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miércoles, 13 de diciembre de 2017

VIRGEN DE GUADALUPE REPITE A LOS MIGRANTES DE HOY: NO ESTOY YO AQUÍ, QUE SOY TU MADRE?


Virgen de Guadalupe repite a los migrantes de hoy: ¿no estoy yo aquí, que soy tu Madre?







LOS ÁNGELES, 12 Dic. 17 / 07:05 pm (ACI).- Durante la celebración anual en honor a la Virgen de Guadalupe en la Arquidiócesis de los Ángeles (Estados Unidos), el Arzobispo local, Mons. José Gomez, se dirigió a los migrantes para recordarles que la Madre de Dios les repite hoy: “¿no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”.

La celebración denominada “Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe 2017. Madre de Las Américas” se llevó a cabo el 11 de diciembre en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles desde las 6:00 p.m.

“¡Qué hermosa noche! Y qué gozo el poder alabar a Dios esta noche y agradecerle el regalo del Tepeyac”, dijo al inicio de la homilía de media noche Mons. José Gomez.

La ceremonia inició con bailarines indígenas en la Plaza de la Catedral y la veneración de la reliquia de la tilma de San Juan Diego, en la que apareció la imagen milagrosa de Nuestra Señora de Guadalupe en 1531.

A las 10 p.m., la celebración continuó dentro de la Catedral con un Rosario especial, y una hora después se dio inicio auna serenata a la Virgen en la que se le dedicó la canción "Las Mañanitas”.

A la medianoche del 12 de diciembre se inició la Misa principal presidida por Mons. Gomez, que recordó a los asistentes las palabras que la Madre de Dios dijo a San Juan Diego en su primera aparición en 1531: “No dejes que se aflija tu corazón. No temas. ... ¿Qué no estoy yo aquí, que soy tu Madre?, ¿no estás bajo mi sombra y protección?, ¿no estás en los cruces de mis brazos? ¿Qué otra cosa necesitas?”.

“Mis queridos hermanos y hermanas, nuestra Madre le está diciendo estas palabras a la Iglesia hoy, y a cada uno de nosotros también. Esta noche, Nuestra Señora les está diciendo estas palabras a todos ustedes, los que están preocupados por su situación migratoria y por los cambios en nuestro país”, destacó el obispo.

En ese sentido, Mons. Gomez también pidió de manera especial para que la Virgen de Guadalupe “hable a los corazones” de los líderes en Washington.

“Que abra sus corazones al dolor, al sufrimiento humano que está teniendo lugar en nuestras familias y en nuestras comunidades. Y que encuentren una solución definitiva para que nuestros jóvenes y sus familias tengan paz y estabilidad”, prosiguió el Prelado.

También pidió a los presentes que depositen sus “miedos y esperanzas a los pies de la Virgen y pidan la “gracia de contemplar estos tiempos en que estamos viviendo bajo la mirada de sus ojos amorosos”.

“Nuestra Señora viene a ayudarnos, a interceder por nosotros, del mismo modo en que ella fue a ver a su prima Isabel en su hora de necesidad, como lo escuchamos en nuestra lectura del Evangelio de esta noche. Ella escucha nuestros gritos, nuestras preocupaciones, y viene a nosotros. ¡Siempre!”, dijo el Arzobispo.

Por otro lado, exhortó a los presentes a imitar a la Virgen María en la escucha de la Palabra de Dios al leer los Evangelios y dedicar tiempo a la oración. También pidió imitarla en el servicio.

“Esta noche nos llama a cada uno de nosotros a ‘construir un santuario’ con nuestras vidas, a ser un hermoso ejemplo en nuestras propias vidas de los hombres y mujeres que Dios quiere que seamos”, indicó Mons. Gómez.

Finalmente, dijo que la Virgen María “nos está llamando a mostrar el amor y la compasión de Dios a nuestros hermanos y hermanas y a trabajar por una sociedad que sea merecedora de la dignidad de la persona humana”.

“¡Entonces salgamos y hagamos eso esta noche! De modo que acudamos a ella y a su protección esta noche, y todos los días. Ella nunca nos decepcionará. Y tratemos de vivir siguiendo su ejemplo: escuchando a Dios y sirviendo a los demás”, concluyó

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 13 DICIEMBRE


Los cinco minutos de María
Diciembre 13




¡Los ojos de la Inmaculada!
Limpísimos y llenos de luz, sin la menor nube que pudiera hacerles perder su brillo. Ojos serenos como el cielo azul, inocentes como los de una virgen, tiernos como los ojos de una madre.
Miremos a las cosas y a las personas con los ojos de la Virgen y las veremos en una nueva dimensión.
María, préstame tu mirada para ver el mundo.



* P. Alfonso Milagro

PAPA FRANCISCO CELEBRA A LA VIRGEN DE GUADALUPE CON MISA EN EL VATICANO


Papa Francisco celebra a la Virgen de Guadalupe con Misa en el Vaticano
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)




VATICANO, 12 Dic. 17 / 12:30 pm (ACI).- En una Basílica de San Pedro del Vaticano rebosante de fieles procedentes del continente americano, el Papa Francisco preside la Misa por la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe en la que hizo un llamado a “defender a nuestros pueblos de una colonización ideológica que cancela lo más rico de ellos”.

En su homilía, el Papa pidió mirar a “la riqueza y la diversidad cultural de nuestros pueblos de América Latina y el Caribe, ella es signo de la gran riqueza que somos invitados no sólo a cultivar sino, especialmente en nuestro tiempo, a defender valientemente de todo intento homogeneizador”.

El Papa advirtió que ese intento de homogeneizar “termina imponiendo, bajo slogans atrayentes, una única manera de pensar, de ser, de sentir, de vivir, que termina haciendo inválido o estéril todo lo heredado de nuestros mayores; que termina haciendo sentir, especialmente a nuestros jóvenes, poca cosa por pertenecer a tal o cual cultura”.

El Pontífice reflexionó en su homilía sobre el “Benedictus” de Zacarías, esposo de Santa Isabel, que se recordó en el Evangelio del día. “A mí me gusta llamarlo ‘el cántico de Isabel o de la fecundidad’”, señaló.

“Isabel, la mujer bajo el signo de la esterilidad y bajo el signo de la fecundidad”, destacó.


Isabel la mujer estéril

En la época de Jesús, “la esterilidad estaba considerada como un castigo divino fruto del propio pecado o el del esposo”, explicó el Papa, para resaltar la trascendencia que supuso el embarazo de la prima de María.

“Un signo de vergüenza llevado en la propia carne o por considerarse culpable de un pecado que no cometió o por sentirse poca cosa al no estar a la altura de lo que se esperaba de ella. Imaginemos, por un instante, las miradas de sus familiares, de sus vecinos, de sí misma… Esterilidad que cala hondo y termina paralizando toda la vida”, dijo el Santo Padre.

No obstante, esta “esterilidad puede tomar muchos nombres y formas cada vez que una persona siente en su carne la vergüenza al verse estigmatizada o sentirse poca cosa”.

Como ejemplo de ello, ese sentimiento “podemos vislumbrarlo en el indiecito Juan Diego cuando le dice a María ‘yo en verdad no valgo nada, soy mecapal, soy cacaxtle, soy cola, soy ala, sometido a hombros y a cargo ajeno, no es mi paradero ni mi paso allá donde te dignas enviarme’”.

Esa “esterilidad” también puede estar hoy “en nuestras comunidades indígenas y afroamericanas, que, en muchas ocasiones, no son tratadas con dignidad e igualdad de condiciones”.

También está “en muchas mujeres, que son excluidas en razón de su sexo, raza o situación socioeconómica”; o en jóvenes, “que reciben una educación de baja calidad y no tienen oportunidades de progresar en sus estudios ni de entrar en el mercado del trabajo para desarrollarse y constituir una familia”.

Asimismo, se puede ver ese sentimiento en “muchos pobres, desempleados, migrantes, desplazados, campesinos sin tierra, quienes buscan sobrevivir en la economía informal; niños y niñas sometidos a la prostitución infantil, ligada muchas veces al turismo sexual”.

Isabel la mujer fecunda-asombrada

Isabel es “la primera en reconocer y bendecir a María. Es ella la que en la vejez experimentó en su propia vida, en su carne, el cumplimiento de la promesa hecha por Dios. La que no podía tener hijos llevó en su seno al precursor de la salvación”.

“En ella, entendemos que el sueño de Dios no es ni será la esterilidad, ni estigmatizar o llenar de vergüenza a sus hijos, sino hacer brotar en ellos y de ellos un canto de bendición”.

“De igual manera lo vemos en Juan Diego –indicó regresando a la historia de las apariciones de la Virgen de Guadalupe–. Fue precisamente él, y no otro, quien lleva en su tilma la imagen de la Virgen: la Virgen de piel morena y rostro mestizo, sostenida por un ángel con alas de quetzal, pelícano y guacamayo; la madre capaz de tomar los rasgos de sus hijos para hacerlos sentir parte de su bendición”.

De esta manera, “pareciera que una y otra vez Dios se empecina en mostrarnos que la piedra que desecharon los constructores se vuelve la piedra angular”.

“La Madre de Dios es figura de la Iglesia y de ella queremos aprender a ser Iglesia con rostro mestizo, con rostro indígena, afroamericano, rostro campesino, rostro cola, ala, cacaxtle. Rostro pobre, de desempleado, de niño y niña, anciano y joven para que nadie se sienta estéril ni infecundo, para que nadie se sienta avergonzado o poca cosa”.

Por el contrario, “para que cada uno al igual que Isabel y Juan Diego pueda sentirse portador de una promesa, de una esperanza y pueda decir desde sus entrañas: ‘¡Abba!, es decir, ¡Padre!’ desde el misterio de esa filiación que, sin cancelar los rasgos de cada uno, nos universaliza constituyéndonos pueblo”, concluyó.

Este martes, a través de su cuenta de Twitter, el Papa Francisco también se refirió a la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe.

“Mirar la Guadalupana es recordar que la visita del Señor pasa siempre por medio de aquellos que buscan ‘hacer carne’ su Palabra”, aseguró el Santo Padre a través de @pontifex_es