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miércoles, 21 de febrero de 2018
martes, 20 de febrero de 2018
PAPA FRANCISCO VISITARÁ UNA NUEVA PARROQUIA DE LA DIÓCESIS DE ROMA
El Papa Francisco visitará una nueva parroquia de la Diócesis de Roma
Redacción ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
Desde el comienzo de su Pontificado, el Papa Francisco ha querido que su misión pastoral como cabeza de la Iglesia Católica no fuera en detrimento de su misión como Obispo de Roma.
Dentro del marco de ese objetivo, el Santo Padre visitará el 25 de febrero una nueva parroquia de la Diócesis de Roma. Se trata de la parroquia romana de San Gelasio I Papa en la Vía Fermo Corni, situada en el barrio de Ponte Mammolo.
En la parroquia le acogerán el Arzobispo Vicario Mons. Angelo de Donatis; el Obispo Auxiliar para sector Norte, Mons. Guerino di Tora; el párroco don Giuseppe Raciti; el Vicepárroco don Alfio Carbonaro; y el colaborador parroquial don Miguel Porres Prieto.
Francisco se encontrará en la parroquia con niños y jóvenes de los grupos de catecismo, con los jóvenes del oratorio y con las familias. Después, visitará a los enfermos, ancianos y pobres de la parroquia, así como a los trabajadores del centro de Cáritas parroquial.
A continuación, mantendrá un coloquio con dos jóvenes de 18 y 25 años provenientes de la República de Gambia, acogidos por la parroquia. Luego confesará a algunos miembros de la comunidad parroquial.
Sobre las 18,00, hora romana, el Papa presidirá la celebración de la Misa, concelebrada por otros párrocos pertenecientes a la XI Prefectura de la Diócesis, párrocos eméritos y algunos sacerdotes de la comunidad. En este sentido, la proclamación de la Segunda Lectura de la liturgia la realizará un parroquiano invidente.
En declaraciones difundidas por el Vicariato de Roma en un comunicado de prensa el párroco don Giuseppe Raciti afirma que “no puedo describir la emoción que experimenté en el momento en que me comunicaron que el Papa vendría a visitarnos. La comunidad se está preparando con la oración y duro trabajo para acogerlo lo mejor posible”.
La parroquia de San Gelasio I Papa se instituyó en el año 1972. La frecuentan de forma asidua cientos de fieles, entre ellos, muchos jóvenes que acuden diariamente para participar en la actividad del oratorio propuesta por los animadores pastorales de la parroquia.
La parroquia ayuda a alrededor de 250 pobres, entre los cuales se distribuye, cada jueves, ropa y comida. También los jueves se celebra un desayuno y comida para 50 personas en situación de necesidad, muchas de las cuales viven en refugios o en la calle.
El segundo domingo de cada mes se dedica a las familias, las cuales se reúnen al finalizar la misa de 10,00 de la mañana para debatir sobre diferentes asuntos.
SAN FRANCISCO Y SANTA JACINTA MARTO, NIÑOS VIDENTES DE FÁTIMA, 20 FEBRERO
Hoy 20 de febrero la Iglesia celebra a San Francisco y Santa Jacinta Marto, videntes de la Virgen de Fátima
Redacción ACI Prensa
"Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, pues muchas almas van al infierno porque no hay quien se sacrifique y pida por ellas", les pidió la Virgen de Fátima a Francisco, Jacinta y Lucía.
Francisco nació en 1908 y Jacinta, dos años después. Desde pequeños aprendieron a cuidarse de las malas compañías y por eso preferían estar con su prima Lucía, quien solía hablarles de Jesús. Los tres cuidaban las ovejas, jugaban y rezaban juntos.
Del 13 de mayo al 13 de octubre de 1917 la Virgen se les apareció en varias ocasiones en Cova de Iría (Potugal). Durante estos sucesos, soportaron con valentía las calumnias, injurias, malas interpretaciones, persecuciones y la prisión. Ellos decían: “Si nos matan, no importa; vamos al cielo”.
Luego de las apariciones, Jacinta y Francisco siguieron su vida normal. Lucía fue a la escuela, tal como se lo pidió la Virgen, y era acompañada por Jacinta y Francisco. De camino pasaban por la Iglesia y saludaban a Jesús Eucaristía.
Francisco, sabiendo que no viviría mucho tiempo, le decía a Lucía: “Vayan ustedes al colegio, yo me quedaré aquí con Jesús Escondido”. A la salida del colegio, las chicas lo encontraban lo más cerca posible del Tabernáculo y en recogimiento.
El pequeño Francisco era el más contemplativo y quería consolar a Dios, tan ofendido por los pecados de la humanidad. En una ocasión Lucía le preguntó: "Francisco, ¿qué prefieres más, consolar al Señor o convertir a los pecadores?" Él respondió: "Yo prefiero consolar al Señor”.
“¿No viste qué triste estaba Nuestra Señora cuando nos dijo que los hombres no deben ofender más al Señor, que está ya tan ofendido? A mí me gustaría consolar al Señor y después, convertir a los pecadores para que ellos no ofendan más al Señor." Y siguió, "Pronto estaré en el cielo. Y cuando llegue, voy a consolar mucho a Nuestro Señor y a Nuestra Señora."
Jacinta participaba diariamente de la Santa Misa y tenía gran deseo de recibir la Comunión en reparación de los pobres pecadores. Le atraía mucho el estar con Jesús Sacramentado. "Cuánto amo el estar aquí, es tanto lo que le tengo que decir a Jesús", repetía.
Cierto día, poco después de la cuarta aparición, Jacinta encontró una cuerda y acordaron partirla en tres y ponérsela a la cintura, sobre la carne, como sacrificio. Esto los hacía sufrir mucho, contaría Lucía después. La Virgen les dijo que Jesús estaba muy contento con sus sacrificios, pero que no quería que durmieran con la cuerda. Así lo hicieron.
A Jacinta se le concedió la visión de ver los sufrimientos del Sumo Pontífice. "Yo lo he visto en una casa muy grande, arrodillado, con el rostro entre las manos, y lloraba. Afuera había mucha gente; algunos tiraban piedras, otros decían imprecaciones y palabrotas", contó ella.
Por esto y otros hechos, los niños tenían presente al Santo Padre y ofrecían tres Ave María por él después de cada Rosario. Asimismo, las familias acudían a ellos para que intercedieran por sus problemas.
En una ocasión, una madre le rogó a Jacinta que le pidiera por su hijo que se había ido como el hijo pródigo. Días después, el joven regresó a casa, pidió perdón y le contó a su familia que después de haber gastado todo lo que tenía, robado y estado en la cárcel, huyó a unos bosques desconocidos.
Cuando se halló completamente perdido, se arrodilló llorando, y rezó. En eso, vio a Jacinta que lo tomó de la mano y lo condujo hasta un camino. Así pudo regresar a casa. Luego interrogaron a Jacinta si se había encontrado con el muchacho y ella dijo que no, pero que sí había rogado mucho a la Virgen por él.
El 23 de diciembre de 1918, francisco y Jacinta enfermaron de una terrible epidemia de bronco-neumonía. Francisco se fue deteriorando poco a poco durante los meses posteriores. Pidió recibir la Primera Comunión y para ello se confesó y guardó ayuno. La recibió con gran lucidez y piedad. Luego pidió perdón a todos.
“Yo me voy al Paraíso; pero desde allí pediré mucho a Jesús y a la Virgen para que os lleve también pronto allá arriba”, le dijo a Lucía y Jacinta. Al día siguiente, el 4 de abril de 1919, partió a la casa del Padre con una sonrisa angelical.
Jacinta sufrió mucho por la muerte de su hermano. Más adelante su enfermedad se complicó. Fue llevada al hospital de Vila Nova, pero regresó a casa con una llaga en el pecho. Luego le confiaría a su prima: "Sufro mucho; pero ofrezco todo por la conversión de los pecadores y para desagraviar al Corazón Inmaculado de María".
Antes de ser llevada al hospital de Lisboa le dijo a Lucía: “Ya falta poco para irme al cielo… Di a toda la gente que Dios nos concede las gracias por medio del Inmaculado Corazón de María. Que las pidan a Ella, que el Corazón de Jesús quiere que a su lado se venere el Inmaculado Corazón de María, que pidan la paz al Inmaculado Corazón, que Dios la confió a Ella”.
Operaron a Jacinta, le quitaron dos costillas del lado izquierdo y quedó una llaga ancha como de una mano. Los dolores eran espantosos, pero ella invocaba a la Virgen y ofrecía sus dolores por la conversión de los pecadores.
El 20 de febrero de 1920 pidió los últimos sacramentos, se confesó y rogó que le llevaran el Viático porque pronto moriría, pero poco después partió a la Casa del Padre con diez años de edad. Entre las cosas que le dictó a su madrina están:
Los pecados que llevan más almas al infierno son los de la carne
Las guerras son consecuencia del pecado del mundo. Es preciso hacer penitencias para que se detengan.
No hablar mal de nadie y huir de quien habla mal.
Tener mucha paciencia porque la paciencia nos lleva al cielo.
Los cuerpos de Francisco y Jacinta fueron trasladados al Santuario de Fátima. Cuando abrieron el sepulcro de Francisco, vieron que el Rosario que le colocaron sobre su pecho estaba enredado entre los dedos de sus manos. Mientras que el cuerpo de Jacinta, 15 años después de su muerte, estaba incorrupto.
"Contemplar como Francisco y amar como Jacinta", fue el lema con el que estos dos videntes de la Virgen de Fátima fueron beatificados por San Juan Pablo II el 13 de mayo del año 2000.
El Papa Francisco los canonizó el 13 de mayo del 2017 en Fátima, dentro del marco de las celebraciones por el 100 aniversario de las Apariciones de la Virgen.
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EL EVANGELIO DE HOY MARTES 20 FEBRERO 2018
Lecturas de hoy Martes de la 1ª semana de Cuaresma
Hoy, martes, 20 de febrero de 2018
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (55,10-11):
ESTO dice el Señor:
«Como bajan la lluvia y la nieve desde el cielo,
y no vuelven allá sino después de empapar la tierra,
de fecundarla y hacerla germinar,
para que dé semilla al sembrador
y pan al que come,
así será mi palabra que sale de mi boca:
no volverá a mí vacía,
sino que cumplirá mi deseo
y llevará a cabo mi encargo».
Palabra de Dios
Salmo
Sal 33,4-5.6-7.16-17.18-19
R/. El Señor libra de sus angustias a los justos
V/. Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.
V/. Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R/.
V/. Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria. R/.
V/. Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos. R/.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,7-15):
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros orad así:
“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal”.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio de hoy martes, 20 de febrero de 2018
Juan Lozano, cmf
Querido amigo/a:
¡Qué mala es la apariencia! Sobre todo cuando uno se acostumbra a ella, pues te engaña a tí mismo antes que a los demás. No hay nada más falso que la apariencia ni nada que provoque más pena que ver a una persona esclavizada por este engaño de mostrar lo que no se es. ¡Cuidado! porque no estamos libres del todo. La tentación del quedar bien, de decir pero no hacer, siempre estará al acecho. Que duro sería si Jesús dijera de nosotros lo que critica hoy de los gentiles, que por hablar mucho…
Jesús nos llama a la autenticidad y a la sencillez en uno de los ejercicios esenciales en la vida cristiana y que en este tiempo somos llamados a intensificar: la oración. Para orar no son necesarias palabras bonitas ni muchas palabras; precisamente de lo que estamos necesitados en un mundo tan ruidoso y con tantos estímulos, es de silencio. Sobretodo del corazón, que es el más difícil de conseguir; acallar la cantidad de ruidos afectivos que nos impiden escuchar el susurro de Dios: rencores, afectos desordenados, heridas del pasado… Son los primeros fantasmas que acuden a la oración y que intentan desanimar nuestra práctica. Hay que dejarlos salir a escena, que fluyan, que se manifiesten aunque sean incómodos, porque aún siendo los primeros en aparecer cuando uno se pone a orar, no tienen la última palabra, y tras ellos surgen las mociones del Espíritu, la consolación de Dios.
Orar nunca ha sido fácil, pero es necesario. Para ello hay que sentarse y silenciar una y otra vez, las que hagan falta, sin desanimarse. “Velad y orar para no caer”, dice Jesús a sus discípulos la noche de Getsemaní. Sólo el ejercicio constante, paciente, abierto y sin ansiedad, nos lleva a saborear y gozar de la oración. Sin prisa, con paz, en confianza, diciendo: “Padre nuestro…”
Vuestro hermano en la fe:
Juan Lozano, cmf.
LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 20 FEBRERO
LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
20 de Febrero
Jesús quiso someterse a todas las humillaciones por amor nuestro y para darnos ejemplo.
Para sus compatriotas "Jesús era un motivo de escándalo" y eso movió a Jesús a anunciar aquella frase: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, entre sus parientes y en su casa".
¿Podrás extrañarte tú, si no eres comprendido por los más allegados tuyos, por aquellos que precisamente más deberían apoyarte?
Esto lo permitirá el Señor, para que aprendas a no obrar nunca por los hombres, sino por Dios.
* P. Alfonso Milagro
lunes, 19 de febrero de 2018
ÁFRICA ACOGE REUNIÓN DEL VATICANO PARA PROYECTOS DE AYUDA Y DESARROLLO
África acoge reunión del Vaticano para proyectos de ayuda y desarrollo
Redacción ACI Prensa
Desde hoy y hasta el viernes 23 de febrero, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral celebrará en Dakar (Senegal, África), la reunión anual del Consejo de Administración de la Fundación Juan Pablo II para el Sahel.
La persona que acudirá por parte del Vaticano será el Sub-Secretario del Dicasterio, el español Mons. Segundo Tejado Muñoz.
En la reunión se examinarán los proyectos que están a la espera de financiación. Los aprobados en 2017 fueron 127, con una asignación total de unos 2,3 millones de dólares.
Desde 2016, los proyectos financiados han sido más de 3.200 para un total de unos 38 millones de dólares.
La Fundación realiza, a nombre del Papa, proyectos contra la desertificación, para la gestión y el desarrollo de la unidad agrícola, para la implantación de bombas de agua, el mejoramiento del agua potable y para las energías renovables a favor de las comunidades de los países miembros, entre ellos Burkina Faso, Senegal, Cabo Verde o Mali.
Además, se ocupa de formar personal técnico especializado y de favorecer el diálogo interreligioso, puesto que la mayoría de los beneficiarios son de religión musulmana.
LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 19 DE FEBRERO
LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
19 de Febrero
La elección que Jesús hizo de Leví, para que fuera su apóstol, fue una elección completamente gratuita; la profesión que ejercía Leví era considerada deshonrosa e inmoral; Cristo no se fija en eso y llama a Leví para ser su apóstol.
La Palabra de Jesús convierte a Leví en un hombre nuevo, con una nueva vida, con nuevos valores, con nuevas metas.
La Palabra de Jesús, que es el Evangelio, debe también cambiar tu vida: porque tú también has sido elegido y llamado por el Señor Jesús, para ser su apóstol; debes adaptar tu vida al Evangelio, evangelizarte a ti mismo y evangelizar el ambiente en el que te desenvuelves y esto aunque tu vida pasada no haya sido del todo correcta.
* P. Alfonso Milagro
LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 18 DE FEBRERO
LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
18 de Febrero
Teniendo a Cristo con nosotros, viviendo con Dios en nosotros, sintiendo en nuestro corazón la presencia de Dios Uno y Trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo, no hay nada que sea capaz de hacernos perder el gusto de esa presencia de Dios en nosotros; no existe nada ni nadie que pueda robarnos la paz del alma. Por la gracia Dios vive en nosotros; mantener esa gracia en nosotros será el fundamento de nuestra felicidad no sólo en la otra vida, sino también en esta vida terrena.
* P. Alfonso Milagro
EL EVANGELIO DE HOY LUNES 19 FEBRERO 2018
Lecturas de hoy Lunes de la 1ª semana de Cuaresma
Hoy, lunes, 19 de febrero de 2018
Primera lectura
Lectura del libro del Levítico (19,1-2.11-18):
EL Señor habló así a Moisés:
«Di a la comunidad de los hijos de Israel:
“Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
No robaréis ni defraudaréis ni os engañaréis unos a otros.
No juraréis en falso por mi nombre, profanando el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
No explotarás a tu prójimo ni le robarás. No dormirá contigo hasta la mañana siguiente el jornal del obrero.
No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezo al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu prójimo.
No andarás difamando a tu gente, ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado.
No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor”».
Palabra de Dios
Salmo
Sal 18,8.9.10.15
R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida
V/. La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye a los ignorantes. R/.
V/. Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.
V/. El temor del Señor es puro
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.
V/. Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, Roca mía, Redentor mío. R/.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,31-46):
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a yerme”.
Entonces los justos le contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.
Y el rey les dirá:
“En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.
Entonces dirá a los de su izquierda:
“Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.
Entonces también estos contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”.
Él les replicará:
“En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.
Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio de hoy lunes, 19 de febrero de 2018
Juan Lozano, cmf
Querido amigo/a:
Acabamos de comenzar la Cuaresma. El Papa Francisco en su mensaje para este año ha elegido como lema: «Al crecer la maldad, se enfriara? el amor en la mayoría» (Mt 24,12). “Esta frase se encuentra en el discurso que habla del fin de los tiempos y que esta? ambientado en Jerusalén, en el Monte de los Olivos, precisamente allí? donde tendrá? comienzo la pasión del Señor. Jesús, respondiendo a una pregunta de sus discípulos, anuncia una gran tribulación y describe la situación en la que podría encontrarse la comunidad de los fieles: frente a acontecimientos dolorosos, algunos falsos profetas engañarán a mucha gente hasta amenazar con apagar la caridad en los corazones, que es el centro de todo el Evangelio”, dice el Papa.
Precisamente el Evangelio de hoy nos habla del juicio final, donde nuestros corazones serán expuestos ante Él para ver si fueron fríos o calientes, de piedra o de carne, cerrados o abiertos. Pero no es necesario esperar a ese día, porque una vida presente con un corazón enfriado es una vida triste, apagada, sin aliciente, sin alegría. No se trata de hacer el bien para sufrir y conseguir un pasaje para la vida eterna, sino de hacer el bien por convicción, sabiendo que todo el amor que damos lo recibimos ya en esta vida, el “ciento por uno”, aunque con creces en la eterna.
Entrenarnos para amar aquí y ahora es a lo que nos invita la Cuaresma de manera más intensa, porque su final, la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor, es la máxima lección de amor que Él nos ha dejado; y en este amor tenemos que crecer. Cada vez que damos un paso en esta dirección, se hacen realidad las palabras finales del Evangelio de hoy: “Venid vosotros, benditos de mi Padre”.
Que nuestro corazón no se enfríe con la maldad, la rutina o la apatía, sino que despierte y se caliente en este tiempo bendito que es la Cuaresma.
Vuestro hermano en la fe:
Juan Lozano, cmf.
sábado, 17 de febrero de 2018
LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 17 FEBRERO
LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
17 de Febrero
La propaganda comercial, las exigencias de la actual sociedad de consumo, la natural inclinación a la mediocridad torturan el corazón del hombre, inclinándolo a la ambición, al deseo incontrolado de poseer más y más. Pero Jesús nos presenta esta aguda reflexión: "¿Dé que sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde o arruina su vida?
Cuando partas de este mundo, no te llevarás contigo sino tus obras buenas o malas; las buenas para tu tranquilidad, las malas para tu tormento Luego piensa si está bien que emplees tanto empeño y tantos esfuerzos y cansancios y en cambio seas tan corto y limitado en lo que hace al bien de tu alma.
Las cosas no son importantes; el importante eres tú; las cosas no pasan las barreras del tiempo; tú estás destinado para la eternidad.
*P. Alfonso Milagro
DE QUÉ TENGO YO QUE ARREPENTIRME?
¿De qué tengo yo que arrepentirme?
Sábado después de Ceniza. Quitar de nuestro corazón todo aquello que lo aparte de Dios Nuestro Señor.
Por: P. Cipriano Sanchez LC | Fuente: Catholic.net
La cuaresma es tiempo de arrepentimiento. Quizá a nosotros la llamada al arrepentimiento que es la Cuaresma, podría parecernos un poco extraña, un poco particular, porque podríamos pensar: ¿de qué tengo yo que arrepentirme?. Arrepentirse significa tener conciencia del propio pecado. La conversión del corazón es el tema que debería de recorrer nuestra Cuaresma, tener conciencia de que algo he hecho mal, y podría ser que en nuestras vidas hubiéramos dejado un poco de lado la conciencia de lo que es fallar. Fallar no solamente uno mismo o a alguien a quien queremos, también la conciencia de lo que es fallarme a mí.
Pudiera ser también que en nuestra vida hubiéramos perdido el sentido de lo que significa encontrarnos con Dios, y quizá por eso tenemos problemas para entender verdaderamente lo que es el pecado, porque tenemos problemas para entender quién es Dios. Solamente cuando tenemos un auténtico concepto de Dios, también podemos empezar a tener un auténtico concepto de lo que es el pecado, de lo que es el mal.
La cuaresma es todo un camino de cuarenta días hasta la Pascua, y en este camino, la Iglesia nos va a estar recordando constantemente la necesidad de purificarnos, la necesidad de limpiar nuestro corazón, la necesidad de quitar de nuestro corazón todo aquello que lo aparte de Dios N. S. La Cuaresma es un período que nos va a obligar a cuestionarnos para saber si en nuestro corazón hay algo que nos está apartando de Dios Nuestro Señor. Esto podría ser un problema muy serio para nosotros, porque es como quien tiene una enfermedad y no sabe que la tiene. Es malo tener una enfermedad, pero es peor no saber que la tenemos, sobre todo cuando puede ser curada, sobre todo cuando esta enfermedad puede ser quitada del alma.
Qué tremendo problema es estar conviviendo con una dificultad en el corazón y tenerla perfectamente tapada para no verla. Es una inquietud que sin embargo la Iglesia nos invita a considerar y lo hace a través de la Cuaresma. Durante estos cuarenta días, cuando leemos el Evangelio de cada día o cuando vayamos a Misa los domingos, nos daremos cuenta de cómo la Biblia está constantemente insistiendo sobre este tema: Purificar el corazón, examinar el alma, acercarse a Dios, estar más pegado a Él. Todo esto, en el fondo, es darse cuenta de quién es Dios y quién somos nosotros.
Por otro lado, el hecho de que el sacerdote nos ponga la ceniza, no es simplemente una especie de rito mágico para empezar la Cuaresma. La ceniza tiene un sentido: significa una vida que ya no existe, una vida muerta. También tiene un sentido penitencial, quizá en nuestra época mucho menos, pero en la antigüedad, cuando se quería indicar que alguien estaba haciendo penitencia, se cubría de ceniza para indicar una mayor tristeza, una mayor precariedad en la propia forma de existir.
Preguntémonos, si hay en nuestra alma algo que nos aparte de Dios. ¿Qué es lo que no nos permite estar cerca de Dios y que todavía no descubrimos? ¿Qué es lo que hay en nosotros que nos impide darnos totalmente a Dios Nuestro Señor, no solamente como una especie de interés purificatorio personal, sino sobre todo por la tremenda repercusión que nuestra cercanía a Dios tiene en todos los que nos rodean?. Solamente cuando nos damos cuenta de lo que significa estar cerca de Dios, empezaremos a pensar lo que significa estar cerca de Dios para los que están con nosotros, para los que viven con nosotros. ¿Cómo queremos hacer felices a los que más cerca tenemos si no nos acercamos a la fuente de al felicidad? ¿Cómo queremos hacer felices a aquellos que están más cerca de nuestro corazón si no los traemos y los ayudamos a encontrarse con lo que es la auténtica felicidad?.
Qué difícil es beber donde no hay agua, qué difícil es ver donde no hay luz. Si a mí, Dios me da la posibilidad de tener agua y tener luz, ¿solamente yo voy a beber? ¿Solamente yo voy a disfrutar de la luz?. Sería un tremendo egoísmo de mi parte. Por eso en este camino de Cuaresma vamos a empezar a preguntarnos: ¿Qué es lo que Dios quiere de mí? ¿Qué es lo qué Dios exige de mí? ¿Qué es lo que Dios quiere darme? ¿Cómo me quiere amar Dios?, para que en este camino nos convirtamos, para aquellas personas que nos rodean, en fuente de luz y también puedan llegar a encontrarse con Dios Nuestro Señor.
Ojalá que hagamos de esta Cuaresma una especie de viaje a nuestro corazón para irnos encontrando con nosotros mismos, para irnos descubriendo nosotros mismos, para ir depositando esa ceniza espiritual sobre nuestro corazón de manera que con ella vayamos nosotros cubriéndonos interiormente y podamos ver qué es lo que nos aparta de Dios.
La ceniza que nos habla de la caducidad, que nos habla de que todo se acaba, nos enseña a dar valor auténtico a las cosas. Cuando uno empieza a carecer de algunas cosas, empieza a valorar lo que son los amigos, lo que es la familia, lo que significa la cercanía de alguien que nos quiere. Así también tenemos que hacer nosotros, vamos a ir en ese viaje a nuestro corazón para que, valorando lo que tenemos dentro, nos demos cuenta de cuanto podemos dar a los que están con nosotros.
Este es el sentido de ponerse ceniza sobre nuestras cabezas: el inicio de un preguntarnos, a través de toda la Cuaresma, qué es lo que quiere Dios para nosotros; el inicio de un preguntarnos qué es lo que el Señor nos va a pedir y sobre todo, lo más importante, qué es lo que nosotros vamos a podré dar a los demás. De esta manera, vamos a encontrarnos verdaderamente con lo más maravilloso que una persona puede encontrar en su interior: la capacidad de darse.
Recorramos así el camino de nuestra Cuaresma, en nuestro ambiente, en nuestra familia, en nuestra sociedad, en nuestro trabajo, en nuestras conversaciones. Buscar el interior para que en todo momento podamos encontrarnos en el corazón, no con nosotros mismos, porque sería una especie de egoísmo personal, sino con Nuestro Padre Dios; con Aquél que nos ama en el corazón, en lo más intimo, en lo más profundo de nosotros.
Que el bajar al corazón en esta Cuaresma sea el inicio de un camino que todos nosotros hagamos, no solamente en este tiempo, sino todos los días de nuestra vida para irnos encontrando cada día con el Único que da explicación a todo. Que la Eucaristía sea para nosotros ayuda, fortaleza, luz, consuelo porque posiblemente cuando entremos en nuestro corazón, vamos a encontrar cosas que no nos gusten y podríamos desanimarnos. Hay que recordar que no estamos solos. Que no vamos solos en este viaje al corazón sino que Dios viene con nosotros. Más aún, Dios se ofrece por nosotros, en la Eucaristía, para nuestra salvación, para manifestarnos su amor y para darse en su Cuerpo y en su Sangre por todos nosotros.
EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 17 DE FEBRERO 2018
Lecturas de hoy Sábado después de Ceniza
Hoy, sábado, 17 de febrero de 2018
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (58,9b-14):
ESTO dice el Señor:
«Cuando alejes de ti la opresión,
el dedo acusador y la calumnia,
cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo
y sacies al alma afligida,
brillará tu luz en las tinieblas,
tu oscuridad como el mediodía.
El Señor te guiará siempre,
hartará tu alma en tierra abrasada,
dará vigor a tus huesos.
Serás un huerto bien regado,
un manantial de aguas que no engañan.
Tu gente reconstruirá las ruinas antiguas,
volverás a levantar los cimientos de otros tiempos;
te llamarán “reparador de brechas”,
“restaurador de senderos”,
para hacer habitable el país.
Si detienes tus pasos el sábado,
para no hacer negocios en mi día santo,
y llamas al sábado “mi delicia”
y lo consagras a la gloria del Señor;
si lo honras, evitando viajes,
dejando de hacer tus negocios y de discutir tus asuntos,
entonces encontrarás tu delicia en el Señor.
Te conduciré sobre las alturas del país
y gozarás del patrimonio de Jacob, tu padre.
Ha hablado la boca del Señor».
Palabra de Dios
Salmo
Sal 85,1-2.3-4.5-6
R/. Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad
V/. Inclina tu oído, Señor, escúchame,
que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva, Dios mío, a tu siervo, que confía en ti. R/.
V/. Piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti, Señor. R/.
V/. Porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica. R/.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (5,27-32):
EN aquel tiempo, vio Jesús a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
«Sígueme».
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Y murmuraban los fariseos y sus escribas diciendo a los discípulos de Jesús:
«¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?»
Jesús les respondió:
«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan».
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio de hoy sábado, 17 de febrero de 2018
Severiano Blanco, misionero claretiano
Queridos hermanos:
Los publicanos constituían el sector más aborrecido en tiempos de Jesús. Y na faltaban razones objetivas para ello, pues Palestina había sido conquistada por Roma y los publicanos eran los representantes de ese poder de ocupación. Eran colaboracionistas, por tanto antipatriotas; y frecuentemente eran tramposos y aprovechados en el cobro de los impuestos supuestamente para Roma. Además eran religiosamente impuros: tenían contacto frecuente con los paganos (los “perros”), a quienes debían hacer entrega de lo recaudado.
El trato de Jesús con publicanos, sobre todo el hecho de comer alguna vez con ellos (un judío no puede juntarse con cualquiera, y menos a comer, cf. Hch 10,28), tuvo que desconcertar en extremo a quienes, por otra parte, le veían como un profeta, que solo sabía hablar de la vida en fidelidad al Dios de la alianza.
La llamada de Leví es un paso “fuerte” en el proceder de Jesús. Ya no será un juntársele eventualmente, sino un convivir. Los evangelistas han sabido describir la escena con simplicidad pero con un gran mensaje catequético: Jesús es el que pasa, mira y llama, eso sí, con autoridad irresistible. Leví es el que, ante la mirada y llamada de Jesús, deja todo y le sigue. Jesús es el gran valor, como el tesoro escondido en el campo por cuya adquisición uno se desprende de todo (cf. Mt 13,44).
Surge el seguimiento, concepto central en la vida de Jesús y la del discípulo. “Seguir” no es un mero compartir camino, sino sobre todo compartir sentimientos e ideales, compartir la vida. El seguidor se convierte en otro Jesús, se compromete como él, asume el camino hacia Jerusalén, expone su vida. Surge ese “ya no vivo yo, pues es Cristo quien vive en mí” (Gal 2,20).
Con la llamada de Leví a su seguimiento, Jesús crea comunidad y comunión de vida donde era impensable. Los marginados son acogidos; y “en gran número”. Y la escena constituye el contexto para que Jesús haga una de sus afirmaciones solemnes: “he venido a llamar a los pecadores”. En aquel ambiente social y religioso significa: “lo que teníais por irrecuperable no lo es”.
Si unimos este mensaje al del profeta Isaías, surge una conclusión a la vez elemental y fascinante: las cosas pueden ser de otra manera. Es un adelanto del mundo futuro, aquel que se anuncia al final del Nuevo Testamento: “He aquí que hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21,5).
En este tiempo fuerte, en esta cuaresma, Jesús nos llama a colaborar en la nueva creación, a que no seamos quienes murmuran de su proyecto y le buscan las vueltas, sino quienes encuentran en el Señor su delicia y en sus planes la pasión de su vida.
Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf
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