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lunes, 9 de julio de 2018

100 MIL PERSONAS PEREGRINAN A LA VIRGEN DE CZESTOCHOWA, POLONIA


100 mil peregrinan a la Virgen de Czestochowa, advocación amada por San Juan Pablo II
Redacción ACI Prensa





Una multitud de más de 100 mil fieles peregrinó al santuario mariano de Jasna Gora, hogar de la Virgen de Czestochowa en Polonia, una querida advocación de San Juan Pablo II.


 100,000 pilgrims participated in the pilgrimage of Radio Maryja to Jasna Gora. Among them also the Prime Minister of the Republic of Poland, Mateusz Morawiecki: #JasnaGora has always been the Spiritual Capital of Poland.


Los fieles participaron así de la 27° peregrinación de la Familia de Radio María bajo el lema “Polonia es un amor resucitado” y asistieron este domingo 8 de julio en explanada del santuario mariano de Jasna Gora a la Misa presidida por el Cardenal Zenon Grocholewski, Prefecto Emérito de la Congregación para la Educación Católica.

En su homilía, el Cardenal explicó que “el hombre esclavizado internamente es incapaz de controlarse a sí mismo, por encima de sus fallas. Está limitado en la posibilidad de hacer el bien, en la realización de valores reales. Una persona internamente libre es la que puede elegir y perseguir un bien objetivo, independientemente de las condiciones en las que esté”.


En ese sentido, informa el sitio web de la Iglesia en Polonia, cuestionó: “¿Es tan difícil ver el mal en nuestro país que es causado precisamente por esta esclavitud en el campo moral y la regla de poder? Lo peor es que, en la actualidad, esta esclavitud moral a menudo se defiende como algo bueno, como derecho subjetivo, y se favorece. Esta no es la forma de construir un bien. Este no es el camino a la felicidad real. Este no es el camino hacia el progreso real”.

El purpurado polaco resaltó luego que “una nación muere cuando corrompe su espíritu. La nación crece cuando su espíritu se purifica más y más. Ninguna fuerza puede destruirlo".


El Prefecto Emérito destacó además que la Virgen María ayuda a las personas a “liberarse de la esclavitud, a usar la libertad solo para realizar el amor bueno y auténtico. (…) Madre de nuestra nación, ruega por nosotros. El cetro de tu reinado es el corazón de madre. ¡Gracias por eso!”.


Tras recordar que San Juan Pablo II decía que en el santuario de Jasna Gora late el corazón de la nación polaca, el Cardenal recordó que “María nos acerca a Cristo, quien es el camino, la verdad y la vida”.

“Aquí nuestro amor se fortalece, las heridas de nuestras almas sanan, los corazones se vuelven más amorosos, las buenas resoluciones y las iniciativas inspiradas en la sabiduría de Dios nacen, el perdón y la oración se liberan para aquellos que nos persiguen”.

El purpurado polaco subrayó asimismo que en el santuario de Jasna Gora “sentamos las bases para construir un bien basado en la verdad en nuestros corazones y mentes. Por eso volvemos más ricos en espíritu, más fuertes y abiertos a las necesidades reales de los tiempos modernos”.

DESCRIPCIÓN DEL LIENZO DE NUESTRA SEÑORA DEL CHIQUINQUIRÁ


Descripción del Lienzo de Nuestra Señora del Chiquinquirá
Fuente: aciprensa




El lienzo, está pintado al temple, sobre una tela de algodón, tejida por los indígenas. Tiene 1.13 metros de alto por 1.26 de ancho.
Son tres las imágenes: la Virgen del Rosario (1.05 de alto), en el centro, mirando un poco a la izquierda; San Antonio de Padua (1.04 de alto),  vuelto hacia la Virgen; y San Andrés apóstol (0.90 de alto,) a la izquierda un poco inclinado hacia el centro.

La Virgen esta en elegante disposición, de pie sobre la media luna. Lleva sobre la cabeza una toca blanca, que dejándole descubierto el rostro y el cuello, cae por los lados, viniendo a recogerse sobre el pecho en bien sombreados dobleces. La túnica es rosada; el manto azul celeste cobija los hombros, y baja con natural elegancia a la rodilla saliente; vuelve a plegarse bajo el brazo derecho; llega hasta al izquierdo que sustenta al niño, casi desnudo, y pasando un tanto bajo los pies de este y la mano de la Virgen, aparenta estar sosteniendo, cayendo suavemente las orillas, expresión que da a la Señora la actitud de ir andando.

Un Rosario cuelga del dedo del meñique de la mano izquierda de la Virgen, y en su diestra tiene un cetro que se apoya suavemente sobre la rodilla del Niño, y va inclinándose hacia el hombro derecho.

El Niño suelta de la mano izquierda un pequeño rosario, y sustenta con los dedos pulgar e índice de la derecha un cordelito al que está atado un pajarito policromado, que  viene a quedar sobre el pecho de Nuestra Señora.

San Andrés es de aspecto grave y majestuoso; en la mano derecha lleva un  libro abierto, en el que está leyendo; el brazo izquierdo pasa por el ángulo superior de la cruz aspada, que se apoya en el suelo y sube más arriba de la cabeza del santo. La túnica es rosada, y el manto purpureo, que bajando hasta la mitad del cuerpo, forma pliegues muy naturales. Tiene los pies descalzos.

San Antonio va sencillamente vestido con su hábito azul caído; lleva calada la capucha, y sobre un  libro que lleva cerrado sobre la mano izquierda, está de pie un Niño Jesús desnudo que sustenta en la mano izquierda un mundo que bendice con la diestra. Entre el brazo derecho y el libro sostiene el santo el lirio, que en forma de palma va a descansar sobre el hombro derecho. No lleva sandalias.

A primera vista se descubre los vestigios de las goteras que corrieron sobre la pintura. Destácase la Virgen grave, serena, majestuosa, toda rodeada  de un iris de resplandores  muy agradables. La modesta actitud de la Santísima Virgen, su indefinible sonrisa, sus ojos entre cerrados, la revisten de una dulzura inefable y conmovedora. Las imágenes impresas a corta distancia, resaltan a distancia con tal perfección y viveza de colores que encantan, y mueven el corazón y los sentidos a un santo recogimiento. Fenómeno singular que no ha dejado de ser ponderado por los muchos que se han detenido a contemplarlo.

El cuadro está adornado con las coronas y el cetro;  los dos rosario de Nuestra Señora y de su Niño; veintisiete escudos en oro, de la santa sede de la Provincia Dominicana de Colombia, y de las Diócesis Nacionales. Rodean el sagrado lienzo treinta semicircunferencias de plata. Y alrededor esta engarzado un  gran rosario de plata y dos gigantescas rosas del mismo metal.

Un fuerte cristal protege la pintura desde 1987. Entre nubes y rayos de plata dorada aparece el cuadro suspendido bajo el templete de su trono de mármol

VIRGEN DEL CHIQUINQUIRÁ, PATRONA DE COLOMBIA, 9 JULIO


Virgen del Chiquinquirá
Patrona de Colombia
9 julio



El encargo era pintar la Virgen del Rosario, pero como sobraba tela a los lados, pintaron al lado derecho de la Virgen a San Antonio (Patrono de Dn Antonio de Santana) y al lado izquierdo a San Andrés (Apóstol del Hmno. Andrés) este santo tiene a su lado la cruz en que lo crucificaron (en forma de X) y San Antonio lleva sobre un libro al Niño Jesús (porque se dice que se le aparecía el Divino Niño). El cuadro es colocado en la Capilla de Sutamarchán pero como el techo es de paja, poco a poco empiezan a caer goteras, y unos años después la pintura está casi totalmente borrada.

En 1578 el cuadro está tan borroso y deteriorado que el Párroco, P. Leguizamón, lo hace quitar del altar y lo envía a una finca que el Sr. Santana tiene en Chiquinquirá, finca llamada "Aposentos" palabra que significa "casa grande para dar alojamiento a indios y campesinos). En 1585 llega de España una sencilla mujer, llamada María Ramos, familiar de la esposa de Don Antonio de Santana y se va a trabajar como doméstica a la casa de ellos en Chiquinquirá.

Allí en el ranchejo que hace de Capilla encuentra María Ramos el cuadro que en 1578 había sido quitado de la Capilla de Sutamarchán por estar demasiado viejo y borrado, pero ahora si que es cierto que está deteriorado. Todo es agujero y mugre.

La piadosa mujer lo observa y al ser informada de que en un tiempo fué una imagen de la Sma. Virgen, pero que por estar ya tan en mal estado se ha empleado para poner semillas a secar al sol, se dedica a quitarle el polvo y la mugre y lo cuelga en una especie de marco. María Ramos pasa largos ratos de rodillas allí ante el borroso cuadro pidiendo a la Virgen que la consuele porque extraña su casa y su patria, y rogándole que por favor se digne hacerse un poco más visible porque allí en aquella tela casi no se notaba nada.

Pasan los meses, y María Ramos suplicaba: "Rosa del cielo ¿cuándo te pondremos contemplar bien?".

La Renovación: Dice la crónica de aquel tiempo: así las cosas el día 26 de diciembre de 1586, a eso de las 9 de la mañana pasaba una india cristiana llamada Isabel que llevaba en la mano a su hijo de 4 años llamado Miguel y al pasar por frente a la Capilla le dijo: "Madre mía, mire a la Madre de Dios que está en el suelo" volvió la india hacia el altar y vió como la imagen de la Madre de Dios estaba en el suelo despidiendo de si un resplandor celestial que inundaba toda la Capilla. Quedó asombrada la india y muy despavorida le dijo en altas voces a María Ramos: "mire señora que la Madre de Dios se ha bajado del sitio donde estaba y parece que se está quemando".

Volvió María Ramos el rostro y vió que la imagen de la Sma. Virgen estaba de la manera que decía la india y admirada de ver tan estupendo portento, llena de asombro y pasmo, dando goces y derramando lágrimas fué corriendo hasta el sitio donde estaba la imagen y arrodilándose se quedó mirándola y rezándole con gran fe y devoción.

A los clamores de María Ramos y de la india, acudió Juana de Santana, y juntas, las tres piadosas mujeres, postradas de rodillas estuvieron largo rato contemplando gozosas aquellos resplandores de Gloria que llenaban de luz la Capilla y de alegría los corazones.

Y sigue diciendo la crónica de aquel tiempo: "Estaba la milagrosa imagen en el suelo recostada e inclinada hacia el altar en el mismo sitio en el que acostumbraba hacer oración María Ramos. La pintura se había vuelto tan renovada y de celestiales colores y que era una gloria el verla. Cesaron los resplandores que despedía la milagrosa imagen de la madre de Dios y después de un rato, con respeto y devoción levantaron de aquel sitio el milagroso cuadro y lo colocaron en el puesto que había ocupado antes, sobre el altar.

"Apenas estuvo colocado el cuadro en su sitio, llegaron otro tanto de mujeres del servicio y viendo la bendita imagen en aquella hermosura nunca vista y con el rostro tan encendido, renovada de colores toda la imagen, se quedaron asombradas y postrándose de rodillas todos los presentes hicieron adoración y todo aquel día estuvo llena de gente la humilde Capilla, pues muchos venían a dar gracias a Dios y a contemplar la maravillosa imagen y la celestial hermosura que se ve al presente.

La fama de tan impresionante suceso corrió rápidamente por todo el vecindario. Indios y españoles comenzaron a acudir de todos los alrededores, y en un par de meses todo el territorio del virreinato Nueva Granada, estaba informado el acontecismo, y los milagros empezaron a duplicarse.

A los 15 días llegó el párroco de Sutmarchán a comprobar el hecho. Se quedó admirado de la renovación milagrosa. Habiendo reverenciado a la Virgen con mucha devoción, llamó a los testigos que habían presenciado la Renovación y ante un escribano les hizo hacer declaraciones juramentadas de lo que habían visto, con todos sus detalles. Todos declararon bajo la gravedad del juramento lo que acabamos de narrar, y el 10 de enero de 1587 en sobre cerrado y sellado fueron enviadas estas declaraciones al Arzobispo de Santa Fe de Bogotá.

El Sr. Arzobispo ante la noticia de que de todas partes se dirigen peregrinos a rezar ante el famoso cuadro, envía a unos investigadores especiales a indagar todos los detalles y después de mil averiguaciones, los especialistas concluyen que lo acontecido es algo excepcional, algo divino. Entonces el Sr. Arzobispo en persona se va a visitar el cuadro y no le queda más que repetir las palabras que dijo Jacob en la Biblia: "Verdaderamente Dios está en este sitio, y yo no lo sabía" (Gn. 28, 16).

Las gentes acudían de todas la regiones y la Madre bendita comenzó a obrar curaciones y conversiones en favor de devotos. Pero el milagro más grande y más frecuente que la Virgen de Chiquinquirá hace a sus devotos es la de la Conversión, que dejen su vida de pecado y empiecen una vida como Dios la desea.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 9 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
9 julio


Jesús es el indefinible, porque abarca y comprende todas las realidades humanas y divinas.

Así prefirió no responder con palabras, sino con hechos y después de curar enfermos, dar vida a los ciegos echar los espíritus malignos de los poseídos, les dice a los enviados de Juan: Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído.

Jesús se define por su obrar, su respuesta son las obras.

El testimonio de las obras será una característica del auténtico discípulo de Jesús; cuando a él le pregunten quién es, deberá responder como su Maestro: "Miren lo que hago, cómo vivo, de qué manera obro y así podrán deducir si mi misión es la de Jesús o no."


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 8 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
8 julio



Dice el Señor Jesús en su Evangelio que el que no se niega a sí mismo no puede ser mi discípulo; y negarse a sí mismo es destruir en sí mismo el propio egoísmo; y esto es posibilitar la construcción de Dios en sí mismo.

Por eso el darse es algo tan sublime y tan meritorio. Por eso es tan difícil. Difícil, he dicho, pero no imposible.

Ahora bien, pretender solamente lo posible y lo fácil es condenarse a la mediocridad; en cambio, el que ama, el que ama de veras, no reconoce ni límites, ni fronteras, ni dificultades, ni imposibles. Algo exagerada, pero muy sabia aquella afirmación: "hacer lo que es posible, lo hacen hasta los tontos; esforzarse por hacer hasta lo imposible, es propio sólo de los que aman".

Tenemos en Cristo nuestro mejor modelo: él se dio a sí mismo por nosotros y se dio sin límites ni retaceos y, porque se dio así, consiguió nuestra redención y la gloria del Padre.


P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 9 JULIO 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 14ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 9 de julio de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Oseas (2,16.17b-18.21-22):

Así dice el Señor: «Yo la cortejaré, me la llevaré al desierto, le hablaré al corazón. Y me responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que la saqué de Egipto. Aquel día –oráculo del Señor–, me llamará Esposo mío, no me llamará ídolo mío. Me casaré contigo en matrimonio perpetuo, me casaré contigo en derecho y justicia, en misericordia y compasión, me casaré contigo en fidelidad, y te penetrarás del Señor.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 144

R/. El Señor es clemente y misericordioso

Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R/.

Una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas. R/.

Encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias. R/.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,18-26):

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un personaje que se arrodilló ante él y le dijo: «Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, ponle la mano en la cabeza, y vivirá.» 
Jesús lo siguió con sus discípulos. Entretanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto, pensando que con sólo tocarle el manto se curaría. 
Jesús se volvió y, al verla, le dijo: «¡Ánimo, hija! Tu fe te ha curado.» Y en aquel momento quedó curada la mujer.
Jesús llegó a casa del personaje y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo: «¡Fuera! La niña no está muerta, está dormida.» 
Se reían de él. Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano, y ella se puso en pie. La noticia se divulgó por toda aquella comarca.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 9 de julio de 2018
 CR


Queridos amigos:

¿Timidez o inhibición? ¿Respeto o indiferencia? ¿Prudencia o desinterés? O, dicho de otra manera: ¿por qué no “tocamos” la realidad? ¿Por qué no “entramos en contacto” con la gente?

En medio de la multitud, una mujer le toca el manto y queda curada. En medio del alboroto del duelo funerario, Jesús toca a la niña y le da la vida. En medio de nuestra vida ajetreada ¿cuántos “toques cariñosos”, cuantos “contactos que dan vida” realizamos al cabo del día?

También nosotros estamos acostumbrados a tocar, en entrar en contacto. Pero habitualmente lo hacemos con aquellas realidades que nos son agradables, conocidas. Nos cuesta más “tocar” a otros, a los que no son de nuestro círculo; y, sobre todo, nos cuesta mucho “dejarnos tocar” por ellos, por los pobres, por los que no nos van a aportar cariño o satisfacción inmediata con su abrazo.

Jesús entra en contacto con los excluidos de la sociedad, con los leprosos, con los abandonados. Nosotros mantenemos una “prudente distancia” con aquellas situaciones o personas que nos pueden alterar la vida, que nos pueden complicar la existencia. ¿Qué mejor forma de comunicar la vida que llevamos dentro que “entrar en contacto” con los que más necesitan un gesto de cariño, una palabra de vida, un abrazo de consuelo o de ánimo?

Que la inhibición, la indiferencia o el desinterés no nos impidan tocar la realidad, entrar en contacto con las personas. Daremos vida, como Jesús en este Evangelio. Y recibiremos vida, como la mujer enferma, porque en los necesitados también encontraremos la fuerza de la Gracia, si sabemos llegar hasta ella.