lunes, 30 de septiembre de 2013

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA POR LA SALUD DE LOS ENFERMOS


ORACIÓN NUESTRA SEÑORA,
 SALUD DE LOS ENFERMOS 

María, Madre amadísima, te invoco confiadamente como salud de los enfermos. Eres Madre de bondad, especialmente para quienes están bendecidos con la Cruz, en particular la enfermedad.

 Humildemente te pido esta gracia (Mencione el favor que desea). Madre del Perpetuo Socorro, te ruego que presentes mi petición a tu Divino Hijo. No será rechazada si te dignas rogar por mí, porque tu intercesión es poderosa ante Dios. Con la confianza de un niño, me abandono a la santa voluntad de Dios. El cuidará de mis deseos. Madre de Misericordia, yo te amo; en ti pongo mi confianza. Por tus manos ofrezco a Dios todos los sacrificios que haya de soportar con todo el amor de mi corazón. Que todas mis penas se conviertan en un acto de amor a Dios, de reparación por mis pecados, y mérito por la salvación de las almas, en particular la mía. Enséñame a tener paciencia y conformidad con la voluntad de Dios, imitándote a ti,

 Madre Dolorosa. V. Ruega por nosotros, 
Señora Nuestra, salud de los enfermos. R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

 0remos: Te rogamos, Señor Dios nuestro, que nos bendigas a nosotros tus siervos, con salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada Virgen María, Salud de los enfermos, seamos libres de las tristezas presentes y disfrutemos de las alegrías eternas. Te lo pedimos por Cristo, Nuestro Señor. Amén.

CAMBIA DE ESTRATEGIA


CAMBIA DE ESTRATEGIA (Reflexión)

Había una vez un ciego que pedía limosna en una calle transitada, con una gorra a sus pies y un cartel en el que, escrito con tiza blanca, decía: "POR FAVOR AYÚDEME, SOY CIEGO".

Un creativo de publicidad que pasaba frente a él, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio la vuelta, tomó una tiza y escribió otro anuncio. Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue.

Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna. Ahora su gorra estaba llena de billetes y monedas.

El ciego, reconociendo sus pasos, le preguntó si había sido él quien había reescrito su cartel y sobre todo, qué que era lo que había escrito allí.

El publicista le contestó: -"Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras". Escribí "ESTAMOS EN PRIMAVERA, Y... YO NO PUEDO VERLA"

El ciego agradeció su ayuda al publicista y este sonrió mientras se alejaba. También agradeció a Dios que pasara por allí este creativo, que le había ayudado a incrementar sus ingresos.

Moraleja: Cambia de estrategia cuando algo no te salga, en vez de lamentarte. Así verás que puede que resulte mejor de esa manera. Y no te olvides de pedirle a Dios ayuda y agradecerle mucho su permanente escucha.
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