sábado, 1 de mayo de 2021

UNA REFLEXIÓN PARA CADA DÍA DEL MES DE MARÍA: 1 DE MAYO

 



UNA REFLEXIÓN PARA CADA DÍA DEL MES DE MARÍA



ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

Santa María, ¡Madre de Dios y Madre mía! Eres más madre que todas las madres juntas: cuídame como Tú sabes. Grábame, por favor, estas tres cosas que dijiste:

"NO TIENEN VINO": presenta siempre a tu Hijo mis necesidades y las de todos tus hijos.

"HACED LO QUE ÉL OS DIGA": dame luz para saber lo que Jesús me dice, y amor grande para hacerlo fielmente.

"HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR": que yo no tenga otra respuesta ante todo lo que Él me insinúe.




Día 1: Mi Compañera

"Nuestra Señora -decía Teresa de Calcuta- me acompaña en todos los viajes; la llamo mi Compañera desde que un día, en Berhampur, le dije al capellán de las Hermanas que me regalase una imagen de María Milagrosa con las manos abiertas, derramando gracias sobre el mundo. Aceptó encantado, embaló la imagen y la llevó a la estación. Era una imagen muy grande, casi de tamaño natural, así que el jefe de estación quería que la facturase y pagase la correspondiente tarifa. Pero yo tenía un pase en los ferrocarriles para mí y una compañera, así que le dije: "ésta es mi compañera..." y me dejó viajar con la imagen sin pagar nada por ello. Desde entonces, la Virgen me acompaña siempre en mis desplazamientos. Nunca viajo sola"

Es ahora cuando puedes hablar con Santa María. Si quieres puedes empezar diciéndole lo escrito a continuación; luego comenta algo más con Ella.

María, siempre, pero de modo muy especial en este mes de mayo, necesito que me acompañes, que estés conmigo todo el día. Me gustaría darme más cuenta de que realmente te tengo a mi lado en todo momento; aprovecharé -si me ayudas- cada imagen tuya que vea para decirte algo, recordarlo y contar contigo. Gracias, "Compañera".


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

¡OH SEÑORA MÍA, Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti; y en prueba de mi amor de hijo te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Madre buena, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén


(Texto escrito por José Pedro Manglano Castellary (Sacerdote))

LA DEVOCIÓN DE LOS 5 PRIMEROS SÁBADOS: UN PEDIDO DE LA VIRGEN DE FÁTIMA Y EL MISMO CRISTO



 La devoción de los 5 primeros sábados: Un pedido de la Virgen de Fátima y el mismo Cristo

Redacción ACI Prensa

Crédito: Daniel Ibañez (ACI Prensa)



Si bien puede considerarse como una devoción poco conocida, la Virgen de Fátima, y posteriormente el mismo Jesús, pidieron a Sor Lucía difundir la devoción de los cinco primeros sábados de mes en honor del Inmaculado Corazón de María.

Precisamente, contando desde esta semana, hay cinco primeros sábados hasta que se cumplan 103 años de la última de las apariciones de Fátima el 13 de octubre.

Esta devoción consiste en que cada primer sábado de mes, durante cinco meses seguidos, se realicen diversos actos de piedad con la intención de reparar los pecados contra el Inmaculado Corazón de María.

Aquí todo lo que debe saber sobre esta tradición.


¿Cómo practicar la devoción?

Los actos de piedad cada primer sábado de mes son: confesarse (de preferencia ese mismo día o unos días antes), comulgar, rezar el Rosario completo y hacerle compañía a María al menos quince minutos, meditando los misterios del Rosario.

¿Qué obtiene quien practique esta devoción?

La Virgen María promete a su hijo “asistirle en la hora de su muerte con las gracias necesarias para que pueda salvarse”, es decir, tener la posibilidad de no morir en pecado mortal. Esta devoción no es un “pase gratuito” para librarse del infierno a los que mueran sin arrepentirse.

¿Por qué en sábado?

Santo Tomás de Aquino decía que el sábado siguiente al Viernes Santo, la única que permaneció firme en su fe fue María, y por eso la Iglesia, para honrarla, le dedica ese día.

¿Por qué cinco sábados?

Jesús se le apareció a sor Lucía en la noche del 29 al 30 de mayo de 1930 y le explicó que “hay cinco tipos de ofensas y blasfemias pronunciadas contra el Inmaculado Corazón de María”.

La primera es en contra de su Inmaculada Concepción; segundo, contra su virginidad perpetua; tercero contra su maternidad divina, rehusando recibirla como Madre de la humanidad; en cuarto lugar, los que procuran infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada; y finalmente, los que la insultan directamente en sus sagradas imágenes.




HOY EMPEZAMOS MAYO, EL MES DEDICADO A LA VIRGEN MARÍA

 


Hoy empezamos mayo, el mes dedicado a la Virgen María
Redacción ACI Prensa



Hoy empezamos mayo, el mes dedicado a la Virgen María
Mayo es el mes que la Iglesia Universal dedica a la Madre de Dios, la Bienaventurada Virgen María. Este tiempo es una oportunidad para renovar el amor de todos los bautizados hacia la Mujer que Dios desde la eternidad escogió para darlo a luz y cuidarlo.

La Santísima Virgen María es por siempre la Reina del Cielo y de la Tierra, no hay santidad sin María porque toda Ella lleva a Cristo.


María la más humilde entre las mujeres es precisamente el modelo de toda mujer, como señaló el Papa Francisco en abril de 2014 en un mensaje a más de 20 mil jóvenes reunidos en Buenos Aires, Argentina.

“Hay un solo modelo para ustedes, María: La mujer de la fidelidad, la que no entendía lo que le pasaba pero obedeció. La que en cuanto supo lo que su prima necesitaba, se fue corriendo, la Virgen de la Prontitud. La que se escapó como refugiada en un país extranjero para salvar la vida de su hijo”, afirmó el Papa.

PAPA FRANCISCO AÑADE 7 NUEVAS INVOCACIONES EN LAS LETANÍAS DE SAN JOSÉ

 



 Papa Francisco añade 7 nuevas invocaciones en las letanías de San José

POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa

 Foto: Daniel Ibañez / ACI Prensa



El Papa Francisco aprobó incluir siete nuevas invocaciones en las letanías de San José, según informó el Vaticano este 1 de mayo, fiesta de San José obrero.

Se trató de una propuesta de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos que sugirió añadir estas nuevas invocaciones que han sido tomadas de diversas intervenciones papales que han reflexionado en algunos aspectos de la figura del Patrón de la Iglesia universal.

Las nuevas invocaciones de las letanías de San José, propuestas en latín, son: “Custos Redemptoris” (Custodio del Redentor), “Serve Christi” (Servidor de Cristo), “Minister salutis” (Ministro de la salvación), “Fulcimen in difficultatibus” (Apoyo en las dificultades), “Patrone exsulum” (Patrón de los exiliados), “Patrone afflictorum” (Patrón de los afligidos) y “Patrone pauperum” (Patrón de los pobres).

En una carta de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos dirigida a los presidentes de las Conferencias episcopales del mundo, con fecha del 1 de mayo y firmada por el arzobispo secretario, Mons. Arthur Roche y por el subsecretario, P. Corrado Maggioni, el dicasterio vaticano indicó que “corresponderá a las Conferencias de Obispos traducir las letanías a las lenguas de su competencia y publicarlas”.

Las traducciones de las letanías “no necesitarán la confirmatio (confirmación) de la Sede Apostólica”, describió la misiva que también informó que “según su prudente criterio, las Conferencias de los Obispos podrán insertar también, en el lugar apropiado y conservando el género literario, otras invocaciones con las que se honra particularmente a San José en sus países”.

Además, el texto vaticano recordó que en el 150 aniversario de la declaración de San José como patrón de la Iglesia universal, el Papa Francisco publicó la carta apostólica Patris corde, con la intención de “que crezca el amor a este gran santo, para ser impulsados a implorar su intercesión e imitar sus virtudes, como también su resolución”.

En este sentido, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos actualizó las invocaciones de las letanías de San José aprobadas en 1909.

La invocación “Custos Redemptoris” fue mencionada por San Juan Pablo II en la exhortación apostólica Redemptoris custos; la invocación “Serve Christi” fue una expresión de San Pablo VI en una homilía de marzo de 1966 que también es citada en la exhortación Redemptoris custos; la invocación “Minister salutis” es de San Juan Crisóstomo citada en la Redemptoris custos; mientras que las invocaciones “Fulcimen in difficultatibus”, “Patrone exsulum”, “Patrone afflictorum”, “Patrone pauperum” son mencionas en la carta apostólica Patris corde.


A continuación, las letanías de San José en español con las nuevas invocaciones:

Señor, ten misericordia de nosotros.

Cristo, ten misericordia de nosotros.

Señor, ten misericordia de nosotros.

Cristo óyenos.

Cristo escúchanos.

Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.

Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.

Santa María, ruega por nosotros.

San José, ruega por nosotros.

Ilustre descendiente de David, ruega por nosotros.    

Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros.   

Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.   

Custodio del Redentor, ruega por nosotros.

Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros.   

Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.   

Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros.   

Servidor de Cristo, ruega por nosotros.

Ministro de salud, ruega por nosotros.

Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.   

José, justísimo, ruega por nosotros.   

José, castísimo, ruega por nosotros.   

José, prudentísimo, ruega por nosotros.   

José, valentísimo, ruega por nosotros.   

José, fidelísimo, ruega por nosotros.   

Espejo de paciencia, ruega por nosotros.   

Amante de la pobreza, ruega por nosotros.   

Modelo de trabajadores, ruega por nosotros.   

Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.   

Custodio de Vírgenes, ruega por nosotros.   

Sostén de las familias, ruega por nosotros.   

Apoyo en las dificultades, ruega por nosotros.

Consuelo de los desgraciados, ruega por nosotros.   

Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.   

Patrón de los exiliados, ruega por nosotros.

Patrón de los afligidos, ruega por nosotros.

Patrón de los pobres, ruega por nosotros.

Patrón de los moribundos, ruega por nosotros.   

Terror de los demonios, ruega por nosotros.   

Protector de la Santa Iglesia, ruega por nosotros.   

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de nosotros.

V.- Le estableció señor de su casa.

R.- Y jefe de toda su hacienda.

Oremos: Oh Dios, que en tu inefable providencia, te dignaste elegir a San José por Esposo de tu Santísima Madre: concédenos, te rogamos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo al que veneramos como protector en la tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

HOY ES LA FIESTA DE SAN JOSÉ OBRERO, PATRONO DE LOS TRABAJADORES, 1 DE MAYO

 



 José Obrero, Santo

Memoria Litúrgica, 1 de mayo

Por: n/a | Fuente: Archidiócesis de Madrid



El carpintero de Nazaret

Martirologio Romano: San José Obrero, el carpintero de Nazaret, que con su laboriosidad proveyó la subsistencia de María y de Jesús e inició al Hijo de Dios en los trabajos de los hombres. Por esta razón, en el día de hoy, en que se celebra la fiesta del trabajo en muchas partes del mundo, todos los obreros cristianos honran a san José como modelo y patrono suyo.


Breve Semblanza

Se cristianizó una fiesta que había sido hasta el momento la ocasión anual del trabajador para manifestar sus reivindicaciones, su descontento y hasta sus anhelos. Fácilmente en las grandes ciudades se observaba un paro general y con no menos frecuencia se podían observar las consecuencias sociales que llevan consigo la envidia, el odio y las bajas pasiones repetidamente soliviantadas por los agitadores de turno. En nuestro occidente se aprovechaba también ese momento para lanzar reiteradas calumnias contra la Iglesia que era presentada como fuerza aliada con el capitalismo y consecuentemente como el enemigo de los trabajadores.

Fue después de la época de la industrialización cuando toma cuerpo la fiesta del trabajo. Las grandes masas obreras han salido perjudicadas con el cambio y aparecen extensas masas de proletarios. También hay otros elementos que ayudan a echar leña al fuego del odio: la propaganda socialista-comunista de la lucha de clases.

Era entonces una fiesta basada en el odio de clases con el ingrediente del odio a la religión. Calumnia dicha por los que, en su injusticia, quizá tengan vergüenza de que en otro tiempo fuera la Iglesia la que se ocupó de prestar asistencia a sus antepasados en la cama del hospital en que murieron; o quizá lanzaron esas afirmaciones aquellos que un tanto frágiles de memoria olvidaron que los cuidados de la enseñanza primera los recibieron de unas monjas que no les cobraban a sus padres ni la comida que recibían por caridad; o posiblemente repetían lo que oían a otros sin enterarse de que son la Iglesia aquellas y aquellos que, sin esperar ningún tipo de aplauso humano, queman sus vidas ayudando en todos los campos que pueden a los que aún son más desafortunados en el ancho mundo, como Calcuta, territorios africanos pandemiados de sida, o tierras americanas plenas de abandono y de miseria; allí estuvieron y están, dando del amor que disfrutan, ayudando con lo que tienen y con lo que otros les dan, consolando lo que pueden y siendo testigos del que enseñó que el amor al hombre era la única regla a observar. Y son bien conscientes de que han sido siempre y son hoy los débiles los que están en el punto próximo de mira de la Iglesia. Quizá sean inconscientes, pero el resultado obvio es que su mala propaganda daña a quien hace el bien, aunque con defectos, y, desde luego, deseando mejorar.

El día 1 de Mayo del año 1955, el Papa Pío XII, instituyó la fiesta de San José Obrero. Una fiesta bien distinta que ha de celebrarse desde el punto de partida del amor a Dios y de ahí pasar a la vigilancia por la responsabilidad de todos y de cada uno al amplísimo y complejo mundo de la relación con el prójimo basada en el amor: desde el trabajador al empresario y del trabajo al capital, pasando por poner de relieve y bien manifiesta la dignidad del trabajo -don de Dios- y del trabajador -imagen de Dios-, los derechos a una vivienda digna, a formar familia, al salario justo para alimentarla y a la asistencia social para atenderla, al ocio y a practicar la religión que su conciencia le dicte; además, se recuerda la responsabilidad de los sindicatos para logro de mejoras sociales de los distintos grupos, habida cuenta de las exigencias del bien de toda la colectividad y se aviva también la responsabilidad política del gobernante. Todo esto incluye ¡y mucho más! la doctrina social de la Iglesia porque se toca al hombre al que ella debe anunciar el Evangelio y llevarle la Salvación; así mantuvo siempre su voz la Iglesia y quien tenga voluntad y ojos limpios lo puede leer sin tapujos ni retoques en Rerum novarum, Mater et magistra, Populorum progressio, Laborem exercens, Solicitudo rei socialis, entre otros documentos. Dar doctrina, enseñar donde está la justicia y señalar los límites de la moral; recordar la prioridad del hombre sobre el trabajo, el derecho a un puesto en el tajo común, animar a la revisión de comportamientos abusivos y atentatorios contra la dignidad humana... es su cometido para bien de toda la humanidad; y son principios aplicables al campo y a la industria, al comercio y a la universidad, a la labor manual y a la alta investigación científica, es decir, a todo el variadísimo campo donde se desarrolle la actividad humana.

Nada más natural que fuera el titular de la nueva fiesta cristiana José, esposo de María y padre en funciones de Jesús, el trabajador que no lo tuvo nada fácil a pesar de la nobilísima misión recibida de Dios para la Salvación definitiva y completa de todo hombre; es uno más del pueblo, el trabajador nato que entendió de carencias, supo de estrecheces en su familia y las llevó con dignidad, sufrió emigración forzada, conoció el cansancio del cuerpo por su esfuerzo, sacó adelante su responsabilidad familiar; es decir, vivió como vive cualquier trabajador y probablemente tuvo dificultades laborales mayores que muchos de ellos; se le conoce en su tiempo como José «el artesano» y a Jesús se le da el nombre descriptivo de «el hijo del artesano». Y, por si fuera poco, los designios de Dios cubrían todo su compromiso.


Fiesta sugiere honra a Dios, descanso y regocijo. Pues, ánimo. Honremos a Dios santificando el trabajo diario con el que nos ganamos el pan, descansemos hoy de la labor y disfrutemos la alegría que conlleva compartir lo nuestro con los demás.

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 1 DE MAYO, SAN JOSÉ OBRERO

 



 1 de Mayo: San José, obrero


Texto del Evangelio (Mt 13,54-58): En aquel tiempo, viniendo Jesús a su patria, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que decían maravillados: «¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? Y sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros? Entonces, ¿de dónde le viene todo esto?». Y se escandalizaban a causa de Él. Mas Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio». Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe.





«¿De dónde le viene todo esto?»

Rev. D. Xavier PARÉS i Saltor

(La Seu d'Urgell, Lleida, España)



Hoy celebramos la fiesta de san José obrero. Es un día festivo para descansar del trabajo cotidiano, y celebramos la Fiesta del Trabajo. Los trabajadores y sus sindicatos suelen aprovechar este día para hacer sus reivindicaciones en defensa de sus derechos. La Iglesia nos pone, hoy, el ejemplo de san José, el carpintero de Nazaret, que fue un modelo de trabajo para sostener su familia y desarrollar su oficio. Ésta es la forma normal de vivir en este mundo, ganándonos el pan de cada día con el sudor de nuestro trabajo. Los derechos humanos nos dicen que toda persona tiene derecho a un trabajo digno y bien remunerado. Es así como cumplimos con nuestros deberes y nos ganamos el salario que nos corresponde. San Ambrosio dice que «es un homicidio negar a un hombre el salario que necesita para vivir». Hoy, la Iglesia reza por el mundo del trabajo, para que todo trabajador pueda cumplir sus deberes y vivir con dignidad.


El mismo Evangelio nos presenta a Jesús como «hijo del carpintero» (Mt 13,56), en su pueblo de Nazaret donde se crió y donde vivió la mayor parte de los años de su vida terrenal. A pesar de todo, la gente de Nazaret no llegó a conocer la persona de Jesús. Se creían que lo conocían, pero nada sabían de Él. Por esto, no se podían explicar de dónde le venía la sabiduría y el poder de hacer milagros.


Y nosotros, los cristianos, ¿conocemos a Jesús? También somos de su pueblo, del pueblo de Dios, de la Iglesia, y nos podría pasar como a los habitantes de Nazaret, que no lo conocían suficientemente. Si de cualquier persona podemos aprender cosas positivas y buenas, mucho más podemos aprender de Jesús de Nazaret. Escuchando el Evangelio de cada día es la manera como conocemos y aprendemos muchas cosas buenas de Jesús. Es así como enriquecemos nuestra vida y nuestra fe. Pidámoslo a san José, que tan bien supo cuidar y amar a Jesús.

IMÁGENES DE 31 FLORES A LA VIRGEN MARÍA - MEDITACIONES DIARIAS PARA EL MES DE MAYO 2021




























IMÁGENES DE SAN JOSÉ OBRERO, 1 DE MAYO

 


























 
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