martes, 17 de marzo de 2020

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MARTES 17 DE MARZO DE 2020


Lecturas de hoy Martes de la 3ª semana de Cuaresma
Hoy, martes, 17 de marzo de 2020



Primera lectura
Lectura de la profecia de Daniel (3,25.34-43):

EN aquellos días, Azarías, puesto en pie, oró de esta forma; alzó la voz en medio del fuego y dijo:
«Por el honor de tu nombre,
no nos desampares para siempre,
no rompas tu alianza,
no apartes de nosotros tu misericordia.
Por Abrahán, tu amigo; por Isaac, tu siervo;
por Israel, tu consagrado;
a quienes prometiste multiplicar su descendencia
como las estrellas del cielo,
como la arena de las playas marinas.
Pero ahora, Señor, somos el más pequeño
de todos los pueblos;
hoy estamos humillados por toda la tierra
a causa de nuestros pecados.
En este momento no tenemos príncipes,
ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios,
ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias,
para alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón contrito
y nuestro espíritu humilde,
como un holocausto de carneros y toros
o una multitud de corderos cebados.
Que este sea hoy nuestro sacrificio,
y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en ti confían
no quedan defraudados.
Ahora te seguimos de todo corazón,
te respetamos, y buscamos tu rostro;
no nos defraudes, Señor;
trátanos según tu piedad,
según tu gran misericordia.
Líbranos con tu poder maravilloso
y da gloria a tu nombre, Señor».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 24,4-5ab.6.7bc.8-9

R/. Recuerda, Señor, tu ternura

V/. Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.

V/. Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R/.

V/. El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.



Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (18,21-35):

EN aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:
«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?».
Jesús le contesta:
«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:
“Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”.
Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo:
“Págame lo que me debes”.
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo:
“Ten paciencia conmigo y te lo pagaré”.
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:
“¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”.
Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy martes, 17 de marzo de 2020
Severiano Blanco, cmf


Queridos hermanos:

El libro de Daniel se compuso probablemente en la época de las guerras macabeas, en el siglo II antes de Cristo. El autor, ficticiamente, sitúa sus narraciones cuatro siglos antes, en tiempos del exilio babilónico, profundamente grabado en el imaginario religioso de Israel. Una vez más el pueblo elegido está siendo aplastado por el imperio de turno, ahora el siro-seléucida, y su templo, malamente reconstruido al regreso de Babilonia, ha sido despiadadamente profanado: “no tenemos príncipes, ni holocaustos, ni un lugar donde ofrecerte primicias”. La oración de Azarías es semejante a las Lamentaciones. Otra catástrofe más, que el pueblo interpreta como castigo pedagógico por sus pecados y que, bajo la guía de algún líder clarividente, sabe aprovechar para definir de nuevo qué es lo que agrada a Dios: no principalmente un templo de piedra o la sangre de animales, sino “un corazón contrito y un espíritu humilde”. Esto no debe entenderse como una invitación a andar triste y cabizbajo por la vida, sino a reconocerse sencillamente criatura necesitada de su creador, limitada, no autosuficiente ni capaz de salvarse a sí misma, necesitada de perdón y comprensión.

La liturgia cuaresmal acierta al ofrecer este texto a nuestra reflexión; estamos en un “tiempo fuerte”, en el que buscamos formas siempre más auténticas de vivir la fe.

El evangelio vuelve sobre el tema del perdón. Jesús habla de él recurriendo al estilo hiperbólico oriental, con el que nos presenta de forma más impresionante la inconmensurable generosidad de Dios. El creyente, ante todo, deberá admirarla y agradecerla, y luego intentar transparentarla en su propio proceder. 10.000 talentos era una cantidad tan exorbitada que nadie podía ser acreedor de ella, ni poseerla. Y nadie suele pasar tan ofendido por la vida que tenga que perdonar 490 veces (aunque el texto pudiera significar también 77 veces, ¡que ya es!). En un caso y en otro, se trata de una gran generosidad, muy lejos de la casi raquítica propuesta de Pedro.

Lo de Dios en relación con nosotros es siempre de exceso, de superabundancia y de derroche. San Pablo dice que “donde abundó el pecado sobreabundó la gracia” (Rm 5,20) y que “el tesoro de su gracia ha sido un derroche para con nosotros” (Ef 1,8).

Pero lo que Dios en último término desea, repetimos, es ser imitado en su generosidad: “que seáis hijos de vuestro Padre, que regala la lluvia justos e injustos” (Mt 5,45). ¿Cómo es posible que un receptor de tan sobreabundante perdón o condonación no sea capaz de perdonar una minucia?


Vuestro hermano

Severiano Blanco cmf

¡QUÉDATE EN CASA!
















lunes, 16 de marzo de 2020

EL ANTÍDOTO CONTRA EL BULLYING


El antídoto contra el bullying
¿Queremos erradicar el bullying en la familia y en la sociedad?


Por: Francisco Mario Morales | Fuente: Catholic.net




Hay padres que se conforman con llevar el pan a casa, sin participar en la formación de los hijos. Ser papás no solo es proporcionar a los hijos todos los medios económicos, tenerlos  en escuelas de prestigio y que sean expertos en idiomas y cibernética. Cuando los conocimientos se reducen  a sólo "saber";  no es Saber vivir

La principal responsabilidad de papá y mamá es la formación de buenos seres humanos…es la urgente necesidad de nuestro mundo. Papá y mamá debemos hablar menos y dar más ejemplo y congruencia.

Lo importante es formar verdaderos seres humanos con la capacidad de diferenciar el bien y el mal (las bondades y los perjuicios), que conozcan y estén convencidos de lo que correcto y lo que incorrecto.

¿Cómo debemos formar los valores en nuestros hijos?

Por la importancia, es necesario enfatizar en el ejemplo y la congruencia.

La forma en que papá y mamá conviven, comparten, colaboran entre ellos, la ayuda a los demás, la tolerancia, comprensión, respeto, responsabilidad, amor y verdadera libertad, así es como están formando a cada uno de los hijos, esto es definitivo. No es necesario conocer a los padres, conociendo a los hijos se conocen a papá y mamá. "El árbol se conoce por sus frutos" Mt. 12, 33 – 37)

Lo que necesita la familia y la sociedad en el mundo entero, es el compromiso de papá y mamá, porque este problema está afectando y continuará afectando a muchas personas en todo el orbe, incluyéndonos a nosotros como personas y a nuestra familia.

No hay explosivo de efectos tan dañinos y destructores como los malos ejemplos de quienes deberían ser para los demás modelos del buen comportamiento. P.Elieser Salesman

Para que nuestros hijos aprendan a ser honestos es necesario que los papás practiquen la verdad y sean congruentes. Para formar a los hijos en la responsabilidad, los primeros responsables deberán ser papá y mamá.

Los padres son los responsables de prevenir a los hijos contra la drogadicción explicando y convenciendo de las consecuencias.

Con mutuo diálogo, comunicación, confianza y respeto mutuo, es necesario que en pareja, papá y mamá, se preparen para no evadir el reto de formar a los hijos en la sexualidad y de prevenirlos en cuanto a los daños físicos y psicológicos, protegiéndolos con verdadera responsabilidad.

Para prevenir y arrancar de raíz el bullying en niños, adolescentes, jóvenes y adultos, es importante el compromiso  y ejemplo de mamá y papá, además con verdadero conocimiento y convicción  enseñar que los problemas y diferencias no se resuelven a golpes, con violencia; y   evitar vivir en medio de un ambiente de gritos,  discusiones absurdas e insultos mutuos y faltas de respeto.

Para esto será necesario aprender a controlar las emociones e impulsos, reconocer los propios errores y con humildad aceptar las propias limitaciones y debilidades, aprender a pedir disculpas. Porque el reconocer los errores no será nunca un acto de humillación sino de madurez y crecimiento.

Es necesario emprender en familia  un compromiso permanente contra la violencia: No a los gritos, no a las agresiones físicas y verbales, no a las faltas de respeto a la pareja y a los hijos, disposición a colaborar en todo lo necesario para hacer de casa un lugar habitable en todos los aspectos. Aprender todos los integrantes de la familia a ser responsables, tolerantes pensando en los demás, siendo amables y agradecidos en todo momento. Lo que se les da a hijos ellos lo comparten con los demás.

La vida se debe vivir por convicción nacida de una correcta formación. La formación en los valores no es: Imposiciones, costumbres, tradición o herencia sino la consecuencia de un buen ejemplo. A los padres de familia nos hace falta ser convincentes.
S. S. Juan Pablo II nos decía: "El mundo se resiste a creer palabras que no van acompañadas de un testimonio de vida". El tiempo y nuestros hijos nos demandan convertirnos en un modelo a seguir y sobre todo a ser congruentes.

La mejor  formación es el amor y ejemplo

Lo que se aprende en familia perdurará por siempre. Nadie aprende tanto en diez años de universidad como lo hace durante los diez primeros años de su vida en el hogar. De allí que sean precisamente los familiares quienes tengan que ocuparse desde un inicio de la formación del niño. Catecismo católico explicado, P. Gaspar Astete y P. Eliécer Salesman)
El Papa Pío XII afirmó: "Los niños tienen malos oídos para escuchar, pero muy buenos ojos para observar". Nuestros hijos nos pueden objetar: "No puedo oír lo bueno que dices porque veo lo malo que haces". Esto sería terrible porque nadie da lo que no tiene; si quieres enseñar a tus hijos a ser amables no puedes hacerlo odiando.

Reflexionemos un poco: "Uno puede especializarse en aritmética y conocer toda la geografía de memoria y no por eso ser una mejor persona" (Catecismo católico explicado, P. Gaspar Astete y P. Eliécer Salesman).

Lo más difícil es formar con el ejemplo, pero es lo que verdaderamente forma.

Cuando nuestros hijos hayan aprendido y comprendido a vivir en un continuo servicio a los demás, que la ayuda será siempre lo más importante la mejor demostración de amor a los demás y el antídoto contra la soledad, el vacío existencial, la  frustración y el conflicto personal y familiar; así  aprenderán de sus padres: la obediencia, el respeto, la libertad y la responsabilidad.  Papá y mamá tenemos la responsabilidad de formar a los hijos en una auténtica libertad, que se logra a través la entrega sincera de uno mismo, y se tener presente siempre el respeto al prójimo, el sentido de la justicia, la imprescindible convivencia afectuosa y continuo dialogo, Entonces podremos estar seguros de haber arrancado de raíz el bullying de nuestra vida, de nuestra familia y de la sociedad.

VIDEO - REZAR EL ROSARIO EN FAMILIA Y 10 IDEAS CRISTIANAS PARA SOBREVIVIR AL CONFINAMIENTO



Rezar el rosario en familia y 10 ideas cristianas para “sobrevivir” al confinamiento
Redacción ACI Prensa





La Delegación de Familia y Vida de la Archidiócesis de Toledo (España) ha lanzado un decálogo de “supervivencia” para las familias católicas “recluidas” por el coronavirus uniéndose a la campaña #YoMeQuedoEnCasa, en el que también animan a rezar el rosario en familia. 

Según explican en un vídeo, inician esta campaña de oración por el fin del coronavirus con la propuesta de “rezar el rosario en familia porque estamos preocupados, no sabemos qué va a pasar, tenemos miedo nos sentimos superados”.

“ Acudimos a Ti Señor por intercesión de tu madre porque tu lo puedes todo porque nos amas  y no nos dejas solos, nos han invitado a rezar con confianza porque eres el dueño de la vida y el amigo que nunca falla”, precisan.

Por eso piden al Señor que “acabe la pandemia, que ilumines a nuestros gobernantes, que seamos portadores de esperanza, caritativos con los enfermos y ancianos. Que levantemos la mirada a tu corazón, que todo esto sirva para nuestra conversión”.

Ante esta situación tan difícil, la Delegación de Familia y Vida explica que el Señor puede esperar de nosotros “que nos volvamos a Él de corazón, que seamos humildes, que realicemos una buena confesión y que reconozcamos que Él es nuestro Rey, que realmente le necesitamos porque sin Dios nada podemos”. 

Además de seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias, también recomiendan “estar atentos de los enfermos y sus cuidadores” y especialmente animan a “rezar el rosario en familia, entorno a la imagen del sagrado corazón y la Virgen, con confianza cada día y con mucho amor”.


Y por eso proponen rezar también esta oración:

“Oremos: Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confiamos,

protégenos de todos los males,

ilumina a nuestras autoridades,

ayuda a los que socorren a los contagiados

sana a los enfermos.

Dulce corazón de María,

se nuestra salvación.

San José ruega por nosotros. Amen”.

Decálogo para la familias


Además desde la Delegación de Familia y Vida también proponen 10 puntos para vivir en familia y superar el confinamiento que en España está previsto para, al menos, 15 días. 

Proponen al matrimonio cuidar con delicadeza “el amor de esposos, ya que el sacramento del matrimonio es fuente de salvación para toda la familia” y animan a diseñar “una estrategia, a la luz del Señor, que os ayude a aprovechar este tiempo de gracia que nos ofrece estar en casa para evitar el contagio del coronavirus”.

Animan a tener una reunión familiar en la que se explique a los hijos qué está sucediendo y que “debemos cuidar nuestro cuerpo porque es templo del Espíritu Santo, sabiendo que debemos cuidar principalmente nuestra alma”.

“Aclarad que Dios no es el origen de esta epidemia, sino que la causa última es el pecado original”, “Dio es providente y es capaz de sacar bienes de todo”, “habladles sin miedo del Cielo, nuestra verdadera Patria. Todo esto es una prueba para crecer en el amor verdadero. Y ante esta situación nos hemos de preguntar: ¿Qué espera el Señor de cada uno y de cada familia?”.

También proponen a que nuestro hogar sea Betania para Cristo vivo, recordar el sentido de la renuncia y el sacrificio porque “en estos días de estar tanto tiempo juntos “encerrados” en casa no ofrecen múltiples ocasiones de obedecer, de vencer nuestro orgullo, por lo que son muchos los pequeños sacrificios que podemos hacer a lo largo del día y es fundamental darle un sentido”.

Este decálogo incluye la idea de fijar un horario en el que se combine el tiempo de ocio y de cumplir obligaciones y cuidar el tiempo en familia para el Señor que debe estar fijado en el oración, y que puede ser un rato de oración en familia quizás comentando el Evangelio de cada día o dando gracias por lo bueno que hemos vivido.

Recomiendan un uso ordenado de la televisión y de internet y hacer actividades de ocio en familia como juegos de mesa, ejercicio. Y recuerdan la importancia de aprovechar este tiempo para escuchar a los hijos y la importancia del perdón porque habrá roces y por eso recomiendan que en los momentos de oración familiar se le pida perdón al Señor por haberle ofendido y también a los demás miembros de la familia. 

PAPA FRANCISCO: DIOS SIEMPRE ACTÚA EN LAS COSAS SENCILLAS


Papa Francisco: “Dios siempre actúa en las cosas sencillas”
Redacción ACI Prensa
Foto: Vatican Media



El Papa Francisco señaló que Dios actúa siempre en las cosas sencillas, no sólo en lo extraordinario, actúa “en la sencillez de la casa de Nazaret, en la sencillez del trabajo de cada día, en la sencillez de la oración”.

Así lo afirmó en la homilía de la Misa celebrada este lunes 16 de marzo en la Casa Santa Marta. El Santo Padre comentó la del Segundo Libro de los Reyes, donde se narra cómo el profeta Eliseo cura de la lepra a Naaman, jefe del ejército del rey de Aram, y el Evangelio del día, de San Lucas, donde se cuenta la enseñanza de Jesús en la sinagoga de Nazaret.

“En los dos textos que hoy la liturgia nos hace meditar hay una actitud que llama la atención, una actitud humana, pero no de buen espíritu: la indignación”, explicó el Papa.

Señaló cómo “la gente de Nazaret comenzó a escuchar a Jesús. Le gustaba cómo hablaba. Pero luego, alguno decía: ‘Pero este, ¿en qué universidad ha estudiado? Este es hijo de María y José, este era carpintero. ¿Qué es lo que viene a decir?’”.

Entonces, “el pueblo se indignó. Entran en esa indignación, y esa indignación los lleva a la violencia, y ese Jesús al que admiraban al inicio de la predicación es expulsado fuera para lanzarlo desde lo alto del monte”.

Algo parecido se narra en el Segundo Libro de los Reyes, donde “Naaman, que era un hombre bueno, abierto a la fe, pero cuando el profeta le pide que vaya a bañarse siete veces al Jordán, se indigna. ‘Pero, ¿cómo puede ser? Yo que había dicho: ¡Seguramente saldrá, se detendrá, invocará el nombre de Yahveh su Dios, frotará con su mano mi parte enferma y sanaré de la lepra!’”.

La Escritura continúa: “’¿Acaso el Abaná y el Farfar, ríos de Damasco, no son mejores que todas las aguas de Israel? ¿No podría bañarme en ellos para quedar limpio?’. Y, dando la vuelta, partió encolerizado’”.

Ante estas dos actitudes, el Papa se pregunta: “¿Que hay dentro de esta gente buena que le lleva a esta actitud de indignación? Y en Nazaret peor: la violencia”.

En ambos casos, “la gente de la sinagoga de Nazaret y Naaman, pensaban que Dios únicamente se manifestaba en lo extraordinario, en las cosas fuera de lo común. Que Dios no podía actuar en las cosas comunes de la vida, en la sencillez”.

“Desdeñaban lo simple. Despreciaban las cosas simples. Y nuestro Dios nos hace comprender que Él actúa siempre en lo sencillo: en la sencillez de la casa de Nazaret, en la sencillez del trabajo de cada día, en la sencillez de la oración… En las cosas sencillas”.

En cambio, “el espíritu mundano te lleva hacia la vanidad, hacia las apariencias. Y ambos casos acaban en violencia. Naaman, aunque era muy educado, golpea la puerta en la cara al profeta y se va. La violencia. Un gesto de violencia. La gente de la sinagoga, comienza a calentarse y toma la decisión de matar a Jesús, y lo expulsan para despeñarlo”.

El Papa subrayó que “la indignación es una mala tentación que lleva a la violencia”. “La indignación es la actitud de los soberbios, pero de los soberbios pobres. De los soberbios con una mala pobreza de espíritu. De soberbios que viven sólo con las ilusiones de ser más de lo que son. La gente que se indigna”.

De hecho, “muchas veces estas personas tienen necesidad de indignarse para sentirse persona. También a nosotros puede sucedernos esto. El escándalo fariseo, como lo llaman los teólogos. Escandalizarme de cosas que son la sencillez de Dios, la sencillez de los pobres, la sencillez de los cristianos. Como diciendo: ‘Pero este no es Dios. No. Nuestro Dios es más culto, es más sabio, es más importante. Dios no puede actuar en esta sencillez’”.

“Y siempre la indignación te lleva a la violencia: ya sea la violencia física o la violencia de las habladurías, que mata como la física”.

El Papa finalizó la homilía invitando a pensar en estos dos fragmentos bíblicos donde se muestra “la indignación de la gente de Nazaret, y la indignación de Naaman. Porque no comprendían la sencillez de nuestro Dios”.

Lecturas comentadas por el Papa Francisco:

II Reyes 5:1-15
1 Naamán, jefe del ejército del rey de Aram, era hombre muy estimado y favorecido por su señor, porque por su medio había dado Yahveh la victoria a Aram. Este hombre era poderoso, pero tenía lepra.
2 Habiendo salido algunas bandas de arameos, trajeron de la tierra de Israel una muchachita que se quedó al servicio de la mujer de Naamán.
3 Dijo ella a su señora: «Ah, si mi señor pudiera presentarse al profeta que hay en Samaría, pues le curaría de su lepra.»
4 Fue él y se lo manisfestó a su señor diciendo: «Esto y esto ha dicho la muchacha israelita.»
5 Dijo el rey de Aram: «Anda y vete; yo enviaré una carta al rey de Israel.» Fue y tomó en su mano diez talentos de plata, 6.000 siclos de oro y diez vestidos nuevos.
6 Llevó al rey de Israel la carta que decía: «Con la presente, te envío a mi siervo Naamán, para que le cures de su lepra.»
7 Al leer la carta el rey de Israel, desgarró sus vestidos diciendo: «¿Acaso soy yo Dios para dar muerte y vida, pues éste me manda a que cure a un hombre de su lepra? Reconoced y ved que me busca querella.»
8 Cuando Eliseo, el hombre de Dios, oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: « ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Que venga a mí y sabrá que hay un profeta en Israel.»
9 Llegó Naamán con sus caballos y su carro y se detuvo a la entrada de la casa de Eliseo.
10 Eliseo envió un mensajero a decirle: «Vete y lávate siete veces en el Jordán y tu carne se te volverá limpia.»
11 Se irritó Naamán y se marchaba diciendo: «Yo que había dicho: ¡Seguramente saldrá, se detendrá, invocará el nombre de Yahveh su Dios, frotará con su mano mi parte enferma y sanaré de la lepra!
12 ¿Acaso el Abaná y el Farfar, ríos de Damasco, no son mejores que todas las aguas de Israel? ¿No podría bañarme en ellos para quedar limpio?» Y, dando la vuelta, partió encolerizado.
13 Se acercaron sus servidores, le hablaron y le dijeron: «Padre mío; si el profeta te hubiera mandado una cosa difícil ¿es que no la hubieras hecho? ¡Cuánto más habiéndote dicho: Lávate y quedarás limpio!»
14 Bajó, pues, y se sumergió siete veces en el Jordán, según la palabra del hombre de Dios, y su carne se tornó como la carne de un niño pequeño, y quedó limpio.
15 Se volvió al hombre de Dios, él y todo su acompañamiento, llegó, se detuvo ante él y dijo: «Ahora conozco bien que no hay en toda la tierra otro Dios que el de Israel. Así pues, recibe un presente de tu siervo.»

Lucas 4:24-30
24 Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.»
25 «Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país;
26 y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón.
27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.»
28 Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira;
29 y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle.
30 Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY LUNES 16 DE MARZO DE 2020


Lecturas de hoy Lunes de la 3ª semana de Cuaresma
Hoy, lunes, 16 de marzo de 2020



Primera lectura
Lectura del segundo libro de los Reyes (5,1-15a):

Lectura del segundo libro de los Reyes.

EN aquellos días, Naamán, jefe del ejército del rey de Siria, era hombre notable y muy estimado por su señor, pues por su medio el Señor había concedido la victoria a Siria.
Pero, siendo un gran militar, era leproso.
Unas bandas de arameos habían hecho una incursión trayendo de la tierra de Israel a una muchacha, que pasó al servicio de la mujer de Naamán. Dijo ella a su señora:
«Ah, si mi señor pudiera presentarse ante el profeta que hay en Samaría. Él lo curaría de su lepra».
Fue (Naamán) y se lo comunicó a su señor diciendo:
«Esto y esto ha dicho la muchacha de la tierra de Israel».
Y el rey de Siria contestó:
«Vete, que yo enviaré una carta al rey de Israel».
Entonces tomó en su mano diez talentos de plata, seis mil siclos de oro, diez vestidos nuevos y una carta al rey de Israel que decía:
«Al llegarte esta carta, sabrás que te envío a mi siervo Naamán para que lo cures de su lepra».
Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras, diciendo:
«¿Soy yo Dios para repartir vida y muerte? Pues me encarga nada menos que curar a un hombre de su lepra. Daos cuenta y veréis que está buscando querella contra mí».
Eliseo, el hombre de Dios, oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestiduras y mandó a que le dijeran:
«Por qué has rasgado tus vestiduras? Que venga a mí y sabrá que hay un profeta en Israel».
Llegó Naamán con sus carros y caballos y se detuvo a la entrada de la casa de Eliseo. Envió este un mensajero a decirle:
«Ve y lávate siete veces en el Jordán. Tu carne renacerá y quedarás limpio».
Naamán se puso furioso y se marchó diciendo:
«Yo me había dicho: “Saldrá seguramente a mi encuentro, se detendrá, invocará el nombre de su Dios, frotará con su mano mi parte enferma y sanaré de la lepra”. El Abaná y el Farfar, los ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Podría bañarme en ellos y quedar limpio».
Dándose la vuelta, se marchó furioso. Sus servidores se le acercaron para decirle:
«Padre mío, si el profeta te hubiese mandado una cosa difícil, ¿no lo habrías hecho? ¡Cuánto más si te ha dicho: “Lávate y quedarás limpio”!».
Bajó, pues, y se bañó en el Jordán siete veces, conforme a la palabra del hombre de Dios. Y su carne volvió a ser como la de un niño pequeño: quedó limpio.
Naamán y toda su comitiva regresaron al lugar donde se encontraba el hombre de Dios. Al llegar, se detuvo ante él exclamando:
«Ahora conozco que no hay en toda la tierra otro Dios que el de Israel».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 41,2.3;42,3.4

R/. Mi alma tiene sed del Dios vivo:
¿cuándo veré el rostro de Dios?

V/. Como busca la cierva corrientes de agua,
así mi alma te busca a ti, Dios mío. R/.

V/. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? R/.

V/. Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada. R/.

V/. Me acercaré al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
y te daré gracias al son de la cítara,
Dios, Dios mío. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,24-30):

HABIENDO llegado Jesús a Nazaret, le dijo al pueblo en la sinagoga:
«En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naámán, el sirio».
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo.
Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy lunes, 16 de marzo de 2020
Severiano Blanco, cmf


Queridos hermanos:

Todos conocemos a esos enfermos que solo quedan satisfechas si el médico les receta un medicamento muy caro. Pero a Eliseo, que no era médico ni apenas curandero, no le gustaba la aparatosidad; así que sus pacientes se iban decepcionados. Y eso que le tocó realizar la curación más difícil de la época: la de un leproso. En el AT el leproso es un maldito de Dios, y la lepra es considerada como equivalente de la muerte, “hijo predilecto de la muerte” (Job 18,13). Los rabinos decían que Eliseo había resucitado a dos muertos, pues, además de devolver a la vida al muchacho hijo de la viuda (2Re 4,32ss), había curado la lepra de Naamán (2Re 5). Y dar la vida a un muerto es algo reservado a Dios, como deja claro el rey de Israel ante la propuesta que le traen de Siria.

Pero el mensaje litúrgico de hoy pone el acento en otro lugar. Se trata de que el curado es un forastero, no un israelita, lo cual dará a Jesús materia de muchos comentarios. Algunos judíos se arrogaban la exclusiva de la santidad y de la experiencia de la misericordia de Dios, cosa que Jesús criticará duramente, haciéndolos despertar de sus rutinas y de su orgullo. Una vez se encontrará con un centurión romano tan abierto a su mensaje, con tan buenas disposiciones religiosas, que le hará exclamar: “en ningún israelita he encontrado tanta fe” (Lc 7,9). Y la expresión la generalizará en aquella otra de “vendrán muchos de oriente y de occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob, mientras que los hijos del reino serán echados fuera” (Mt 8,11s). Jesús anuncia la salvación universal.

La raíz de la controversia con que nos encontramos hoy está en el rechazo del mensaje generoso de Jesús, en la cerrazón de su pueblo a acoger su invitación a renovarse, a cambiar, a sustituir las ansias de venganza por la compasión, por el anuncio del año de amnistía, de gracia del Señor. Los “de siempre”, los “cumplidores”, protestan; muy satisfechos de sí mismos, preferirían un Mesías justiciero a uno compasivo. No quieren la novedad anunciada por Jesús: el perdón de Dios gratuito, la compasión para con los pecadores desesperados (“vendar los corazones desgarrados”).

El final de la escena es sorprendente. Quienes han podido conducir a Jesús hasta el precipicio no son capaces de echarle mano cuando huye por en medio de todos ellos. Difícil de valorar históricamente, la escena tiene una fuerte carga simbólica: es una anticipación de la resurrección; ni Pilatos ni Caifás podrán detener al Resucitado. Jesús ha triunfado, y, con él, la misericordia del Padre que él anunciaba y visualizaba.

Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf

BUENOS DÍAS!!!




domingo, 15 de marzo de 2020

EL PAPA FRANCISCO AGRADECE A SACERDOTES SU LABOR DURANTE CUARENTENA EN ITALIA


El Papa agradece a sacerdotes su labor durante cuarentena en Italia
Redacción ACI Prensa





El Papa Francisco agradeció a los sacerdotes italianos su esfuerzo pastoral y evangélico durante la cuarentena a la que está sometida toda Italia por la epidemia de coronavirus COVID-19, que ha llevado a cancelar las Misas y otros eventos religiosos.

Antes de rezar el Ángelus este domingo 15 de marzo en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, el Pontífice pronunció unas palabras de agradecimiento a los médicos, los enfermeros y los voluntarios que hacen frente a la epidemia de coronavirus.

Tuvo palabras también de consuelo para los enfermos y de apoyo a los sacerdotes. El Santo Padre mostró su cercanía, en concreto, a la región de Lombardía, la más golpeada por la epidemia en Italia.

Desde el comienzo de la crisis sanitaria, han dado positivo por COVID-19 en Italia 17.750 personas, y han fallecido 1441. De ellos, 11.685 casos se han registrado en la región de Lombardía, de los que han fallecido 966.

En concreto, se refirió a la Misa celebrada por el Arzobispo, Mons. Mario Enrico Delpini, en el Policlínico de Milán.

“El señor Arzobispo cercano a su pueblo, y también cercano a Dios en la oración me viene a la mente la fotografía de la semana pasada, solo sobre el techo de la Catedral rezando a la Virgen”, dijo el Papa.

En ese contexto, agradeció también “a todos los sacerdotes”, y destacó “la creatividad de los sacerdotes. Me llegan muchas noticias desde Lombardía de esta creatividad. Es cierto. La Lombardía ha sido muy golpeada. Sacerdotes que piensan en mil modos de estar cercano al pueblo, para que el pueblo no se sienta abandonado”.

“Sacerdotes con celo apostólico, que han entendido bien que en tiempos de pandemia no se debe hacer el ‘Don Abbondio’”, en referencia al personaje de la literatura clásica italiana, un sacerdote débil sin capacidad apostólica.

TIPS PARA VIVIR LA MISA PRECEPTUAL EN CASA POR TELEVISIÓN











LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 3° DE CUARESMA, 15 DE MARZO DE 2020


Lecturas de hoy Domingo 3º de Cuaresma - Ciclo A
Hoy, domingo, 15 de marzo de 2020



Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (17,3-7):

En aquellos días, el pueblo, torturado por la sed, murmuró contra Moisés: «¿Nos has hecho salir de Egipto para hacernos morir de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?»
Clamó Moisés al Señor y dijo: «¿Qué puedo hacer con este pueblo? Poco falta para que me apedreen.»
Respondió el Señor a Moisés. «Preséntate al pueblo llevando contigo algunos de los ancianos de Israel; lleva también en tu mano el cayado con que golpeaste el río, y vete, que allí estaré yo ante ti, sobre la peña, en Horeb; golpearás la peña, y saldrá de ella agua para que beba el pueblo.»
Moisés lo hizo así a la vista de los ancianos de Israel. Y puso por nombre a aquel lugar Masá y Meribá, por la reyerta de los hijos Israel y porque habían tentado al Señor, diciendo: «¿Está o no está el Señor en medio de nosotros?»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 94,1-2.6-7.8-9

R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón.»

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R/.

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R/.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.» R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (5,1-2.5-8):

Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en que estamos: y nos gloriamos, apoyados en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado. En efecto, cuando nosotros todavía estábamos sin fuerza, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (4,5-42):

En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía.
Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: «Dame de beber.» Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida.
La samaritana le dice: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?» Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.
Jesús le contestó: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.»
La mujer le dice: «Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?»
Jesús le contestó: «El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.»
La mujer le dice: «Señor, dame de esa agua así no tendré más sed ni tendré que venir aquí a sacarla.»
Él le dice: «Anda, llama a tu marido y vuelve.»
La mujer le contesta: «No tengo marido».
Jesús le dice: «Tienes razón que no tienes marido; has tenido ya cinco y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad.»
La mujer le dijo: «Señor, veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén.»
Jesús le dice: «Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto así Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad.»
La mujer le dice: «Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo.»
Jesús le dice: «Soy yo, el que habla contigo.»
En aquel pueblo muchos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer: «Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy domingo, 15 de marzo de 2020
Fernando Torres cmf


En espíritu y en verdad

      ¿Quién no ha recibido una carta de esas que dicen que haciendo esto o lo otro se consigue automáticamente que te suceda algo bueno, un milagro para ser exactos, que te dará la felicidad? O quizá se trata de esos predicadores que nos anuncian que haciendo esto o lo otro es como lograremos la salvación de una forma absolutamente segura. Hay quien entiende así las devociones. Hay que hacer los nueve primeros viernes de mes al Corazón de Jesús o la novena a tal santo para salvarse o para alcanzar eso que deseamos. O rezar el rosario todos los días. O peregrinar a tal santuario o a tal otro. O... Siempre parece que es una condición, más o menos difícil de cumplir, que se nos pone por delante como una especie de prueba necesaria para conseguir la salvación, para ir al cielo. 

      La samaritana también andaba con esos problemas. Entre samaritanos y judíos había un contencioso. Unos decían que el culto a Yahvé sólo se podía celebrar en el monte Garizím y los otros que en Jerusalén. Unos que había que cumplir unas normas y otros que otras. Conclusión: que no se hablaban. De repente, aparece Jesús, un judío, y pide agua a la mujer, una samaritana. Tiene sed y pide agua. Es un ser humano que expone su necesidad. Sin más. A Jesús no le preocupa que aquella mujer sea samaritana. Es una hermana más. Es hija de Dios. 

      Ahí comienza un diálogo en el que Jesús va a invitar a la samaritana a ir más allá de las normas y los cultos. Como dice Jesús, se acerca la hora en que los que adoran a Dios lo harán en “espíritu y en verdad” y no en este monte o en el otro, o cumpliendo unas leyes u otras. Entonces se abre la mente de la samaritana y no puede menos que anunciar lo que ha “visto y oído” a los otros samaritanos. 

      Pero, ¿qué significa ese “en espíritu y en verdad”? Quizá tendríamos que poner en contacto este relato de la samaritana con la parábola del buen samaritano. Quizá ahí encontramos la clave de lo que significa adorar a Dios para Jesús. No es algo que se hace en el templo –recordemos que en la parábola se reprueba precisamente la actitud del sacerdote y del levita– porque a Dios se le adora allá donde se le encuentra. Y se le encuentra en el prójimo. Más específicamente, en el prójimo necesitado y sufriente. A este punto se nos viene a la memoria la cita de San Ireneo: “La gloria de Dios es la vida del hombre”. La propuesta de Jesús para judíos y samaritanos es la misma: el culto no pasa de ser un folklore si no se fundamenta en un real amor a Dios que se manifieste primeramente en el amor a nuestros prójimos, sobre todo a los que sufren. Es de esperar que esta Cuaresma nos convirtamos a adorar a Dios en espíritu y en verdad, en nuestros hermanos y hermanas que sufren.



Para la reflexión

      ¿Me hago alguna vez preguntas al estilo de la Samaritana? ¿Vivo preocupado por el cumplimiento de las normas y me olvido de amar y servir a mi prójimo? ¿Qué hago para adorar a Dios en mis hermanos y hermanas que sufren?
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...