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martes, 8 de mayo de 2018

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 8 MAYO 2018


Lecturas de hoy Martes de la 6ª semana de Pascua
Hoy, martes, 8 de mayo de 2018



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (16,22-34):

EN aquellos días, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados ordenaron que les arrancaran y que los azotaran con varas; después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, él los cogió, los metió en la mazmorra y les sujetó los pies en el cepo.
A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los presos los escuchaban. De repente, vino un terremoto tan violento que temblaron los cimientos de la cárcel. Al momento se abrieron todas las puertas, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pero Pablo lo llamó a gritos, diciendo:
«No te hagas daño alguno, que estamos todos aquí».
El carcelero pidió una lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo y Silas; los sacó fuera y les preguntó:
«Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?»
Le contestaron:
«Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia».
Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa.
A aquellas horas de la noche, el carcelero los tomó consigo, les lavó las heridas, y se bautizó en seguida con todos los suyos; los subió a su casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta de familia por haber creído en Dios.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 137,1-2a.2bc.3.7c-8

R/. Señor, tu derecha me salva

Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti;
me postraré hacia tu santuario. R/.

Daré gracias a tu nombre
por tu misericordia y tu lealtad.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.

Tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R/.

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (16,5-11):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré.
Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado».

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy martes, 8 de mayo de 2018
 Aristóbulo Llorente cmf




      Cuando el líder de un grupo se va, desaparece, a veces los miembros del grupo se quedan desorientados, no saben qué hacer. Les falta la palabra que les indicaba hacia dónde caminar, a dónde dirigirse, que les señalaba el camino y los pasos que tenían que dar. En realidad, hay líderes que convierten a sus seguidores ne perpetuos niños, infantes, que necesitan de alguien que les guíe. Los seguidores se sienten bien y seguros cuando tienen la palabra del líder cerca, cuando el líder les confirma continuamente que están en el buen camino. Los seguidores ya no miran el camino, no atienden a sus peligros, no les importa a dónde les lleva el camino. Lo importante, lo único importante es seguir al líder. Esto sucede en muchos grupos humanos. Piensen en los partidos políticos cuando desaparece el líder. Todos se quedan desorientados e inmediatamente se ponen a la búsqueda de un nuevo líder. Lo de menos, a veces, son las ideas o el proyecto. Lo importante es encontrar al líder que les lleve y les guíe. 

      Con Jesús no pasa eso. Porque lo último que quiere Jesús es que nos convirtamos en niños dependientes. El mensaje de Jesús, la buena nueva del Evangelio, requiere hombres y mujeres, adultos, libres y responsables, capaces de participar con su iniciativa y creatividad en la construcción del Reino, personas capaces de enfrentar los conflictos y situaciones complicadas que se encontrarán a lo largo de su vida siendo fieles al mismo tiempo al mandato del amor, el único mandato que nos dejó Jesús. 

      Por eso, Jesús se enfrenta a sus discípulos. Ellos se ponen tristes cuando les dice que se va a ir, que va a desaparecer, a irse definitivamente. No hay razón para la tristeza. El Espíritu les ayudará en el camino pero no les evitará tomar sus propias decisiones. El Espíritu les hará firmes en el amor pero no les dará soluciones prefabricadas. El Espíritu no les dictará un código de normas que se aplique de forma automática. Ellos serán los que tendrán que buscar el camino y tendrán que buscar soluciones y respuestas a los nuevos problemas que se irán encontrando. 

      Esto es lo que ha pasado en la Iglesia a lo largo de estos veinte siglos. El mundo ha cambiado mucho. Enfrentamos problemas nuevos y diferentes de aquellos a los que se enfrentó Jesús. El Espíritu nos ilumina pero es responsabilidad nuestra, de cada cristiano, responder a ellos desde el único mandato del amor. Así es como nos quiere Jesús, adultos, libres y capaces de responsabilizarnos de nuestras propias decisiones para ser fieles al mandato del amor.

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN


Oración a Nuestra Señora de Luján





Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra. Nuestra Señora de Luján, Patrona de nuestra Patria; hoy alzamos nuestros ojos y nuestros brazos hacia tí... Madre de la Esperanza, de los pobres y de los peregrinos, escúchanos...

Hoy te pedimos por Argentina, por nuestro pueblo. Ilumina nuestra patria con el sol de justicia, con la luz de una mañana nueva, que es la luz de Jesús. Enciende el fuego nuevo del amor entre hermanos.

Unidos estamos bajo la celeste y blanca de nuestra bandera, y los colores de tu manto, para contarte que: hoy falta el pan material en muchas, muchas casas, pero también falta el pan de la verdad y la justicia en muchas mentes. Falta el pan del amor entre hermanos y falta el pan de Jesús en los corazones.

Te pedimos madre, que extingas el odio, que ahogues las ambiciones desmedidas, que arranques el ansia febril de solamente los bienes materiales y derrama sobre nuestro suelo, la semilla de la humildad, de la comprensión. Ahoga la mala hierba de la soberbia, que ningún Caín pueda plantar su tienda sobre nuestro suelo, pero tampoco que ningún Abel inocente bañe con su sangre nuestras calles.

Haz madre que comprendamos que somos hermanos, nacidos bajo un mismo cielo, y bajo una misma bandera. Que sufrimos todos juntos las mismas penas y las mismas alegrías. Ilumina nuestra esperanza, alivia nuestra pobreza material y espiritual y que tomados de tu mano digamos más fuerte que nunca: ¡ARGENTINA! ¡ARGENTINA, CANTA Y CAMINA!

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 8 MAYO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
8 mayo



Déjate guiar también por el Espíritu de Dios, no ahogues en ti sus impulsos. En determinadas ocasiones sentirás la voz del Espíritu; sea en una comunión, recibida con algo más de detención de la acostumbrada y en la que te pusiste en diálogo amoroso con el Señor Sacramentado; sea en una meditación reposada en la que fuiste analizando tu situación espiritual frente al Evangelio; sea en alguna lectura de algún tema de espiritualidad, o en la conversación con un amigo, o en el intercambio de experiencias religiosas con tu grupo de hermanos cristianos; sea en cien otras ocasiones, podrás sentir en tu intimidad el deseo de una vida más perfecta, más cristiana, más apostólica... Es el Espíritu el que te está inspirando; no te hagas el sordo, no rechaces al Espíritu.



P. Alfonso Milagro

MAYO, MES DE MARÍA, DÍA 8


Décimo octavo día: Explicación de las letanías


Sedes sapientiae

Trono de sabiduría. María mostró, a todo lo largo de su vida un espíritu de sabiduría perfecta, porque representándonos en el momento en que el arcángel le anunció el misterio de la Encarnación ¿no percibimos una sublime sabiduría en el diálogo que sostuvo? La veremos en presencia del ángel ella, tímida por castidad como obediente por humildad, tan discreta en sus preguntas como sabia en sus respuestas. Finalmente, no descubriremos sino las huellas de una sabiduría admirable y consumada en todas sus acciones y palabras. Ella cargó en sus brazos la sabiduría substancial, al Verbo Encarnado.

Causa nostrae laetitiae

Causa de nuestra alegría. Fue en nuestra Redención, en la que cooperó María, que la Iglesia sacó el motivo para saludarla como la verdadera causa de nuestra alegría. En efecto, considerando la naturaleza humana caída por el pecado del estado primitivo de su creación, y a todos los hombres sometidos a la esclavitud del demonio y de la muerte; luego viendo viéndola restablecida en sus derechos por la Encarnación de Jesucristo, y a los hombres de esclavos del demonio, convertidos en hijos de Dios, ¿no se reconoce que María (le quien nació el Mediador que reconcilió a los hombres con Dios) que María nos procuró el más grande honor, y que debe ser, por consecuencia, la causa de nuestra mayor alegría?.

Ejemplo

El año 1749, una mujer virtuosa fue condenada a muerte por la acusación de su marido, hecha sobre falsas conjeturas que la hicieron pasar por culpable de infidelidad, siendo ella inocente. Recurrió a la gran Consoladora de los afligidos; lloró a los pies de la Santísima Virgen, la invocó, le encomendó insistentemente su inocencia, su honor y su vida; y esta Madre de Gracia, que nadie invoca nunca en vano, la tomó tan bien bajo su protección, que el verdugo no llegó a quitarle la vida, La tomó por muerta, luego de realizar su trabajo, pero luego de retirarla del patíbulo, algunas horas después de la ejecución, para llevarla a enterrar, mientras era llevada a la Iglesia, no sólo dio signos de vida, sino que se levantó, se arrojo a los pies de una imagen de la Santísima Virgen, publico en voz alta que ella era su liberadora, y que se le había aparecido durante la ejecución, para aumentar sus esperanzas y quitarle sus temores. Todos aquellos que fueron testigos bendijeron a la Madre de misericordia y renovaron su confianza en su bondad.

En las aflicciones, recurramos a María, ellas nos consolará y pondrá en nuestro corazón la alegría cristiana.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa