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martes, 5 de mayo de 2020
EL PAPA FRANCISCO EXPLICA 5 ACTITUDES QUE IMPIDEN SEGUIR A JESÚS
El Papa Francisco explica 5 actitudes que impiden seguir a Jesús
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
Foto: Vatican Media
En la Misa celebrada en la capilla de la casa Santa Marta de este 5 de mayo, el Papa Francisco describió cinco actitudes que impiden a las personas seguir a Jesucristo y “formar parte del rebaño” del Buen Pastor.
En su homilía, el Santo Padre reflexionó en el pasaje del Evangelio de San Juan (10, 22-30) en la que los discípulos en el templo pidieron a Jesús que dijera abiertamente si era el Cristo y Él respondió: “las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí” y Jesucristo dijo, con la imagen del Buen Pastor y de las ovejas, que los discípulos no le creían porque no forman parte del rebaño.
En esta línea, el Pontífice destacó la duda de los discípulos y que Jesús les dijo: “no pueden creer porque no forman parte” y añadió: “hay una fe previa al encuentro con Jesús. ¿Cuál es este ‘formar parte’ de la fe de Jesús? ¿Qué es lo que me detiene en la puerta que es Jesús?”, cuestionó.
“Había actitudes previas a la confesión de Jesús, también para nosotros que somos en el rebaño de Jesús, antipatías previas, que no nos dejan ir hacia adelante en el conocimiento del Señor”, explicó.
Por ello, el Papa Francisco describió cinco actitudes que impiden a los discípulos de Jesús “formar parte del rebaño del Señor”.
Riqueza
El Santo Padre subrayó que la primera de todas es la riqueza y reconoció que “también muchos de nosotros que entramos por la puerta del Señor, nos detenemos y porque estamos encarcelados por las riquezas”, advirtió el Papa quien recordó que Jesucristo fue muy duro el tema de las riquezas. “Al punto de decir era más fácil un camello pasara por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos”.
“Las riquezas son un impedimento para ir hacia adelante”, señaló el Papa quien exhortó a “no ser esclavos de la riqueza, no vivir para las riquezas, porque las riquezas son un señor, son el señor de este mundo y no podemos servir a dos señores y las riquezas nos detienen”.
Rigidez
En segundo lugar, el Pontífice explicó que también algo que nos impide ir hacia adelante es la rigidez. “La rigidez del corazón, la rigidez en la interpretación de la ley” y recordó cuando Jesús en el Evangelio reprochó a los doctores de la ley “por esa rigidez, que no es fidelidad, la fidelidad es un regalo, la rigidez en cambio es una seguridad para si mismo”.
Y tras relatar una anécdota, el Santo Padre afirmó que “la rigidez nos aleja de la sabiduría de Jesús, de la belleza de Jesús, quita la libertad, y -alertó- muchos pastores hacen crecer esta rigidez en el alma de los fieles y esta rigidez no hace entrar por la puerta de Jesús. Es más importante observar la ley como está escrita, o como yo la interpreto, que la libertad de ir hacia adelante siguiendo a Jesús”.
Pereza
Luego, el Pontífice señaló que la pereza también “quita la voluntad para ir hacia adelante” y recordó el personaje de bíblico del hombre paralítico que estuvo 38 años esperando cerca de la piscina para ser curado. De este modo, el Papa alertó sobre ese se cansancio, sobre “la pereza que nos quita la voluntad de ir hacia adelante… que te hace tibio”.
Clericalismo
Posteriormente alertó que otra cosa impide ir hacia adelante es la actitud clericalista. “Es bastante fea la actitud clericalista. El clericalismo se coloca en el lugar de Jesús… Un clericalismo que quita la libertad de la fe de los creyentes. Es una enfermedad esta fea, en la Iglesia, la actitud clericalista”, reiteró.
Mundanidad
Finalmente, el Santo Padre insistió en que “otra cosa que nos impide ir hacia adelante para confesar a Jesús es el espíritu mundano, cuando la práctica de la ley concluye en mundanidad...” y animó a pensar “en la celebración de algunos Sacramentos, en algunas parroquias” en donde se puede percibir la mundanidad, pues “no se entiende bien la gracia, la presencia de Jesús”.
“Estas son las cosas que nos detienen para formar parte de las ovejas del rebaño de Jesús. Somos ovejas de todo esto… de ideologías, de formas de vida, falta la libertad, y no se puede seguir a Jesús sin libertad, pero a veces la libertad va más allá… podemos resbalar hacia la libertad, pero es peor resbalar antes de ir con estas cosas que impiden comenzar a ir”, advirtió el Papa.
Por este motivo, el Pontífice rezó para que “el Señor nos ilumine para ver en nuestro interior si existe la libertad de pasar por la puerta que es Jesús e ir más allá de Jesús para ser rebaño, para ser ovejas de su rebaño”.
Evangelio comentado por el Papa Francisco:
Juan 10:22-30
22 Se celebró por entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno. 23 Jesús se paseaba por el Templo, en el pórtico de Salomón.
24 Le rodearon los judíos, y le decían: «¿Hasta cuándo vas tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.»
25 Jesús les respondió: «Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí; 26 pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas.
27 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen. 28 Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano.29 El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. 30 Yo y el Padre somos uno.»
LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 5 DE MAYO
Los cinco minutos de María
Mayo 5
“No te pido, Madre, el don de las lágrimas, que es angustia disuelta ya en consuelo; que hay también un dolor del pensamiento que tiene una más clara austeridad.
Yo te pido esas claras ideas de mi indignidad, que son como las lentas lágrimas interiores del alma.
Mi corazón, Madre, es un vaso frágil y pequeño y no caben en él las cosas infinitas. Mi corazón está sucio y cansado de tanto amar las cosas; no me sirve para sentir tu angustia callada; para tu angustia, Señora, quiero reservar la intacta y serena amplitud de mi pensamiento” (José María Pemán)
Madre santa, santifica mi vida.
* P. Alfonso Milagro
LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 4 DE MAYO
4 de mayo
Madre mía, tú que estabas al pie de la cruz con un dolor tan inmenso, no te olvides de mí; yo me acerco a ti con el más lúcido amor y la más serena piedad y te doy gracias, dulce Señora del dolor sin llanto, porque nos has dejado el mejor aliento y consuelo para las horas de sequedad y aridez del espíritu.
Yo me llego a ti, Madre, con mi razón no turbada, seguro de que tú posarás sobre mí los tranquilos luceros de tus ojos.
Nada más sedante para las penas del alma que la mirada tierna y compasiva de María; por algo le pedimos en la Salve: "Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos"
Madre de misericordia, no te olvides de que somos tuyos.
LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MARTES 5 DE MAYO DE 2020
Lecturas de hoy Martes de la 4ª semana de Pascua
Hoy, martes, 5 de mayo de 2020
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (11,19-26):
EN aquellos días, los que se habían dispersado en la persecución provocada por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin predicar la palabra más que a los judíos. Pero algunos, naturales de Chipre y de Cirene, al llegar a Antioquía, se pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles la Buena Nueva del Señor Jesús. Como la mano del Señor estaba con ellos, gran número creyó y se convirtió al Señor.
Llegó la noticia a oídos de la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño, porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. Y una multitud considerable se adhirió al Señor.
Bernabé salió para Tarso en busca de Saulo; cuando lo encontró, se lo llevó a Antioquía. Durante todo un año estuvieron juntos en aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez los discípulos fueron llamados cristianos.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 86,1-3.4-5.6-7
R/. Alabad al Señor, todas las naciones
Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios! R/.
«Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí».
Se dirá de Sión: «Uno por uno
odos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado». R/.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí».
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti». R/.
Evangelio de hoy
Lectura del evangelio según san Juan (10,22-30):
SE celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón.
Los judíos, rodeándolo, le preguntaban:
«¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente».
Jesús les respondió:
«Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio de hoy martes, 5 de mayo de 2020
Óscar Romano, cmf
A la paz de Dios:
Era costumbre antigua que las fiestas se celebraran en invierno. En una cultura agrícola el verano quedaba marcado por las tareas de la recolección. No había tiempo para fiestas. Invierno: con su frío, sus días cortos, su todo parecer muerto, reclamaba también su día de fiesta. Para acabar con la rutina, para renacer esperanzas, para sentirse vivo.
Una fiesta y un invierno. Y Jesús que se pasea y responde a los que están en ascuas: que sí, que soy yo, que hagáis caso a mis obras. Que soy el rostro del Padre. Que pasará el invierno, y vendrá la primavera, y llegará el tiempo de dar frutos.
Esta primavera, que parece invierno, donde todo está dormido como a la espera, donde nos vienen preguntas que nos tienen en ascuas… Que si esto pasará, que si cómo, que si saldremos, que si lo haremos a mejor… Sentimos su llamada de Buen Pastor: yo doy la vida y nadie os arrebatará de mi mano.
Vuestro hermano y amigo
Óscar Romano