Los cinco minutos de María
Noviembre 21
María, consagrada totalmente a la persona y a la obra de Cristo, no tuvo otro deseo que colaborar activamente en el plan de salvación de Dios.
Para María, cumplir la voluntad de Dios no siempre fue agradable, por lo que Dios le pedía. Sin embargo, como Jesús, la voluntad del Padre celestial fue su alimento.
Nuestra Señora, que también nuestro alimento sea hacer la voluntad del Padre celestial.
* P. Alfonso Milagro
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