Páginas

domingo, 25 de marzo de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 25 MARZO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
25 marzo



María Santísima siempre estuvo dispuesta a aceptar la voluntad del Señor. Ella siempre tenía la voluntad del Señor. Ella tenía siempre, no sólo en el fondo de su Corazón, sino también a flor de labios, el fiat, el hágase Señor tu voluntad, siempre y en todo; aun en aquellas cosas tan difíciles y en todo; aun en aquellas cosas tan difíciles de comprender, como el hecho de que sea ella la Madre del Redentor, permaneciendo siempre virgen.

Fue siempre María la humilde sierva del Señor; ella colaboró en todo y por todo con los planes salvadores del Señor; así debe ser el cristiano: un fiel hijo de Dios, puesto enteramente en sus manos para que en él y por él se realicen los planes que el Padre tiene sobre sus hijos los hombres.

En los planes de Dios, los hombre deben ser salvados por los hombres; Dios cuenta con nosotros, para que los otros hombres lleguen al conocimiento de Jesucristo; si fallamos, fallamos al plan de Dios.


P. Alfonso Milagro

DOMINGO DE RAMOS, SOLEMNIDAD LITÚRGICA, 25 MARZO


Domingo de Ramos
Solemnidad Litúrgica, 25 de marzo de 2018
Por: n/a | Fuente: ACI Prensa 




Solemnidad
Martirologio Romano: Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, cuando nuestro Señor Jesucristo, como indica la profecía de Zacarías, entró en Jerusalén sentado sobre un pollino de borrica, y a su encuentro salió la multitud con ramos de olivos.

El Domingo de Ramos abre solemnemente la Semana Santa, con el recuerdo de las Palmas y de la pasión, de la entrada de Jesús en Jerusalén y la liturgia de la palabra que evoca la Pasión del Señor en el Evangelio de San Marcos.

En este día, se entrecruzan las dos tradiciones litúrgicas que han dado origen a esta celebración: la alegre, multitudinaria, festiva liturgia de la iglesia madre de la ciudad santa, que se convierte en mimesis, imitación de los que Jesús hizo en Jerusalén, y la austera memoria - anamnesis - de la pasión que marcaba la liturgia de Roma. Liturgia de Jerusalén y de Roma, juntas en nuestra celebración. Con una evocación que no puede dejar de ser actualizada.

Vamos con el pensamiento a Jerusalén, subimos al Monte de los olivos para recalar en la capilla de Betfagé, que nos recuerda el gesto de Jesús, gesto profético, que entra como Rey pacífico, Mesías aclamado primero y condenado después, para cumplir en todo las profecías. .

Por un momento la gente revivió la esperanza de tener ya consigo, de forma abierta y sin subterfugios aquel que venía en el nombre del Señor. Al menos así lo entendieron los más sencillos, los discípulos y gente que acompañó a Jesús, como un Rey.

San Lucas no habla de olivos ni palmas, sino de gente que iba alfombrando el camino con sus vestidos, como se recibe a un Rey, gente que gritaba: "Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en lo alto".

Palabras con una extraña evocación de las mismas que anunciaron el nacimiento del Señor en Belén a los más humildes. Jerusalén, desde el siglo IV, en el esplendor de su vida litúrgica celebraba este momento con una procesión multitudinaria. Y la cosa gustó tanto a los peregrinos que occidente dejó plasmada en esta procesión de ramos una de las más bellas celebraciones de la Semana Santa.

Con la liturgia de Roma, por otro lado, entramos en la Pasión y anticipamos la proclamación del misterio, con un gran contraste entre el camino triunfante del Cristo del Domingo de Ramos y el Viacrucis de los días santos.

Sin embargo, son las últimas palabras de Jesús en el madero la nueva semilla que debe empujar el remo evangelizador de la Iglesia en el mundo.

"Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Este es el evangelio, esta la nueva noticia, el contenido de la nueva evangelización. Desde una paradoja este mundo que parece tan autónomo, necesita que se le anuncie el misterio de la debilidad de nuestro Dios en la que se demuestra el culmen de su amor. Como lo anunciaron los primeros cristianos con estas narraciones largas y detallistas de la pasión de Jesús.

Era el anuncio del amor de un Dios que baja con nosotros hasta el abismo de lo que no tiene sentido, del pecado y de la muerte, del absurdo grito de Jesús en su abandono y en su confianza extrema. Era un anuncio al mundo pagano tanto más realista cuanto con él se podía medir la fuerza de la Resurrección.

La liturgia de las palmas anticipa en este domingo, llamado pascua florida, el triunfo de la resurrección; mientras que la lectura de la Pasión nos invita a entrar conscientemente en la Semana Santa de la Pasión gloriosa y amorosa de Cristo el Señor.

QUE MARÍA NOS AYUDE A VIVIR BIEN LA SEMANA SANTA, EXHORTA EL PAPA FRANCISCO


Que María nos ayude a vivir bien la Semana Santa, exhorta el Papa
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)





Durante el rezo del Ángelus este Domingo de Ramos, el Papa Francisco hizo votos para que la Virgen María ayude a todos a vivir bien la Semana Santa de este 2018.

En sus palabras a los miles de fieles que estaban en la Plaza de San Pedro, el Pontífice expresó su deseo de que “María nos ayude a vivir bien la Semana Santa”.

“De ella aprendemos el silencio interior, la mirada del corazón, la fe amorosa para seguir a Jesús en el camino de la cruz que conduce a la luz gozosa de la Resurrección”, destacó.

Recordando luego la celebración del Sínodo de los Jóvenes en octubre de este año y la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se realizará en enero de 2019 en Panamá, el Papa exhortó a que “en este itinerario nos acompañe el ejemplo y la intercesión de María, la joven de Nazareth que Dios eligió como Madre de su Hijo”.

“Ella camina con nosotros y guía a las nuevas generaciones en su peregrinación de fe y de fraternidad”, continuó.

A través de su cuenta de Twitter, el Santo Padre animó a entrar “con Jesús en la Semana Santa para celebrar la Pascua con el corazón renovado por la gracia del Espíritu Santo”.

UN DÍA COMO HOY 25 DE MARZO SAN JUAN PABLO II PUBLICÓ SU ENCÍCLICA SOBRE LA VIRGEN MARÍA


Un día como hoy San Juan Pablo II publicó su encíclica sobre la Virgen María
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa







El 25 de marzo de 1987 San Juan Pablo II publicó su encíclica Redemptoris Mater (La Madre del Redentor), sobre la “bienaventurada Virgen María en la vida de la Iglesia peregrina”.

Al iniciar la encíclica, el Papa peregrino afirma que “la Madre del Redentor tiene un lugar preciso en el plan de la salvación, porque ‘al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, para que recibieran la filiación adoptiva. La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!’”.

El Pontífice explica que escribió la encíclica motivado por “la perspectiva del año dos mil”, en el que “el Jubileo bimilenario del nacimiento de Jesucristo orienta, al mismo tiempo, nuestra mirada hacia su Madre”.

El documento pontificio está dividido en tres partes: María en el Misterio de Cristo, La Madre de Dios en el centro de la Iglesia Peregrina y Mediación Materna.

Entre otros puntos, San Juan Pablo II resalta el papel crucial de la Virgen María en la vida de la Iglesia y el mundo; a partir de las reflexiones que hizo sobre ella el Concilio Vaticano II, el evento más importante de la historia eclesial en el siglo XX.

En la encíclica, el Papa Wojtyla se refirió a la especial celebración del Año Mariano que proclamó del 7 de junio de 1987 al 15 de agosto de 1988, como preparación para los dos mil años del nacimiento de Cristo.

El Santo Padre ha sido un gran enamorado de la Virgen María, a quien le dedicó su lema pontificio: Totus Tuus (Todo tuyo).

El Papa peregrino siempre agradeció a la Virgen María, en su advocación de Fátima, por haber sobrevivido al atentado que sufrió el 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro.

Puede leer la encíclica Redemptoris Mater  AQUÍ.