CONSUELO DE MI ALMA, AMADA VIRGEN DE GUADALUPE
¡Oh consuelo de afligidos! Permíteme llegar a Ti para depositar en tus manos mis penas, mis temores y mis deseos. Recuerda Señora, que tu divino hijo Jesús nada te niega, y por ello te pedimos que intercedas por nosotros.
¿Necesitaré hacerte el relato de mis necesidades para que me alcances el remedio? Bien sé que no. Por lo mismo, me limito a rogarte por mí y por los míos, por mi hermano y semejante, por las necesidades de la Santa Iglesia, por mi patria amada por ti y que tan mal corresponde a tus favores.
Santísima Señora, ten presente los títulos todos que tengo para pedirte, recuerda que eres mi refugio porque soy pecador; mi consuelo porque estoy afligido y mi Madre, mi amorosísima Madre porque soy mexicano.
Estoy cierto que te acordarás de todo esto y me basta para quedar consolado. Adiós Madre mía, dame tu bendición antes que yo abandone este lugar y recibe mi agradecimiento por los consuelos que por tu intercesión he recibido, y concédeme la gracia de alabarte siempre en la eternidad.