Páginas

jueves, 27 de diciembre de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 27 DE DICIEMBRE



LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
27 de Diciembre



Creo que en estos días de Navidad todos deseamos en lo más recóndito de nuestro corazón que siempre sea Navidad: los niños por sus juguetes, los comerciantes por sus ventas, los adultos por el ambiente de alegría que respiran en sus hogares.

Y sin embargo, podemos decir con verdad que eso está en nuestras manos, que somos nosotros los que tenemos la virtud de hacer que todos los días sean Navidad, todos los días del año; y entonces, ¡qué hermoso sería el año entero!


P. Alfonso Milagro

PAPA FRANCISCO: HOY MUCHOS JÓVENES DAN LA VIDA POR JESÚS Y NO SON NOTICIA


Hoy muchos dan la vida por Jesús y no son noticia, dice el Papa Francisco
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa


El Papa Francisco recordó que actualmente también hay mártires y no son noticia. Así lo indicó en un breve mensaje compartido este 26 de diciembre, fiesta de San Esteban, primer mártir de la Iglesia, a través de su cuenta de Twitter @pontifex.

“La Iglesia crece con la sangre de los mártires, hombres y mujeres que dan su vida por Jesús. Hoy hay muchos, pero no son noticia”, se lee en su cuenta de esta red social.

Previamente en el rezo del Ángelus el Santo Padre destacó que San Esteban imitó a Jesús hasta el punto del martirio y además “no maldice a sus perseguidores, sino que reza por ellos: dobló las rodillas y gritó a gran voz: ‘Señor, no los culpes por este pecado’”.


“Estamos llamados a aprender de él a perdonar, a perdonar, siempre -y no es fácil hacerlo, todos los sabemos- el perdón alarga el corazón, genera compartida, dona serenidad y paz”, insistió el Papa.

En otra ocasión, en la Audiencia General del 28 de junio, el Santo Padre aseguró que la esperanza cristiana es la fuerza de los mártires.

“Los mártires no viven para sí, no combaten para afirmar sus propias ideas, y aceptan deber morir sólo por fidelidad al Evangelio. El martirio no es ni siquiera el ideal supremo de la vida cristiana, porque sobre ello está la caridad, es decir, el amor hacia Dios y hacia el prójimo. Lo dice bien el Apóstol Pablo en el himno a la caridad, es decir el amor hacia Dios y hacia el prójimo”, explicó el Papa.


Además, el Pontífice aseguró que actualmente hay “más de los mártires de los primeros tiempos” y rezó para que “Dios nos done siempre la fuerza de ser sus testigos. Nos done vivir la esperanza cristiana sobre todo en el martirio escondido de hacer bien y con amor nuestros deberes de cada día”.

En este sentido, el Papa Francisco dijo también en la Misa celebrada en la Casa Santa Marta el 11 de diciembre que a los mártires que entraban al Coliseo cantando y rezó por los mártires de hoy “pienso en los valientes trabajadores coptos asesinados en la playa de Libia, degollados, que morían diciendo: ‘¡Jesús, Jesús!’. Tenían ese consuelo en su interior, alegría en el momento del martirio”.

De este modo, el Santo Padre resaltó que “el estado habitual del cristiano debe ser el consuelo, que no es lo mismo que el optimismo, no: el optimismo es otra cosa. Se habla de personas luminosas, positivas: la positividad, la luminosidad del cristiano es el consuelo”.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 27 DE DICIEMBRE 2018


Lecturas de hoy San Juan. Apóstol y evangelista
Hoy, jueves, 27 de diciembre de 2018



Primera lectura
Comienzo de la primera carta del apóstol san Juan (1,1-4):

Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos: la Palabra de la vida (pues la vida se hizo visible), nosotros la hemos visto, os damos testimonio y os anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y se nos manifestó. Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos, para que estéis unidos con nosotros en esa unión que tenemos con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto, para que nuestra alegría sea completa.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 96,1-2.5-6.11-12

R/. Alegraos, justos, con el Señor

El Señor reina, la tierra goza, 
se alegran las islas innumerables. 
Tiniebla y nube lo rodean, 
justicia y derecho sostienen su trono. R/.

Los montes se derriten como cera 
ante el dueño de toda la tierra; 
los cielos pregonan su justicia, 
y todos los pueblos contemplan su gloria. R/.

Amanece la luz para el justo, 
y la alegría para los rectos de corazón. 
Alegraos, justos, con el Señor, 
celebrad su santo nombre. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (20,2-8):

El primer día de la semana, María Magdalena echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy jueves, 27 de diciembre de 2018
José María Vegas, cmf


Testigos de lo que hemos visto y oído

Martirio significa testimonio, y ese testimonio puede exigir en ocasiones el sacrificio de la propia vida. Pero esta forma de testimonio extremo no es lo frecuente. Y, sin embargo, el cristiano, que ha reconocido la presencia del Mesías en el niño nacido en Belén, tiene que estar siempre dispuesto a llegar a ese extremo. El discípulo amado, que la tradición ha identificado con el evangelista San Juan, nos enseña un camino de testimonio radical, que no llega al derramamiento de sangre, pero que no implica una entrega menor de la propia vida. El ver, oír y palpar con las propias manos indican una extraordinaria cercanía a Cristo. Y se trata de un ver, oír y palpar la Palabra que se ha hecho carne. El primer paso para poder dar un testimonio vital y radical es acercarse a esa Palabra, escucharla, contemplarla y ponerla en práctica. Son formas de oír, ver y tocar que están al alcance de todos nosotros, no sólo de lo que convivieron con el Jesús histórico. Haciéndolo así nos unimos, por medio de la tradición de toda la Iglesia, a los discípulos de primera hora, y participamos plenamente en su alegría. Se trata de la alegría de la Resurrección. Como aquellos primeros discípulos, oímos el testimonio de María Magdalena, corremos al sepulcro y somos capaces de ver en los signos de muerte el triunfo de la vida, de palpar, gracias a la fe, la victoria de la Resurrección.

Y así, los que hemos visto, oído y palpado no podemos no transmitirlo con palabras y con el testimonio de nuestra vida. El que da testimonio hoy es el discípulo amado, cuya identidad cierta sigue siendo un misterio. Pero ello nos permite a cada uno de nosotros ponernos en el lugar del discípulo amado, porque ¿qué hemos visto, oído y palpado, sino la manifestación del extremos amor de Dios, que se ha encarnado en la humanidad de Cristo, nacido en Belén, y ha entregado su vida en la cruz y resucitado para la salvación de todos?

Saludos cordiales, 
José M. Vegas CMF