Los cinco minutos de María
Marzo 26
Dicen que el apóstol San Juan, en su ancianidad, no hacía sino repetir a sus discípulos el precepto del Maestro: “Ámense los unos a los otros”. Podemos imaginar que la Madre de Jesús, en sus continuas conversaciones y exhortaciones, no haría sino repetir a los apóstoles y primeros discípulos la enseñanza de Jesús: el amor.
Así, procurando amarse unos a otros como Jesús los había amado, comenzaron a formar la Iglesia de Jesucristo.
Así debemos hacer también los discípulos de hoy: debemos aprender a amarnos, a hacer la Iglesia amándonos, a vivir el Evangelio amándonos. La Madre de Jesús nos sigue dictando la misma lección de amor…
Madre de los vivientes: que, para conseguir la paz, todos defendamos la vida.
* P. Alfonso Milagro
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