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lunes, 18 de mayo de 2020

LOS ORÍGENES DE LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN MARÍA


Los orígenes de la devoción a la Virgen
La Virgen María ha sido honrada y venerada como Madre de Dios desde los albores del cristianismo


Por: n/a | Fuente: PrimerosCristianos.com




“Los primeros cristianos, a los que hemos de acudir siempre como modelo, dieron un culto amoroso a la Virgen. En las pinturas de los tres primeros siglos del Cristianismo, que se conservan en las catacumbas romanas, se la contempla representada con el Niño Dios en brazos. ¡Nunca les imitaremos bastante en esta devoción a la Santísima Virgen!” (San Josemaría)

Hablamos sobre los orígenes de la devoción mariana en los primeros cristianos

“Desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada” (Lc 1, 48)

Como han puesto en evidencia los estudios mariológicos recientes, la Virgen María ha sido honrada y venerada como Madre de Dios y Madre nuestra desde los albores del cristianismo. En los tres primeros siglos la veneración a María está incluida fundamentalmente dentro del culto a su Hijo.

Un Padre de la Iglesia resume el sentir de este primigenio culto mariano refiriéndose a María con estas palabras: «Los profetas te anunciaron y los apóstoles te celebraron con las más altas alabanzas». De estos primeros siglos sólo pueden recogerse testimonios indirectos del culto mariano. Entre ellos se encuentran algunos restos arqueológicos en las catacumbas, que demuestran el culto y la veneración, que los primeros cristianos tuvieron por María.

Tal es el caso de las pinturas marianas de las catacumbas de Priscila: en una de ellas se muestra a la Virgen nimbada con el Niño al pecho y un profeta (quizá Isaías) a un lado; las otras dos representan la Anunciación y la Epifanía.

Todas ellas son de finales del siglo II. En las catacumbas de San Pedro y San Marceliano se admira también una pintura del siglo III/IV que representa a María en medio de S. Pedro y S. Pablo, con las manos extendidas y orando. Una magnífica muestra del culto mariano es la oración “Sub tuum praesidium” (Bajo tu amparo nos acogemos)  que se remonta al siglo III-IV, en la que se acude a la intercesión a María.

Los Padres del siglo IV alaban de muchas y diversas maneras a la Madre de Dios. San Epifanio, combatiendo el error de una secta de Arabia que tributaba culto de latría a María, después de rechazar tal culto, escribe: «¡Sea honrada María! !Sea adorado el Señor!».

La misma distinción se aprecia en San Ambrosio quien tras alabar a la « Madre de todas las vírgenes» es claro y rotundo, a la vez, cuando dice que «María es templo de Dios y no es el Dios del templo» , para poner en su justa medida el culto mariano, distinguiéndolo del profesado a Dios.

Hay constancia de que en tiempo del papa San Silvestre, en los Foros, donde se había levantado anteriormente un templo a Vesta, se construyó uno cuya advocación era Santa María de la Antigua. Igualmente el obispo Alejandro de Alejandría consagró una Iglesia en honor de la Madre de Dios. Se sabe, además, que en la iglesia de la Natividad en Palestina, que se remonta a la época de Constantino, junto al culto al Señor, se honraba a María recordando la milagrosa concepción de Cristo.

En la liturgia eucarística hay datos fidedignos mostrando que la mención venerativa de María en la plegaria eucarística se remonta al año 225 y que en las fiestas del Señor -Encarnación, Natividad, Epifanía, etc.- se honraba también a su Madre. Suele señalarse que hacia el año 380 se instituyó la primera festividad mariana, denominada indistintamente «Memoria de la Madre de Dios», «Fiesta de la Santísima Virgen», o «Fiesta de la gloriosa Madre».

El testimonio de los Padres de la Iglesia
El primer Padre de la Iglesia que escribe sobre María es San Ignacio de Antioquía (+ c. 110), quien contra los docetas, defiende la realidad humana de Cristo al afirmar que pertenece a la estirpe de David, por nacer verdaderamente de María Virgen.

Fue concebido y engendrado por Santa María; esta concepción fue virginal, y esta virginidad pertenece a uno de esos misterios ocultos en el silencio de Dios.

En San Justino (+ c. 167) la reflexión mariana aparece remitida a Gen 3, 15 y ligada al paralelismo antitético de Eva-María.

En el Diálogo con Trifón, Justino insiste en la verdad de la naturaleza humana de Cristo y, en consecuencia, en la realidad de la maternidad de Santa María sobre Jesús y, al igual que San Ignacio de Antioquía, recalca la verdad de la concepción virginal, e incorpora el paralelismo Eva-María a su argumentación teológica.

Se trata de un paralelismo que servirá de hilo conductor a la más rica y  constante teología mariana de los Padres.

San Ireneo de Lyon (+ c. 202), en un ambiente polémico contra los gnósticos y docetas, insiste en la realidad corporal de Cristo, y en la verdad de su generación en las entrañas de María. Hace, además, de la maternidad divina una de las bases de su cristología: es la naturaleza humana asumida por el Hijo de Dios en el seno de María la que hace posible que la muerte redentora de Jesús alcance a todo el género humano. Destaca también el papel maternal de Santa María en su relación con el nuevo Adán, y en su cooperación con el Redentor.

En el Norte de África Tertuliano (+ c. 222), en su controversia con el gnóstico Marción), afirma que María es Madre de Cristo porque ha sido engendrado en su seno virginal.

En el siglo III se comienza a utilizar el título Theotókos (Madre de Dios). Orígenes (+ c. 254) es el primer testigo conocido de este título. En forma de súplica aparece por primera vez en la oración Sub tuum praesidium. que –como hemos dicho anteriormente- es la plegaria mariana más antigua conocida. Ya en el siglo IV el mismo título se utiliza en la profesión de fe de Alejandro de Alejandría contra Arrio.

A partir de aquí cobra universalidad y son muchos los Santos Padres que se detienen a explicar la dimensión teológica de esta verdad –San Efrén, San Atanasio, San Basilio, San Gregorio de Nacianzo, San Gregorio de Nisa, San Ambrosio, San Agustín, Proclo de Constantinopla, etc.-, hasta el punto de que el título de Madre de Dios se convierte en el más usado a la hora de hablar de Santa María.

La verdad de la maternidad divina quedó definida como dogma de fe en el Concilio de Efeso del año 431.

Las Prerrogativas o Privilegios Marianos
La descripción de loscomienzos de la devoción mariana quedaría incompleta si no se mencionase un tercer elemento básico en su elaboración: la firme convicción de la excepcionalidad de la persona de Santa María -excepcionalidad que forma parte de su misterio- y que se sintetiza en la afirmación de su total santidad, de lo que se conoce con el calificativo de “privilegios” marianos.

Se trata de unos “privilegios” que encuentran su razón en la relación maternal de Santa María con Cristo y con el misterio de la salvación, pero que están realmente en Ella dotándola sobreabundantemente de las gracias convenientes para desempeñar su misión única y universal.

Estos privilegios o prerrogativas marianas no se entienden como algo accidental o superfluo, sino como algo necesario para mantener la integridad de la fe.

San Ignacio, San Justino y Tertuliano hablan de la virginidad. También lo hace San Ireneo. En Egipto, Orígenes defiende la perpetua virginidad de María, y considera a la Madre del Mesías como modelo y auxilio de los cristianos.

En el siglo IV, se acuña el término aeiparthenos —siempre virgen—, que S. Epifanio lo introduce en su símbolo de fe y posteriormente el II Concilio Ecuménico de Constantinopla lo recogió en su declaración dogmática.

Junto a esta afirmación de la virginidad de Santa María, que se va haciendo cada vez más frecuente y universal, va destacándose con el paso del tiempo la afirmación de la total santidad de la Virgen. Rechazada siempre la existencia, de pecado en la Virgen, se aceptó primero que pudieron existir en Ella algunas imperfecciones.

Así aparece en San Ireneo, Tertuliano, Orígenes, San Basilio, San Juan Crisóstomo, San Efrén, San Cirilo de Alejandría, mientras que San Ambrosio y San Agustín rechazan que se diesen imperfecciones en la Virgen.

Después de la definición dogmática de la maternidad divina en el Concilio de Efeso (431), la prerrogativa de santidad plena se va consolidando y se generaliza el título de “toda santa” –panaguía-. En el Akathistos se canta “el Señor te hizo toda santa y gloriosa” (canto 23).

A partir del siglo VI, y en conexión con el desarrollo de la afirmación de la maternidad divina y de la total santidad de Santa María, se aprecia también un evidente desarrollo de la afirmación de las prerrogativas marianas.

Así sucede concretamente en temas relativos a la Dormición, a la Asunción de la Virgen, a la total ausencia de pecado (incluido el pecado original) en Ella, o a su cometido de Mediadora y Reina. Debemos citar especialmente a S. Modesto de Jerusalén, a S. Andrés de Creta, a S. Germán de Constantinopla y a S. Juan Damasceno como a los Padres de estos últimos siglos del periodo patrístico que más profundizaron en las prerrogativas marianas.

OFRECEN GRATIS Y ONLINE DOCUMENTAL SOBRE SANTA JUANA DE ARCO


Ofrecen gratis y online documental sobre Santa Juana de Arco
Redacción ACI Prensa
Crédito: Fundación EUK Mamie.



El documental “La Pasión de Santa Juana de Arco”, de HM Televisión estará disponible gratis hasta el próximo 30 de mayo. 

Esta producción que se ha realizado con ocasión del centenario de la canonización de la llamada “Doncella de Orleans”, que tuvo lugar el 16 de mayo de 1920, muestra la vida de esta santa que es “el personaje más documentado del medievo”.

El documental “La Pasión de Santa Juana de Arco” puede encontrarse gratis en la web d la Fundación EUK Mamie y posteriormente quedará disponible a través del servicio de Vimeo on Demand (VOD) de la web de la Fundación EUK Mamie y otras televisiones y plataformas.

Para conocer más sobre la vida, la figura y la misión de esta santa desde esta fundación han preparado un dossier con los principales hitos.


Santa Juana de Arco nació hace más de 600 años en Domrémy, en el noreste de Francia. Europa estaba siendo azotada por una terrible epidemia de peste negra, mientras la Iglesia sufría el llamado “gran Cisma de Occidente”, con tres pontífices que pugnaban por ser declarados el legítimo Papa.

Según explican, el Reino de Francia estaba sumido en una guerra dinástica interminable que los historiadores llaman la “Guerra de los Cien años”. De ella dependía el futuro de Francia y  también en buena parte el destino de la Cristiandad entera.

Desde EUK Mamie destacan que “en un momento tan delicado y para resolver un conflicto tan grande, el Señor confía a Santa Juana, una joven pastora analfabeta de 17 años, una doble misión”.

Por una parte “la misión terrena” que, según precisan, se convierte en el milagro político más grande de la historia: puesta esta jovencita al frente de un ejército de 10.000 hombres, consigue libertar Francia del yugo inglés para coronar en Reims a Carlo VII, verdadero Rey de Francia.

Y por otra la “misión sobrenatural” que es su más importante misión, “porque Juana es mucho más que una heroína nacional, es una santa que debía devolver el Reino de Francia a su verdadero Rey y Señor, Jesucristo”.

A través de una vocación tan singular como la suya, la mejor lección que Santa Juana de Arco nos enseña es que Dios es y seguirá siendo el dueño de la historia y, como tal, puede suscitar una persona con una misión muy particular que haga cambiar el curso de la historia de la noche a la mañana, como fue el caso de Santa Juana.


“La Pasión de Santa Juana de Arco” se convierte en una oportunidad única de conocer a la verdadera Juana, en su complicado contexto histórico, religioso y político, recorriendo, de la mano de las cámaras de HM Televisión, los lugares más significativos en la vida de Santa Juana. 

Intervienen en «La Pasión de Santa Juana de Arco» expertos de talla internacional:

Entre las personas entrevistadas en este documental están Mons. Marc Aillet, obispo de Bayona (Francia); Sor Marie de la Sagesse, autora de “Santa Juana de Arco. Virgen, Reina, Mártir”, Javier Paredes, catedrático de Historia Contemporánea; Alain Olivier, presidente de asociación de Nuestra Señora de Bermont (Francia); Margarita Torres, catedrática de Historia Medieval; P. Jacques Olivier, autor de “Prophéties et prédictions de Jeanne d’Arc”; Jorge Fernández, ex ministro del Interior de España; y Jacques Tremolet de Villers, abogado y autor de “Jeanne d’Arc: le procès de Rouen”, entre otros.

Puede acceder al documental "La Pasión de Santa Juana de Arco", gratis hasta el 30 de mayo, AQUÍ

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY LUNES18 DE MAYO DE 2020


Lecturas de hoy Lunes de la 6ª semana de Pascua
Hoy, lunes, 18 de mayo de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (16,11-15):

NOS hicimos a la mar en Tróade y pusimos rumbo hacia Samotracia; al día siguiente salimos para Neápolis y de allí para Filipos, primera ciudad del distrito de Macedonia y colonia romana. Allí nos detuvimos unos días.
El sábado salimos de la ciudad y fuimos a un sitio junto al río, donde pensábamos que había un lugar de oración; nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían acudido. Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo.
Se bautizó con toda su familia y nos invitó:
«Si estáis convencidos de que creo en el Señor, venid a hospedaros en mi casa».
Y nos obligó a aceptar.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 149,1-2.3-4.5-6a.9b

R/. El Señor ama a su pueblo

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R/.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R/.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca.
Es un honor para todos sus fieles. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (15,26–16,4a):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 18 de mayo de 2020
Carlos Latorre, cmf


Queridos hermanos:

Las lecturas que escuchamos en este tiempo después de Pascua nos demuestran la fuerza de la Resurrección que empuja a los Apóstoles y a otros evangelizadores a difundir la gran noticia de que Jesús está vivo. Es la más grande noticia de todos los siglos. Por eso  ellos corren  hasta los confines del mundo entonces conocido.

La lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles que acabamos de escuchar nos lleva a la ciudad de Filipos, que ya pertenecía al continente europeo. Hoy nos resulta difícil imaginar la valentía que suponía abandonar un continente y adentrarse en otro, salir de Oriente Medio y entrar en Europa.

Lucas ha subrayado el encuentro del apóstol Pablo con una mujer piadosa que lo acogió en su casa y se entregó a Jesús con toda su familia. Allí comenzó a organizarse una pequeña comunidad abierta a todas las personas que buscaban a Dios. La mujer se llamaba Lidia y tenía un pequeño negocio de telas. Adoraba al verdadero Dios y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo.
 Se bautizó con toda su familia e invitó a Pablo y a sus compañeros: “«Si estáis convencidos de que creo en el Señor, venid a hospedaros en mi casa”.

Estos hechos los conocemos gracias a San Lucas que tanto promocionó a la mujer en su evangelio. Y en esta ocasión ha subrayado con fuerza que gracias a Lidia la evangelización de Europa dio un paso adelante.

En las palabras del Evangelio escuchamos las palabras de Jesús: “Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo”.

Pero este testimonio de fe no irá acompañado de aplausos precisamente. Jesús les advierte con toda claridad sobre las dificultades que van a encontrar: “Os expulsarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios”. Pero los discípulos no están solos ni abandonados, el Espíritu Santo los sostiene en su decisión y no se esconden ni se echan atrás.

A los jóvenes seminaristas Mártires de Barbastro los milicianos que los iban a fusilar les decían: “No odiamos vuestras personas sino ese hábito que lleváis y lo que representáis”. ¿Y que representaban? La fe en Jesucristo. El joven seminarista  Esteban Casadevall dejó escrito: “Muero contento. Me tengo por feliz, como los Apóstoles, porque el Señor ha permitido que pueda sufrir algo por su amor antes de morir. Espero confiadamente que Jesús y el Corazón de María me llevarán pronto al cielo. Perdono de todo corazón a los que nos injurian, persiguen y quieren matarnos, y puedo decir con Jesucristo, moribundo en la cruz, al Eterno Padre: Padre, perdónalos, porque realmente no saben lo que hacen. Los ciegan sus dirigentes y el odio que nos tienen. Si supiesen lo que hacen, ciertamente no lo harían. Ya hemos rogado todos por su conversión. Yo les tengo verdadera compasión y desde el cielo espero conseguir que Dios Nuestro Señor les abra los ojos para que vean la verdad de las cosas y se conviertan. Francamente no tengo ninguna dificultad en perdonarles”.  La serenidad y la fortaleza de este joven de 23 años de edad nos sorprende. ¿Dónde las pudo aprender? Ciertamente en el amor a Jesucristo y en el apoyo de sus compañeros jóvenes mártires como él.

Si desean conocer más sobre los Mártires Claretianos de Barbastro pueden abrir la web: www.martiresdebarbastro.org  Yo vivo actualmente en el Museo de estos Beatos Mártires.

Vuestro hermano en la fe.
Carlos Latorre
carloslatorre@claretianos.es

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 18 DE MAYO


Los cinco minutos de María
Mayo 18



La conversión es más propiamente una actitud que un acto, y se asemeja a la disponibilidad de María ante el Señor.

En efecto, ella no tuvo nunca nada de que arrepentirse, pero ella estuvo siempre en actitud de disponibilidad a la voluntad de Dios, actitud que ella mismo expresó con su palabra. “He aquí la servidora del Señor”.

No te contentes tú con el primer paso de la conversión, volviendo a Dios; aspira a una conversión permanente, a ponerte de cara a Dios, sin darle ya nunca más la espalda, a estar delante de Dios siempre de pie, en disposición de escuchar siempre su Palabra.

Madre de los pobres, que yo adquiera el verdadero espíritu de pobreza evangélica que me permita volver a Dios.


* P. Alfonso Milagro

PAPA FRANCISCO POR 100 AÑOS DE NACIMIENTO DE SAN JUAN PABLOII, ERA HOMBRE DE DIOS


Papa Francisco por 100 años de nacimiento de San Juan Pablo II “era hombre de Dios”
Redacción ACI Prensa




El Papa Francisco celebró la misa por el centenario del nacimiento de San Juan Pablo II en la capilla de la Basílica de San Pedro, donde se encuentra su tumba.

Entre los concelebrantes se encontraban el Cardenal Angelo Comastri, Vicario General del Papa para la Ciudad del Vaticano y Arcipreste de la Basílica Vaticana; el Cardenal polaco Konrad Krajewski, Limosnero Apostólico; Mons. Piero Marini que fue durante 18 años maestro de las celebraciones litúrgicas durante el pontificado de Juan Pablo II; y el Arzobispo polaco Jan Romeo Pawłowski, jefe de la Tercera Sección de la Secretaría de Estado que se ocupa del personal diplomático de la Santa Sede. 

En la homilía, el Papa Francisco destacó que “el Señor ama a su pueblo” y un ejemplo de ese amor fue que hace 100 años “el Señor ha visitado a su pueblo y envió un pastor”.

El Papa Francisco recordó “la oración, la cercanía y el amor a la justicia” como tres aspectos fundamentales en la vida de San Juan Pablo II.


“San Juan Pablo II era un hombre de Dios porque oraba y rezaba”, aseguró el Papa, además destacó que “Él sabía bien que el primer trabajo de un Obispo es la oración, y esto no lo ha dicho el Vaticano II, lo dijo San Pedro”.

En relación con la cercanía con el pueblo, el Papa Francisco destacó que San Juan Pablo II que salía al encuentro con el pueblo y “por eso dio la vuelta al mundo entero, buscando a su pueblo, haciéndose cercano”.

“La cercanía es uno de los signos de Dios con su pueblo”, precisó el Papa Francisco y apuntó que esa cercanía de Dios con el pueblo después “se hace estrecha en Jesús, se hace fuerte en Jesús”.

“San Juan Pablo II nos ha dado el ejemplo de esta cercanía, cercano a los grandes y pequeños, a los cercanos y lejanos, pero él siempre se hacía cercano”, apuntó.

Y por último el Papa Francisco también recordó el “amor por la justicia” que tenía San Juan Pablo II: “Un hombre que quería la justicia social, la justicia del pueblo, la justicia que tira fuera a las guerra, la justicia completa”.


“Por eso San Juan Pablo II era el hombre de la misericordia porque justicia y misericordia van juntas, no se pueden distinguir” y “una sin la otra no se encuentran”.

En la importancia de la misericordia el Papa Francisco destacó “cómo empujó la devoción a Santa Faustina, y ahora su memoria litúrgica será para toda la Iglesia”.

“Él había sentido que la justicia de Dios tenía este rostro de misericordia, esta conducta de misericordia, es un don que nos ha dejado: la justicia misericordiosa, y la misericordia justa”, apuntó.

Y pidió que la gracia de la oración, la gracia de la cercanía y la de la justicia misericordiosa y misericordia justa alcance “especialmente a los pastores de la Iglesia y a todos”.