domingo, 18 de agosto de 2019

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 18 DE AGOSTO DE 2019


Lecturas de hoy Domingo 20º del Tiempo Ordinario - Ciclo C
 Hoy, domingo, 18 de agosto de 2019




Primera lectura
Lectura del libro de Jeremías (38,4-6.8-10):

EN aquellos días, los dignatarios dijeron al rey:
«Hay que condenar a muerte a ese Jeremías, pues, con semejantes discursos, está desmoralizando a los soldados que quedan en la ciudad y al resto de la gente. Ese hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia».
Respondió el rey Sedecías:
«Ahí lo tenéis, en vuestras manos. Nada puedo hacer yo contra vosotros».
Ellos se apoderaron de Jeremías y lo metieron en el aljibe de Malquías, príncipe real, en el patio de la guardia, descolgándolo con sogas. Jeremías se hundió en el lodo del fondo, pues el aljibe no tenía agua.
Ebedmélec abandonó el palacio, fue al rey y le dijo:
«Mi rey y señor, esos hombres han tratado injustamente al profeta Jeremías al arrojarlo al aljibe, donde sin duda morirá de hambre, pues no queda pan en la ciudad».
Entonces el rey ordenó a Ebedmélec el cusita:
«Toma tres hombres a tu mando y sacad al profeta Jeremías del aljibe antes de que muera».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 39,2.3;4.18

R/. Señor, date prisa en socorrerme.

V/. Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito. R/.

V/. Me levantó de la fosa fatal,
de la charca fangosa;
afianzó mis pies sobre roca,
y aseguró mis pasos. R/.

V/. Me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios.
Muchos, al verlo, quedaron sobrecogidos
y confiaron en el Señor. R/.

V/. Yo soy pobre y desgraciado,
pero el Señor se cuida de mí;
tú eres mi auxilio y mi liberación:
Dios mío, no tardes. R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (12,1-4):

Hermanos:
Teniendo una nube tan ingente de testigos, corramos, con constancia, en la carrera que nos toca, renunciando a todo lo que nos estorba y al pecado que nos asedia, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe, Jesús, quien, en lugar del gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.
Recordad al que soportó tal oposición de los pecadores, y no os canséis ni perdáis el ánimo.
Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,49-53):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!
¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división. Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra».

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy domingo, 18 de agosto de 2019
 Fernando Torres cmf


Ser cristiano no siempre es fácil pero vale la pena

      Parece que las personas tenemos una tendencia irreprimible a la comodidad, a buscar lo fácil. Y muchas veces es así como nos enfrentamos al Evangelio. Lo mismo que vamos a un supermercado y escogemos allí las cosas que más nos gustan, también acudimos a la Iglesia con el mismo espíritu: tratando de escoger y consumir lo que nos gusta.

      Por eso, muchas veces buscamos una Iglesia donde la celebración de la Eucaristía dominical sea bonita porque hay un buen coro, porque la Iglesia está bien adornada o porque el sacerdote es ameno y breve. Mucho mejor si además nos regala continuamente los oídos con palabras que hablan de un Dios misericordioso, padre bueno, que lo perdona todo y que, casi podríamos decir, le da lo mismo que hagamos el bien o el mal porque nos ama de todas maneras y nos dará el premio de cualquier forma. Nos terminamos haciendo una religión a la carta, como cuando vamos a uno de esos restaurantes buenos en los que, al principio, el camarero nos presenta la carta de los platos y escogemos lo que más nos gusta. 

      Pero el Evangelio no es así. En el Evangelio nos encontramos con Jesús y él nos habla con claridad. Si queremos salvarnos, si queremos alcanzar la verdadera felicidad, nos invita a seguirle, nos invita a vivir de una determinada manera. No nos promete que siempre va a ser fácil estar con él. Si al maestro lo clavaron en la cruz, no podemos pensar que a sus seguidores les va a ir mucho mejor. Es lo que nos dice Jesús en el Evangelio de hoy: “He venido a prender fuego en el mundo”. No dice que haya venido a poner paños calientes para que nos sintamos bien. No. Jesús pretende cambiar este mundo, revolucionarlo, ponerlo patas arriba. Eso no es fácil. A veces es causa de dolor y división. La paz llegará después. El Reino es algo que llega pero primero hay que conquistarlo, hay que esforzarse. Para conseguir la justicia es preciso luchar contra la injusticia. 

      Por eso, lo más importante de la vida del cristiano no es participar en la misa del domingo. Ese es el lugar de encuentro con la comunidad. Pero donde un cristiano se juega su ser cristiano, es en su vida diaria, en la relación con su familia, sus compañeros de trabajo, sus amistades. Ahí es donde hay que vivir en cristiano. Aunque eso signifique ir en contra de la opinión de los demás o perder su amistad. Porque ser cristiano no es responder siempre con una sonrisa a todo lo que nos dicen, sino saber poner por delante, con cariño pero también con fuerza, la verdad del Evangelio. Pero no nos asustemos. Recordemos los muchos que han dado y dan su sangre en defensa de la fe. Su testimonio nos debe animar a vivir con más radicalidad nuestra vida cristiana. 



Para la reflexión

¿Hemos hecho de nuestra fe cristiana una religión a la carta? ¿Qué cosas hemos dejado de lado, que no nos gustan porque son demasiado exigentes? ¿Nos callamos ante nuestros amigos o familiares en cosas de la Iglesia que sabemos que deberíamos defender?

HOY LA IGLESIA CELEBRA A SAN ALBERTO HURTADO, 18 DE AGOSTO


Hoy la Iglesia celebra a San Alberto Hurtado, fundador de “El Hogar de Cristo”
Redacción ACI Prensa





San Alberto Hurtado quiso imitar a Jesús en las cosas sencillas de cada día, como Cristo se dedicó a los pobres y huérfanos y se preocupó por darles una vida digna. Se caracterizó por su fortaleza, su generosidad y su entrega incondicional a Dios.

Alberto Hurtado Cruchaga nació el 22 de enero de 1901, en Viña del Mar, Chile, en el seno de una familia cristiana. Sus padres, Alberto Hurtado y Ana Cruchaga vivían en el fundo Los Perales de Tapihue cerca de la localidad de Casablanca y fue donde Alberto pasó sus primeros años de vida.

Cuando tenía cuatro años, su padre falleció dejando a su madre a cargo de su hermano Miguel y de él. Al no tener suficientes ingresos para la manutención de sus dos hijos, Ana tuvo que vender el fundo y trasladarse a Santiago donde fueron acogidos por sus familiares.

En 1909 ingresó al Colegio San Ignacio, donde destacó por ser buen compañero, entusiasta y alegre. Fue en este lugar donde comenzó a manifestarse su vocación al sacerdocio.

Sin embargo, la precaria situación económica de su madre le impedía cumplir su sueño de entrar a la Compañía de Jesús. Cuando terminó el colegio estudió leyes en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Para ayudar a su familia trabajaba en las tardes y colaboraba en la parroquia Virgen de Andacollo en las pocas horas que le quedaban libres.


En esos años, Alberto nunca perdió la esperanza y rezaba con fervor a Dios para que le permitiera ser sacerdote. En 1923 sus rezos fueron escuchados y pudo ingresar al seminario. En 1933 fue ordenado sacerdote en Bélgica.

El Santo regresó a Chile en 1936. De inmediato se puso a trabajar como profesor en el Colegio San Ignacio. Se dedicó a orientar a los niños y jóvenes que buscaban su compañía y sus consejos. Su carisma por los jóvenes era tan grande que sobrepasó los límites del colegio y fue llamado como asesor de la Acción Católica Juvenil.

Junto a sus colaboradores recorrió la patria inflamando los corazones juveniles con el deseo de luchar por la gloria de Cristo.

El Hogar de Cristo

Una noche encontró a un pobre enfermo abandonado en las calles y en otra noche vio a un grupo de niños que dormían bajo el punto del río Mapocho. Se conmovió y reconocía el rostro de Cristo en cada uno de ellos. Por ellos decidió ayudarlos. Pidió a sus feligreses que lo apoyaran con todas las limosnas posibles. Así reunió dinero, joyas y terrenos. Gracias a estas donaciones fundó su gran obra: “El Hogar de Cristo”.

Con su incansable amor recorría las calles en su camioneta para recoger a los pobres y niños y llevarlos al “Hogar de Cristo” donde les daba leche caliente y para que pudieran dormir en una cama confortable.

Siempre tenía un nuevo proyecto entre sus manos. Una nueva casa de acogida para los niños, talleres de enseñanza, más camas para las hospederías. También fundó varios talleres para educar a los jóvenes y  capacitarlos para que consigan un trabajo digno. Pese a la incomprensión de muchos, siempre encontraba la fuerza para seguir sirviendo a Cristo.


También publicó libros y dio conferencias sobre el sacerdocio, los problemas de la adolescencia, la educación, el orden social y el catolicismo. Fundó la revista Mensaje y varias para la Acción Sindical Chilena.

Pese a la cantidad de tareas impuestas, nunca dejó de realizar Dirección Espiritual. Con su mejor sonrisa recibía y escuchaba a sus "patroncitos".

Tenía 51 años cuando le diagnosticaron cáncer. A pesar de los fuertes dolores de su enfermedad, siguió trabajando por Cristo desde su habitación en el Hospital Clínico de la Universidad Católica. Hasta el final se mantuvo alegre y contento, siempre dando una palabra de esperanza y apoyo a quien lo visitaba. Siempre repetía: Contento, Señor, contento”.

Partió al cielo el 18 de agosto de 1952. El 16 de octubre de 1994, San Juan Pablo II beatificó al Padre Hurtado. Fue canonizado el 23 de octubre de 2005 por el Papa Benedicto XVI.




Biografía de San Alberto Hurtado Cruchaga



Nació el 22 de enero de 1901, en Viña del Mar, Chile, en el seno de una familia cristiana. Sus padres, Alberto Hurtado y Ana Cruchaga vivían en un campo cercano a la localidad de Casablanca. En el fundo Los Perales de Tapihue, Alberto pasó sus primeros años de vida. Pero cuando tenía cuatro años, su padre falleció.

Su madre quedó sola, a cargo de Alberto y de su hermano Miguel. La venta del fundo se hizo necesaria junto con el traslado a Santiago.

Acogidos por sus familiares, Alberto, Miguel y doña Ana, iniciaron una nueva etapa de sus vidas en la capital.

En 1909 ingresó al Colegio San Ignacio, en donde destacó por ser buen compañero, entusiasta y alegre. Fue en este lugar donde comenzó a manifestarse su vocación, esas ganas de ayudar a los otros estando al servicio de Cristo.

Sin embargo, aunque sabía que por sobre todas las cosas quería ser sacerdote, la difícil situación económica de su madre le hacía imposible cumplir su sueño de entrar a la Compañía de Jesús. Por eso, una vez finalizado el colegio entró a estudiar Leyes en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Para ayudar a su familia trabajaba en las tardes y en las pocas horas que le quedaban libres se lo dedicaba a la Parroquia Virgen de Andacollo.

Su vocación sacerdotal seguía presente, aunque los años pasaban, él no perdía la esperanza. Finalmente sus rezos fueron escuchados y en 1923 pudo cumplir su sueño e ingresar al noviciado. Luego de varios años de estudios, fue ordenado sacerdote en Bélgica, en 1933.

Volvió a Chile en 1936. De inmediato se puso a trabajar como profesor del Colegio San Ignacio, aquí niños y jóvenes buscaban su compañía y orientación. Su inmenso arrastre entre los jóvenes sobrepaso los límites del colegio. Fue llamado entonces como asesor de la Acción Católica Juvenil. Con sus jóvenes colaboradores recorrió la patria inflamando los corazones juveniles con el deseo de luchar por la gloria de Cristo.

Jesús lo llamaba. En cada lugar el Padre Alberto Hurtado veía la cara de Cristo en los pobres. Había tantos que necesitaban techo, abrigo y comida. Para ellos fundó el Hogar de Cristo en 1944.

Sin tiempo para desfallecer siempre tenía un nuevo proyecto entre sus manos. Una nueva casa de acogida para los niños, talleres de enseñanza, más camas para las hospederías, eran algunas de las miles de ideas que rondaban en su cabeza. Pese a la incomprensión de muchos, siempre encontraba la fuerza para seguir sirviendo a Cristo.

Su obra se multiplicó con su trabajo en la Ación Católica, en la Acción Sindical de Chile y en la Revista Mensaje. Pese a la cantidad de tareas impuestas, nunca dejó de realizar Dirección Espiritual. Con su mejor sonrisa recibía y escuchaba a sus "patroncitos".

Tenía 51 años cuando le diagnosticaron cáncer. Pese a los fuertes dolores de su enfermedad, siguió trabajando por Cristo desde su pieza en el Hospital Clínico de la Universidad Católica. Hasta el final se mantuvo alegre y contento, siempre dando una palabra de esperanza y apoyo a quien lo visitaba.

El 18 de agosto de 1952 el Padre Alberto Hurtado Cruchaga dejó este mundo, partiendo al encuentro con Cristo. Su esfuerzo, su lucha, su alegría y su intenso amor por Jesús dieron frutos. El 16 de octubre de 1994, Su Santidad Juan Pablo II beatificó al Padre Hurtado. Fue canonizado el 23 de octubre de 2005 por el Papa Benedicto XVI.

En la mención dedicada a la vida del padre Hurtado durante la Misa de canonización de cinco nuevos santos, el Papa hizo notar como “el programa de vida de San Alberto Hurtado” fue la síntesis de: “Amarás a Dios con todo tu corazón… y a tu prójimo como a ti mismo”.




El primer milagro del Padre Hurtado


La Congregación para la Causa de los Santos acreditaba el 9 de noviembre de 1993 el primer milagro por intercesión del P. Alberto Hurtado, a Doña María Alicia Cabezas Urrutia, quien sufriera en ese entonces de tres hemorragias cerebrales masivas y dos infartos cerebrales, los cuales dejaron una parte de su cerebro muerto hasta el día de hoy. A pesar de lo ocurrido Doña María actualmente vive tranquila sin secuela alguna.

El 25 de julio de 1990, María Alicia, sufrió la primera hemorragia subaracnoíde, y fue trasladada al Instituto de Neurocirugia de Santiago, donde ingresó en estado de coma. Normalmente los pacientes en estos casos mueren, sobretodo al repetirse una segunda hemorragia, como fue el caso de Doña María Alicia. En un caso de que sobreviva el paciente debe ser operado inmediatamente, sino corre el riesgo de morir. En este caso, María Alicia no pudo ser operado por estar muy mal.

La segunda hemorragia masiva, le ocurrió a María el 2 de agosto, con la cual debería haber muerto. El tercer episodio hemorrágico ocurrió el 4 de agosto, y María Alicia aún seguía con vida. Los médicos, Felipe Valdivia y Freddy Ayach, a pesar de que María estaba en coma, la sometieron al tratamiento nuclear, el cual demostró la falta de flujo sanguíneo en su cerebro, por lo cual debería morir en quince minutos. Sin embargo, ella se mantuvo así por muchas horas, en estado de coma, con altísima fiebre y varias infecciones.

Desde el día de la primera hemorragia ocurrida a María Alicia, en su hogar le hicieron múltiples oraciones a la intercesión del Padre Alberto Hurtado, para que se diera un milagro y así María Alicia se salvará. Víspera del día del Padre Hurtado (17 de agosto), cientos de personas peregrinaron a la tumba del Padre Hurtado celebrando allí la Eucaristía, en la cual regaban especialmente por la recuperación de María Alicia, dejando constancia en el libro de peticiones. Mientras tanto, una doctora hacia su visita rutinaria en el instituto de neurocirugía, y con gran sorpresa encontró que la fiebre alta de María Alicia había desaparecido, es más, había recuperado la conciencia, podía hablar y moverse lo cual antes no habóa podido hacer, reconocía a las personas y sus nombres.

"Mi organismo no respondía a nada, hasta que me encomendaron al Padre Hurtado y al día siguiente comencé a recuperarme. Incluso desapareció la fiebre, mis órganos vitales empezaron a funcionar y me trasladaron a la sala común", declaró María Alicia.

"En un primer momento dudaba. Posteriormente, cuando me fui informando más de lo que había ocurrido realmente conmigo, la duda despareció y ya me convencí", mencionó María Alicia.

La pronta recuperación, la cual fue inesperada e inexplicable para la ciencia médica, permitió preparar a María Alicia para someterla a una ulterior operación, que previniera nuevas hemorragias. El día 25 de septiembre marñia Alicia fuer operada durante siete horas, pero sin ningún riesgo, para así suturar el lugar de las hemorragias. Es en la operación, en donde el doctor Valdivia vio las muestras evidentes del infarto cerebral.

María Alicia volvió a su casa sana y sin secuelas de lo ocurrido el día 8 de octubre de ese mismo año.

El caso fue analizado en 1993 por la Sagrada Congregación Para la Causa de los Santos, la cual ratificó que se trataba de un milagro intercedido por el Padre Alberto Hurtado.


El Papa firmó decreto que confirma segundo milagro del P. Hurtado



El segundo milagro atribuido a la intersecion del Padre Hurtado, el cual abre paso a su canonización, fue aprobado por la Congregación para la Causa de los Santos el día 2 de abril del 2004.

El segundo milagro atribuido al Padre Hurtado y que reconocido por la Santa Sede se refiere a la situación que vivió Viviana Marcela Galleguillos Fuentes, quien en 1996, estando aún en el colegio y teniendo tan solo 16 años, resultó herida de gravedad a raíz de una accidente automovilístico en la Quinta Región, el cual la dejo con un problema cerebral de extrema gravedad. Los médicos no daban esperanzas a sus padres ya que Viviana había sufrido un daño neurológico calificado de irrecuperable por los médicos, quienes la desahuciaron tras una intervención quirúrgica.

El Padre de Viviana, fue hasta el Santuario del Padre Hurtado en Santiago, y a pesar de ser de madrugada, él espero hasta que temprano abrieran la puerta. ya adentro hizo su oración de petición y la dejó en el libro que hay en la tumba.

Al medio día, Viviana despertó como de un gran sueño, sin saber por qué se encontraba ahí. No secuelas de ninguna especie. Los médicos no encontraban explicación alguna. Luego de dos días Viviana se retiró del hospital con sus propios medios, entonces fueron a dar gracias al Padre Hurtado y en el libro describieron nuevamente su caso.

Tras lo ocurrido se inicio la investigación de la comisión médica chilena y más adelante lo hicieron en Roma. Luego de un proceso largo, finalmente se reconoció la intercesión de Alberto Hurtado en este milagro ocurrido a Viviana.

Fue canonizado el 23 de octubre de 2005 por el Papa Benedicto XVI.




Oración a San Alberto Hurtado



PADRE ALBERTO HURTADO
Apóstol de Jesucristo,
servidor de los pobres,
amigo de los niños
y maestro de juventudes,
bendecimos a nuestro Dios
por tu paso entre nosotros.

Tú supiste amar y servir.
Tú fuiste profeta de la justicia
y refugio de los más desamparados.
Tú construiste con amor
un hogar para acoger a Cristo.

Como un verdadero padre,
tú nos llamas a vivir la fe
comprometida, consecuente y solidaria.

Tú nos guías con entusiasmo
en el seguimiento del Maestro.
Tú nos conduces al Salvador
que nuestro mundo necesita.

Haznos vivir siempre contentos
aun en medio de las dificultades.
Haz que sepamos vencer el egoísmo
y entregar nuestra vida a los hermanos.

PADRE HURTADO,
HIJO DE MARÍA Y DE LA IGLESIA,
AMIGO DE DIOS Y DE LOS HOMBRES,
RUEGA POR TODOS NOSOTROS.

Amén.

Fuente: padrealbertohurtado.cl



Oración por los Enfermos de San Alberto Hurtado


San Alberto Hurtado
amigo de los niños y de los pobres,
de los enfermos y desamparados.

Tú que conociste el dolor
y la enfermedad,
que supiste del desprecio
y la persecución
ayúdame a dar sentido
a mi padecimiento
y acercar mi pasión
a la Pasión salvadora
de nuestro Señor Jesucristo,
porque “Si sufrimos pacientemente
con Él, también reinaremos con Él”.

Dame fortaleza y esperanza
para aceptar la enfermedad
y conocer el triunfo
de la Resurrección.

Intercede por mí
ante nuestro Padre Dios,
para que me sane de mi enfermedad
si es su voluntad.

Amén

Fuente: padrealbertohurtado.cl



Oración a la Virgen María por San Alberto Hurtado



¡Madre mía querida y muy querida!
Ahora que ves en tus brazos a ese bello Niño
no te olvides de este siervo tuyo,
aunque sea por compasión mírame;
ya sé que te cuesta apartar los ojos de Jesús
para ponerlos en mis miserias,
pero, madre, si tú no me miras,
¿cómo se disiparán mis penas?
Si tú no te vuelves hacia mi rincón,
¿quien se acordará de mí?
Si tú no me miras,
Jesús que tiene sus ojitos clavados en los tuyos, no me mirará.

Si tú me miras, El seguirá tu mirada y me verá
y entonces con que le digas
“¡Pobrecito! necesita nuestra ayuda”;
Jesús me atraerá a sí y me bendecirá
y lo amaré y me dará fuerza y alegría,
confianza y desprendimiento.
Me llenará de su amor y de tu amor
y trabajaré mucho por El y por Ti,
haré que todos te amen
y amándote se salvarán.
¡Madre! ¡Y solo con que me mires!

Fuente: padrealbertohurtado.cl



Oración de San Alberto Hurtado por los niños



San Alberto Hurtado,
amigo de los patroncitos
de los que no tienen casa
y sienten hambre y frío.

Les diste el Hogar de Cristo,
les regalaste tu abrigo,
los quisiste como hermanos,
los trataste con cariño.

Nos enseñaste a ayudar
a hacer la vida más buena…
Eso es solidaridad,
y hay que dar hasta que duela.

Amén

Fuente: padrealbertohurtado.cl



Oración La Sonrisa por San Alberto Hurtado


“No cuesta nada pero vale mucho.
Enriquece al que la recibe,
Sin empobrecer al que la da”.

“Se realiza en un instante,
y su memoria perdura para siempre”.

“Nadie es tan rico
que pueda prescindir de ella,
ni tan pobre que no pueda darla”.

“Y, con todo, no puede ser comprobada,
mendigada, robada,
porque no existe hasta que se da”.

“Y si en el momento de comprar,
el vencedor está tan cansado
que no puede sonreír,
¿quieres tu darle una sonrisa?”.

“Porque nadie necesita tanto una sonrisa
como los que no tienen una
para dar a los demás”.

Amén.

Fuente: padrealbertohurtado.cl

FELIZ DOMINGO!!




miércoles, 14 de agosto de 2019

LECTURAS BÍBLICAS DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, 15 DE AGOSTO


Lecturas de la Asunción de la Virgen María
Jueves, 15 de agosto de 2019



Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (11,19a;12,1.3-6a.10ab):

Se abrió en el cielo el santuario de Dios y en su santuario apareció el arca de su alianza. Después apareció una figura portentosa en el cielo: Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas. Apareció otra señal en el cielo: Un enorme dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos y siete diademas en las cabezas. Con la cola barrió del cielo un tercio de las estrellas, arrojándolas a la tierra. El dragón estaba enfrente de la mujer que iba a dar a luz, dispuesto a tragarse el niño en cuanto naciera. Dio a luz un varón, destinado a gobernar con vara de hierro a los pueblos. Arrebataron al niño y lo llevaron junto al trono de Dios. La mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar reservado por Dios. 
Se oyó una gran voz en el cielo: «Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 44,10bc.11-12ab.16

R/. De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir

Hijas de reyes salen a tu encuentro, 
de pie a tu derecha está la reina, 
enjoyada con oro de Ofir. R/. 

Escucha, hija, mira: inclina el oído, 
olvida tu pueblo y la casa paterna; 
prendado está el rey de tu belleza: 
póstrate ante él, que él es tu señor. R/. 

Las traen entre alegría y algazara, 
van entrando en el palacio real. R/.


Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (15,20-27a):

Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies.

Palabra de Dios


Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,39-56):


En aquellos días, Maria se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de Maria, saltó la criatura en su vientre.
Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.» 
María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo había prometido a nuestros padres– en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.» 
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio del jueves, 15 de agosto de 2019
 CR


Queridos hermanos:

No sé cuántos pueblos y ciudades celebran hoy su fiesta patronal. En la mitad de este mes caluroso y vacacional, la fiesta de la Asunción de la Virgen María marca un hito lleno de evocaciones. La liturgia se empeña en proponernos el dogma de la Asunción, pero tengo la impresión de que el sentir popular se dirige directamente a la figura de la Madre, sin detenerse mucho en el significado y en las implicaciones de este dogma. Lo siento por los predicadores que se afanan por reconducir la nave a buen puerto.

En muchos lugares de España, a esta fiesta se la denomina, sin más, “la Virgen de Agosto”. Lo más frecuente es servirse de las múltiples advocaciones que se dan cita un día como hoy.

Lo mejor que se puede decir hoy está contenido en el evangelio. Este canto de María, el Magnificat, es como su testamento: lo que Ella nos diría como compendio de su experiencia de Dios y del hombre. No tiene desperdicio:

Dios es, sobre todo, fuente de alegría y de salvación: Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.

Dios es amor sin límites: Su misericordia se derrama de generación en generación.

Dios da un vuelco a nuestro mundo organizado injustamente de más a menos: Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes.

Así, y más, es el Dios de María. ¿Y el nuestro? Feliz fiesta a todos.

SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN: LA VIRGEN MARÍA MURIÓ? - RESPONDE EL PADRE FORTEA


Solemnidad de la Asunción: 
¿La Virgen María murió? Responde el Padre Fortea
POR DAVID RAMOS | ACI Prensa
 Crédito: David Ramos / ACI Prensa.





En el marco de la celebración de la Solemnidad de la Asunción, muchos fieles se preguntan si Santa María falleció o no antes de ser llevada al Cielo. El famoso teólogo español José Antonio Fortea responde a esta inquietud.

En su constitución apostólica Munificentissimus Deus (“Benevolísimo Dios”), el Papa Pío XII definió ex cathedra el dogma de la Asunción de Santa María.

En ese documento, el Papa aseguró que “la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste”.

“Si alguno, lo que Dios no quiera, osase negar o poner en duda voluntariamente lo que por Nos ha sido definido, sepa que ha caído de la fe divina y católica”, añadió.


Sin embargo, el documento pontificio no especifica si Santa María falleció.

En declaraciones para ACI Prensa, el P. Fortea explicó que la ambigüedad en la constitución apostólica “no fue casualidad, fue expresamente querida”.

El dogma de fe, subrayó, “solo es la Asunción”.

El sacerdote español, doctor en Teología, recordó que en la historia de la Iglesia “había fundamentalmente dos tradiciones” respecto al final de los días de Santa María en la tierra.

Por un lado, dijo, los cristianos orientales “hablaban de la dormición de la Virgen. En Occidente no había al principio tanto esa tradición. Algunos afirmaban que se había producido la dormición. Otros no, decían que había muerto”.


“Como no había unanimidad en ese campo y los dogmas lo que expresan es la fe”, dijo, al final “se optó por dejarlo de forma ambigua”.

“La Iglesia no se ha opuesto ni a los que decían una cosa ni a los que decían otra, sin llegar nunca a dilucidar el asunto”, subrayó.

El Papa Pío XII, ante la disputa teológica, “optó por usar un término ambiguo”.

LECTURAS BÍBLICAS DEL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 14 DE AGOSTO DE 2019


Lecturas del Miércoles de la 19ª semana del Tiempo Ordinario
Miércoles, 14 de agosto de 2019


Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio (34,1-12):

En aquellos días, Moisés subió de la estepa de Moab al monte Nebo, a la cima del Fasga, que mira a Jericó; y el Señor le mostró toda la tierra: Galaad hasta Dan, el territorio de Neftall, de Efraín y de Manasés, el de Judá hasta el mar occidental, el Negueb y la comarca del valle de Jericó, la ciudad de las palmeras, hasta Soar; y le dijo: «Ésta es la tierra que prometí a Abrahán, a Isaac y a Jacob, diciéndoles: "Se la daré a tu descendencia." Te la he hecho ver con tus propios ojos, pero no entrarás en ella.» 
Y allí murió Moisés, siervo del Señor, en Moab, como había dicho el Señor. Lo enterraron en el valle de Moab, frente a Bet Fegor; y hasta el dia de hoy nadie ha conocido el lugar de su tumba. Moisés murió a la edad de ciento veinte años; no había perdido vista ni había decaído su vigor. Los israelitas lloraron a Moisés en la estepa de Moab treinta días, hasta que terminó el tiempo del duelo por Moisés. Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos; los israelitas le obedecieron e hicieron lo que el Señor había mandado a Moisés. Pero ya no surgió en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor trataba cara a cara; ni semejante a él en los signos y prodigios que el Señor le envió a hacer en Egipto contra el Faraón, su corte y su país; ni en la mano poderosa, en los terribles portentos que obró Moisés en presencia de todo Israel.

Palabra de Dios

___________

Salmo
Sal 65,1-3a.5.8.16-17

R/. Bendito sea Dios, 
que me ha devuelto la vida

Aclamad al Señor, tierra entera; 
tocad en honor de su nombre, 
cantad himnos a su gloria. 
Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!» R/. 

Venid a ver las obras de Dios, 
sus temibles proezas en favor de los hombres.
Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, 
haced resonar sus alabanzas. R/. 

Fieles de Dios, venid a escuchar, 
os contaré lo que ha hecho conmigo: 
a él gritó mi boca 
y lo ensalzó mi lengua. R/.

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Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (18,15-20):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio del miércoles, 14 de agosto de 2019
 CR

Queridos hermanos:

Si la historia de los Mártires de Barbastro es impresionante, como pudimos comprobar ayer, no lo es menos la historia de San Maximiliano Kolbe, cuya memoria celebramos hoy. Pero hay algo que a mí me estremece más que el coraje de morir. ¡Es la fuerza del perdón! Todos mueren perdonando, como si en la frontera de la muerte tuvieran una experiencia extrema del perdón de Dios para con ellos. ¿Cómo no perdonar cuando uno es infinitamente perdonado?

El texto va dirigido a una comunidad cristiana en la que existen problemas de convivencia. Si decimos pertenecer y trabajar por el Reino debemos abordar el pecado de un hermano a la luz del interés del Padre porque nadie perezca. Nuestro objetivo en las relaciones con nuestros prójimos, es recuperar al hermano para que no tropiece ni haga tropezar a otros. Consiguientemente, movido por el amor y la solicitud, ha de hablar a solas con el otro (Lv 19,17-18). Si no hace caso se nos invita a buscar a "uno o dos", no como testigos de un juicio, que es la acción que aplicamos (Dt 17,6; 19,15), sino para urgirle a volver a la fidelidad. Si el hermano sigue sin querer escuchar, el discípulo debe decírselo "a la Iglesia": la comunidad de quienes pertenecen al Reino. la finalidad de esta actuación no es otra que eliminar toda piedra de escándalo, traer de vuelta al descarnado a la cornu­ nión con toda la comunidad.

De esta manera es como los que nos llamamos y somos hijos de Dios, debemos ejercitar la responsabilidad de las llaves del Reino. Las palabras dirigidas a Pedro (en 16,19) y a toda la comunidad, convocada por Jesús (v. 18). Con esto se nos anima a experimentar el respaldo de la autoridad divina en ciertas actuaciones realizadas por la comunidad a través de sus jefes, cuando éstos "excluyen" e "incluyen", imponen obligaciones y liberan de ellas, o declaran la culpa y el perdón.
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