ella; su misión consistió en pensar en nosotros, sufrir por nosotros, para que nosotros no nos perdiéramos, sino que alcanzáramos la eterna felicidad.

A imitación de nuestra excelsa Madre, sus hijos debemos pensar en los demás, preocuparnos por los demás, vivir para los demás, buscar la salvación de los demás. Ejercer la acción apostólica, que nos impulsa a vencer nuestra comodidad, nuestra pereza, y acercarnos a la vida de los demás, no para molestar, no por curiosidad, sino para brindarles la salvación y la felicidad.

"Madre educadora de la fe, cuida de que el Evangelio nos penetre, conforme nuestra vida diaria y produzca frutos de santidad" (Puebla 290)



* Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA: 9 DE ABRIL


Los cinco minutos de María
09 de abril



Volvamos a las letanías; en ellas invocamos a María como la "Madre amable" y en verdad que no podríamos imaginar una persona tan dulce y tan llena de amor como la piadosísima Virgen María. Cuantos a ella acudían quedaban encantados con su trato, con la mirada de sus claros ojos, con la sonrisa de sus labios, con la ternura de su Corazón; fue en verdad amabilísima.

Todo cristiano está llamado a ser amable, simpático y deseable, los santos fueron siempre alegres y contagiaban alegría y paz. Si a tu paso siembras semillas de alegría y paz, recogerás el fruto de la paz.

El gran cuidado de María es que los crisitianos tengan vida abundante y "lleguen a la madurez de la plenitud de Jesucristo" (Puebla 228)


*Alfonso Milagro