miércoles, 6 de mayo de 2015

LETANÍAS MARIANAS EXPLICADAS: DÍA 2 DE MAYO


Segundo día: La devoción a la Santísima Virgen


Hay en la Madre de Dios una admirable apropiación del ministerio de la mediación, sea por nuestra parte, sea por la parte de su divino Hijo, sea, finalmente por su propia parte.

1º Por nuestra parte. En efecto, no hay nada en ella que sea temible: es una pura criatura. En ella la divinidad no existe en ningún grado. Y como no tiene divinidad, no está en ella el ejercer la justicia. Dependiente de Dios, como nosotros, es nuestra hermana; podemos recurrir a ella sin ningún temor y comenzar de alguna manera, así, el aprendizaje de la confianza hacia su hijo.

2º Por parte de ese Hijo, por Medio de María se puede esperar todo; porque es la más perfecta y la más elevada de las criaturas, que tiene una relación necesaria con Dios, y que no está –oso decirlo así – menos unida a la humanidad de su divino hijo que lo que esta humanidad está unida a la divinidad

3º Por su parte, finalmente, ella es Madre y, maravillo recurso, Madre de las dos partes: Madre de Dios, Madre de los hombres; que puede obtener todo como Madre de Dios, que quiere conceder todo como Madre de los hombres, y por tanto más autorizada e interesada incluso a concurrir de esta manera en nuestra salvación, que fue por este único fin que fue elegida y al que debe su gloriosa Maternidad (Aug. Nicolas).


Ejemplo

La hoja de la conversión de Francfort (1849, nº 205 y nº 207) da detalles sobre la solemnidad que tuvo lugar con ocasión del centenario del nacimiento del poeta Goethe, nacido en Francfort en 1749. Un testigo ocular da cuenta del entusiasmo del pueblo, que había ornado la estatua del gran hombre. Súbitamente algunos espectadores propusieron a la masa visitar la tumba de la madre de Goethe. Agregaron que no convenía, después de haber ovacionado al hijo, olvidar enteramente a la madre que le había dado la vida. La multitud siguió en masa a los que habían hecho la proposición hasta el cementerio, donde la solemnidad recomenzó. La Iglesia católica, exaltando el culto de la Virgen, pretende también que no es conveniente olvidar rendirle honores a la Madre que adora al Hijo.
Honremos a María para complacer a Jesús, su divino Hijo



Traducido del francés por José Gálvez para ACI Prensa

LETANÍAS MARIANAS EXPLICADAS, DÍA 1 DE MAYO

LETANÍAS MARIANAS EXPLICADAS
Primer día: El mes de María


El mismo sentimiento que había inspirado a los servidores de María a honrarla cada día mediante diversas prácticas, cada semana con la devoción del sábado, cada mes por la celebración de alguno de sus misterios, los ha llevado, en los últimos tiempos a consagrarle cada año un mes entero. Y para ello han elegido el más bello de los meses,  mes en el que no había ninguna fiesta particular. La Iglesia ha alentado esta devoción hacia la Santísima Virgen. Por dos rescriptos, del 21 de marzo de 1815 y del 18 de junio de 1822, Pío VII concede las indulgencias siguientes, aplicables a las almas del Purgatorio.

una indulgencia plenaria a perpetuidad, a ser ganada una vez en el mes de mayo, el mismo día de la comunión, por todos los fieles católicos, que, todos los días de este mes, honren especialmente a la Santísima Virgen, sea en público, sea en privado, mediante homenajes, ejercicios piadosos o actos d virtud.
Una indulgencia parcial de trescientos días para cada día del mes en que se haya rendido a María un homenaje público o particular.
Los Anales de la propagación de la fe, refieren del año 1846, que muchos misioneros, que se encontraban sobre un navío en pleno mar, tuvieron la feliz idea de comenzar ahí sus ejercicios del mes de Maria. Había preparado ya a tres marineros que no habían hecho su Primera Comunión, y esperaban ganar para Cristo y su religión a los otros marineros y en especial al capitán, que no tenían ni fe ni ley. Ya los marineros habían asistido atentamente a la Santa Misa, lo que causo una impresión profunda en el capitán. Permitió, en consecuencia, que se comenzara a solemnizar el mes de María. Todas las tardes, cada vez que el tiempo lo permitía, se recitaba algunas decenas del rosario y las oraciones de la tarde seguidas de cánticos. Asistieron todos, pero sólo cinco quisieron confesarse. Sin embargo, la virtud de la intercesión de la Santísima Virgen se hacía ya sentir, porque el capitán daba signos indudables que su corazón estaba vivamente impresionado y que un violento combate se libraba en su alma. Los misioneros hicieron una novena para obtener su conversión. Y de pronto, cuando se comenzó los ejercicios, el capitán pidió hacer una confesión general, que hizo con gran compunción. Pronto, todos los marineros siguieron el ejemplo de su jefe; se reconciliaron con dios y se aproximaron en grupo a Santa Mesa. Regresando, el capitán se colgó del cuello de su confesor, agradeciéndole con estas palabras: “Mi corazón no puede estar más felíz”.

Tomado del Mes de María para el uso de personas ocupadas (París 1901)

Traducido del francés por José Gálvez para ACI Prensa

MEDITACIONES DIARIAS DE LA VIRGEN MARÍA: FLORECILLAS A MARÍA, DÍA 6 DE MAYO


Flor del 6 de mayo: Madre Inmaculada

Meditación: “Alégrate, la llena de Gracia, el Señor está contigo” (Lucas 1,28). Gracia plena, es María; siempre estuvo llena de Gracia, por lo que no tiene mancha de pecado. Nunca se halló privada de la Gracia sobrenatural y santificante de Dios, pues Ella sería el Vaso Puro que llevaría al mismo Dios. Así se presentó en Lourdes como la Inmaculada Concepción, título que por Dogma la misma Iglesia le había reconocido.

Oración: ¡Oh María, Gracia plena!. Permítenos que nos alegremos con vos ya que el Señor te eligió y nos regaló tu Corazón, para que pongamos en El el nuestro como ofrenda al Dios Eterno. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Cómo debo guardar la pureza de pensamientos y de obras.

martes, 5 de mayo de 2015

IMÁGENES DE LA VIRGEN DE FÁTIMA























































LA ADORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


La "adoración" a María
Hay algunos que piensan que los católicos "adoramos" a María ¿Es eso cierto? 


Por: Aci Digital | Fuente: ACI Prensa



Hay algunos que piensan que los católicos "adoramos" a María ¿Es eso cierto?

Primero que nada, hay que decir que los católicos no adoramos a la Virgen María. El culto que le profesamos no es adoración, puesto que ésta corresponde únicamente a Dios. Los católicos veneramos a Santa María, porque Ella es la mujer a quien Dios escogió para que fuera la Madre de Cristo. Es decir, María no es una persona cualquiera, es la Madre del mismo Dios.

María es bienaventurada por el hecho de haber sido escogida por Dios para llevar al Salvador en su seno, y por ello los católicos la hemos llamado así durante "todas las generaciones". El respeto y veneración que le profesamos los católicos a la Santísima Virgen tiene, por lo tanto, bases bíblicas sólidas.


1. Desde el designio divino

Dios manda alabar a María. El ángel Gabriel enviado por Dios saludó a María con estas palabras: "Alégrate, llena de gracia, el Señor es contigo" (Lc 1,28). Dios Padre ha querido asociar a María a la realización de su Plan de Reconciliación. Es así que María está asociada a la obra de su Hijo, el Señor Jesús. No es un simple capricho o exageración el reconocer la maternidad divina de María. El misterio de María está íntimamente unido al misterio de su Hijo. En Ella "todo está referido a Cristo", subordinado a Él. María no tiene naturaleza divina y todos sus dones le vienen por los méritos de su Hijo, y no por ello deja de ser una mujer única, con dones únicos para una misión muy particular en la historia.

La cooperación de María en la obra de la Reconciliación. Para ser la Madre del Salvador, María fue dotada por Dios con dones a la medida de su importante misión; ella es la "Llena de gracia". Sin esta gracia única, María no hubiera podido responder a tan grande llamado. Ella es Inmaculada, libre de todo pecado original, en virtud de los méritos de su Hijo (LG 53).

Los relatos evangélicos presentan la concepción virginal como una obra divina que sobrepasa toda comprensión y posibilidad humanas (Catecismo de la Iglesia Católica n. 497). María es, pues, una mujer muy especial, dotada por Dios para ser Madre del Redentor, Madre de Dios.


2. Testimonio de las Escrituras

Los Evangelios nos la presentan como activa colaboradora en la misión de su Hijo. En Belén da a luz a Jesús, lo presenta a los pastores, a los Magos y en el Templo; convive con Él treinta años en Nazareth; intercede en Caná; sufre al pie de la cruz; ora en el Cenáculo. Por tanto, hacer a un lado a María, separarla de Cristo, no es lo que la revelación enseña. Si los Reyes Magos adoraron a Jesús en brazos de María, ¿será idolatría imitar su ejemplo?


3. En la vida de la Iglesia

La Iglesia nos presenta a María como Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. "Pero todo esto ha de entenderse de tal manera que no reste ni añada nada a la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador" (S. Ambrosio). La luna brilla porque refleja la luz del sol. La luz de la luna no quita ni añade nada a la luz del sol, sino manifiesta su resplandor. De la misma manera, la mediación de María depende de la de Cristo, único Mediador.

El culto a María está basado en estas palabras proféticas: "Todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi maravillas el Poderoso" (Lc 1, 48-49). Ella será llamada bienaventurada, no porque su naturaleza sea divina, sino por las maravillas que el Poderoso hizo en ella. Así como María presentó a los pastores al Salvador, a los Magos al Rey, para que lo adoraran, le presentaran dones y se alegraran con el gozo de su venida, así el culto a la Madre hace que el Hijo sea mejor conocido, amado, glorificado y que, a la vez, sean mejor cumplidos sus mandamientos. María nunca busca reducir la gloria de su propio Hijo; todo lo contrario, y así es como lo ha entendido la Iglesia desde los primeros siglos, cuando oraban al Señor los discípulos en el Cenáculo en compañía de la Virgen Madre (Hch 1,14).

MEDITACIONES DIARIAS DE LA VIRGEN MARÍA: DÍA 5 DE MAYO DEL 2015


Flor del 5 de mayo: Madre de la Divina Gracia
Fiesta de Nuestra Señora de la Gracia

Meditación: “Mujer, ahí tienes a tu hijo, después dijo al discípulo, he ahí a tu Madre” (Juan 19,26-27). Madre no sólo adoptiva sino que nos da la Vida, nos da a Cristo, más exactamente nos da la gracia santificante, la vida sobrenatural, algo físico y real que consiste en la unión con Cristo.

Oración: ¡Oh Madre de la Divina Gracia, que nos llevas a la Vida!. Muéstranos como Manantial de Gracia el camino hacia la verdadera Patria. Tu, llena de Gracia, sed la Salvación de nuestras pobres almas. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Poner los medios para estar en gracia de Dios.

TARDE ANTE LA VIRGEN... EN MAYO MES DE MARÍA


Tardes ante la Virgen ...en mayo mes de María
La devoción a la Virgen María en el alma del cristiano va unida a nuestra fe ya que María es la Madre de Dios y Madre nuestra.


Por: Ma Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net




Estamos en el mes de mayo, es el mes que la tradición católica consagra a la Virgen María.

La devoción a la Virgen María en el alma del cristiano va unida a nuestra fe ya que María no solamente es la Madre de Dios sino también Madre nuestra.

La Virgen María ocupa un lugar intermedio entre Dios y los Santos, que da origen a un culto del todo propio y especial, muy inferior al de Dios pero superior al de los Santos.

Como nos explica Royo Marín O. P..- A Dios se le venera con culto de adoración o de Latría, en virtud de su excelencia infinita. Este culto de Latría es de tal manera propio y exclusivo de Dios que, tributado a cualquier criatura, constituye, cuando se comete conscientemente uno de los más graves pecados que se pueden cometer: la idolatría.

A los Santos les corresponde el culto de dulía o de simple veneración (sin adoración) por lo que tienen de Dios. En este sentido no solo es lícito invocarlos y reverenciarlos, sino que es muy útil y conveniente.

A la Virgen María por su singular dignidad de Madre Dios, se le da el culto de hiperdulía o de veneración muy superior a la de los Santos, pero muy inferior al culto de latría, que se le debe exclusivamente Dios.

Hay un abismo infinito entre ambas especies de cultos.

María tiene el motivo de su singular dignidad de madre de Dios y esta dignidad la coloca en un orden aparte- el orden hipostático relativo - que está mil veces por encima y es específicamente distinto del orden de la gracia y de la gloria en el que se encuentran todos los Santos. De manera que al hablar de la devoción a la Virgen María, hay que entenderla siempre en el orden del culto de hiperdulía, que es el que corresponde a Ella sola específicamente.

En ese sentido caen por su base toda las objeciones de los protestantes y muchas "sectas" contra el culto a María que profesamos los católicos.

La fórmula ideal que resume y condensa el pensamiento católico sobre la devoción mariana es esta : A JESÚS POR MARÍA.

Y que reconfortante es, en este mundo en que poco a poco las tradiciones se van perdiendo, se van quedando atrás como perdidas en la niebla del pasado, como algo que ya " no toca", que "no va"... ver como las mamás jóvenes, especialmente en la Provincia, llevan a sus pequeños vestidos de blanco y con una flor en la mano a la Iglesia

Para cantarle a la Virgen, a rezarle y poner a sus pies esa sencilla flor que tiene todo el inmenso valor del candor de un alma infantil.

Esas tardes ante la Virgen, esas canciones van a echar raíces que permanecerán ya por siempre en el alma de esos niños y cuando llegue la adolescencia, la juventud arreciando contra ellos vientos de tormenta, sabrán volver sus ojos y su corazón a esa Madre que aprendieron a amar siendo niños y encontrarán en Ella el faro bendito que los llevará a puerto seguro y no les permitirá perder el camino que va hacia Dios.
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