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jueves, 14 de mayo de 2020

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA:ACORDÁOS


ACORDÁOS
 (San Bernardo)



Acordaos, oh piadosisima Virgen María, que jamas se oyó decir, que ninguno de cuantos han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio y reclamando vuestro socorro, haya sido jamas abandonado de vos.
Animado por esta confianza, a vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me animo a comparecer ante vos.
Madre de Dios, no desechéis mis suplicas, antes bien, escuchadlas y aceptadlas benignamente.
Amen.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 14 DE MAYO


Los cinco minutos de María
Mayo 14




La felicidad del hijo reside en saber que su madre es plenamente feliz.

El cristiano sabe que su Madre del cielo, la dulce Virgen María, es inmensamente feliz y que es tal la felicidad que ella goza, que le alcanza para comunicarla a sus fieles hijos y sinceros devotos.
Como buena Madre, María se alegra cuando ve a sus hijos felices de sentirse hijos de Dios, amados por Dios, protegidos y paternalmente cuidados por su divina providencia. Y se entristece cuando ve que sus hijos sufren y, más aún, cuando ve que ellos se agobian en su sufrimiento.

Madre del Anunciado por los profetas, quédate con nosotros mientras trabajamos cada día para “que venga su reino”.



* P. Alfonso Milagro

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY JUEVES 14 DE MAYO DE 2020


Lecturas de hoy Jueves de la 5ª semana de Pascua
Hoy, jueves, 14 de mayo de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (15,7-21):

EN aquellos días, después de una larga discusión, se levantó Pedro y dijo a los apóstoles y a los presbíteros:
«Hermanos, vosotros sabéis que, desde los primeros días, Dios me escogió entre vosotros para que los gentiles oyeran de mi boca la palabra del Evangelio, y creyeran. Y Dios, que penetra los corazones, ha dado testimonio a favor de ellos dándoles el Espíritu Santo igual que a nosotros. No hizo distinción entre ellos y nosotros, pues ha purificado sus corazones con la fe. ¿Por qué, pues, ahora intentáis tentar a Dios, queriendo poner sobre el cuello de esos discípulos un yugo que ni nosotros ni nuestros padres hemos podido soportar? No; creemos que lo mismo ellos que nosotros nos salvamos por la gracia del Señor Jesús».
Toda la asamblea hizo silencio para escuchar a Bernabé y Pablo, que les contaron los signos y prodigios que Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles. Cuando terminaron de hablar, Santiago tomó la palabra y dijo:
«Escuchadme, hermanos: Simón ha contado cómo Dios por primera vez se ha dignado escoger para su nombre un pueblo de entre los gentiles. Con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:
“Después de esto volveré
y levantaré de nuevo la choza caída de David;
levantaré sus ruinas y la pondré en pie,
para que los demás hombres busquen al Señor,
y todos los gentiles sobre los que ha sido invocado mi nombre:
lo dice el Señor, el que hace que esto sea conocido desde antiguo”.
Por eso, a mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios; basta escribirles que se abstengan de la contaminación de los ídolos, de las uniones ilegítimas, de animales estrangulados y de la sangre. Porque desde tiempos antiguos Moisés tiene en cada ciudad quienes lo predican, ya que es leído cada sábado en las sinagogas».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 95,1-2a.2b-3.10

R/. Contad las maravillas del Señor
a todas las naciones

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.

Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente». R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (15,9-11):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud».

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy jueves, 14 de mayo de 2020
Juan Carlos Martos, cmf



Hoy, día de san Matías, el evangelio nos habla de amor, mejor dicho, de “amor mutuo”: El que mantiene Jesús con el Padre y el que pide a los discípulos que mantengan con él. Amar es un verbo muy difícil de definir con precisión, pero que todos sentimos o, con seguridad, deseamos. Este evangelio de amores suscita hoy en nosotros una doble pregunta: ¿Es posible amar a Jesús? ¿Por qué nuestro amor hacia Él debe concretarse en cumplir sus mandamientos?

Profundicemos en la primera: ¿Podemos amar verdaderamente a Jesús a quien no vemos? ¿Es verdadero amor, o se trata simplemente de un recuerdo admirado o de un compromiso por continuar la obra iniciada por Él? ¿Es lo mismo amar a personas concretas que amar a Jesús, tan lejano e inaccesible? Todos tenemos nuestros “mapas de amores” de personas a quienes queremos -unas más, otras menos-, pero hablar de "amor", cuando el destinatario es Jesús de Nazaret, no es nada fácil. Quizás el único argumento convincente sea el que nos dan los testigos. Son muchísimos los que atestiguan con verdad que aman a Jesús, aunque sus explicaciones se nos queden muy difusas e insuficientes… pero ellos, verdaderos amantes, evidencian que el amor no se enseña; se contagia. Y para contagiarlo, hay que estar afectado. Si queremos aprender a amar a Jesús, hemos de frecuentar el contacto con quienes, con sus palabras y obras, lo aman “en serio”.
¿Por qué para amarle hay que cumplir sus mandamientos? ¿Se trata de sustituir amor por obediencia? ¿Puede darse amor verdadero por obligación, sin libertad? Amor y libertad son inseparables. Pero el amor verdadero vincula, une, identifica sin arruinar la libertad. Incluso lo llegó a describir acertadamente la admirada y discutida Marilyn Monroe en una declaración espontánea: “Cuando amas a alguien no necesitas elegir entre dos personas”. Amar es hacerse libremente esclavo. Como Jesús. Pedro Casaldáliga atestigua cómo es ese amor enamorado y obediente a Jesús en su poema “Amor celoso”:
Tú pides,
pides siempre,
pides mucho,
Señor.
Lo pides todo.
Te gusta ir entrando, como un fuego,
vida adentro de aquellos que te aman
y abrasarles las horas, los derechos, el juicio.
Tú haces los eunucos y los locos del Reino.
Abusas del amor
de los que son capaces de abusar de tu Amor.
No muchos, más bien pocos.

EL PAPA FRANCISCO PROPONE ESTA ORACIÓN PARA PEDIR POR EL FIN DEL CORONAVIRUS


El Papa propone esta oración para pedir por el fin del coronavirus
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



El Papa Francisco se unió a la Jornada Mundial de Oración convocada para este jueves 14 de mayo por el Alto Comité de la Fraternidad Humana junto con fieles y líderes de otras religiones para pedir por el fin de la pandemia de coronavirus.

“Que Dios tenga piedad de nosotros y detenga esta tragedia, esta pandemia y también las demás: la del hambre, la de la guerra, la de los niños sin educación. Pedimos esto como hermanos, todos juntos”, fue la oración del Pontífice que difundió por medio de su perfil de la red social Twitter.


“Cada uno de nosotros reza, las comunidades rezan, las confesiones religiosas rezan: rezan a Dios, todos los hermanos, unidos en la hermandad que nos une en este momento de dolor y tragedia”.

Señaló que “esta pandemia, llegó sin que nosotros lo esperáramos, pero ahora está aquí. Y mucha gente muere. Y muchas personas mueren solas y muchas personas mueren sin poder hacer nada”.

“Por esta razón hoy todos, hermanos y hermanas, de cualquier confesión religiosa, rezamos a Dios”, “pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados, para que el Señor tenga misericordia de nosotros, para que el Señor nos perdone, para que el Señor detenga esta pandemia. Hoy es un día de hermandad, mirando al único Padre, hermanos y paternidad. Día de oración”.

14 DE MAYO: PAPA FRANCISCO PIDE SUMARSE A DÍA DE ORACIÓN, AYUNO Y MISERICORDIA POR FIN DE PANDEMIA


Papa Francisco pide sumarse a Día de oración, ayuno y misericordia por fin de pandemia
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
Foto: Vatican Media



Al inicio de la Misa en Santa Marta de este 14 de mayo, el Papa Francisco señaló que “en este momento trágico de la pandemia todos somos hermanos” por lo que pidió rezar a Dios especialmente hoy por la curación de esta pandemia del Covid.

“El Alto Comisionado de la Fraternidad humana ha llamado hoy a una jornada de oración, de ayuno, para pedir a Dios: Misericordia y piedad”, indicó el Santo Padre.

En esta línea, el Pontífice recordó a San Francisco de Asís: “en este momento trágico de la pandemia todos somos hermanos. San Francisco de Asís decía: ‘todos hermanos’. Por esto, hombres y mujeres de toda confesión religiosa hoy nos unimos en la oración y en la penitencia para pedir la Gracia de la curación del corazón de esta pandemia”, concluyó.

Sumarse a la iniciativa

El pasado 3 de mayo de 2020 el Papa Francisco pidió a los fieles católicos y creyentes de diferentes religiones que sumarse este 14 de mayo a “un día de oración y ayuno y obras de caridad”, para pedirle a Dios por el fin de la pandemia del coronavirus.

En sus palabras posteriores al rezo del Regina Coeli, el Santo Padre explicó que “como la oración es un valor universal” aceptó la propuesta del Alto Comisionado para la Fraternidad Humana para que “los creyentes de todas las religiones se unan espiritualmente el 14 de mayo”.

Se tratará, dijo el Papa Francisco, de “un día de oración y ayuno y obras de caridad, para implorar a Dios que ayude a la humanidad a superar la pandemia de coronavirus”.

“Recuerden: el 14 de mayo, todos los creyentes juntos, creyentes de diferentes tradiciones, para rezar, ayunar y hacer obras de caridad”, dijo aquel entonces.

Luego, en su homilía, el Papa Francisco comentó un pasaje del Libro de Jonás en la que el autor describe cuando el profeta invitó al pueblo de Nínive a convertirse para no sufrir la destrucción de la ciudad.

En este sentido, el Pontífice afirmó que “hoy todos nosotros, hermanos y hermanas de todas las tradiciones religiosas, rezamos” en este día de “oración y ayuno, de penitencia, convocada por el Alto Comité de la Fraternidad Humana”.

“Cada uno de nosotros reza, las comunidades rezan, las confesiones religiosas rezan: rezan a Dios, todos los hermanos, unidos en la hermandad que nos une en este momento de dolor y tragedia”.


Por ello, el Papa advirtió que nadie esperaba “esta pandemia, llegó sin que nosotros lo esperáramos, pero ahora está aquí. Y mucha gente muere. Y muchas personas mueren solas y muchas personas mueren sin poder hacer nada”.

En esta línea, alertó a quienes piensan: “a mí no me ha tocado, gracias a Dios que me salvé: ‘¡Pero piensa en los demás! Piensa en la tragedia y también en las consecuencias económicas, las consecuencias para la educación ¡y en lo que sucederá después!’”, pidió el Santo Padre.

“Y por esta razón hoy todos, hermanos y hermanas, de cualquier confesión religiosa, rezamos a Dios. Quizás habrá alguien que dirá: ‘Pero esto es relativismo religioso y no se puede hacer’. Pero, añadió, ¿cómo que no se puede hacer? ¿No podemos rezar al Padre de todos? Cada uno reza como sabe, cómo puede, según su propia cultura. No estamos rezando unos contra otros, esta tradición religiosa contra esta, ¡no! Todos estamos unidos como seres humanos, como hermanos, rezando a Dios, de acuerdo con la propia cultura, de acuerdo con la propia tradición, de acuerdo con las propias creencias, pero hermanos y rezando a Dios, esto es lo importante: hermanos, ayunando, pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados, para que el Señor tenga misericordia de nosotros, para que el Señor nos perdone, para que el Señor detenga esta pandemia. Hoy es un día de hermandad, mirando al único Padre, hermanos y paternidad. Día de oración”.

Por último, el Pontífice concluyó que esta pandemia “vino como una inundación, vino de un sólo golpe. Ahora nos estamos despertando un poco. Pero hay muchas otras pandemias que hacen morir a las personas y no nos damos cuenta, miramos a otro lado. Somos un poco inconscientes ante las tragedias que están sucediendo en el mundo en este momento”.

MI PRIMERA SALIDA HA SIDO A VER A LA VIRGEN


“Mi primera salida ha sido a ver a la Virgen, se lo prometí”
Redacción ACI Prensa
 Crédito: Iglesia en Aragón




La apertura de la Basílica de la Virgen del Pilar fue uno de los momentos más esperados por los fieles de Zaragoza (España) que hacían cola para orar ante esta advocación de la Virgen después de que el templo estuviera cerrado durante 57 días por la pandemia de coronavirus. 

La ciudad de Zaragoza (España) pasó a la fase 1 de desescalada de las medidas de confinamiento por la pandemia de coronavirus el pasado lunes 11 de mayo, por eso se permitió abrir tras la declaración del estado de alarma la Basílica de Nuestra Señora del Pilar. 

A las 8:00 a. m numerosos fieles hacían cola,, siempre siguiendo las medidas de seguridad y distanciamiento social, para entrar en la Basílica a ver y orar ante la Virgen.


“Mascarillas, distancia de dos metros entre cada uno, calma y deseo, rosas en las manos eran los atributos que portaban”, recoge la web Iglesia en Aragón.

Una de los fieles que esperaban para entrar a la Basílica aseguraba: “Mi primera salida, a ver a la Virgen, se lo prometí”. 

El P. José María Bordetas, capellán de la Virgen, explicó que “La mayor parte de los milagros que hace la Virgen son interiores, tienen que ver con la conversión y la paz, en el sacramento de la penitencia”. 

Durante toda la mañana numerosísimos fieles han esperado a entrar a ver a la Virgen. “Algunos, me decían, que están en medio de un ERTE o, sencilla y desgraciadamente, en el paro. Otros, aprovechando el descanso laboral en sus trabajos como enfermeras, médicos, auxiliares, venían a por la paz y la salud que da la Reina. También, estaban los que han venido a recomendar a sus difuntos”, precisa Iglesia en Aragón. 

El Arzobispo de Zaragoza visitó a la Virgen a la 10:00 a.m y aseguró que “en cuanto recuperemos la normalidad, haremos una gran misa funeral por todos los fallecidos en Zaragoza”. 


Durante todo ese primer día, fueron muchísimas las personas que se acercaron hasta esta Basílica, siempre respetando el aforo y estiman que al término del día habrán sido “más de mil las que han participado en la misa, cientos las que se han confesado, miles los que en un goteo constante se han sentado ante la virgen y la han mirado con sus ojos devotos”. 

“Sería mucho decir que Zaragoza, toda Zaragoza, estaba en el Pilar esta mañana”, apuntan.

La imagen de la Virgen del Pilar no lleva mando porque “quiere cubrir con él a sus hijos más débiles, porque quiere que se vea la roca sagrada de su columna, que es signo de la fortaleza en la fe, al seguridad en la esperanza y la constancia en el amor de quienes a ella recurren”.