Evitar un corazón duro
1) Para saber
En la Misa del pasado jueves, el Papa Francisco advirtió del peligro de dar la espalda a la Palabra de Dios: “Se puede perder el sentido de la fidelidad y convertirse en católicos paganos, en católicos ateos”.
Explicó diciendo que “cuando no nos paramos a escuchar la voz del Señor terminamos por alejarnos de Él, le damos la espalda. Y si no escuchamos la voz del Señor, escuchamos otras voces…”.
En el mundo hay voces seductoras que quieren distraernos de lo principal, de nuestros deberes y nos invitan a vivir de modo superficial. Por ejemplo, es el caso de estar entretenidos en los celulares, video juegos, televisión que, sin ser malos de suyo, pueden hacer que les demos más importancia que a los demás: sea cónyuge, madre, hijo, hermano… Nos separan de nuestro deber y, por tanto, de la voluntad de Dios: nos impiden amar. En vez de ser entretenidos se convierten en entrete-ni-Dios.
2) Para pensar
Se cuenta que estaban reunidos fray Gil, fray Simón, fray Rufino y fray Junípero. Hablaban de cómo evitar ser seducidos por las voces de las tentaciones. Fray Gil preguntó: “¿Cómo hacen para vencer las tentaciones de impureza?”
Fray Simón respondió: “Yo considero la vileza y torpeza del pecado, y así la veo como una grande abominación”.
A su vez, fray Rufino dijo: “Yo me echo tendido por tierra y estoy en oración para implorar la clemencia de Dios y de la Madre de Jesucristo”.
Fray Junípero por su parte añadió: “Cuando yo oigo venir el ruido de la sugestión diabólica, acudo inmediatamente a cerrar la puerta de mi corazón, y pongo dentro, para seguridad de la fortaleza, la tropa de muchos santos pensamientos y deseos, y cuando llega la sugestión carnal y llama a la puerta, respondo yo desde dentro: «Alejaos, que la casa está ya tomada y no cabe en ella más gente»; y así nunca dejo entrar el pensamiento impuro”.
Entonces fray Gil dijo: “Contigo estoy, fray Junípero; el enemigo carnal no se puede combatir de mejor manera que huyendo; porque tiene dentro al traidor apetito, y acomete además de fuera por los sentidos corporales, con tanta fuerza que es preciso huir para poder vencer. Pues el que quiera combatir se fatigará en la batalla y pocas veces conseguirá victoria. La solución es huir del vicio y así nos hará vencedores”.
3) Para vivir
Si reflexionamos, tal vez nos demos cuenta que tenemos cerrados los oídos y estamos sordos a la voz de Dios. Seríamos católicos, pero lejos de amar verdaderamente a Dios y, por ello, católicos ateos que escuchan solo la voz de los ídolos: Si se trata de diversiones, siempre hay tiempo, pero si de Dios se trata, entonces no hay tiempo.
El Papa nos invita a no dejar que el corazón se vuelve más duro, más cerrado e incapaz de recibir nada divino. San Josemaría Escrivá nos aconseja en Camino: «No tengas la cobardía de ser “valiente”: ¡Huye!» (n. 132).
Esta Cuaresma redescubramos al Señor. Una forma es leer la Sagrada Escritura sintiéndonos interpelados por el Señor. Otra forma es acudir a los Sacramentos. El Papa nos ofrece unas preguntas para conocernos: “¿Mi corazón se ha endurecido? ¿Me he alejado del Señor? ¿He perdido la fidelidad al Señor y vivo con los ídolos que me ofrece mundanidad de cada día?”
Pbro. José Martínez Colín