MEDITACIÓN DE ADVIENTO
Seguimos transitando el Adviento y nos motivamos con estas palabras del amado Benedicto XVI:
La espera es una dimensión que atraviesa toda nuestra vida personal, familiar y social (...). Se podría decir que el hombre vive mientras espera, mientras en su corazón la esperanza esté viva. (...) Nuestra "estatura" moral y espiritual se puede medir por lo que esperamos, según lo que esperemos. Cada uno de nosotros, por lo tanto, sobre todo en este tiempo que nos prepara para la Navidad, se puede preguntar: “¿Y yo qué es lo que espero? ¿Hacia qué, en este momento de mi vida, tiende mi corazón?” Esta misma pregunta se puede hacer a nivel de la familia, de la comunidad, de la nación (...). En el momento que precedió al nacimiento de Jesús, la expectativa del Mesías, es decir, un Consagrado, un descendiente del rey David, que finalmente liberaría al pueblo de toda esclavitud moral y política y que establecería el Reino de Dios, era muy fuerte en Israel. Pero nadie se hubiese podido imaginar que el Mesías nacería de una joven humilde como María (...). Aprendamos de ella, Mujer del Adviento, a vivir nuestra actividad diaria con un nuevo espíritu, con la sensación de profunda espera, que sólo la venida de Dios puede llenar.
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