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domingo, 9 de junio de 2024

LAS 12 PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 



Las 12 promesas del Sagrado Corazón de Jesús

Jesús promete derramar abundantes bendiciones y con una generosidad verdadera a quien honre a Su Divino Corazón

Rev. Irenaeus Schoenherr, O.F.M.



Santa María Margarita de Alacoque, en sus escritos, insiste una y otra vez en el deseo ardiente que tiene Jesús en derramar bendiciones con una generosidad verdadera a quien honre a Su Divino Corazón

Estas promesas están dirigidas a todo tipo de personas: a las fervorosas, a las tibias y sobre todo a los pecadores. Abraza a todas las condiciones de vida: sacerdotes, religiosos y seglares. Prometen alivio a los afligidos, resistencia a la tentación, consuelo a los afligidos, paz a las familias, bendiciones en el hogar, el éxito en nuestras empresas, la misericordia al pecador, alta santidad a las almas fervorosas, valor para los corazones fríos. También prometen gran poder a los sacerdotes y consagrados para ablandar los corazones más endurecidos. Prometen fuerza y valor en nuestro lecho de muerte, y nos hablan del don inestimable de la perseverancia final y de un refugio en el Corazón de Jesús en el último momento de vida.

En las palabras brillantes de Santa Margarita María las promesas encierran el misterio del amor de Dios:

"Jesús me mostró cómo esta devoción es, por así decirlo, el esfuerzo final de su amor, el último invento de su caridad ilimitada"

A continuación, explicaremos una por una el significado de las 12 promesas que nuestro Señor dejó a los devotos de su Sagrado Corazón





1.- "Daré a las almas devotas, todas las gracias necesarias para su estado de vida".

Los deberes de nuestra vida diaria son numerosas y a menudo bastante difíciles. Dios nos concede, en respuesta a la oración y la recepción frecuente de los sacramentos, todas las gracias necesarias para nuestro estado de vida. Hay también gracias extraordinarias que se encuentran fuera de la acción normal de la Providencia de Dios, gracias que Él da a sus amigos especiales. Estas son las gracias más eficaces, las más abundantemente dadas a los devotos del Sagrado Corazón.



2.- "Voy a establecer la paz en sus hogares".

"La paz es la tranquilidad del orden, la serenidad de la mente, con sencillez de corazón, es el vínculo de la caridad". (San Agustín) Fue la primera cosa que los ángeles desearon a los hombres en el nacimiento de Jesús. Nuestro Señor mismo ordenó a sus discípulos que dieran la paz: "En cualquier casa donde entréis, decid primero: ¡Paz a esta casa" (Lucas 10,5)

En el Corazón de Jesús se encuentra la verdadera paz, que hace que la casa sea su reflejo y el anticipo de nuestro hogar celestial



3.- "Voy a consolarlos en todas sus aflicciones"

El deseo de consolar a los tristes es la marca de un corazón noble y amable. El Sagrado Corazón es el más noble y generoso de los corazones, tanto humano como divino. ¿Cómo nos consuela? No necesariamente liberándonos de la tristeza y aflicción. Él conoce, el valor inmensurable de la cruz y por medio de ella, tenemos que expiar nuestros pecados. Por su gracia, Él hace lo que lo doloroso sea tolerable.

"Yo siempre les hablo con toda franqueza y tengo sobrados motivos para gloriarme de ustedes. Esto me llena de consuelo y me da una inmensa alegría en medio de todas las tribulaciones" (2 Cor. 7,4)



4.- "Voy a ser su refugio seguro en la vida, y sobre todo en la hora de la muerte".

"Uno de los soldados abrió el costado de Jesús con una lanza, y al instante salió sangre y agua." (Juan 19,34)

El costado de Cristo se abrió para demostrar que la Divina Providencia quiso que todos los hombres encontrasen en su Corazón Divino un refugio seguro contra los enemigos de nuestra salvación. En su Corazón podemos encontrar protección, fuerza en nuestra fragilidad, la perseverancia en nuestra inconstancia, refugio seguro en los peligros, fatigas de la vida y en la hora de la muerte.



5.- "Voy a conceder abundantes bendiciones sobre todo a sus empresas temporales y espirituales".

Dios es amor. Él está dispuesto a dar a sus hijos abundantes bendiciones temporales, siempre que no pongan en peligro nuestros intereses eternos. Su especial Providencia protege y vela por los devotos al Sagrado Corazón con gran amor y ternura. Sin embargo, no debemos desanimarnos si nuestras oraciones, pidiendo favores temporales, no son contestadas siempre, porque Dios siempre pone nuestro bien eterno antes de nuestro bien temporal.



6.- "Los pecadores encontrarán en Mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia"

La redención es el drama inmortal de la misericordia de Dios; y nuestro Divino Redentor es, por así decirlo, la Misericordia de Dios Encarnado. "…porque en Él se encuentra la misericordia y la redención en abundancia" (Sal. 129,7)


En la tierra, el Corazón de Jesús estaba lleno de misericordia hacia todos. Ahora en su humanidad glorificada en el cielo, Jesús sigue mostrando Su misericordia sin límites, "viviendo siempre para interceder por nosotros." (Heb. 7,25)



7.- "Las almas tibias se harán fervorosas"

La tibieza es un estado moribundo y lánguido del alma que ha perdido su interés en la religión. El Espíritu Santo expresa disgusto profundo para un alma así:

"Conozco tus obras: no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Por eso, porque eres tibio, te vomitaré de mi boca." (Ap 3,15-16)

El único remedio para la tibieza es la devoción al Sagrado Corazón, que vino "a traer fuego sobre la tierra", es decir, para inspirar a los corazones fríos y tibios con un nuevo temor y el amor de Dios.



8.- "Las almas fervorosas alcanzarán mayor perfección".

La mayor perfección es la recompensa que Jesús otorga a los devotos fervientes de su Divino Corazón; esta devoción tiene, como su fruto especial, transformarnos en gran semejanza a Nuestro Señor. Esto enciende en nuestros corazones el fuego del amor divino, que, como dice San Pablo: "es el vínculo de la perfección." (Col 3,14)

A través de la devoción al amor del Sagrado Corazón, se dará paso a un celo ardiente por igualar nuestros intereses a los de Jesús



9.- "Bendeciré a cada lugar en el que se exponga y se venere una imagen de mi sagrado corazón".

Las imágenes religiosas son una poderosa y atractiva fuente de inspiración. El Sagrado Corazón es un libro abierto en el que podemos leer el infinito amor de Jesús hacia nosotros en su pasión y muerte. Nos muestra su Corazón, cortado y abierto por la lanza, todo resplandeciente como un horno ardiente de amor, cuyas llamas aparecerán brotando desde la parte superior. Está rodeado de espinas, el angustiante golpe de amor ignorado. Quizás esto siempre nos impulse a los actos de amor y de generosidad.



10.- "Daré a los sacerdotes y a todos aquellos que se ocupan de la salvación de las almas, el don de tocar los corazones más endurecidos".

La conversión de un pecador ocurre a veces por gracias extraordinarias. Dios nunca va a forzar a la libre voluntad de un ser humano. Pero Él puede otorgar gracias con las cuales impulsa al pecador a vencer la actitud rebelde que tienen las almas pecadoras más obstinadas. Esto, entonces, es lo que ocurre en el caso de los sacerdotes que están animados con gran devoción al Sagrado Corazón.



11.- "Los que propaguen esta devoción tendrán sus nombres escritos en Mi Corazón, y nunca serán borrados".

Esta promesa otorga a los promotores de la devoción al Sagrado Corazón una recompensa maravillosa: "tendrán sus nombres escritos en mi Corazón". Estas palabras implican una amistad fuerte y fiel de Cristo mismo, y nos presenta el "Libro de la Vida" de San Juan: "No voy a borrar su nombre del libro de la vida." (Ap 3,5)



12.- "A los que comulguen el primer viernes de cada mes, durante nueve meses consecutivos, le concederé la gracia de la perseverancia final".

Esta promesa contiene una gran recompensa, que es nada más y nada menos que el cielo eterno. "La perseverancia final es un don gratuito de la bondad de Dios, y no puede ser merecido como un derecho adquirido por cualquier acto individual que hagamos" (Concilio de Trento) Se da como la recompensa por una serie de actos continuos hasta el final: "El que persevere hasta el final se salvará" (Mat. 10,22). 




LA DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 



La devoción al Corazón de Jesús


El viernes, después del domingo del Corpus, celebra la Iglesia la solemnidad litúrgica del Sagrado Corazón de Jesús. La fiesta litúrgica comenzó en 1675, al principio en pocos lugares, después en la Iglesia universal. El motivo último estuvo en las apariciones a santa Margarita María de Alacoque. Pero la devoción al Corazón de Jesús ya la vivían muchos santos desde varios siglos antes.

 

Para nosotros, en la vida normal, la palabra “corazón” no indica sólo una parte de nuestro cuerpo, sino también el centro de las emociones y sentimientos. En el tiempo de Jesús significaba un centro más total, incluidos los pensamientos y deseos. Pero entonces y ahora hablar de una persona con buen corazón es hablar del amor. Así llamamos a una persona que es “cordial”.

 

Por lo tanto la devoción al Corazón de Jesús es sobre todo devoción a su amor. El corazón, más que algo material, es algo simbólico del amor de esa persona, que en el caso de Jesús es hombre real, pero es al mismo tiempo Dios. Al pensar en el Corazón de Jesús, pensamos en la persona más noble y tierna, en Jesús, que es el más amable y digno de ser amado.

 

La devoción al Corazón de Jesús es la devoción a su persona bajo el aspecto principal de su amor. Por eso, al representar en imagen el Corazón de Jesús, no se debe representar el corazón aislado de la persona, sino a la persona de Jesús, en quien se realza su corazón. Este corazón, en las imágenes, tampoco debe tener sólo las características y proporciones del corazón carnal, sino como sublimado. Es decir, que es visible, pero simbólico, porque es emblema del amor.

 

Este año el evangelio nos trae el momento en que del costado de Jesús, ya muerto, brota sangre y agua por la lanzada de aquel soldado. El evangelista, que estaba allí presente, ve en ello un gran simbolismo y por eso da a la escena un gran relieve.

 

La lanzada era como un signo del mal. Jesús ya estaba muerto y no era necesaria; pero aquel soldado mete la lanza en el costado de Cristo. Quizá quería asegurarse de que estuviera realmente muerto. Quizá en parte era un ensañarse contra Él, ya que después de muerto no tenían sentido otras burlas. El hecho es que Jesús, aun muerto, responde al mal con un gran bien.

 

En aquella última sangre con el agua Jesús nos quiere dar la última muestra de su amor. La sangre es figura de su muerte que ha dado para salvar a la humanidad y que sigue dispuesto a volverla a dar. El agua es símbolo del Espíritu que nos transmite. Es la vida de la gracia que nos ofrece, fruto de su muerte y de su gloria ya con el Padre.

 

Con ese símbolo Jesús nos invita a saciarnos de los ríos de gracia que brotarán de su seno y que principalmente están en los sacramentos. Esto es lo que nos quiere decir la Iglesia en esta fiesta del Corazón de Jesús. Es una invitación para acudir a Él y pedirle los frutos del Espíritu, como son: la paz y alegría, el dominio sobre sí, la mansedumbre  y, sobre todo, el amor.

 

Cuando se presentó Jesús ante santa Margarita María de Alacoque, lo hizo quejándose amargamente por el olvido y desprecio de tanta gente a su amor. Y presentó su corazón “que tanto ha amado a los hombres”. Por eso a la santa y a nosotros hoy nos pide, como un acto de devoción, el desagravio a su Corazón. El desagravio es una de las principales características de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

 

Existen muchas oraciones y actos de desagravios concretos muy hermosos: oraciones, nueve primeros viernes, letanías, novenas...; pero lo que verdaderamente sirve es el cambio de nuestro corazón. Quizá las oraciones concretas pueden ayudarnos. Si las injurias ofenden a Jesús, nosotros hagamos muchos actos de amor. Y sobre todo cumplamos con lo que sabemos es la voluntad de Dios.

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 P. Silverio Velasco  

viernes, 7 de junio de 2024

HOY LA IGLESIA CELEBRA LA SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


 

Hoy la Iglesia celebra la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

Sagrado Corazón de Jesús

ACI Prensa

7 de junio de 2024


La Iglesia universal celebra hoy, 7 de junio, la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús  por pedido explícito del mismo Cristo, revelado de manera particular a Santa Margarita María de Alacoque. El Papa San Juan Pablo II señaló que “esta fiesta recuerda el misterio del Amor que Dios alberga por los hombres de todos los tiempos”.


Por ser fiesta de primera clase, de acuerdo a la reforma litúrgica del Papa San Juan XXIII, la celebración del Sacratísimo Corazón de Jesús posee rango de ‘Solemnidad’.


Santa María Margarita Alacoque (1647-1690)

“Te pido que el primer viernes después de la octava del Corpus [Christi] se celebre una fiesta especial para honrar a mi Corazón, y que se comulgue dicho día para pedirle perdón y reparar los ultrajes por él recibidos durante el tiempo que ha permanecido expuesto en los altares”, dijo el Señor a Santa Margarita de Alacoque en junio de 1675 para, después, establecer una solemnísima promesa:


“También te prometo que mi Corazón se dilatará para esparcir en abundancia las influencias de su divino amor sobre quienes le hagan ese honor y procuren que se le tribute”.


En virtud de revelaciones como esta, de carácter privado, Santa Margarita se convertiría en la gran divulgadora de los mensajes del Sagrado Corazón de Jesús a la humanidad y en la principal promotora de la devoción que nació a partir de estos. Margarita de Alacoque estuvo acompañada en este santo propósito por su director espiritual, el sacerdote jesuita San Claudio de la Colombiere.

La Iglesia Católica se pronunció sobre la imagen de la Virgen de Guadalupe que supuestamente llora sangre en México

Posteriormente la Compañía de Jesús tomaría la posta en la difusión de la devoción al Corazón de Jesús, tarea que hizo posible que se hiciera muy popular entre los pueblos de América Latina.


Intervención del papado en los últimos siglos

El Beato Papa Pío IX, en 1856, fue quien estableció de manera oficial la fiesta del ‘Sacratísimo Corazón de Jesús’ para toda la Iglesia. En 1899, el Papa León XIII publicó la encíclica “Annum Sacrum” [el año santo] sobre la consagración del género humano al Sagrado Corazón de Jesús, acto que se llevaría a cabo ese mismo año.

Asimismo, Pío XI, en 1928, escribió la “Miserentissimus Redemptor” [Redentor misericordioso], encíclica que versa sobre la reparación que todos los fieles deben al Sagrado Corazón de Jesús a causa de los pecados cometidos por el género humano. Por su parte, su sucesor, el Papa Pío XII, publicó en 1956 la encíclica “Haurietis Aquas” [“Beberéis las aguas…], cuyo texto sugiere los lineamientos propios del culto al Sagrado Corazón.

San Juan Pablo II, finalmente, estableció que en el día de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús se realice siempre la “Jornada Mundial de Oración por la santificación de los sacerdotes”.


En el corazón de la Iglesia

Muchos grupos, movimientos, órdenes y congregaciones religiosas, desde hace siglos, se han puesto bajo la protección del Sagrado Corazón de Jesús. En Roma se encuentra la Basílica del “Sacro Cuore” [Sagrado Corazón] cuya construcción fue encargada a San Juan Bosco por el Papa León XIII. La realización de dicho proyecto fue posible gracias a las donaciones de los devotos alrededor del mundo.


¡Feliz día del Sagrado Corazón de Jesús! 

domingo, 2 de junio de 2024

¿POR QUÉ LA IGLESIA CATÓLICA CELEBRA EN JUNIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS?

 


¿Por qué la Iglesia Católica celebra en junio al Sagrado Corazón de Jesús?


La Iglesia Católica dedica tradicionalmente el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús. | Crédito: Shutterstock.


En la Iglesia Católica el mes de junio está dedicado especialmente al Sagrado Corazón de Jesús, para recordar el amor fiel e incondicional de Cristo por la humanidad. Además, se trata de una devoción querida por nuestro Señor y que hunde sus raíces en los orígenes del cristianismo.

La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde que los primeros cristianos meditaban sobre el costado y el corazón abierto del Señor. Por otro lado, el 16 de junio de 1675 Jesús le pidió a una santa que alentara la devoción a su Sagrado Corazón.

Ese día, el Hijo de Dios se le apareció en Francia a Santa Margarita María de Alacoque, religiosa francesa de la Orden de la Visitación de Santa María, y le mostró su Corazón.

Según señaló Santa Margarita, el Corazón de Jesús estaba rodeado de llamas de amor, coronado de espinas y tenía una herida abierta de la que brotaba sangre; de su interior, además, salía una cruz.

“He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres recibo ingratitud, irreverencia y desprecio”, le dijo Jesús a la santa.

El Papa Benedicto XVI afirmó que “al ver el Corazón del Señor, debemos mirar el costado traspasado por la lanza, donde resplandece la inagotable voluntad de salvación por parte de Dios”.

Asimismo, subrayó que “no puede considerarse culto pasajero o de devoción: la adoración del amor de Dios, que ha encontrado en el símbolo del ‘corazón traspasado’ su expresión histórico-devocional, sigue siendo imprescindible para una relación viva con Dios".

Es por eso que en este mes los católicos estamos llamados a demostrar con nuestras obras la devoción a su amoroso Corazón, como una forma de corresponder al gran amor de Jesús, que murió por nuestra salvación y se quedó en la Eucaristía para enseñarnos el camino a la vida eterna.  

miércoles, 29 de mayo de 2024

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS - MEDITACIONES PARA JUNIO


JUNIO: MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Nardo del 1ro de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, Luz en este mundo de oscuridad!


Meditación: Corazón Sagrado, enllagado y martirizado por nuestros pecados, sé nuestra Luz para vivir sólo en Ti, y así poder seguir nuestro camino para llegar un día a habitar junto al Padre Celestial

Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

 ¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Que sepamos plasmar en nuestro pobre corazón, lo que nos enseñó el Hijo de Dios. Meditemos cuán poco sabemos de El.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.




JUNIO, MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Nardo del 2 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Llama ardiente!


Meditación: El Corazón de mi Jesús tanto amó, que en llama de fuego se presentó para purificar, para salvar, para amar…¡Pero quién lo ha de mirar!. Si muchos lo llegamos hasta a despreciar, a no buscar, a ignorar, pues no queremos que nos venga a señalar las miserias y tibiezas que nuestro pobre corazón encierra. Seamos ardientes amantes de Cristo, consumidos por el Fuego de Su Amor, para poder así limpiar nuestro corazón y llegar a servir a nuestro Dulce Señor.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Hagamos una buena confesión, ofreciéndosela al Sagrado Corazón de Jesús.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.



Nardo del 3 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, refugio del Niño Dios!


Meditación: En una Doncella latía un Pequeño que renovaría la tierra vacía, ya que en ella sembraría semillas para llenarla de Vida. Aquel pequeño Corazón era el Sol que con Su calor nos enseñaría lo que es el Amor, con Su Luz a no perdernos en la oscuridad, con Su Omnipotencia a aumentar nuestra Fe, con Su silencio el valor de hacernos pequeños y con Su Presencia la Única Senda, pues El es el Rey.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Comulguemos pidiéndole al Señor tener un corazón pequeño, y que sea El nuestro único sustento.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.



Nardo del 4 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, cuan manso y humilde sos!


Meditación: ¡Ay! de nosotros los hombres, todos queremos ser SEÑORES, si, con mayúsculas…no queremos ser pequeños, debemos competir, ser los mejores, hinchar nuestro corazón de orgullo, llenarnos de vanidad. Ser manso…eso es de débiles, de aquellos que poco saben, que no poseen imagen. Pero a pesar de eso, sabes Señor, te lo digo al oído, con vergüenza: "Yo soy cristiano, he sido bautizado…".
¡Oh! mi Dulce Señor, cuanto te he profanado si estoy lleno de estos pensamientos mundanos. Tú, el Corazón más humilde y el más sublime, el más manso, el Todopoderoso. Tú nuestro Dios hermoso, mi Dulce Esposo. Me olvidé de Tu Imagen, por ser yo la imagen de un dios pagano, de aquel que produce el escarnio de lo que Tú en mi pusiste de santo. ¡Perdóname Señor!.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Ofrezcamos una jornada de silencio, comparando la vida de Jesús con la nuestra.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.




Nardo del 5 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, qué tierno sos!


Meditación: Dicen que una vez la Santísima Virgen a un niño se le presentó, le habló del Amor y de su Corazón, pero el niño que sorprendido la escuchaba se atrevió a preguntarle por el Niño Dios. De tal modo, una conversación parecida a ésta se escuchó:
Perdón, Virgen María, ¿pero si voy al Cielo voy a poder jugar con el Niño Jesús?. La Virgen sonriendo contestó: "Sí, en el Cielo se te da todo lo que buscas con un corazón de niño". El pequeño prosiguió: ¿Al fútbol también podré jugar con El?. La Virgen contestó: Si así lo deseáis... El niño: Ah, pero siempre va a ganar Jesús, porque El es el mejor, es Dios. La Virgen, llena de ternura, contestó: "No, mi amor, porque en el Cielo no hay competencia y mi Jesús siempre deja ganar…". A lo que el niño, poniéndose a llorar respondió: "Entonces yo no quiero ganar, sólo quiero ser como Jesús...".
¡Qué lección la de la Madre de Dios!. Ella nos muestra la humildad y la ternura del Corazón de Su Hijo, que todo nos da, nos deja hasta querer ¨ganar¨ para que podamos aprender a ser como El, y ver que el Rey, todo Poder, trabaja en la pequeñez. ¿Qué nos queda entonces a nosotros?.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Que tratemos de ser niños guiados por la voz de nuestra Madre, practicando la humildad.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.






Nardo del 6 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, valiente y obediente!


Meditación: Oh Delicioso Señor, que nos enseñaste desde Tu ímpetu juvenil a combatir, cuando a Tu Madre confiaste, a Tus dulces doce años, que a los doctores explicabas las cosas de Tu Padre. Eras apenas un niño, pero en Ti el Amor había vencido a todo temor, ya que cumplías con obediencia el Querer de Quien te había enviado. No importaban los escarnios, las burlas ni tu pequeñez, pues la Sabiduría y el Amor habían de vencer. ¡Que vergüenza la de mi pobre alma siempre llena de temor para defender las cosas de mi Dios, tanto con la voz como con el testimonio que doy! ¿Y no es el miedo acaso falta de Fe?, pues yo nada soy, todo lo es y lo hace el Señor. Entonces si El habita en mí, y me hace vivir, sólo tengo que servir para llegar a ser un instrumento y un puente hacia el Cielo.

Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Seamos discípulos del Señor haciéndolo conocer más y más, prediquemos a un hermano para que pueda encontrar a Cristo en su corazón.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.




Nardo del 7 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, qué sensible y sencillo sos!


Meditación: Me parece entrever por una ranura de la casa de Nazaret a un Joven trabajador que con habilidad modelaba un rústico trozo de madera; en el aire se percibe un rico olor a viruta fresca…parece absorto. De repente y ante una suave voz levanta Su cabeza…es el Rostro de Mi Señor, que diligente y obediente responde al llamado de Su Madre. En la otra habitación, en su lecho un anciano agonizante respira agitadamente…es el pobre papá José. En la Mirada Amorosa de aquel Joven Niño se reflejan tanto amor, tanto dolor, tanta paz. Entre tiernos cuidados y santas lágrimas José inicia su marcha, hasta que se abra la Puerta de la Morada Santa.

¿Somos capaces de imitar la sencillez y el amor que el Señor prodigó a todos los que tocó en Su vida terrena?. ¿O escapamos en el mundo de hoy del cuidado de los ancianos y necesitados?. Justificándonos en que tenemos nuestro trabajo y en que no podemos angustiarnos tanto, ni siquiera podemos dar una sonrisa para aquel que agoniza. ¡Tenemos que vivir…vivir para morir!. Amar de verdad es dar todo hasta desgarrar nuestro mísero corazón en ofrenda al Señor, como lo hizo el Redentor.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Demos cuidado y amor a un anciano necesitado, como lo hizo y lo hace el Señor.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.






Nardo del 8 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, que enviaste al Espíritu Santo!


Meditación: Jesús que nos enviaste tu Santo Espíritu, que nos permitiste por Tu inmenso Amor ser templos del mismo Dios, para así vivir en Ti y recibir a la Divinidad en nuestra pobre casa, llenándola de gracias. Que seamos vasijas de barro, purificadas por el Fuego ardiente de Dios, para que Sus dones se derramen en nuestras almas. ¡Oh que sublime posesión sería ésta, ser poseídos por el Espíritu Divino que nos guía y renueva como verdadera Iglesia!.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Pidamos la efusión del Espíritu Santo sobre cada uno de nosotros y sobre toda la Iglesia.

"Ven, Espíritu Santo, ven, por medio de la poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María, Tu Amadísima Esposa, ven¨" (se repite tres veces).

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.







Nardo del 9 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, fuente inagotable de amor!


Meditación: Jesús tanto nos amó que no sólo hasta Su última gota de Sangre derramó, obedeciendo la Voluntad del Padre que lo envió, sino que también desde la Cruz nos dejó a Su Santísima Madre, a la más Bella Mujer que jamás existiría, para que sea nuestra guía. En Pentecostés, Ella, confirmando su apostolado, está reunida con los discípulos esperando la venida del Paráclito, cumpliendo así con lo señalado por su Divino Hijo. Así la Criatura más Perfecta, la Inmaculada, la Llena de Gracia, se convierte en Madre de la Iglesia, participando del misterio de la Corredención. Ella ve con dolor y con amor todas las asechanzas, tropiezos y persecuciones que el enemigo prepara frente a nosotros, interponiéndose para nuestra protección como la Mujer Vestida de Sol, y señalando el camino del regreso de Cristo.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Recemos el Rosario a la Santísima Virgen, para que sea nuestra protectora y nuestra guía.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.



Nardo del 10 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, modelo de virtudes sos!


Meditación: Jesús, que desde pequeño fuiste perfecto, que corrías y cantabas dando al mundo esperanza, pues ya se acercaba la Primera Santa Pascua. La Luz del Sol se ocultaba en Tu interior, cubierta con pétalos de humildad y obediencia al Creador. ¿Por qué no entendemos los hombres que tenemos que imitarte, que es un honor llevar Tu imagen, y que debemos dejarnos modelar por Tus Benditas Manos de Carpintero, para llegar a ser a semejanza de Nuestro Maestro?. ¡Qué honor el nuestro!. Pero qué bajo que caemos, pues cuan pocos son los que quieren ser como Cristo, Nuestro Rey Divino. Cambiemos nuestro pobre corazón por Su Sagrado Corazón, sabiendo que recibiremos todos los gozos, pues así el Señor habitará en nosotros, y tendremos la dicha de participar en la Santa Llaga, pues la humanidad hoy le clava nuevamente en Su Sagrado Corazón la lanza.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Leamos la Santa Palabra para conocer más profundamente cómo es Nuestro Señor, y así llegar a ser Su imitación.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.




Nardo del 10 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, modelo de virtudes sos!


Meditación: Jesús, que desde pequeño fuiste perfecto, que corrías y cantabas dando al mundo esperanza, pues ya se acercaba la Primera Santa Pascua. La Luz del Sol se ocultaba en Tu interior, cubierta con pétalos de humildad y obediencia al Creador. ¿Por qué no entendemos los hombres que tenemos que imitarte, que es un honor llevar Tu imagen, y que debemos dejarnos modelar por Tus Benditas Manos de Carpintero, para llegar a ser a semejanza de Nuestro Maestro?. ¡Qué honor el nuestro!. Pero qué bajo que caemos, pues cuan pocos son los que quieren ser como Cristo, Nuestro Rey Divino. Cambiemos nuestro pobre corazón por Su Sagrado Corazón, sabiendo que recibiremos todos los gozos, pues así el Señor habitará en nosotros, y tendremos la dicha de participar en la Santa Llaga, pues la humanidad hoy le clava nuevamente en Su Sagrado Corazón la lanza.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Leamos la Santa Palabra para conocer más profundamente cómo es Nuestro Señor, y así llegar a ser Su imitación.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.





Nardo del 11 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, desgarrado en el Huerto!


Meditación: Señor, estás solo…solo desde hace 20 siglos…solo hoy…solo en el Getsemaní…solo en Tu sufrimiento. Como en aquel tiempo, sentís frío, el frío del abandono, el frío del dolor, el frío de la falta de fe y amor. Frío y soledad en el Huerto…frío y soledad en el Sagrario. Los hombres de hace dos mil años y los hombres del mundo actual se olvidaron del Maestro, de que nos hiciste Tus amigos, y nos tomaste como hermanos. Tú, el mismo Dios, te hiciste pequeño. Tú, el Dueño, el Hombre Dios, has sido nuevamente olvidado por todos aquellos que decimos ser Tus testigos, que te seguimos, pero nos quedamos dormidos. ¡Somos tibios!. Nuevamente no oramos…como antaño…no te acompañamos ni reparamos las ofensas que a través del pecado desgarran Tu Sagrado Corazón. Por todo ello Señor, Mi Dios, perdón.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Adoremos al Señor en el Sagrario, meditando particularmente respecto de todo lo que El nos da, y también sobre nuestras faltas de caridad.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.






Nardo del 12 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, escarnecido por nuestros pecados!


Meditación: Señor…en la oscuridad del Getsemaní, la Luz de Tu Presencia. Señor…que sentías en aquella brisa fría la cercanía de Tu agonía. Señor…te veo arrodillado y orando, Tu respiración se acelera…puedo sentir el dolor de Tu Corazón, de ese Corazón que en ese instante sintió todos los pecados, los más sucios, los más inmundos, los cometidos y por cometer. Señor, allí Tu Corazón se atravesó. Pobre Mi Señor, el Puro, el Santo, soportando y sintiendo cada pecado. Señor…estás llorando…Sangre. Señor, de Tu Santa Frente cual pequeños rubíes gotas de Sangre caen. ¡Oh Señor perdón!, perdón por las espinas de mis pecados y las de mis hermanos, perdón Señor porque continuamos tu martirio…perdón Padre porque a pesar de habérnoslo dado, al Sacrificio de Tu Hijo lo hemos olvidado.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Trabajemos con humildad haciendo un examen de conciencia, recordando y meditando los pecados capitales: soberbia, vanidad, avaricia, gula, lujuria, envidia, ira.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.





Nardo del 13 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, obediente hasta la muerte!


Meditación: La oscuridad del Huerto parece que se hace más espesa…y allí Tu Figura excelsa, mi Pobre Jesús, agoniza. La Sangre Bendita cae sobre la roca fría, y hasta parece una alegoría, el corazón del hombre endurecido cual piedra fría, y sobre él cae el Sudor y el Llanto Santo que del pecado nos limpia. Como amoroso y dolorido canto te oigo decir: "Padre, si es posible que pase de Mí éste Cáliz, pero que se haga Tu Voluntad y no la Mía". La Oblación de Amor ya ha sido dada…se entrega el Hijo…se desgarra el Padre… "por Amor, a Su propio Hijo entregó". La Voluntad de Nuestro Unico y Trino Dios es dar todo por amor. Si, por amor a esta pobre criatura que soy yo, que tantas veces lo negó, que solo quiere bien vivir, y que me sirvan a mí, que no me importa conocerlo y que con mis miserias y egoísmos he construido ídolos en el lugar del Santo Templo.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Pidamos al Señor vivir cumpliendo Su Santa Voluntad, y aprender a amar. Leamos y reflexionemos la Primera Carta a los Corintios, 13.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.






Nardo del 14 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, que amas el silencio!


Meditación: Jesús, que viniste al mundo a sufrir, pero antes
 debías con nosotros convivir. El Niño de Nazaret, el Hombre del Calvario, en el silencio y la mortificación cumplías la Voluntad del Creador. Sólo hablaste para enseñar, aconsejar y para mostrar al Dios de la Verdad. ¡Pero hoy Señor, a todos nos gusta hablar, todos creemos que sabemos, a pesar de que estamos en el desierto. ¡Cine, televisión y permanente conversación han quitado de nuestro corazón el lugar que necesitás Vos!. No queremos oír, solo queremos hacernos respetar, hemos perdido el don de escuchar...somos sordos de corazón. Y Tú, Jesús, permaneces callado porque ya has hablado, y aun cuando hoy quieres con nosotros conversar, no te queremos escuchar. Nos estás esperando como en el Calvario, pero te seguimos abandonando. ¿Sabes Señor, lo que yo creo que ocurrió?: Te hemos sacado de nuestro templo y en Tu lugar nosotros mismos nos hemos puesto. ¡Oh Señor!, permítenos sentir en nuestro corazón el amoroso susurro de Tu Santo Espíritu, para que estos sordos del siglo XXI volvamos a conversar con Vos y cumplamos con el Divino Querer, haciendo el bien. Que podamos repetir: "Señor, habla, que Tu siervo escucha".

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Hagamos una jornada de silencio tanto exterior como interior, alejándonos del ruido del mundo para poder escuchar la Voz de Dios.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.





Nardo del 15 de Junio
!Oh Sagrado Corazón, Corazón del Uno y Trino Dios!


Meditación: Corre una brisa fresca y parece que junto al pequeño río algo de naturaleza despierta...es el Jordán...un pequeño gentío, allí está el Bautista...se acerca imponente mi Jesús, sin pompas, con sencillez pues es el Verdadero Rey. Se miran, se dicen unas pocas palabras y en ese instante el Cielo habla...se abrieron los Cielos y descendió el Espíritu de Dios. Al mismo tiempo se oyó una Voz que desde el Cielo dijo: "Este es Mi Hijo, el Amado, este es Mi Elegido" (Mateo 3-16).
La misma Trinidad se presentaba en la tierra Santa, mostrándonos en lo pequeño un gran misterio. Tres personas distintas y Un sólo Dios. Jesús, al decirle Sus discípulos "muéstranos al Padre" respondería: "hace tanto tiempo estoy entre ustedes y todavía no me conocen". Nuestra limitada naturaleza no puede entender la ilimitada magnificencia de Dios, Uno en el Otro está, y el mismo Corazón es de nuestro Unico Dios. 

Pidamos al Corazón del Hijo conocer el Amor del Padre, y encerrarnos en El, cubiertos con las Alas del Espíritu Santo.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Hagamos la oración de los pastorcitos de Fátima:

 Oh Dios mío, yo creo, espero, adoro y Os amo y Os pido perdón por todos los que no creen, no esperan, no adoran y no Os aman (repetir tres veces). Santísima Trinidad, Padre Hijo y Espíritu Santo, Os adoro profundamente y Os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, Presente en todos los Tabernáculos de la tierra en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con los cuales El mismo es ofendido, y por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y por la intercesión del Inmaculado Corazón de María Os pido por la conversión de los pecadores. Amén

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.




Nardo del 16 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, traicionado, enllagado, martirizado y destrozado!


Meditación: Oh Señor, casi no te reconozco, ¿por qué he sido tan cruel contigo, si eres El Cristo?. Estás encarnizado, eres una llaga viva, te han flagelado...y te han vestido de rey de burlas, envuelto en un manto púrpura. Perdón, perdón Jesús porque yo te puse ahí.…estas desfigurado, tan sólo Tu hermosa y tierna Mirada apacigua la vergüenza de mi alma. Ojos tristes sí, ojos tristes de mi Jesús que ven lo que soy, lo que fui y todo lo que seré. Pero Tú, Señor, lo haces para darme, darme el perdón, darme Tu Amor y regalarme la Vida con Tu agonía.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Ofrezcamos un sacrificio al Señor haciendo algo que sea de Su agrado, pero que nos cueste, recordando que "tu mano derecha no debe saber lo que hace tu mano izquierda".

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.





Nardo del 17 de Junio
!Oh Sagrado Corazón, taladrado por clavos!

Meditación: Llegaste Señor...es la cima del Gólgota, la montaña de nuestra maldad y miserias. La regaste con Tu Preciosísima Sangre, y ahora Señor, en la hora en que el infierno todo te destroza, es el momento de Tu Victoria, el supremo misterio que comenzaste en el Huerto. La mañana se pone oscura, parece que el cielo ha perdido toda hermosura. El Madero, Tu Madre, Juan, y algunas pocas mujeres y discípulos te acompañan en Tu momento final. Los soldados han comenzado su trabajo y taladran en Tu Santo Cuerpo los clavos, te han desnudado. Pobre mi Señor, pobre mi Amor, se desgarra aún más Tu Corazón, y el de Tu Santa Madre despedazándose está...quisiera gritar "¡basta ya!", pero al igual que hoy, ya nadie detendrá Tu Pasión. ¡No quieren parar, no quieren escuchar!.

¿Y saben, hermanos?, el Calvario de ayer y hoy es parte del plan más sublime de Amor que hizo nuestro Dios para nuestra salvación, es el Triunfo del Corazón. Si, del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Y así ayer como hoy, mi Señor, quiero bajarte de la Cruz, quiero sacarte los clavos que yo mismo te he clavado con mi pecado. Permíteme morir por Ti para resucitar en Ti.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Que podamos morir a nuestra voluntad, sacando afuera todo lo que no es de Dios, y viviendo cada instante como lo haría el Señor .

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.





Nardo del 18 de Junio
!Oh Sagrado Corazón, sediento de amor!


Meditación: Jesús, Jesús...ya sobre la tierra te han elevado, no puedes sostener Tu Cabeza, de Ella Sangre gotea...de Tu Santa Boca salen hilos de Sangre. Señor, te escucho decir: "tengo sed...", pero me miras a mi, ¿Señor, tienes sed de mí?, ¿de esta pobre criatura?. Repites "tengo sed...", sí, Señor, sed de amor, sed de éste pobre amor que te niego yo...perdón Señor, ¡perdón Mi Dios!. Mi Cristo, mi amado, escúchame bien, ya que te lo digo de corazón: "Jesús en Ti confío, perdona todos mis olvidos, "Jesús en Ti confío", perdona porque te he hecho un "mendigo", un mendigo de amor, que espera a mi pobre corazón.
Padre, míralos. Mira a Tu Hijo aún mancillado, mira a Su Madre también Crucificada, cambia nuestro corazón para que siendo hijos Tuyos, te llenemos de orgullo.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Hagamos una Hora Santa de Adoración Eucarística.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.





Nardo del 19 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Corazón Misericordioso!


Meditación: El viento arrecia, parece que la tierra se pone desierta, todo se oscurece...se va la Luz del mundo, y te escucho decir: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen..." y de repente se oye un grito desgarrador: "Padre, en Tus Manos encomiendo Mi Espíritu". Mi Dulce Jesús ha muerto, mi Dios ha muerto...lo hemos matado. De nuestro corazón aún hoy lo arrancamos, la tierra tiembla...por eso nuevamente están aquí las tinieblas. Tu Cuerpo Santo cuelga inerte, pero a pesar del temor, un soldado con la lanza abre Tu Costado, y brotan de Él Tu última gota de Sangre, y Agua. La Sangre de la Redención, el Agua del Perdón. Así la Luz de Tu Misericordia nos baña en los sublimes Sacramentos que dejaste en Tu Iglesia Santa. Señor, mi Jesús amado, mi Redentor, me atrevo a pedirte a Vos que me liberes hoy y me enseñes a pedir perdón, para mi sanación, bañándome con los Rayos de Tu Misericordioso Corazón. Que goce así de la Nueva Jerusalén que algún día veré.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Recemos la coronilla a La Divina Misericordia dada por el mismo Jesús a Sor Faustina Kowalska.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.




Nardo del 20 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Corazón del Supremo Amor!

Meditación: Oh Señor, todo se ha consumado, todo nos has dado...la tierra ha crujido cual grito dado por la creación. Ha muerto el Salvador, el Hijo de Dios, lo hemos matado. Tú, mi Amado, mi Buen Jesús todo enllagado, con Tu Cuerpo destrozado te encuentras colgado, Tus Ojos se han cerrado...el cruel suplicio ha terminado. Te bajan de la Cruz, y Tu Pobre Santa Madre, desgarrada, te recibe en sus Brazos. Con gemidos y llanto, se ha atravesado su Santo Corazón por una espada de dolor. Parece acunarte como lo hacía en las claras mañanas de Belén, Ella te besa y te acaricia, tratando de devolverte la vida. Señor, permíteme besarte y acariciarte como lo hace Tu Madre, porque Tú por mí te entregaste. Permíteme dar todo por mis hermanos, aunque tenga que pasar por un calvario. Permíteme estar contigo, aún cuando no lo merezco, pues he dejado que mi corazón se ponga duro y maltrecho. Permíteme acompañarte en el dolor, porque así es el Verdadero Amor: compartir el sufrimiento y ser consuelo.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Meditemos sobre los últimos momentos de la Pasión del Señor y el dolor de Su Santa Madre.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.




Nardo del 21 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Indulgente y Glorioso!


Meditación: Señor, a pesar de que Tu Corazón ya no latía, Tu Madre sabía que volverías. Ella con gran Dolor te aguardaba en oración, Ella esperaba, destrozada y angustiada, Ella confiaba en Tu Palabra. Señor de la Esperanza, Señor de la Verdad que enseñas a Tu Iglesia, a pesar de su tibieza, que Tu Palabra no pasará, que todo se cumplirá. Por eso aquella Dulce Muchacha de Nazaret, la Joven Madre de Belén, la Dolorosa del Calvario, nos mostraría que con amor y Fe que te volveríamos a ver. Es por eso que a Ella te presentaste para consolarla y alegrarla, pues El Santo, Su Hijo Amado, había Resucitado. ¡Cuál no fue el Gozo de aquella Santa Madre!. Alegrémonos con María pues Jesús está vivo, en Cuerpo y Alma, vivo hace dos mil años y vivo hoy. No prediquemos a un Cristo Muerto, ya que ¡el Señor Resucitó!. ¡Gloria a Dios!. 
Y Este Señor está a nuestro lado, porque la Santa Palabra cumpliéndose está. Él nos dijo: "...donde dos o más estén reunidos en Mi Nombre, Yo estaré en medio de ellos". Hagamos lo que nos ordena nuestro Señor: "vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva...éstas son las señales que acompañarán a los que crean: en Mi Nombre echarán demonios y hablarán nuevas lenguas, tomarán con sus manos serpientes y si beben algún veneno, no les hará daño, impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán sanos..." (Marcos 16, 15-20). Cristo está vivo, es el Único Dios y todo lo hace El, es el Señor que sigue haciendo milagros y acompañándonos...seamos sus humildes instrumentos.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Que testimoniemos a nuestros hermanos que Jesús está vivo, cumpliendo sus mandatos.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.





Nardo del 22 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Corazón Eucarístico!


Meditación: ¡Oh Señor, Oh Mi Amor!. Que aquel Jueves Santo te quisiste quedar entre nosotros perpetuado en el Pan Sagrado. Señor, te conviertes en nuestro Alimento para que algún día veamos el Cielo. Cuántos hoy del Supremo Regalo se han olvidado y lo han despreciado, cuántos hermanos están profanando Tu Cuerpo Santo. Sabes, Señor, muy pocos creen que estás en el Pan Vivo, que el Vino en Tu Sacratísima Sangre se ha convertido...¡oh Mi Cristo, cuántos corazones perdidos!.
Señor que nos obsequias en las Especies Santas la Vida de las almas, qué pocas de ellas Te besan cuando en ellas entras. Jacinta de Fátima te llamaba el Jesús Escondido, al saber que estabas en el Pan Bendito. ¡Oh Señor, que renuevas el Supremo Sacrificio y te ofreces permanentemente para nuestra salvación!. Te pido perdón por todos los que no sabemos verte presente en el Pan de Dios y no te damos permanente adoración!.

Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Ofrezcamos una mortificación al Señor por todos los ultrajes y sacrilegios cometidos contra Su Santísimo Cuerpo y Sacratísima Sangre.



Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.




Nardo del 23 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, abundancia de Amor!



Meditación: ¡Oh Señor!. Quién pudiera conocerte verdaderamente a Vos, Señor que te hiciste Hombre y pescador, para enseñarnos a trabajar en el Amor. ¡Oh Señor!, que a todos buscas. Tú, el Rey, te sentabas en una barca y desde el lago de Galilea enseñabas Tu Palabra. Tú, que a los leprosos curabas y sanabas las almas. Tu mirada era sólo Amor y ofrenda del dolor que causaba el hedor de las almas putrefactas. Tú, Señor, que conoces todos nuestros pecados pero a pesar de eso nos sigues amando. Tú, que por nosotros te sigues dando, para que volvamos a Tu lado. Tú, Señor, que por gran Misterio nos quieres dar un corazón nuevo para nacer a Vos y vivir en unión con Nuestro Creador. Señor, que nos regalas la esperanza de habitar algún día en eterna alabanza en la Morada Santa, permite a este siervo Tuyo tirar las redes para llevar a mis hermanos hacia Tus Benditas Manos.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Pidamos al Señor, en humilde oración, que podamos ayudar a la conversión de nuestros hermanos.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.



Nardo del 24 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, que te hiciste mi hermano!


Meditación: Pobre, mi Jesús, que con dulzura nos quieres llevar a la Tierra Prometida. ¿Sabes, Señor, qué pienso cuando aún te miro clavado en el Madero...cuando veo Tu Corazón sangrar?. Con un suspiro lleno de dolor quisiera bajarte de la Cruz, sacarte esos clavos, borrar de Tu Frente todos los pecados que desfiguraron Tu Amado Rostro Santo. Y Tú, con esa Mirada pides amor en un mundo que se olvidó de Dios, que sólo busca el placer, la vanidad, no pensar en los demás para vivir en el yo. Señor, qué lejos de Tus enseñanzas Tú nos viniste a liberar, a mostrar que teníamos que morir a nosotros mismos para vivir en Cristo. Señor, darse por los demás hasta morir. Sí, Tú me lo viniste a decir y yo lo olvidé, el mundo me hizo sordo de corazón y dejé de oír Tu Voz. Creí que yo solo podía, que triunfaría y viviría la buena vida. ¿Qué vida, Señor, si así yo moría, y a pesar de que todo tenía me encontraba con el alma vacía?. Jesús, mi amado, Jesús, mi hermano que todo nos has dado, hazme escuchar Tu hermosa Voz como mi hermano mayor que me miras y me guías, y eres fuente de verdadera alegría. Porque sabes, mi Señor, aún cuando todo me sacaras, si aun tengo Tu Mirada. destella mi alma porque sé que Tú me amas.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Seamos sencillos y regalemos sonrisas y consuelo a todos los que están sufriendo, aún cuando nosotros estemos en el huerto.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.





Nardo del 25 de Junio
!Oh Sagrado Corazón, fuente de unión!


Meditación: ¿Señor, me dejas espiar por una rendija en Tu vida...?. Te veo caminando por la pequeña Nazaret, pero no pareces un rey...tampoco un juez. Te ves esbelto, fuerte, de rostro hermoso. Tu mirada es profunda...miras los corazones de todos los hombres. Junto a Ti algunos discípulos van caminando, creo que son Pedro, Santiago y Juan...los escucho hablar de otros hermanos que han encontrado, y dicen que no tienen un corazón sano. De repente los miras y con imponente voz interrumpes su conversación. Se Te escucha decir: "no os quiero ver juzgar, sino sólo amar y predicar para cambiar lo que está mal...". Los discípulos hacen silencio, pues ha hablado el Maestro. 

Y ahora me imagino, Señor, verte caminar aquí...a mi lado, y que yo también voy hablando de mis hermanos. Señor, Tú me dirías lo mismo y me recordarais Tus enseñanzas: "...así como juzguéis seréis juzgados...", o aquella otra: "...el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra...". Señor, creo que no soportaría Tu Mirada, pues cómo verías mi alma, la verías manchada. Señor, yo también voy a hacer silencio, para sacar de mi corazón todo lo que no es bueno y poder seguir así las enseñanzas de mi Maestro. Señor, no permitas que yo ponga discordia, porque conozco Tu gran Misericordia. Haz que busque la unión como símbolo de amor, para ser Uno como lo sos Vos con el Creador y el Espíritu de Santificación.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Oremos para que descienda el Espíritu Santo sobre nosotros, y que por Su intermedio nos sigamos purificando, conociendo todo aquello en lo que a Dios no agradamos.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.






Nardo del 26 de Junio
!Oh Corazón Sagrado, amado reposo de las almas!


Meditación: ¿Sabes, Señor?, cuando te miro Tu sabes que sonrío, pues veo Tu Dulzura y Poder. Yo sé que eres mi Rey, sé cuánto me conoces y me quieres, que estás junto a mi y me sigues, que evitas que caiga, y que consuelas mi alma. Cuando tengo dolor, cuando la oscuridad me quiere atrapar, Te me acercas y Tu mano me das, y es entonces cuando siento cuánto me cuidas. Y me dices: "descansa ya, pues Yo, el Amor, estoy junto a vos". Es allí cuando se disipa mi aflicción y siento Tu calor, me siento dichoso y mi alma goza. Y el dolor y la noche ya no están, pues Tú lo permitiste para que vea mi debilidad y conozca Tu Fortaleza. El sufrimiento que purifica, la oscuridad que hace ver la Luz, porque allí siempre estas Tú.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Preparemos y seamos un Altar a Jesús, tanto físico como espiritual, para agradecer cuánto nos da.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.





Nardo del 27 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, confianza y amor!


Meditación: Jesús, mi corazón se ha puesto triste...porque Tú, que tanto nos quisiste, que nos redimiste, nos miras a través de los siglos y nos dices lleno de dolor y de amor: "...la falta de confianza lastima mis entrañas...". Señor, Tú sabes lo que siento cuando te veo clavado y muriendo por Amor, pero sin recibir amor, pues hoy nuevamente te lo negamos. No confiamos en Vos, no creemos que eres el único Dios, no vivimos para Vos, pues si te amáramos confiaríamos en Ti, y Tú serias nuestro único descanso. Señor, mi amado, Tu sabes que te amo y que por ti clamo, pero también sabes cuan pequeño es mi amor, pues muchas veces te he negado. Hoy Te pido perdón, y como sabes bien que Tú eres mi querer, te pido que aumentes mi fe, que me bañes en el manantial de Tu amor, para ser así el más fiel a mi Rey. Que sea como Tu Mamá: fiel por toda la eternidad. Y hoy te digo despacito y al oído, a Ti, Mi Cristo, a Ti, Mi Señor Bendito: "Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío. Sé mío".

Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Digamos varias veces al día "Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío, más aumenta mi fe".

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.





Nardo del 28 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón!


Meditación: Oh Señor, que no sólo nos mostraste los secretos de Tu Corazón, sino que nos regalaste el Corazón de Tu Madre, la Mujer Perfecta, la Llena de Gracia, la Virgen Purísima que regaría la tierra a través de su llanto, para limpiarla de todo pecado. En la aridez flores de pureza crecerían, cultivadas por Tu Madre Bendita. María, que iluminas las tinieblas de ésta tierra yerra, con la pura nieve que cae de Tu Inmaculado Corazón, con una promesa de misericordia y perdón, haz que se abra nuestro corazón para la conversión, para esperar con alegría, en medio de toda tribulación, el Triunfo de Tu Inmaculado Corazón, por Ti profetizado .

Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Hagamos en este día las consagraciones al Inmaculado Corazón de María y al Sagrado Corazón de Jesús.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.






Nardo del día 29 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Potestad Sublime!
Fiesta de San Pedro y San Pablo


Meditación: Oh Jesús, Mí Buen Pastor, que nos buscas como a ovejas en la tierra desierta, que nos cuidas y nos proteges, y Tu cayado levantas para evitar que el maligno hiera a Tus corderitos. Señor, que me buscas en la noche oscura y me libras de toda amargura. Amando siento Tu Presencia, y todo lo demás desaparece; es Tu Gran Poder el que me marca el camino y me guía como a un niño. Esa Luz dorada que de Ti se desprende, y cual luciérnagas hermosas, como estrellas fugaces veo las luces de Tus Angeles. Entonces siento que Tú, Mi Dios, todo eres, todo puedes, pues eres el Rey. Señor, que a pesar de mi pequeñez a mi casa vienes, para llevarme a Ti.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Comulguemos agradeciendo a Jesús por todas las gracias que derrama a través de Su Sagrado Corazón.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.




Nardo del 30 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Camino, Verdad y Vida!



Meditación: Sabes, Señor, me parece verte en una colina de la hermosa Galilea. Vestido de blanco estás, el manto no llevas, Tus discípulos están descansando y el cielo se está pintando de un rojo tornasolado. Se levanta un rico olor a tierra mojada, y sobre la colina en que pones Tu mirada un trigal se alza, parece como que el campo se ha vestido de dorado para alabar al Dios de lo alto. En la otra colina, sencillas flores multicolores esparcidas la tapizan, y sonríen al nuevo día. Más allá hay un campo ralo en el que no crece ningún sembrado. Señor, me parece que me quieres decir que el mundo así está. A pesar de que toda la tierra fue regada con la Santísima Sangre de Mi Señor, en muchos lugares la semilla no germinó pues no se trabajó con fe y amor. Fue entonces que la planta murió y la tierra en desierto se convirtió. La otra colina en la que germinan flores sencillas son las que han luchado en un campo no tan trabajado, pero donde los talentos a Dios se han presentado y El los ha premiado. El trigal del cual se saca el Pan son todos aquellos a quienes el Señor eligió para ser Sus testigos, y que se vistieron de dorado, abrazándose con nardos pues junto a El su vida han entregado.

Señor, que en la Santa Llaga de Tu Corazón nos abrazas a todos con el Fuego del Amor, escóndenos allí hoy, para evitar que caigamos en el mal. Purifícanos cual metal, para que alcancemos la Verdadera Vida en la Tierra Prometida.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Llenemos el altar que hemos preparado de flores físicas y espirituales, y cantemos en alabanza al Corazón del Amor, que es Jesús, Nuestro Redentor.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.


SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN TI CONFÍO, MÁS AUMENTA MI FE
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