Páginas

martes, 12 de junio de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 12 JUNIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
12 junio



Jesús se fija en el más desamparado , en el más necesitado, en el imposibilitado de socorrerse a sí mismo: en el pobre.

La mirada de Jesús penetra lo más íntimo del corazón. Lo descubre todo, pero prefiere que seamos nosotros quienes le descubramos nuestras intimidades. El deseo de curarnos lo tiene él más que nosotros, pero no nos quiere curar hasta que nosotros lo deseemos y se lo pidamos. Esta es la razón de ser de la oración.


P. Alfonso Milagro

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, 12 JUNIO


Nardo del 12 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, escarnecido por nuestros pecados!

Meditación: Señor…en la oscuridad del Getsemaní, la Luz de Tu Presencia. Señor…que sentías en aquella brisa fría la cercanía de Tu agonía. Señor…te veo arrodillado y orando, Tu respiración se acelera…puedo sentir el dolor de Tu Corazón, de ese Corazón que en ese instante sintió todos los pecados, los más sucios, los más inmundos, los cometidos y por cometer. Señor, allí Tu Corazón se atravesó. Pobre Mi Señor, el Puro, el Santo, soportando y sintiendo cada pecado. Señor…estás llorando…Sangre. Señor, de Tu Santa Frente cual pequeños rubíes gotas de Sangre caen. ¡Oh Señor perdón!, perdón por las espinas de mis pecados y las de mis hermanos, perdón Señor porque continuamos tu martirio…perdón Padre porque a pesar de habérnoslo dado, al Sacrificio de Tu Hijo lo hemos olvidado.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Trabajemos con humildad haciendo un examen de conciencia, recordando y meditando los pecados capitales: soberbia, vanidad, avaricia, gula, lujuria, envidia, ira.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 12 JUNIO 2018


Lecturas de hoy Miércoles de la 10ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, miércoles, 13 de junio de 2018


Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (18,20-39):

En aquellos días, el rey Ajab despachó órdenes a todo Israel, y los profetas de Baal se reunieron en el monte Carmelo. Elías se acercó a la gente y dijo: «¿Hasta cuándo vais a caminar con muletas? Si el Señor es el verdadero Dios, seguidlo; si lo es Baal, seguid a Baal.» 
La gente no respondió una palabra. Entonces Elías les dijo: «He quedado yo solo como profeta del Señor, mientras que los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta. Que nos den dos novillos: vosotros elegid uno; que lo descuarticen y lo pongan sobre la leña, sin prenderle fuego; yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña, sin prenderle fuego. Vosotros invocaréis a vuestro dios, y yo invocaré al Señor; y el dios que responda enviando fuego, ése es el Dios verdadero.» 
Toda la gente asintió: «¡Buena idea!» 
Elías dijo a los profetas de Baal: «Elegid un novillo y preparadlo vosotros primero, porque sois más. Luego invocad a vuestro dios, pero sin encender el fuego.»
Cogieron el novillo que les dieron, lo prepararon y estuvieron invocando a Baal desde la mañana hasta mediodía: «¡Baal, respóndenos!» 
Pero no se oía una voz ni una respuesta, mientras brincaban alrededor del altar que habían hecho. 
Al mediodía, Elías empezó a reírse de ellos: «¡Gritad más fuerte! Baal es dios, pero estará meditando, o bien ocupado, o estará de viaje; ¡a lo mejor está durmiendo y se despierta!» 
Entonces gritaron más fuerte; y se hicieron cortaduras, según su costumbre, con cuchillos y punzones, hasta chorrear sangre por todo el cuerpo. Pasado el mediodía, entraron en trance, y así estuvieron hasta la hora de la ofrenda. Pero no se oía una voz, ni una palabra, ni una respuesta.
Entonces Elías dijo a la gente: «¡Acercaos!» 
Se acercaron todos, y él reconstruyó el altar del Señor, que estaba demolido: cogió doce piedras, una por cada tribu de Jacob, a quien el Señor había dicho: «Te llamarás Israel»; con las piedras levantó un altar en honor del Señor, hizo una zanja alrededor del altar, como para sembrar dos fanegas; apiló la leña, descuartizó el novillo, lo puso sobre la leña y dijo: «Llenad cuatro cántaros de agua y derramadla sobre la víctima y la leña.» Luego dijo: «¡Otra vez!» Y lo hicieron otra vez. Añadió: «¡Otra vez!» Y lo repitieron por tercera vez. El agua corrió alrededor del altar, e incluso la zanja se llenó de agua.
Llegada la hora de la ofrenda, el profeta Elías se acercó y oró: «¡Señor, Dios de Abrahán, Isaac e Israel! Que se vea hoy que tú eres el Dios de Israel, y yo tu siervo, que he hecho esto por orden tuya.
Respóndeme, Señor, respóndeme, para que sepa este pueblo que tú, Señor, eres el Dios verdadero, y que eres tú quien les cambiará el corazón.» 
Entonces el Señor envió un rayo que abrasó la víctima, la leña, las piedras y el polvo, y secó el agua de la zanja. Al verlo, cayeron todos sobre su rostro, exclamando: «¡El Señor es el Dios verdadero! ¡El Señor es el Dios verdadero!»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 15

R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti

Protégeme, Dios mío, 
que me refugio en ti;
yo digo al Señor: 
«Tú eres mi bien.» R/.

Multiplican las estatuas de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios. R/.

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,17-19):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos.» 

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 13 de junio de 2018
CR


Queridos hermanos:

El texto del libro de los Reyes es, tal vez, al más grandioso alegato de la lucha del profetismo, encarnado en Elías, contra la idolatría, la tentación permanente de Israel. Sorprende la desproporción de fuerzas (un profeta de Yahvé contra 400 de Baal), pero también la enorme seguridad con la que actúa Elías. Él mismo propone el desafío, se comporta con un aplomo que roza la temeridad, no se ahorra, siquiera, el sarcasmo contra el dios pagano, a pesar de que de parte de este último está todo el poder de tejas abajo. ¿Qué creyente se atrevería hoy día a lanzar un desafío de estas características? ¿No ha callado, acaso Dios, en tiempos pasados y recientes, cuando los creyentes le invocaban mientras eran perseguidos y masacrados? Además, la fuerte “desmitificación” de la fe lleva con frecuencia a “interpretar” estos textos, de manera que nos cuidamos muy mucho de poner a prueba a Dios con semejantes retos… El caso es que en tiempos de la Unión Soviética no fue infrecuente que en las escuelas se plantearan desafíos similares, aunque en sentido inverso. Se invitaba a los niños que se confesaban creyentes a pedir a Dios que les mandara caramelos. Naturalmente, el silencio era la estruendosa respuesta. Después los niños soviéticos (los pioneros) invocaban a Stalin en el mismo sentido, y ni que decir tiene que desde el techo llovían las golosinas. 

El hecho es que, sin que podamos saber hasta el final el fondo histórico del episodio de Elías, su lección es clara e inequívoca: es preciso adorar sólo a Dios, y no ceder ni un milímetro ante toda forma de idolatría (y hoy día los baales son muchos y variados), aun a riesgo de la propia vida, un riesgo que el mismo Elías había asumido.

También Jesús ha sumido ese compromiso, y no sólo como riesgo, sino como la realidad de una vida entregada por amor hasta el extremo. Sus palabras en el Evangelio de hoy deben entenderse en este sentido. No resuelven una cuestión legal ni de mera interpretación de la ley. Jesús ha venido a dar plenitud a la ley, a llevarla a su perfección. Y esa perfección es la ley y el mandamiento del amor. Y el amor no es una actitud genérica, “global”, sin matices. Al contrario, el que ama de verdad está atento también a los pequeños detalles, a esos que no parecen importantes, pero en los que se decide habitualmente nuestra vida, y en la que el ser humano se hace grande. Porque sólo amando en lo pequeño (y a los pequeños) como Jesús, es posible prepararse para los grandes momentos, para las grandes gestas, como la de Elías frente a los falsos profetas de Baal, como la de Jesús ante su misterio Pascual.

En definitiva, los niños creyentes de las escuelas soviéticas no recibieron caramelos, pero no se inclinaron ante el ídolo, en este caso de acero, salvaron su dignidad, y dieron un testimonio más valioso que, incluso, el del gran profeta Elías.