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miércoles, 29 de marzo de 2017

EVITAR UN CORAZÓN DURO


Evitar un corazón duro



1)  Para saber
En la Misa del pasado jueves, el Papa Francisco advirtió del peligro de dar la espalda a la Palabra de Dios: “Se puede perder el sentido de la fidelidad y convertirse en católicos paganos, en católicos ateos”.

Explicó diciendo que “cuando no nos paramos a escuchar la voz del Señor terminamos por alejarnos de Él, le damos la espalda. Y si no escuchamos la voz del Señor, escuchamos otras voces…”.
En el mundo hay voces seductoras que quieren distraernos de lo principal, de nuestros deberes y nos invitan a vivir de modo superficial. Por ejemplo, es el caso de estar entretenidos en los celulares, video juegos, televisión que, sin ser malos de suyo, pueden hacer que les demos más importancia que a los demás: sea cónyuge, madre, hijo, hermano… Nos separan de nuestro deber y, por tanto, de la voluntad de Dios: nos impiden amar. En vez de ser entretenidos se convierten en entrete-ni-Dios.

2) Para pensar
Se cuenta que estaban reunidos fray Gil, fray Simón, fray Rufino y fray Junípero. Hablaban de cómo evitar ser seducidos por las voces de las tentaciones. Fray Gil preguntó: “¿Cómo hacen para vencer las tentaciones de impureza?”

Fray Simón respondió: “Yo considero la vileza y torpeza del pecado, y así la veo como una grande abominación”.

A su vez, fray Rufino dijo: “Yo me echo tendido por tierra y estoy en oración para implorar la clemencia de Dios y de la Madre de Jesucristo”.

Fray Junípero por su parte añadió: “Cuando yo oigo venir el ruido de la sugestión diabólica, acudo inmediatamente a cerrar la puerta de mi corazón, y pongo dentro, para seguridad de la fortaleza, la tropa de muchos santos pensamientos y deseos, y cuando llega la sugestión carnal y llama a la puerta, respondo yo desde dentro: «Alejaos, que la casa está ya tomada y no cabe en ella más gente»; y así nunca dejo entrar el pensamiento impuro”.

Entonces fray Gil dijo: “Contigo estoy, fray Junípero; el enemigo carnal no se puede combatir de mejor manera que huyendo; porque tiene dentro al traidor apetito, y acomete además de fuera por los sentidos corporales, con tanta fuerza que es preciso huir para poder vencer. Pues el que quiera combatir se fatigará en la batalla y pocas veces conseguirá victoria. La solución es huir del vicio y así nos hará vencedores”.

3) Para vivir
Si reflexionamos, tal vez nos demos cuenta que tenemos cerrados los oídos y estamos sordos a la voz de Dios. Seríamos católicos, pero lejos de amar verdaderamente a Dios y, por ello, católicos ateos que escuchan solo la voz de los ídolos: Si se trata de diversiones, siempre hay tiempo, pero si de Dios se trata, entonces no hay tiempo.

El Papa nos invita a no dejar que el corazón se vuelve más duro, más cerrado e incapaz de recibir nada divino. San Josemaría Escrivá nos aconseja en Camino: «No tengas la cobardía de ser “valiente”: ¡Huye!» (n. 132).

Esta Cuaresma redescubramos al Señor. Una forma es leer la Sagrada Escritura sintiéndonos interpelados por el Señor. Otra forma es acudir a los Sacramentos. El Papa nos ofrece unas preguntas para conocernos: “¿Mi corazón se ha endurecido? ¿Me he alejado del Señor? ¿He perdido la fidelidad al Señor y vivo con los ídolos que me ofrece mundanidad de cada día?”


Pbro. José Martínez Colín

CUARESMA: UN ALTO EN EL CAMINO


Cuaresma: Un alto en el camino 



Cuaresma. Tiempo de  peregrinación hacia la Pascua. Nos vamos acercando a la celebración de la Luz, de la Alegría, del Amor, de la Vida Nueva, de la Resurrección. Avanzamos llenos de esperanza vislumbrando el final del camino.

Y justamente, a mitad del trayecto, nos detuvimos a celebrar la Fiesta de la Anunciación, la Encarnación, a reflexionar acerca del “sí” de la Virgen, del inmenso valor de su consentimiento libre a la voluntad de Dios, ese momento maravilloso en que María se convierte en la Puerta de Salvación para todos los seres humanos, al aceptar el  pedido del Altísimo de ser la Madre de Jesús, por obra del Espíritu Santo, antes de que estuviera casada con José. Se manifiesta esclava del Señor, a pesar de las dificultades que esto podía acarrearle.

También en nuestro itinerario hacia la Pascua, celebramos la Fiesta de San José, varón noble, justo, valiente, elegido por Dios para darle el nombre, brindarle protección, cuidados, educación a su hijo. Para amar a la Virgen y al Niño.  ¡Qué inmenso es el valor de la familia! Tan maravilloso que Dios mismo quiso en Jesús, nacer y crecer en una familia, hacerse niño, aprender de un padre y una madre humanos todo lo que un niño necesita aprender para ser solidario, compasivo, feliz.

El mismo día que festejamos la Anunciación del Arcángel Gabriel a la Virgen María, celebramos La Vida del Niño por Nacer. Esta fecha nos lleva a reflexionar sobre un hecho terrible: la inmensa cantidad de criaturas que son asesinadas en el vientre materno por quienes la concibieron y por profesionales, que juraron defender, curar, proteger la vida, una situación que resulta incomprensible, teniendo en cuenta el milagro que significa la concepción de un niño, la gestación asombrosa de un ser humano. ¡Cada uno de estos pequeñitos constituye un sueño de Dios, al que no se le permite realizarse! ¡Duele el alma al pensarlo!

Podemos imaginar a Jesús hoy, caminando, curando, enseñando, cansado de tanto andar, pero feliz de dar a conocer el Amor Misericordioso del Padre. Podemos contemplarlo en aquel momento (Marcos 10, 13-16), en que los Apóstoles apartan a quienes traen sus niños para que reciban la bendición del Señor de la Vida, para que no lo molesten. ¡Se indigna con quienes actuaron de esta manera, con quienes apartaron a los niños de su lado! Él los abraza, los bendice y les habla a los Apóstoles, de manera tal que entiendan que jamás deberán hacer semejante cosa si desean tener parte en el Reino de los Cielos. Les explica que para entrar en la Casa del Padre, hay que tener corazón de niño y recibirlo con la alegría y la inocencia de un niño. Hoy, como ayer, Jesús continúa estrechando a cada niño entre sus brazos, bendiciéndolo. Hoy, como ayer, Nuestra Madre Celestial, con su testimonio de entrega, con su ternura maternal, le recuerda a la humanidad a cada instante, la importancia de defender el derecho a la vida, como el mayor de los tesoros.

¿Por qué resulta tan difícil entender que sólo si le permitimos al Señor y a su Madre Santísima entrar en nuestros corazones lograremos vivir en paz, construir un mundo diferente, desterrar la violencia? ¿Por qué se le permite al demonio usar sus mentiras, sus engaños, su fuerza inteligentemente diabólica, para destruir lo más bello de la creación, la familia, convenciendo a tantas personas que el aborto  es defensa de la libertad, de los derechos humanos, especialmente de la mujer? ¿Por qué esa ceguera que impide ver la luz?

Como dicen los últimos versos de una conocida canción: “Comprendí que al hombre/ nada le alcanza/ cuando se pierde ese niño/ que se lleva en el alma”.

Que la Sagrada Familia de Nazaret interceda para que no perdamos o recuperemos el corazón de niño que trajimos al mundo. Y que el mundo, enemigo del alma, tanto ayer como hoy, se esfuerza por desvalorizarlo.



© Ana María Casal

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 29 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 29




María oraba y meditaba el mensaje de salvación de Dios a su pueblo. El ángel en Nazaret la encontró en total disponibilidad para hacer la voluntad de Dios.

La palabra de Dios nos habla, nos cuestiona, nos exige, nos ubica, nos alienta; es preciso leerla con frecuencia, meditarla con detención, vivirla con fidelidad.

En la oración nosotros hablamos a Dios; en la lectura de la Biblia, Dios nos habla a nosotros; si lo primero es importante, lo segundo es necesario; lo que nosotros podamos decirle a Dios, Él ya lo conoce; lo que Dios nos tiene que decir, siempre es nuevo para nosotros.

“Madre, en aquellas tan sencillas palabras  -He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra-  has encontrado todo el programa de tu vida” (san Juan Pablo II). Te pedimos que nos ayudes a ser fieles a nuestro proyecto de vida.


* P. Alfonso Milagro