jueves, 23 de marzo de 2017

EL DOLOR NO DEFORMA, TRANSFORMA


EL DOLOR NO DEFORMA, TRANSFORMA




Valió la pena, sufrir dolores de parto, cuando al final se sostiene entre las manos una nueva vida que el existir de la Madre ha transformado.

Y el dolor que se experimenta en las pequeñas caídas, cuando se dan los primeros pasos, se convierte en triunfo, al lograr afianzar el caminar, luego poder correr, y quizás hasta en sueños volar.

Un fracaso, asumido con madurez, puede en un principio doler; pero al superarlo, el alma se logra fortalecer; y más valiente se hace el ser humano, ante cualquier reto que se le presente o ante los diferentes momentos que en su vida pueda tener.

Los padres que tienen un hijo especial, desde un primer momento, es tan grande el dolor que pueden llegar a pensar, que se sienten frustrados y no lo podrán superar; pero con el tiempo y asumido desde la fe, ese ser que en un principio causó dolor, se llegará a convertir en el más grande amor, y les enseñará a descubrir lo que realmente en la vida tiene valor.

El perder un ser querido, deja el corazón destruido, hasta que se logra ver la muerte desde los ojos de Dios, y se transforma en esperanza el dolor; esta tristeza que deja el vacío, nos enseña a valorar a quienes a nuestro lado han quedado, y que también son seres amados.

Si careces de algo, valoras más lo que tienes. Si sufres por alguien, llegas a amarlo más, si escoges el camino difícil, te haces más fuerte, si experimentas de cerca la muerte, aprendes a amar más la vida, si caes; adquieres destreza en levantarte. El dolor no deforma, sino que transforma.

El dolor no deforma, transforma, es una gran verdad y eso lo sustentan, quienes al sufrir, sienten que han crecido y se han fortalecido aún más. Todo esto define, esa gran verdad: "El dolor no deforma, transforma".

IMÁGENES DE SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO





SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO, 23 DE MARZO


Hoy 23 de marzo la Iglesia celebra a Santo Toribio de Mogrovejo, Patrono del Episcopado Latinoamericano



 (ACI).- El 23 de marzo es la Fiesta de Santo Toribio de Mogrovejo, Patrono del Episcopado Latinoamericano y llamado “Santo Padre de América”. Defendió a los indefensos y explotados durante la colonia española en América y convocó numerosos sínodos y concilios que trajo buenos frutos en el Virreinato del Perú.

Confirmó a Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, San Juan Macías y contó con el apoyo del misionero San Francisco Solano.

Toribio Alfonso de Mogrovejo nació en España hacia el 1538. Estudió derecho y fue profesor en la Universidad de Salamanca. Siendo laico, el rey Felipe II lo nombró principal juez de la Inquisición en Granada.

Por sus cualidades humanas y su virtud, el rey lo propuso al Papa Gregorio XIII como Arzobispo de Lima, que en ese entonces comprendía gran parte de Sudamérica hispana. Aunque humildemente Santo Toribio se resistió, con dispensa papal recibió las órdenes menores y mayores, siendo consagrado Obispo en 1580.

Se embarcó para América y al llegar al Perú de inmediato se preocupó por restaurar la disciplina eclesiástica y se enfrentó abiertamente a los conquistadores, personas de poder y sacerdotes que habían cometido o permitido abusos contra los nativos.

Esto hizo que fuera perseguido por el poder civil y que lo calumniaran, pero él siguió en su defensa por los pobres, argumentando que a quien siempre se debía tener contento es a Cristo y no al Virrey.  

Construyó iglesias, conventos, hospitales y abrió el primer seminario en América Latina,  que se mantiene hasta hoy. Estudió las lenguas y dialectos locales para poder estar más cerca de sus fieles y comunicarse con ellos, lo que favoreció en el incremento de las conversiones.


Con el fin de evangelizar, viajó por lejanas ciudades y lugares, caminando o montado a caballo, muchas veces solo y exponiéndose a las enfermedades y peligros. Cierto día se le acercó un mendigo y como no tenía qué darle, le entregó sus camisas.

Convocó tres concilios o sínodos provinciales y se ordenó imprimir el catecismo en quechua y aymara. Además celebró trece sínodos diocesanos que ayudaron al cumplimiento de las normas del Concilio de Trento y a la independencia de la Iglesia del poder civil.

A sus 68 años, Santo Toribio cayó enfermo y partió a la Casa del Padre el Jueves Santo del 23 de marzo de 1606. En su testamento dejó a sus empleados sus efectos personales y a los pobres, el resto de sus propiedades. San Juan Pablo II lo declaró Patrono del Episcopado Latinoamericano.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 23 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 23



María fue buscando a Jesús durante tres días y lo encontró en el Templo con los doctores de la Ley. Como lo hubiera hecho cualquier madre, le reprobó a Nuestro Señor que se hubiera quedado conversando sin avisarle, sin pedir autorización.

María no comprendió la conducta de Jesús. Como nosotros tantas veces no alcanzamos a comprender los planes de Dios. En esas situaciones que no podemos comprender deberá aflorar nuestra fe, porque la fe no es tanto comprensión cuanto aceptación de lo que no se comprende.

Son muchas las cosas que ignoramos y que Dios nos dará a conocer cuando nos lleva a su cielo. Mientras llega ese momento, es preciso vivir la oscuridad de la fe con amor y en el amor.
Madre, libéranos de una caridad sin justicia, de una justicia sin verdad, de una lucha sin perdón.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ JUEVES

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