martes, 18 de noviembre de 2014

PIENSO EN LA VIRGEN MARÍA


Pienso en María
Rafael Ángel Marañón


Siempre pienso en María, pues nada hay más hermoso 
Que tenerla por madre y noble valedora,
Y confiar tranquilo a salvo y virtuoso
Disfrutando su amor con gozo a toda hora. 

Todo toma en sus manos brillo resplandeciente,
Todo toma una forma y aspecto acogedor, 
Todo parece fácil si la tengo presente,
Y en su seguro seno me armo de valor.

Siempre presente en mí, con ella también gozo
La dicha que abastece su inagotable fuente, 
Do tengo mi confianza y tengo mi alborozo,
Y en sus manos benditas reposa ya mi mente. 

Como volcán que surge de la profunda tierra,
Así mi amor se crece hacia María amante, 
Pues su calor me lleva al fuego que destierra 
Los miedos de mi alma, a mi Cristo triunfante. 

Ahora en paz serena, con santa reflexión 
Adoro al Dios del Cielo pues Cristo me ha salvado,
Y de María en los brazos, por la divina unción
Reposo en paz y calma, ya libre del pecado.

PEREGRINO CON MARÍA


Peregrino con María 
Rafael Ángel Marañón


Sé que estaré a tu lado de una u otra forma, 
Dejando el fatigoso bregar de peregrino,
Gozando de tu amor sin código ni norma,
Habiendo ya llegado al fin de mi camino. 

Ya he dejado mis huellas en la arena del mundo
Y en el nombre de Cristo y en tu amparo María
Caminé en confianza con talante jocundo,
Sin temer las tormentas bajo tu tierna guía.

He creído seguro a pesar de mi culpa,
Pues siempre notaba que vivía protegido 
Por el amor profundo de María que no inculpa,
Y el poder infinito del Cristo prometido. 

He resistido siempre los ataques del mal 
Con el hijo bendito, el Cristo del Creador,
Dirigiendo mis ojos al agudo puñal, 
Que María sufriera sumisa a su Señor. 

No quiero más casuísticas, ni anhelo otro destino, 
Que en Cristo y en María yo tengo mi poder;
Ande ebrio este mundo su paso mortecino,
Que a nadie más yo quiero amar o pretender. 

MI TIERNA MADRE LA VIRGEN MARÍA


Mi tierna Madre María
Padre Gabriel Medina Magallanes



Al hablar de la Santísima Virgen María, no basta con describir de lejos el misterio como un objeto científico, es necesario vivirlo desde dentro y presentarlo a quien quiera gustarlo, uniendo el sólido fundamento teológico y escriturístico con la unción religiosa y la vibración de una piedad auténtica y cordial.

Ante el Misterio de Mi Tierna Madre María no podemos quedarnos en la pura erudición, erudición que nos deje fuera del Misterio, donde domine la hojarasca verbal y la piedad poco ilustrada que se reviste de una adjetivación dulzona y vana. necesitamos un modelo cercano que nos haga familiares, íntimas y accesibles las virtudes. Por encima de sus preferencias morales, 

Mi Tierna Madre María vivió su existencia en la tripe dimensión de la Fe, la Esperanza y la Caridad. Y lo hizo con la silenciosa naturalidad que es el secreto de la grandeza de los grandes santos. Pasó por las mayores pruebas y los dolores más punzantes irradiando la fortaleza de una creencia inquebrantable, de una esperanza invencible y de un amor incandescente.

Mi tierna Madre María aceptaba de buen grado el Misterio de Dios presente en su vida. El primer dolor y gozo se presenta cuando Ella ha vuelto a Nazaret después de la visita a su prima Santa Isabel. José, el humilde carpintero queda maravillado cuando advierte que su esposa va a ser madre y empieza a sufrir una duda angustiosa. El no acata a entender que se trata de una bendición del Espíritu Santo: ¡Su esposa ha concebido un hijo! El sabe que su esposa es santa... ¡Su esposa es santa, su esposa es humilde, y no le dice que aquel hijo es el Hijo de Dios! María calla dejándolo todo en las manos del Señor! José comprende que allí se realiza un Misterio elevado, y quiere dejar en libertad a su joven esposa, quiere separarse de ella. Pero el Padre del cielo vela por su siervo fiel y le convierte su pena en consuelo, en admiración y gozo. 

El, el carpintero del pueblo, es elegido para esposo de la madre de Dios y padre legal del Salvador del mundo.

Así entendemos que la devoción a Mi Tierna Madre María “no consiste ni en un sentimentalismo estéril y transitorio, ni en una vana credulidad, sino que procede de la fe auténtica, probada, que nos induce a reconocer la excelencia de la Madre de Dios, que nos impulsa a un amor filial hacia Nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes”. (L. G. no. 67)

lunes, 17 de noviembre de 2014

PENSAMIENTOS MARIANOS EN IMÁGENES





GRACIAS A DIOS POR LA VIRGEN MARÍA


Gracias a Dios por la Virgen María
Rafael Matesanz



Gracias, Señor, la Virgen
nazarena es tu Madre y mi Madre
juntamente.
A ti, te dio su carne confidente;
a mí, me da su savia de azucena.

Tú la llenaste con la gracia plena.
Ella te dio su ser enteramente.
Yo nada puedo darle: solamente
llamarla Madre inmensamente buena.

Gracias, Señor, tu dimensión materna
se llama Virgen de mirada tierna.
y es albergue de cálido cariño.

Amén.

GLORIA A LA VIRGEN MARÍA BENDITA!!


Gloria a María bendita
Rafael Ángel Marañón



Gloria a María bendita
La madre del salvador
Que nos satura de amor
Calmando temor y cuita. 

No merma el hijo su gloria
Sino que se envuelve en ella,
Y por ser tan buena y bella
Le acompaña en su victoria. 

De María el profundo arcano
Alabemos consecuentes,
Sin pecar de renuentes
Que es émula del cristiano. 

Gloria a Cristo en su bondad;
Por que ante nuestra malicia
Nos reviste de justicia,
Salvación y santidad. 

A María sin reserva,
Rindamos nuestra alabanza,
Con respeto y con templanza,
Que es sol de Jesús, y sierva.

Amén.

AL OÍDO... SOBRE LA VIRGEN MARÍA



Al oído... sobre María 
Padre Tomás Rodríguez Carbajo


 “Ni como Dios se imaginó más, ni como hombre pudo más”.

María es antídoto de la tristeza.

 María es prototipo de la Iglesia por su fe.

  La fe de María se traduce en servicio y acción.

  María, nueva Arca de la Alianza, llena de Dios en su seno.

  María llevó nueve meses en sus entrañas al Hijo de Dios y guardaba en su corazón lo que de Él oía.

  Dios Padre hizo depender de María a Dios Hijo.

    Como María estuvo presente en el nacimiento de la Iglesia debe de estar hoy en la vida de las comunidades cristianas.

  “Haced lo que Él os diga” nos lo sigue diciendo María.

   María es la Zurcidora de la gracia perdida.

  María es acomodadora de la misericordia y el perdón.

   Dios la soñó y la quiso Madre.

  Quien siembra amor a María, cosecha amor a Cristo.

  “La Inmaculada es el gran regalo que Dios se hizo a Sí mismo”.

  “De María nunca bastante” (S. Bernardo).

   “Nada hay igual a María, nadie más grande que María, sino sólo Dios” (S. Anselmo).

  “Dios la ama a Ella sola más que al universo entero” (Pío IX)

  “María es un “detalle” que ha tenido con nosotros el buen Dios” (M. Iceta).

  María se siente amada por Dios, por eso no podía dejar de amar.

 “El cristianismo no es la religión de María, pero tampoco es la religión sin María” (Pablo VI)

  “María la cara que más se parece a la de Cristo” (Dante).

    Gracias a María nos da vida la gracia de Dios.

IMÁGENES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS PARA NIÑOS








IMÁGENES PARA NIÑOS DE LA VIRGEN DE GUADALUPE


















FÁBULA PARA IMPACIENTES



Fábula para impacientes


La siguiente fábula del escritor chino Xue Tao es bien apropiada para las personas impacientes: 

Un mandarín, a punto de asumir su primer puesto oficial, recibió la visita de un gran amigo que iba a despedirse. 

-Sobre todo, sé paciente, -le recomendó su amigo- y de esa manera no tendrás dificultades en tus funciones. 

El mandarín dijo que no lo olvidaría y dio gracias por el consejo. 

Su amigo le repitió tres veces la misma recomendación, y cada vez, el futuro magistrado le prometió seguir su consejo. 

Pero cuando por cuarta vez le hizo la misma advertencia, estalló y dijo: 

-¿Crees que soy un imbécil? ¡Basta! ¡Ya van cuatro veces que me has repetido lo mismo! 

-Ya ves que no es fácil ser paciente, -le contestó su amigo con calma-. Lo único que he hecho es repetir mi consejo dos veces más de lo conveniente y ya has montado en cólera.

sábado, 15 de noviembre de 2014

LA VIRGEN DE BELÉN - GRANADA, ESPAÑA



La Virgen de Belén 
Granada, España

Este tema iconográfico nació en Granada hacia 1540 y desde entonces se cultivó por un buen número de autores


Por: David R. Jiménez-Muriel 


En 1615 se fundaba en Granada el convento de los monjes mercedarios descalzos, una colosal obra que con los años llegó a ostentar uno de los patrimonios más altivos de cuantas fundaciones monásticas tuvo la ciudad y que con la Guerra de la Independencia y la desamortización de 1835, quedaría arruinado. Hoy en su solar se levanta el Colegio José Hurtado en la Calle Molinos y parte de sus huertas sirve para el lugar urbanístico que en Granada conocemos como los “Hotelitos de Belén”. Pero fue el encargo que recibía Alonso de Mena en 1615 el que dará nombre al Convento, al enclave que hoy día persiste y a una de las obras cumbres de su gubia y de la escuela granadina, la primera de cuantas llevaría este nombre.
Se le dio tal nombre mediante una votación que se repitió tres veces. Y por tres veces los monjes extrajeron dicha advocación para la Imagen de María que habría de ser titular del Convento. Así nacía Nuestra Señora de Belén que en el siglo XVIII llegó a protagonizar peregrinaciones como la del 8 de diciembre de 1755 rogándole por el cese de los terremotos (con epicentro en Lisboa) que tan dañinos estaban resultando. Se había valorado la hechura en 150 ducados, pero quedaron tan contentos con la labor de Alonso de Mena, que le premiaron con otros 50 más. La Virgen se sienta sobre una jamuga sosteniendo al Niño en su rodillas, siendo Éste tan rotundo, tan sensible, tan poderoso a la hora de concentrar la atención del espectador que simplemente subyuga. Mientras, la Virgen lo tapa con los pañales en un gesto dulce e íntimo que causaría especial devoción en aquella Granada barroca. Es deliciosa la mano derecha del Niño, sobre el brazo de su Madre; su pie se apoya en el cuerpo, mientras que María no deja de mirar al espectador pero dentro de un ambiente protector. Hoy en San Cecilio, es inevitable empezar con tan buena obra de arte para acordarnos del tema de Belén en la escuela escultórica granadina.

A esta sigue la que se conserva en el Museo de la Catedral de Granada, nada menos que de Alonso Cano y que tuvo que hacerla para sustituir a su famosísima Inmaculada, posiblemente la mejor pieza de formato pequeño que ha dado todo el Barroco español. Cuando entregó en 1656 tal genialidad que coronaría el facistol del Coro de la Catedral, los canónigos la extrajeron del sitio y la condujeron a la Sacristía, donde hoy día sigue vigilando la ceremonia litúrgica de los oficiantes catedralicios. Entonces Cano talla esta otra en 1664, a dos años de su muerte. Mide 46 centímetros y todo en Ella es suavidad y armonía, aunque podíamos resumirla diciendo solamente: es una obra de Alonso Cano. ¡Y ya está todo dicho! Como curiosidad, hasta el siglo XIX no se le llamó de Belén, siendo conocida hasta entonces como Virgen del Rosario.

También en el Museo catedralicio se custodia una Virgen de Belén que con permiso de Cano, la hizo el más dotado de los escultores de nuestra escuela: Pedro de Mena. De bulto redondo y de 40 centímetros, recibió culto en San Bartolomé, hasta que en 1965 pasó a la Catedral, toda vez que la vieja Parroquia Albaicinera fue cerrada. Se data hacia 1680 y la blandura y elegancia del desnudo del Niño revela la calidad de su autor.

El Museo Provincial de Bellas Artes de Granada se hizo con no pocos bienes del Convento del Santo Ángel. Es una obra de otro de nuestros genios escultóricos, José Risueño. De 50 centímetros, el creador de la Virgen de la Esperanza demostró que conocía la pintura flamenca de los Van Dyck, la amabilidad del trabajo de los escultores italianos del cuatrocento y que era era el mejor barrista que antes nunca tuvo Andalucía.

En el inconmensurable Monasterio de San Jerónimo tenemos la siguiente Virgen de Belén, procedente del extinto Monasterio de Santa Paula, de tamaño natural, sentada y con un dinámico y resuelto Niño en sus rodillas al que mira con afecto maternal. Muy novedosa, es de principios del siglo XVIII y se debe nada menos que a José de Mora, el más espiritual de cuantos imagineros tuvo el barroco español. Su extraordinaria policromía y su riquísima vestimenta deja claro el gusto artificioso del autor. Además, era procesionada en la Nochebuena por las monjas de su Convento, tradición que a muchos nos encantaría ver repetida y desde donde animo a la Hermandad de la Soledad a encabezarla.
La escuela dejaría magníficos ejemplos en Córdoba, la Catedral de Málaga, en Priego de Córdoba, en Purchil y otros lares donde fue fecunda la labor de los artistas granadinos. Pero este tema iconográfico nació en Granada de la mano de Diego de Siloe hacia 1540 y desde entonces, se cultivó con fortaleza y gran capacidad por un buen número de autores, tanto en escultura como pintura. Por eso, en la foto de arriba, traigo el sublime ejemplo de este cuadro de Alonso Cano de 1646 que conserva nuestra Catedral.

La Virgen, tal día como hoy, debía estar en estos menesteres íntimos, domésticos, maternales y desde luego, tiernos. Nuestro arte lo supo reflejar extraordinariamente y aquí los traigo yo.

MARÍA ES NUESTRA INTERCESORA


María es nuestra intercesora
¿Quién mejor que Ella para comprendernos y pedir por nuestras almas a Su Hijo? 


Por: Oscar Schmidt | Fuente: www.reinadelcielo.org



Jesús, elevado en la Cruz, nos regaló una Madre para toda la eternidad. Juan, el Discípulo amado, nos representó a todos nosotros en ese momento y luego se llevó a María con él, para cuidarla por los años que restaron hasta su Asunción al Cielo.

María se transformó así no sólo en tu Madre, sino también en la Madre de nuestra propia madre terrenal, de nuestro padre, hijos, de nuestros hermanos, amigos, enemigos, ¡de todos!.

Una Madre perfecta, colocada por Dios en un sitial muchísimo más alto que el de cualquier otro fruto de la Creación. María es la mayor joya colocada en el alhajero de la Santísima Trinidad, la esperanza puesta en nosotros como punto máximo de la Creación. La criatura perfecta que se eleva sobre todas nuestras debilidades y tendencias mundanas. ¡Por eso es nuestra Madre!.

La Reina del Cielo es también el punto de unión entre la Divinidad de Dios y nuestra herencia de realeza. Nuestro legado proviene del primer paraíso, cuando como hijos auténticos del Rey Creador poseíamos pleno derecho a reinar sobre el fruto de la creación, la cual nos obedecía. Perdido ese derecho por la culpa original, obtuvimos como Embajadora a una criatura como nosotros, elevada al sitial de ser la Madre del propio Hijo de Dios.

¡Y Dios la hace Reina del Cielo, y de la tierra también!. Allí se esconde el misterio de María como la nueva Arca que nos llevará nuevamente al Palacio, a adorar el Trono del Dios Trino. María es el punto de unión entre Dios y nosotros. Por eso Ella es Embajadora, Abogada, Intercesora, Mediadora. ¿Quién mejor que Ella para comprendernos y pedir por nuestras almas a Su Hijo, el Justo Juez?. María es la prueba del infinito amor de Dios por nosotros: Dios la coloca a Ella para defendernos, sabiendo que de este modo tendremos muchas más oportunidades de salvarnos, contando con la Abogada más amorosa y misericordiosa que pueda jamás haber existido. ¿Somos realmente conscientes del regalo que nos hace Dios al darnos una Madre como Ella, que además es nuestra defensora ante Su Trono?.

Si tuvieras que elegir a alguien para que te defienda en una causa difícil, una causa en la que te va la vida. ¿A quien elegirías?.

Dios ya ha hecho la elección por ti, y vaya si ha elegido bien: tu propia Madre es Reina y Abogada, Mediadora e Intercesora.

¿Qué le pedirías a Ella, entonces?.

Reina del Cielo, sé mi guía, sé mi senda de llegada al Reino. Toca con tu suave mirada mi duro corazón, llena de esperanza mis días de oscuridad y permite que vea en ti el reflejo del fruto de tu vientre, Jesús. No dejes que Tus ojos se aparten de mi, y haz que los míos te busquen siempre a ti, ahora y en la hora de mi muerte.

CINCO MENSAJES DEL PAPA FRANCISCO AL MUNDO


Cinco mensajes del Papa Francisco al mundo
Desde la Fe nos presenta cinco mensajes especiales del Papa Francisco


Por: DLF Redacción | Fuente: Desde la Fe


Los mensajes pronunciados por el Papa en Albania tienen dedicatoria para todo el mundo. El Santo Padre visitó el pasado domingo 21 de septiembre ese país para tocar y comprender la ‘periferia’ de Europa. Permaneció en la ciudad de Tirana 14 horas, en las que pronunció cuatro discursos y una homilía, y no escatimó esfuerzos a sus 77 años, abrazando, estrechando manos y saludando a los fieles de todas las confesiones, en lo que fue su cuarto viaje internacional. A continuación los cinco mensajes clave:



1. No usar a Dios ni a la religión como pretexto para la violencia.

El mensaje fue directo a los musulmanes fundamentalistas. El Papa Francisco seguramente tuvo en mente la persecución de los cristianos en Oriente Medio, especialmente en Irak, cuando sostuvo que la religión no puede ser tomada como pretexto para “las propias acciones contrarias a la dignidad del hombre y sus derechos fundamentales, en primer lugar el de la vida y el de la libertad religiosa de todos”.



2. La fe crece en la caridad concreta y apaga nuestras necesidades.

El Papa puso la caridad como eje fundamental al visitar a los niños y adolescentes necesitados de Albania. El bien fue el centro de su segundo discurso. “El bien –dijo– paga infinitamente mejor que el dinero, que nos defrauda porque hemos sido creados para recibir y comunicar el amor de Dios, y no para medir las cosas por el dinero y el poder”.



3. No hay desarrollo aislando a los pobres y dañando el ambiente.

En su discurso a la clase política de Albania, destacó los “nuevos desafíos a los que hay que responder”, confirmando que el desarrollo no será auténtico si no tiene en cuenta los derechos de los pobres y no respeta el ambiente. “A la globalización de los mercados –dijo– es necesario que corresponda la globalización de la solidaridad; el crecimiento económico ha de estar acompañado por un mayor respeto de la creación”.



4. La esperanza y la alegría de la vida para “alzar el vuelo”.

El abrazo del Pontífice con el P. Ernesto representó la ‘coherencia’ extrema de la fe ante la adversidad. El sacerdote católico de 84 años contó cómo pasó 27 años sufriendo trabajos forzados en un campo de concentración. El Papa Francisco lloró con su relato y aseguró que Dios está en la fortaleza de los mártires. Más tarde, en la plaza “Madre Teresa” subrayó la ‘coherencia’ de los mártires que amaron a Dios hasta sus últimas consecuencias, en un país que ahorcó la religión por 24 años y pisó la fe por ser un ‘delito contra el Estado’.

El Papa Francisco dejó de leer en más de una ocasión los discursos preparados para improvisar, y habló con el corazón de la esperanza del Evangelio. Le dijo a los jóvenes, proponiendo los ejemplos de los mártires y usando la metáfora del ‘vuelo del águila’ presente en la Biblia y en la bandera del país: “Ustedes son la esperanza. No te olvides de tu nido, vuela alto como el águila” exhortó.



5. Camino común entre las religiones por el bien común.

Hablando desde el sentimiento y la razón, dejando los papeles aparte, el Papa Francisco dirigió sus palabras a los responsables de las comunidades católica, musulmana, evangélica, bekthasi, ortodoxa y judía para explicar que sin identidad no hay diálogo: “Hay un principio claro: no se puede dialogar si no se parte de la propia identidad; ¡sería un diálogo fantasma! Cada uno de nosotros tiene la propia identidad; caminemos juntos sin hacer finta de tener otra, esto sería relativismo e hipocresía. Tenemos en común la vida, la buena voluntad de hacer el bien a los hermanos y cada uno ofrece al otro el testimonio de la propia identidad”.

LA ORACIÓN DE LAS TRES AVEMARÍAS


LA ORACIÓN DE LAS TRES AVEMARÍAS

La Virgen Inmaculada prometió a Santa Matilde  y a otros santos, que quien rece diariamente la  devoción de las Tres Avemarías, tendrá su auxilio durante  la vida y su especial asistencia a la hora de la muerte.

1. María, Madre mía, por el poder que te concedió  el Padre, líbrame de caer en pecado... 
“Dios te salve, María...”.

2. María, Madre mía, por la sabiduría que te concedió el Hijo, 
líbrame de caer en pecado...
 “Dios te salve, María...”.

3. María, Madre mía, por el amor que te concedió 
el Espíritu Santo, líbrame de caer en pecado... 
“Dios te salve, María...”.

ORACIÓN A LA INMACULADA VIRGEN MARÍA


viernes, 14 de noviembre de 2014

EL SUEÑO DE LA VIRGEN MARÍA


El sueño de la Virgen María


Tuve un sueño, José, y realmente no lo puedo comprender, pero creo que se trataba del nacimiento de nuestro hijo. La gente estaba haciendo preparativos con seis semanas de anticipación , decoraban las casas, compraban ropa nueva, salían de compras muchas veces y adquirían elaborados regalos. Era un tanto extraño, ya que los regalos no eran para nuestro hijo; los envolvían en vistosos papeles y los ataban con preciosos moños y todo lo colocaban debajo de un árbol. Sí, un árbol José.

Dentro de sus casas, esta gente había decorado el árbol y las ramas estaban llenas de adornos brillantes y había una figura en lo alto del árbol, me parecía que era un ángel, era realmente hermoso. Luego vi una mesa espléndidamente servida, con platillos deliciosos, y muchos vinos, todo se veía exquisito y todos estábamos invitados.

Toda la gente se veía feliz, sonriente y emocionada por los regalos que se intercambiaban unos a otros, pero, sabes José, no quedaba ningún regalo para nuestro hijo, me daba la impresión de que nadie lo conocía porque nunca mencionaron su nombre.

¿No te parece extraño que la gente trabaje y gaste tanto en preparativos para celebrar el cumpleaños de alguien a quien ni siquiera mencionan y que da la impresión de que no lo conocen?
Tuve la extraña sensación de que si nuestro hijo hubiera entrado a esos hogares, para la celebración hubiera sido solamente un intruso.


Todo se veía tan hermoso y la gente se veía feliz, pero yo sentía enormes deseos de llorar, porque nuestro hijo era ignorado por casi toda esa gente que lo celebraba.

¡Qué tristeza para Jesús, no ser deseado en su propia fiesta de cumpleaños!

Estoy contenta porque sólo fue un sueño, pero ¡qué terrible sería si esto se convirtiera en realidad!

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO PARA OBTENER SALUD



ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO 
PARA OBTENER LA SALUD


¡Espíritu Santo divino, creador y renovador de todas las cosas, vida de mi vida! Te adoro, te doy gracias y te amo en unión de María Santísima. Tú que das la vida y vivificas todo el universo, consérvame en buena salud; líbrame de las enfermedades que la amenazan y de todos los males que la acosan.

Con la ayuda de tu gracia, prometo usar siempre mis fuerzas para mayor gloria tuya, para el bien de mi alma y el servicio de mis hermanos.

Te ruego también que ilumines con tus dones de ciencia y de inteligencia a los médicos y a todos los que cuidan a los enfermos, para que conozcan las verdaderas causas de las enfermedades que amenazan a la vida, y puedan descubrir y aplicar los remedios más eficaces para defenderla y sanarla.

¡Virgen Santísima, madre de la Vida y salud de los enfermos!, a ti confío esta mi humilde oración. Dígnate, Madre de Dios y madre nuestra, acompañarla con tu poderosa intercesión.

Amén.

BENDITA SEA TU PUREZA


jueves, 13 de noviembre de 2014

ORACIÓN A DIOS PARA SANAR DE LA DEPRESIÓN


ORACIÓN PARA SANAR LA DEPRESIÓN


Señor siento el desierto en mi corazón, las cargas son muchas y ya no tengo fuerzas. Señor, infunde tu Santo Espíritu, sopla sobre mi y llevate esta depresión que me consume por dentro.

Aleja de mi todo espíritu de tristeza, de angustia, de agobio, de cansancio. Aleja todo espíritu de soledad, de falta de constancia.

Señor dame una señal  que me escuchas, Tu sabes Señor que te amo pero hay veces que me cuesta reconocerlo. Tengo un aguijón como Pablo clavado en mi corazón  que me hace débil.

Pero se Señor que Tu me levantarás de mis debilidades, que Tu me sanarás, que alejarás todo tipo de espíritu que quiere enfermarme y hacerme alejar de ti.

Dame la fortaleza de tu Santo Espíritu, ilumíname con Tu Palabra, hazme salir de esta prisión que me ahoga , que me asfixia.

Señor bendíceme, saname. Señor, Tu que has sanado a los leprosos, a los paraliticos, a los ciegos, sáname, por eso yo te digo, Jesus hijo de David ten piedad de mi!

Levántame de esta oscuridad, dame Tu Luz, dame tu misericordia, perdona mis pecados y los de mis ancestros. Libérame de toda depresión que pudieran haber tenido mis antepasados.

Pasa sanando todo momento traumático de mi nacimiento. De mis primeros años de vida. Sana las etapas de mi vida. Enséñame a perdonar y a perdonarte.

Llena mis espacios vacios de amor, con tu amor y tu misericordia. Llévate este aliento de muerte y hazme resucitar como a Lázaro. Quítame las vendas de la tristeza, llévatela, no la quiero.

Dame el don de la alegría, dame el don de la fe. Llename con tu Espíritu y nada mas, Señor. Amen, amen.

EL MILAGRO DE LA VIRGEN DE GUADALUPE - 12 DE DICIEMBRE


LA VIRGEN DE GUADALUPE
Patrona de México. Su fiesta se celebra el 12 de Diciembre. 




El milagro de la Virgen de Guadalupe

La aparición se inició el 9 de diciembre de 1531 en las cercanías de la Ciudad de México, entonces ciudad capital del imperio Azteca: la Virgen se aparece al indio Juan Diego, y le pide que transmita al obispo del lugar su voluntad de que se construya un templo dedicado a Ella en el cerro Tepeyac. El obispo, al escuchar el relato del indio, le pide una prueba de la Presencia de la Madre de Dios allí. María hace crecer entonces un jardín de rosas en un cerro inhóspito y semidesértico, y se las hace recoger en su tilma (especie de poncho o manta) a Juan Diego. Luego le pide se las presente como prueba de Su Presencia al obispo. Cuando el indio abre su tilma frente al obispo, caen las flores al piso y aparece milagrosamente retratada la imagen de la Virgen María en la rústica tela. El templo dedicado a la Virgen de Guadalupe fue construido en el cerro Tepeyac, lugar de las apariciones, donde se exhibe la tilma original de Juan Diego, impresa con la mundialmente conocida imagen de la Virgen de Guadalupe.

Pío X proclamó a Nuestra Señora de Guadalupe "Patrona de toda América Latina". Pío XI, de "todas las Américas"; Pío XII la llamó "Emperatriz de las Américas"; y Juan XXIII, "La misionera celeste del Nuevo Mundo" y "la Madre de las Américas". En la maravillosa gran basílica de Guadalupe, Juan Pablo II beatificó al indio Juan Diego el 6 de mayo de 1990. Además, en sus cuatro visitas a México, Juan Pablo II visitó el Tepeyac y honró con profundo amor filial a la Virgen de Guadalupe, a quien   encomendó el continente Americano y su nueva evangelización. 

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