domingo, 21 de mayo de 2017

MAYO, MES DE MARÍA - DÍA 21 - GUADIX ERA SU HIJO


Día 21: Guadix: ¡era su Hijo!



En 1808 el ejército napoleónico entró en la pequeña localidad de Guadix. Alarcón relata algunos sucesos ocurridos en su pueblo. Éste entre otros:

"El general recibe noticias de boca del jefe de la expedición.

- ¿Cuántos prisioneros traéis? -Le pregunta-. ¡Necesitamos ahorcarlos para que escarmienten los demás pueblos del partido!

- Sólo traigo dos: un viejo y un muchacho ¡En toda la villa no encontré más enemigos!-responde el jefe bajando los ojos.

Entonces el general no puede menos de admirar la actitud verdaderamente antigua, clásica, espartana de aquellos montañeses. Pero con todo, insiste en que sean ahorcados los dos débiles prisioneros... Nuestros padres nos han referido muchas veces de aquella ejecución... Pero nosotros la contaremos rápidamente ... Son de índole demasiado feroz para que la pluma se detenga en su relato. Ataron una soga al cuello del niño, y lo arrojaron desde un mirador de la casa del ayuntamiento a la plaza mayor del pueblo. Rompióse la soga, que sin duda era vieja, y el niño cayó contra el empedrado. Anudaron la parte rota, tornaron a subir a la pobre criatura, colgáronlo de nuevo, y la soga se volvió a romper.

El niño quedó en el suelo sin poder moverse. No había muerto pero todas sus costillas se habían roto. Entonces un oficial de dragones, conmovido al mirar que se pensaba en colgarlo por tercera vez, llegóse al infeliz... y le deshizo la cabeza de un pistoletazo. Saciada de este modo, al menos por aquel día, la ferocidad de los vencedores, dignáronse perdonar al anciano enfermo, el cual había presenciado toda la anterior escena acurrucado al pie de una columna, esperando a que le llegase su vez de ser ahorcado.

Diéronle, pues libertad, y el pobre viejo salió de la plaza corriendo y tambaleándose, y tomó el camino de su pueblo, donde murió de tristeza aquella misma noche.

¡El niño asesinado... era su hijo!"

¡Pobre niño y pobre viejo! Quizá nos podamos haber acostumbrado al drama de la cruz ¡Pobre Jesucristo y pobre María!

Madre mía, que no me acostumbre a ver crucifijos; que no me acostumbre a vivir la Misa como si allí no ocurriese nada, como si nadie sufriese en ella. Ayúdame a ser generoso e ir a Misa con toda la frecuencia que me sea posible: ¡que necesite la Misa!

Continúa hablándole con tus palabras un rato.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 21 DE MAYO


Los cinco minutos de María
Mayo 21



Como elemento de cohesión en su Iglesia, Dios ha puesto a María Santísima, para que ella borre todas las diferencias que nos separan y nos alejan; lo puramente humano puede fallar, y por consiguiente, no llegar a unirnos de modo total y definitivo.

La unión estable solamente la da Dios: el amor al Padre Dios y al amor a la Madre celestial, María.

Por eso la unión de los hombres sigue siendo una utopía, porque no se la quiere fundamentar en Dios, en la fidelidad al amor de Dios y al amor de María.

Trabajemos, para que esa unión deje de ser utopía y se convierta en realidad.

Madre, de ti vino la salvación del mundo. Acércanos a tu Hijo, que es nuestra salvación.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ DOMINGO!!!



sábado, 20 de mayo de 2017

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 20 DE MAYO


Los cinco minutos de María
Mayo 20



Cuando el ángel se apareció a María, seguramente la encontró de rodillas, meditando la palabra de Dios proclamada por los profetas.
Adoptó esa actitud humilde que fue la que le mereció las complacencias del Altísimo; y, una vez que conoció el contenido del mensaje angélico, no se enorgulleció, antes bien ahondó más y más en sus sentimientos de humildad y se llamó a sí misma “la esclava, la servidora del Señor”.

Empequeñecerse a los ojos de Dios es la mejor forma de ganar su voluntad y de conseguir sus bendiciones.

Madre digna de ser admirada por las maravillas que Dios realizó en ti, queremos imitar tu admirable correspondencia a la gracia del Espíritu.


* P. Alfonso Milagro

ORACIÓN DEL BUEN HUMOR


Oración del buen humor



Dame, Señor, un poco de sol, algo de trabajo y un poco de alegría.
Dame el pan de cada día, un poco de mantequilla, una buena digestión y algo para digerir.

Dame una manera de ser que ignore el aburrimiento, los lamentos y los suspiros.

No permitas que me preocupe demasiado por esta cosa embarazosa que soy yo.

Dame, Señor, la dosis de humor suficiente como para encontrar la felicidad en esta vida y ser provechoso para los demás.

Que siempre haya en mis labios una canción, una poesía o una historia para distraerme.

Enséñame a comprender los sufrimientos y a no ver en ellos una maldición.

Concédeme tener buen sentido, pues tengo mucha necesidad de él.
Señor, concédeme la gracia, en este momento supremo de miedo y angustia, de recurrir al gran miedo y a la asombrosa angustia que tú experimentaste en el Monte de los Olivos antes de tu pasión.

Haz que a fuerza de meditar tu agonía, reciba el consuelo espiritual necesario para provecho de mi alma.

Concédeme, Señor, un espíritu abandonado, sosegado, apacible, caritativo, benévolo, dulce y compasivo.

Que en todas mis acciones, palabras y pensamientos experimente el gusto de tu Espíritu santo y bendito.

Dame, Señor, una fe plena, una esperanza firme y una ardiente caridad.

Que yo no ame a nadie contra tu voluntad, sino a todas las cosas en función de tu querer.

Rodéame de tu amor y de tu favor.

Amén

MAYO, MES DE MARÍA, DÍA 20 - QUE FÁCIL ES CONVENCER A MARÍA


Día 20: Qué fácil es convencer a María



En septiembre de 1980, la madre Teresa de Calcuta fue a visitar el Hogar Infantil de Calcula. Un niño se estaba muriendo y una de las Hermanas se lo dijo a la madre Teresa, la cual tomó al niño en sus brazos y se puso a rezar un Padrenuestro y un Avemaría. El capellán bendijo al niño y la madre Teresa se lo devolvió a la Hermana. Aquella misma tarde el niño comenzó a mejorar y al día siguiente estaba fuera de peligro. El poder de la oración había obrado el prodigio.

Santa María, ¡lo que eres capaz de hacer por nosotros, sólo por un Avemaría! Por rezar un Avemaría, ¡cuánto puedo conseguir!

Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Después termina con la oración final.

BUENOS DÍAS





viernes, 19 de mayo de 2017

CON ESPECIAL CELEBRACIÓN RECORDARÁN EN ROMA CANONIZACIÓN DE PASTORCITOS DE FÁTIMA


Con especial celebración recordarán en Roma canonización de pastorcitos de Fátima
San Francisco Marto y Santa Jacinta Marto / Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)






ROMA, 19 May. 17 / 11:05 am (ACI).- Con una Misa en la Basílica de San Pedro y una conferencia en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma se conmemorará el sábado 20 de mayo la reciente canonización de los pastorcitos videntes de la Virgen de Fátima.

San Francisco Marto y Santa Jacinta Marto, que fueron canonizados por el Papa Francisco en el Santuario de Fátima, serán recordados en una Misa que presidirá a las 10:00 a.m. (hora local) el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Ángelo Amato. 


Según indica el sitio web del Santuario de Fátima, además de la Misa se realizará una conferencia sobre la espiritualidad de estos nuevos santos portugueses en el aula magna de la Pontificia Universidad Gregoriana.


Luego del saludo inicial del rector de esta casa de estudios, P. Nuno Gonçalves, el director del Servicio de Estudios y Difusión del Santuario de Fátima, Marco Daniel Duarte, presentará una reflexión sobre diversos aspectos de Fátima como las fuentes y las interpretaciones.

Después el Cardenal Amato hablará sobre la santidad de Francisco y Jacinta. Para concluir el evento el Obispo de Leiria-Fátima, Mons. António Marto, dirigirá algunas palabras a los presentes.

En la noche habrá un concierto de órgano de Giampaolodi Rosa en la Iglesia de Santo Antônio dos Portugueses, a las 19 horas.

El Papa Francisco declaró santos el 13 de mayo a Francisco y Jacinta Marto, los pastorcitos videntes de Fátima, al inicio de la Misa celebrada en el atrio del santuario mariano y a la que asistieron 500 mil fieles.


Durante su homilía, el Papa aseguró que María, “previendo y advirtiéndonos sobre el peligro del infierno” al que lleva una vida sin Dios, se apareció en Fátima a tres pastorcitos para “recordarnos la Luz de Dios que mora en nosotros y nos cubre”.

“Como un ejemplo para nosotros, tenemos ante los ojos a San Francisco Marto y a Santa Jacinta, a quienes la Virgen María introdujo en el mar inmenso de la Luz de Dios, para que lo adoraran. De ahí recibían ellos la fuerza para superar las contrariedades y los sufrimientos”, afirmó.

MADRE MÍA TE QUIERO CON TODO MI CORAZÓN


Madre mía te quiero con todo mi corazón
Caminar contigo es tocar el cielo con la mano; vivir junto a Ti es ya adelantar la gloria. Contigo los dolores se mitigan, las lágrimas se detienen.


Por: P. Mariano de Blas L.C. | Fuente: Catholic.net 





Dulcísima Madre mía,
he venido a saludarte con cariño
en este nuevo día.
¿Quién te hizo tan bella?
Quizás Tú no lo sepas,
pero yo no puedo contemplar tu rostro
y mirar tus ojos de cielo
sin emocionarme hasta el alma.

¿Quién me amó tanto, tanto,
que me hizo hijo tuyo?
Hermosísima Reina, Madre de bondad,
estás hecha de bondad y de amor.

¡Qué felices nos has hecho,
qué afortunados por tenerte como madre!
Era yo un gitanillo que inspiraba compasión,
Era un niño pobre, un niño malo.
Había caminado descalzo
Por sendas de piedras y maleza;
traía una carita sucia de lágrimas antiguas
y polvo de muchos caminos.

Era un niño pequeño,
pero había sufrido ya como adulto.
Se me había olvidado la sonrisa.
El futuro era negro de nubes espesas.
Y, de pronto, apareciste Tú en mi vida.
Una mujer muy hermosa,
una mujer que inspiraba todo el cariño del mundo.

Me mirabas con una sonrisa de cielo.
Me llamaste con una voz tan dulce…
Me esforcé en sonreír un tanto,
y me fui acercando temblando de emoción.
De pronto, tus manos se abrieron
y me sumergí en un abrazo tan dulce
que todas mis penas se fueron;
y me sentí el niño más feliz del mundo.

Pero mi alegría fue más grande que yo mismo,
cuando de tus labios graciosos brotó esta palabra: “Hijo mío.”
Quise decir algo que brotaba con ímpetu del corazón.
No pude decirlo, no me atrevía.
Miré mis sandalias rotas, mi vestido raído;
mi corazón y mis manos no eran limpios.

“Hijo mío, cuanto te quiero,
cuánto te he esperado, hijo de mi alma.”
Entonces ya no pude callarme y le dije
con las lágrimas más puras
y la alegría de un niño feliz:
“Madre mía te quiero con todo mi corazón.”
Y un abrazo fundió
a la Madre pura y santa
y al niño pecador.

“He ahí a tu Madre, he ahí a tu hijo”
El que dijo estas bellas palabras
era Dios mismo,
un Dios que moría por mí en una cruz:
un Dios que me dio a su misma madre
en un impulso de amor.
No es un rato de contento,
es una eternidad de felicidad.
La eternidad de la alegría
comenzó desde ese momento
en que Jesús dijo esas palabras en la cruz.
Nos daba su vida y su sangre,
nos daba la Madre de sus sueños.

Desde entonces ya no soy el niño malo;
que malo no puedo seguir siendo
junto a una Madre tan buena.
Ya no soy un niño huérfano,
ni triste ni harapiento.
Soy el niño más feliz.
Ya mis lágrimas son de de amor y alegría,
por Ella, por mi Madre del cielo.

Caminar contigo es tocar el cielo con la mano;
vivir junto a Ti es ya adelantar la gloria.
Contigo los dolores se mitigan,
las amargas lágrimas se detienen
y el desierto vuelve a florecer.
Mi desierto ha vuelto a florecer.
Todo cambió desde aquel día,
el día maravilloso en que te conocí, oh Madre.
Yo no te conocía, primor de los valles.
Ignoraba que existías, amor de mi vida.
Pasé junto a valles hermosos y bellísimas flores
y nunca imaginé que Tú tenías
la luz y la belleza de los valles y las flores.
Vida mía, amor mío,
Vida, belleza y amor ensamblados.

Eres una senda florecida
que me ha conducido a Dios.
Me enamoré de Ti primero para siempre,
pero tu amor me llevó dulcemente, sin fatiga,
hacia el Dios Amor.
Tú me hiciste querer a ese ser infinitamente amable.
Presentaste a mis ojos
a un Dios Niño, ternura infinita,
un encanto de Dios hecho niño por mí.

La mujer que es amor
llevando en sus brazos al Niño que es amor,
porque es el Niño Dios.
Oh Madre dulcísima,
no quiero jamás separarme de Ti,
no quiero jamás separarme del Dios
que me has enseñado a querer;
el mismo Dios que Tú amas tanto
porque es tu Dios y es hijo de tus entrañas.
Enséñame a amarlo con todo mi corazón.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 19 DE MAYO


Los cinco minutos de María
Mayo 19



El pensamiento de Dios es creador, san Juan nos afirma que todas las cosas han sido hechas por el Verbo de Dios.

Cuando  Dios pensó en María, pensó en ella como Madre del Dios-Redentor y la predestinó para tan sublime misión, de suerte que María no podía existir sino tal como fue pensada por Dios: como Madre del Dios-Redentor.

Indudablemente Dios también pensó en nosotros y nos destinó a cumplir una misión en la vida; no podemos frustrar los planes de Dios. Seamos lo que Él quiere que seamos; si no, no seremos nada.
Madre digna de ser amada, Dios te hizo buena para Él y para nosotros.


* P. Alfonso Milagro

MAYO, MES DE MARÍA, DÍA 19 - MEDIA AVE MARÍA Y BASTARÁ


Día 19: Media Ave María y bastará



Vallejo Nájera, famoso psiquiatra, días antes de morir recordaba divertido y emocionado esta conversación con un torero famoso llamado Miguel, buen amigo suyo. Miguel no practicaba como cristiano, y Vallejo trataba de ayudarle para que volviera a Dios antes de morir, pues el torero, por falta de formación, vivía alejado de Dios.

Decía Vallejo: "No digas que no has blasfemado. Pero como eso es una anormalidad y yo, como psiquiatra, me doy cuenta de los traumas de infancia que te han podido llevar a esa aberración, creo que Dios, que es mucho más listo que yo, no te lo va a tener en cuenta. Y con tus muchos disparates será benévolo, porque sabe que eres un disparatado. Te ha hecho con este vigor y vitalidad que no se encauzó bien; has aprendido a leer entre los cuernos de los toros, porque te tuvieron desde los catorce años explotándote para torear(...).

- Mira Miguel, le dije, no te voy a pedir que cambies de vida, no te voy a pedir que dejes de beber... Sigue como estás ahora, que estás hecho un desastre, pero te voy a decir una cosa. Yo sé que me voy a morir muy pronto y Dios me ha dado la gracia de recobrar mi fe de la infancia, la misma que tuviste tú, porque tu madre la tenía, y te la enseñó, y tus hermanas la siguen teniendo. No te voy a pedir que vayas de ejercicios. Sólo que le digas a la Virgen: Virgen mía, ayúdame a entrar. Dios mío, perdóname. Y te va a bastar con eso, porque la Virgen te escuchará. Miguel se quedó muy conmovido... - Mira, Miguel, le dije, vas a rezar conmigo media Avemaría, sólo la segunda parte . Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores... Que tú lo eres de narices... Ahora y en la hora de nuestra muerte, amén. Hazme un favor, júrame que esa Avemaría la vas a rezar todas las noches. Yo no juro, me dijo él, yo prometo, y te lo prometo. Pero, como es muy cabezota y nunca quiere dar su brazo a torcer, añadió: Te la rezaré a ti y como un fandango. Me da igual, le dije yo, tú rézala cuando te acuerdes de mí y bastará.

¡María, eso si que es acertar en el modo de ayudar a un amigo! Yo te acercaré a mis amigos y Tú haces el resto, ¿de acuerdo?

Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído

BUENAS TARDES!!!



jueves, 18 de mayo de 2017

PAPA FRANCISCO: NINGÚN FIN JUSTIFICA LA DESTRUCCIÓN DE EMBRIONES HUMANOS


Papa Francisco: Ningún fin justifica la destrucción de embriones humanos
Por Miguel Pérez Pichel




VATICANO, 18 May. 17 / 07:04 am (ACI).- La búsqueda de una cura a enfermedades tan terribles como la enfermedad de Huntington es una de las tareas más nobles que se puede realizar. Sin embargo, el Papa Francisco rechazó el uso de embriones humanos en esas investigaciones científicas, pues “ningún fin, aunque en sí mismo sea noble, puede justificar la destrucción de embriones humanos”.

El Santo Padre realizó estas declaraciones durante la audiencia que concedió este jueves en el Aula Pablo VI del Vaticano a cientos de personas afectadas por esta rara enfermedad y sus familias, así como a médicos, enfermeros, investigadores y trabajadores de más de 30 organizaciones que luchan contra la enfermedad de Huntington.


En su discurso, el Pontífice se dirigió a los genetistas y científicos presentes para alabar su estudio y búsqueda de terapias.

“Es obvio que se mira a vuestro trabajo con mucha expectativa: la esperanza de encontrar un camino para la curación definitiva de la enfermedad depende de vuestros esfuerzos, pero también para la mejora de las condiciones de vida de estos hermanos y para su acompañamiento, especialmente en la etapa delicada del diagnóstico, cuando aparecen los primeros síntomas”.

Francisco les animó a realizar ese trabajo “siempre con medios que no contribuyan a alimentar esa ‘cultura del descarte’ que a veces se insinúa también en el mundo de la investigación científica”.

“Algunas líneas de investigación, de hecho, utilizan embriones humanos provocando inevitablemente su destrucción. Pero sabemos que ningún fin, aunque en sí mismo sea noble, como la posibilidad de una utilidad para la ciencia, para otros seres humanos o para la sociedad, puede justificar la destrucción de embriones humanos”.

Esta enfermedad incurable es consecuencia de un trastorno cerebral genético cuyos síntomas incluyen movimientos involuntarios y degeneración cognitiva y mental. Muchas personas afectadas deciden ocultar su enfermedad por temor a la discriminación.

América Latina es el continente con mayor incidencia de este mal, hasta mil veces superior que en el resto del mundo.

Dignidad en la enfermedad

El Papa, en su discurso, tuvo palabras de comprensión y consuelo para los afectados por esta enfermedad. Ha reconocido el temor y la marginación con la que muchas veces tienen que vivir: “En muchos casos, los enfermos y sus familias han experimentado el drama de la vergüenza, del aislamiento, del abandono”.

“Pero hoy estamos aquí porque queremos decir a nosotros mismos y al mundo: ‘Hidden no more!’, ‘¡Nunca más oculta!’, ‘Mai più nascosta!’”, en referencia al lema, en inglés, español e italiano, de la asociación que ha coordinado este encuentro.

“No se trata simplemente de un eslogan, sino de un compromiso que todos debemos asumir”, señaló Francisco. Explicó que esas palabras “se derivan precisamente de la misma enseñanza de Jesús”.

Jesús, “durante su ministerio, se encontró con muchos enfermos, se hizo cargo de su sufrimiento, derribó los muros del estigma y de la marginación que a muchos de ellos les impedía sentirse respetados y queridos”.

“Para Jesús, la enfermedad nunca ha sido obstáculo para acercarse al hombre, sino todo lo contrario. Él nos ha enseñado que la persona humana es siempre valiosa, que tiene siempre una dignidad que nada ni nadie le puede quitar, ni siquiera la enfermedad. La fragilidad no es un mal. Y la enfermedad, que es expresión de la fragilidad, no puede y no debe llevarnos a olvidar el inmenso valor que siempre tenemos ante Dios”.

Por otro lado, afirmó que “también la enfermedad puede ser una oportunidad para el encuentro, la colaboración, la solidaridad. Los enfermos que se encontraban con Jesús quedaban regenerados sobre todo por esta toma de conciencia. Se sentían escuchados, respetados, amados”.

“Ninguno de vosotros se debe sentir nunca solo, ninguno se debe sentir una carga, ninguno debe sentir la necesidad de escapar. Vosotros sois valiosos para Dios, sois valiosos para la Iglesia”.

La importancia de la familia

A continuación, el Papa se dirigió a las familias de los enfermos: “padres, madres, esposos, esposas, hijos, hermanos y hermanas, que cada día, de manera silenciosa pero eficaz, acompañáis a vuestros familiares en este duro camino”.

“También para vosotros el camino se hace a veces cuesta arriba. Por eso os animo también a que no os sintáis solos; a que no cedáis a la tentación del sentimiento de vergüenza y de culpa”.

El Santo Padre destacó la importancia de la familia a la hora de enfrentar la enfermedad. “La familia es un lugar privilegiado de vida y dignidad, y podéis contribuir a crear esa red de solidaridad y de ayuda que sólo la familia es capaz de asegurar y a la que está llamada a vivir en primer lugar”.

A los médicos, personal sanitario y voluntarios que ayudan a las personas con la enfermedad de Huntington, les recordó que “el servicio de todos vosotros es muy valioso, porque la esperanza y el impulso de las familias que se confían a vosotros depende ciertamente de vuestro compromiso e iniciativa”.

Tras finalizar su discurso, el Papa Francisco se acercó al lugar donde se encontraban los enfermos y sus familias y los saludó uno a uno, les escuchó y les transmitió palabras de aliento.

SED DE AMOR


Sed de amor
¿Qué hay dentro de mí? ¿Por qué esa inquietud eterna? ¿Por qué la vida cotidiana no basta para llenar mis sueños? ¿Qué busco?


Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net 





Una sed que está ahí. Presente, respetuosa, a veces con un deje de cansancio o de pena. Quisiera levantar nuestro corazón a nuevos horizontes, abrir nuestra mente a verdades profundas, desatar energías que duermen en la satisfacción de la nada.

Cada uno tenemos, muy dentro, indestructible, una sed intensa, profunda, insaciable. Sed de amor y de verdad. Sed de alegría y de entrega. Sed de justicia y de paz. Aunque también hemos acumulado mucha arena para apagar o esconder el deseo de un amor más grande.

Encendemos la radio, entramos en internet para buscar novedades, conversamos con personas desconocidas en un chat de emociones, salimos a la calle a ver una película o a divertirnos con los amigos, vamos a un parque para contemplar cipreses y jilgueros... La sed no se deja saciar, parece implacable, como un anhelo de algo que nos falta, de algo más grande, más hermoso, más profundo, más bello.

¿Qué hay dentro de mí? ¿Por qué esa inquietud eterna? ¿Por qué la vida cotidiana no basta para llenar mis sueños? ¿Qué busco? ¿Hacia dónde me dirijo? ¿Será que alguien me llama o me espera más allá del gris de mis mañanas?

Los encuentros se suceden. Las prisas llenan la jornada. Tenemos muchas cosas que hacer. Muy pocas las hacemos realmente por gusto. Pero incluso aquello que tanto deseaba, aquello por lo que soñé meses y meses (un viaje, un encuentro, una conquista profesional), cuando llega no me satisface, no me llena.

Es una sed misteriosa, profunda, discreta. No sé si hoy la dejaré de lado, no sé si buscaré nuevamente caminos fugaces para contentar mi espíritu con vientos y nubes pasajeras. No sé si hoy será otro día más, monótono, gris, tal vez lleno de emociones intensas y huecas. No sé si esta noche, cuando llegue a la cama, sentiré de nuevo esa sed que me inquieta y que me invita a nuevas metas, a horizontes de amor y de esperanza.

Una sed que quizá me lleve a pensar en ese Dios del que he nacido, que me ama. Un Dios hacia el que avanzo, mientras la tierra gira imperturbada y un gorrión canta, sencillo y bullicioso, junto a mi ventana...

MAYO, MES DE MARÍA, DÍA 18 - LA SOLUCIÓN PARA TODO


Día 18: La solución para todo



Excursión montañera de alumnos de Primaria. En un sencillo paso con algo de pendiente y gran cantidad de barro, uno de los chavales cae. Una mezcla de dolor y de vergüenza le llena la cara de lágrimas y la boca de gritos desesperados, invocando la ayuda de su madre -madre que en estos momentos se encontraba a bastantes kilómetros-: ¡mamá, mamá! Era absurdo -no podría escucharle-, pero también natural -de pequeño, la madre es la solución para todo.

Madre mía, ojalá no deje nunca de ser pequeño en esto. ¿Por qué tantas veces me empeño en levantarme yo solo, en luchar yo solo, en sufrir yo solo? Que en todas las circunstancias te llame. Además, a nosotros nunca nos separan los kilómetros... ¡Te llamaré! y perdona si sólo lo hago cuando te necesito, pero... ya sabes: los humanos siempre somos un poco egoístas con vosotras la madres. ¡No me sueltes de tu mano!

Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Después termina con la oración final.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 18 DE MAYO


Los cinco minutos de María
Mayo 18



La conversión es más propiamente una actitud que un acto, y se asemeja a la disponibilidad de María ante el Señor.

En efecto, ella no tuvo nunca nada de que arrepentirse, pero ella estuvo siempre en actitud de disponibilidad a la voluntad de Dios, actitud que ella mismo expresó con su palabra. “He aquí la servidora del Señor”.

No te contentes tú con el primer paso de la conversión, volviendo a Dios; aspira a una conversión permanente, a ponerte de cara a Dios, sin darle ya nunca más la espalda, a estar delante de Dios siempre de pie, en disposición de escuchar siempre su Palabra.

Madre de los pobres, que yo adquiera el verdadero espíritu de pobreza evangélica que me permita volver a Dios.


* P. Alfonso Milagro

MAYO, MES DE MARÍA, DÍA 17 - LO ÚNICO QUE SABE HACER


Día 17: Lo único que sabe hacer



¿Sabes a qué edad se jubilan las madres?

"María -nuestra Madre la Virgen- se dedica por toda la eternidad a ser madre de los hombres. No se jubiló de la maternidad. Sigue engendrando, engendrándonos. Ejerce de madre porque tal vez es lo único -¡lo único!- que sabe hacer. ¡Y qué bien lo hace! (Martín Descalzo, AM 67) ¿Y cómo se trata a una madre? Con cariño. Como cualquier otra madre, María agradece y " necesita" nuestras manifestaciones de amor.

En un viaje a Chile del beato Josemaría (ahora santo), cuenta un sacerdote que se pusieron a pasear solos a lo largo de un pasillo, al final del cual había una imagen de la Virgen, una pequeña talla sobre un pedestal; en cuanto la descubrió interrumpió la conversación y se inclinó sobre la imagen, depositando en ella un beso de amor.

Y tenía la costumbre de besar con cariño muchas veces cada día la imagen que estaba en la mesa donde trabajaba.

Puede parecer pequeño ese detalle. Y realmente lo es. Pero me trae a la cabeza los enfados de mi madre, cuando al llegar a casa o al irme a la cama, se me olvidaba darle un beso.

¡Dile a María que tratarás de dar besos a sus imágenes con frecuencia, guiños, ... ! Y ten una imagen suya donde trabajas.

Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído.
Después termina con la oración final.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 17 DE MAYO


Los cinco minutos de María
Mayo 17



¡Qué triste, qué infeliz puede llegar a sentirse quien vive alejado, o al menos olvidado, de la Madre celestial! A su lado, se sienten nítidamente los latidos de su maternal Corazón y ella nos participa el suave calor de su regazo.

Vivir la vida espiritual bajo la influencia de María es comunicarle calidez, alegría y deseo de perfeccionamiento, es vivir iluminado con la luz de un ideal que sostiene todos los esfuerzos, reaviva todos los entusiasmos, alegra la vida entera.

No te alejes, no te olvides de María; antes tenla presente en todos los momentos, en todas tus empresas, en todos tus júbilos y en todas tus tristezas. Con su presencia, hasta la pena se hará más llevadera.

Madre clemente, toda llena de bondad, acompáñame, no me dejes solo.



* P. Alfonso Milagro

BUENAS TARDES!!!



martes, 16 de mayo de 2017

LA COMUNIÓN FRECUENTE - LA EUCARISTÍA


Comunión frecuente



Cuando el mal se va extendiendo y haciendo más incisivo, también el Cielo nos da armas para enfrentarlo. Por eso si bien antes no se podía comulgar todos los días, sino que eso era para algunos adelantados en la vida espiritual, ahora la Iglesia permite la Comunión diaria, e incluso se puede recibir la Eucaristía hasta dos veces en el mismo día, siempre que se participe de la Santa Misa.

Pobres de nosotros si no aprovechamos esta oportunidad que nos da el Señor, y por nimiedades faltamos a Misa, dejamos de comulgar frecuentemente, incluso diariamente, porque entonces nos vendrá la frialdad espiritual, hasta que quizás terminemos en el pecado grave y en la apostasía, es decir, el abandono de la fe.

Pensemos y meditemos un poco a ver si no estamos dejando de lado la Comunión sacramental sin motivo suficiente, porque cada vez que comulgamos recibimos un tesoro infinito. Cada vez que asistimos a Misa es como ir a un banco a recibir una inmensa fortuna. Y si haríamos cualquier sacrificio para ir a dicho banco a recibir ese tesoro… ¡También debemos poner todos los medios para ir a la iglesia a recibir a Jesús Sacramentado!

Si estamos tristes y angustiados porque las cosas van mal, el mundo va de mal en peor, nuestros seres queridos sufren por muchos motivos, tenemos la oportunidad de ayudar a todas estas situaciones con nuestra oración y, sobre todo, yendo a Misa y uniéndonos al Sacrificio de la Cruz que se actualiza en cada Santa Misa, y al recibir la Comunión, ofrecerla por todas estas cosas y por las personas más necesitadas, las que conocemos y las que no conocemos.

Quizás somos personas que no tenemos gran influencia en el mundo, ni ascendencia entre nuestros parientes como para guiarlos y aconsejarlos en el bien. Pero si vamos a comulgar todos los días, o lo más frecuentemente que podamos, estaremos haciendo maravillas por ellos y por todo el mundo. Y por supuesto estamos haciendo mucho también por nosotros mismos, porque el que come de la Carne y bebe la Sangre del Señor, tiene asegurado el Cielo, y ya aquí en la tierra es feliz y comienza a vivir en el Paraíso.

No oigamos las palabras del tentador que nos pone multitud de pretextos para que faltemos a Misa: que el sacerdote esto y aquello, que no hace falta recibir tantas veces la comunión, que no hay que ser tan fanático, etc., etc. Son todas tentaciones del Maligno que sabe muy bien el beneficio que es participar mucho en la Santa Misa y recibir en ella la Santa Comunión.

Nos hace falta más fe, o al menos vivir mejor la fe que tenemos, porque sabemos muy bien que el Sacrificio de la Misa es independiente de la santidad o no del sacerdote que la celebra.

Así que no dejemos de comulgar todas las veces que podamos. Y a no creer que si no tenemos devoción ni “sentimos” algo al recibir a Jesús por eso debemos dejar de comulgar, sino todo lo contrario, pues la Eucaristía es como una aspirina, como un remedio, y como tal debemos recibirlo, aunque no sintamos sensiblemente nada. Mejor si sentimos arder de amor nuestro pecho al recibir al Señor sacramentado; pero si no sentimos nada, igual sigamos perseverando en la Comunión diaria.

Cuando tomamos un remedio tampoco sentimos nada, pero el remedio va trabajando en nuestro organismo y nos devuelve la salud y nos da fuerzas para mejorar.

También la Eucaristía nos hace bien, aunque no lo notemos, aunque no lo percibamos ni nadie lo perciba, porque Dios trabaja en lo escondido, en lo oculto, y aunque aparentemente sigamos siendo los mismos después de cada Comunión bien hecha, en realidad no somos los mismos, sino que el Señor nos va transformando milagrosamente, misteriosamente.

Reflexionemos si estamos yendo a Misa y a comulgar todas las veces que podemos, o lo estamos dejando de lado por bagatelas.


*Sitio Santísima Virgen
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