El amor al dinero, al éxito y al poder “nos alejan del Señor”, afirma el Papa Francisco
POR MIGUEL PÉREZ PICHEL | ACI Prensa
Foto: Vatican Media
Durante el rezo del Regina Coeli este domingo 9 de mayor el Papa Francisco advirtió contra los amores mundanos, porque “amar como Cristo significa decir no a otros ‘amores’ que el mundo nos propone: amor al dinero, al éxito, al poder… Estos caminos engañosos nos alejan del amor al Señor”.
En su enseñanza previa al Regina Coeli, que recitó desde el Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre señala que en el Evangelio del día, Jesús “retoma una vez más el verbo clave: permanecer”.
“Nos invita a permanecer en su amor para que su alegría esté en nosotros y nuestra alegría sea plena”, explicó.
El Papa detalló que ese amor al que hace referencia Jesús “es el amor que tiene origen en el Padre, porque ‘Dios es amor’. Como un río, fluye en el Hijo Jesús, y a través de Él llega a nosotros, sus criaturas”.
“El amor que Jesús nos dona es el mismo con el que el Padre lo ama a Él: amor puro, incondicionado, gratuito. Donándonoslo, Jesús nos trata como amigos, dándonos a conocer al Padre, y nos involucra en su misma misión por la vida del mundo”, argumentó el Papa.
Entonces: “¿Qué hemos de hacer para permanecer en este amor? Dice Jesús: ‘Si cumplís mis mandamientos, permaneceréis en mi amor’”.
“Jesús resumió sus mandamientos en uno solo, este: ‘Amaos los unos a los otros como yo os he amado’. Amar como ama Cristo significa ponerse al servicio de los hermanos, tal como hizo Él al lavar los pies de los discípulos. Significa salir de uno mismo, desprenderse de las propias seguridades humanas, de las comodidades, para abrirse a los demás, especialmente a quienes tienen más necesidad. Significa ponerse a disposición con lo que somos y lo que tenemos”.
Es decir, amar como ama Cristo “quiere decir amar no de palabra, sino con obras. Amar como Cristo significa decir no a otros ‘amores’ que el mundo nos propone: amor al dinero, al éxito, al poder… Estos caminos engañosos nos alejan del amor al Señor y nos llevan a ser cada vez más egoístas, narcisistas y prepotentes”.
“La prepotencia”, continuó el Pontífice, “conduce a una degeneración del amor, a abusar de los demás, a hacer sufrir a la persona amada. Pienso en el amor enfermo que se transforma en violencia –¡y cuántas mujeres son sus víctimas hoy en día! –. Esto no es amor”.
“Amar como ama el Señor quiere decir apreciar a la persona que está a nuestro lado y respetar su libertad, amarla como es, gratuitamente”.
En definitiva, “Jesús nos pide que habitemos en su amor, no en nuestras ideas, no en el culto a nosotros mismos; que abandonemos la pretensión de dirigir y controlar a los demás para fiarnos y donarnos a ellos”.
El Papa Francisco finalizó su enseñanza subrayando que “el Señor quiere que la alegría que Él posee, porque está en comunión total con el Padre, esté también en nosotros en cuanto unidos a Él”.