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sábado, 10 de febrero de 2018

ESTO ES TODO LO QUE DEBE SABER SOBRE LA FAMOSA AGUA DE LOURDES


Esto es todo lo que debe saber sobre la famosa agua de Lourdes
Redacción ACI Prensa




El próximo 11 de febrero se celebrará la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes y la 26 Jornada Mundial del Enfermo, la cual fue celebrada por primera vez en Lourdes en 1993 tras ser instituida un año antes por San Juan Pablo II .

Por tal motivo, el Santuario de Lourdes detalló en su sitio web, todo lo que los peregrinos deben saber sobre el agua que brota de la gruta Massabielle (Francia) y cómo conseguirla; teniendo en cuenta los muchos milagros oficiales que están vinculados al uso del agua luego de ocurridas las apariciones de la Virgen María desde el año 1858.  

El jueves 25 de febrero de 1858 la Virgen María le dijo a Santa Bernardita: "vaya a beber y lavarse en la fuente".

“Lo cual es una invitación para todos los peregrinos hasta el día de hoy”, detalla el sitio web del Santuario de Lourdes.

“El agua de Lourdes no debe confundirse con agua bendita. Es un agua normal, ligeramente calcárea y comparable a cualquier otra agua de manantiales cercanos”, añade.

También se indica que ésta no tiene virtud térmica o propiedad específica: “es completamente independiente del río Gave de Pau y se conduce por unos canales hacia unos depósitos para alimentar los diferentes grifos y piscinas”.

“Aparentemente el medio más frecuente de las curaciones es el empleo del agua de la fuente, ya sea en aplicación directa, tomándola o bañándose en ella. La Iglesia Católica especifica que Dios cura a través de los elementos naturales y los sacramentos, con la ayuda de la Virgen María y la oración de los cristianos”, se indica.

Santa Bernardita Soubirous dijo en una ocasión: "esta agua es considerada como un medicamento... pero tienes que guardar la fe y orar: ¡esta agua no podría hacer nada sin fe!".

“El agua de Lourdes es también el signo del bautismo. Cada vez que alguien hace el gesto del agua, le da un nuevo significado a la vida. Un corazón purifica y se libera”, concluye el sitio web.

El agua de la gruta de Lourdes está a disposición de todos de forma gratuita. Además, puede ser enviada por correspondencia en envases plásticos y solo deberá abonarse los gastos del recipiente, embalaje y envío.

Cuando se solicite el agua se debe escribir la cantidad deseada y la dirección a donde debe ser enviada. Además, se debe adjuntar el dinero correspondiente colocando el dinero en la carta, como valor declarado.

Para realizar el pago desde América Latina se debe enviar el dinero en dólares o euros por giro postal. En este caso, escribir al dorso del giro el motivo del envío.

El Consejo del Santuario indica que la cantidad máxima de agua que se puede pedir por persona es de 2 litros.

Dirección para realizar el pedido:

Santuario de Lourdes
1 avenue Monseigneur Théas
65108 Lourdes Cedex (Francia)
Teléfono: +33 (0)5 62 42 78 78
Correo electrónico: lourdes.water@lourdes-france.com

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 10 DE FEBRERO 2018


Lecturas de hoy Sábado de la 5ª Semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, sábado, 10 de febrero de 2018



Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (12,26-32;13,33-34):

En aquellos días, Jeroboán pensó para sus adentros: «Todavía puede volver el reino a la casa de David. Si la gente sigue yendo a Jerusalén para hacer sacrificios en el templo del Señor, terminarán poniéndose de parte de su señor, Roboán, rey de Judá; me matarán y volverán a unirse a Roboán, rey de Judá.»
Después de aconsejarse, el rey hizo dos becerros de oro y dijo a la gente: «¡Ya está bien de subir a Jerusalén! ¡Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto!»
Luego colocó un becerro en Betel y el otro en Dan. Esto incitó a pecar a Israel, porque unos iban a Betel y otros a Dan. También edificó ermitas en los altozanos; puso de sacerdotes a gente de la plebe, que no pertenecía a la tribu de Leví. Instituyó también una fiesta el día quince del mes octavo, como la fiesta que se celebraba en Judá, y subió al altar que había levantado en Betel, a ofrecer sacrificios al becerro que había hecho. En Betel estableció a los sacerdotes de las ermitas que había construido. Jeroboán no se convirtió de su mala conducta y volvió a nombrar sacerdotes de los altozanos a gente de la plebe; al que lo deseaba lo consagraba sacerdote de los altozanos. Este proceder llevó al pecado a la dinastía de Jeroboán y motivó su destrucción y exterminio de la tierra.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 105, 6 7a. 19-20. 21-22

R/. Acuérdate de mí, Señor, 
por amor a tu pueblo

Hemos pecado con nuestros padres,
hemos cometido maldades e iniquidades.
Nuestros padres en Egipto
no comprendieron tus maravillas. R/.

En Horeb se hicieron un becerro,
adoraron un ídolo de fundición;
cambiaron su gloria por la imagen
de un toro que come hierba. R/.

Se olvidaron de Dios, su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en el pais de Cam,
portentos junto al mar Rojo. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del Evangelio según san Marcos (8,1-10):

Uno de aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Me da lástima de esta gente; llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos.»
Le replicaron sus discípulos: «¿Y de dónde se puede sacar pan, aqui, en despoblado, para que se queden satisfechos?»
Él les preguntó: «¿Cuántos panes tenéis?»
Ellos contestaron: «Siete.»
Mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos cuantos peces; Jesús los bendijo, y mandó que los sirvieran también. La gente comió hasta quedar satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil. Jesús los despidió, luego se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy sábado, 10 de febrero de 2018
José Luis Latorre, misionero claretiano


Queridos hermanos:

Nos cuenta Marcos que Jesús al ver tanta gente junto a sí que no tenía que comer dice: “Me compadezco de esta gente, ya llevan tres días junto a mí y no tienen que comer”. La mirada de Jesús ve al hombre en su necesidad real, material o espiritual. Y esta mirada nacida de la compasión se convierte en gesto, y éste en don para la vida del otro. Ante las situaciones de la gente sencilla Jesús tiene una mirada de compasión que le lleva a hacer suya esa realidad y a actuar para solucionarla. No es una compasión emocional y superficial (¡pobrecito, qué pena!), sino práctica que busca eficazmente una pronta y rápida actuación. La compasión de Jesús es fruto de ese amor a Dios que está en él y que le hace acercarse con sencillez y ternura al más necesitado. Es una compasión que no dilata la solución porque el bienestar de la persona es lo primero. Para Jesús la persona es lo primero de todo y lo más importante, ya que es muy consciente de que la gloria de Dios es que el hombre viva plenamente.

Jesús reparte los panes y los pececillos a través de los discípulos para darles a entender que las necesidades materiales son parte de su misión: la salvación que Dios quiere abarca al hombre entero –cuerpo y alma- y la evangelización a la que están llamados los discípulos debe satisfacer las necesidades espirituales y materiales. Un anuncio de la Palabra sin la práctica de la caridad no trasmita fielmente la enseñanza de Jesús, y una caridad que no nazca de la vivencia de la fe es pura filantropía y humanismo. La caridad cristiana es la concreción en obras de la fe. Santiago dice que una fe sin obras está muerta.

San Agustín tiene este pensamiento: “Dos amores han construido dos ciudades: el amor de Dios impulsado hasta el desprecio de uno mismo, ha construido la ciudad celeste; el amor a uno mismo, impulsado hasta despreciar a Dios, ha construido la ciudad terrena” (La ciudad de Dios XIV, 28). Y en otro libro: “De estos dos amores uno es puro e impuro el otro…Uno se muestra solícito en servir al bien común en vistas a la ciudad celeste, el otro está dispuesto a subordinar incluso el bien común a su propio poder en vistas a una dominación arrogante…Uno quiere para el prójimo lo que quiere para él, el otro quiere someter al otro  a sí mismo. Uno gobierna al prójimo para utilidad del prójimo, el otro por su propio interés” (De Genesi ad litteram, XI, 15,20).