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domingo, 23 de junio de 2024
miércoles, 24 de junio de 2020
9 DATOS QUE QUIZÁS NO CONOCÍAS DE SAN JUAN BAUTISTA
9 datos que quizás no conocías de San Juan Bautista
Redacción ACI Prensa
Con estos 9 datos se puede conocer detalles poco conocidos de la vida de San Juan Bautista, una figura importante y misteriosa del Nuevo Testamento cuya fiesta se celebra hoy.
1) Tiene relación de parentesco con Jesús
En el Evangelio de San Lucas 1:36, a la madre de Juan Bautista, Isabel, se le describe como “pariente” de María, lo que significa que probablemente tenían una relación de sangre.
Isabel, siendo una persona mayor, pudo haber sido una tía, tía abuela u otro tipo de pariente. Esto significa que Jesús y Juan Bautista eran primos en uno u otro sentido del término.
2) Su ministerio inicia poco ante al de Jesús
San Lucas da una fecha precisa del inicio del ministerio de Juan Bautista: “En el año quince del imperio de Tiberio César… fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados”.
Esta fecha es importante porque San Lucas sugiere que el ministerio de Jesús comenzó poco después de que lo hizo Juan Bautista, lo que sitúa la fecha probable del bautismo de Jesús en el año 29 o principios del año 30.
3) Fue precursor y anunció al Mesías
Juan Bautista fue el precursor o mensajero del Mesías. Su misión era preparar el camino para su llegada, haciendo un llamado al arrepentimiento, a la conversión y bautizando con agua.
También vino a anunciarlo e identificarlo. Juan Bautista dijo: “Y yo no le conocía, pero he venido a bautizar en agua para que él sea manifestado a Israel” (Juan 1:31).
Esa identificación se hizo efectiva cuando Juan bautizó a Jesús: “Y Juan dio testimonio diciendo: ‘He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él’. Y yo no le conocía pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo’”.
4) Su arresto afectó a Jesús
Los evangelios indican el primer ministerio de Juan Bautista y el de Jesús se desarrolló en Judea, en la parte sur de Israel, cerca de Jerusalén. Sin embargo, cuando Juan fue arrestado por Herodes, el gobernante de Galilea y Perea, Jesús tuvo que dejar su ministerio en Galilea, según precisa Mateo 4:12.
5) Enseñó sobre moral en el trabajo
Juan Bautista fue interrogado tanto por recaudadores de impuestos como por soldados sobre lo que debían hacer para agradar a Dios, y les pide que trabajen de manera justa.
Lucas 3:12-14: “Vinieron también publicanos a bautizarse, y le dijeron: ‘Maestro, ¿qué debemos hacer? Él les dijo: ‘No exijáis más de lo que os está fijado’. Preguntáronle también unos soldados: ‘Y nosotros ¿qué debemos hacer?’ Él les dijo: ‘No hagáis extorsión a nadie, no hagáis denuncias falsas, y contentaos con vuestra soldada’”.
6) No fue la reencarnación de “Elías”
En el Evangelio, cuando Jesús identifica a Juan Bautista como el “Elías” que iba a venir, señaló que el cumplimiento de la profecía de Elías no debía tomarse de la manera literalista como lo hacían los escribas de su época.
Elías no era quien debía regresar e ir a Judea para evangelizar al pueblo, sino que debía aparecer alguien “como Elías” para realizar esa tarea. Esa persona era Juan el Bautista, el precursor del Nuevo Testamento que prepara el camino para la llegada del Señor; mientras que Elías hizo lo propio en el Antiguo Testamento.
7) Era bastante famoso
Hay indicadores muy claros sobre esta afirmación: El movimiento que inició Juan Bautista tuvo seguidores en tierras lejanas, y existe información sobre su vida en otros textos aparte del Nuevo Testamento.
Los textos referidos los escribió el historiador judío Flavio Josefo.
8) El hijo de Herodes El Grande lo asesinó
A Juan Bautista lo asesinó Herodes Antipas, uno de los hijos de Herodes el Grande, quien heredó las regiones de Galilea y Perea.
Este hombre tenía un matrimonio ilegítimo. Aparentemente, había robado a Herodías, la esposa de su hermano Herodes Filipo I. Esa situación lo puso en contra de Juan Bautista, quien se opuso a la unión (Marcos 6:18), lo que llevó a Herodes a arrestar a Juan (Mateo 14: 3).
Aunque tenía a Juan Bautista en custodia y su esposa lo odiaba y lo quería muerto, Herodes Antipas era protector de Juan y lo admiraba como predicador: “Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto” (Marcos 6:20).
Incluso la muerte de Juan Bautista no terminó con la admiración de Antipas por él. Cuando comenzó a escuchar noticias sobre Jesús, pensó que Jesús podría ser Juan resucitado (Marcos 6:14), y trató de ver a Jesús con sus propios ojos (Lucas 9:9).
9) Murió a causa del odio
La esposa de Herodes Antipas, Herodías, odiaba a Juan presuntamente por criticar públicamente su traición a Herodes Filipo I, su ex esposo, así como el matrimonio contraído con su hermano.
Finalmente, después de que su hija Salomé deleitara a Antipas con un baile especial en su fiesta de cumpleaños, Herodías pudo manipularlo para que diera la orden de la muerte de Juan por decapitación (Marcos 6: 21-28).
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en National Catholic Register.
HOY LA IGLESIA CELEBRA EL NACIMIENTO DE SAN JUAN BAUTISTA, 24 DE JUNIO
Hoy la Iglesia celebra el nacimiento de San Juan Bautista, el "Profeta del Altísimo"
24 de Junio
“La Iglesia celebra el nacimiento de Juan como algo sagrado y él es el único de los santos cuyo nacimiento se festeja”, explicaba el Obispo San Agustín (354-430) en sus sermones ya en los primeros siglos del cristianismo.
“Juan viene a ser como la línea divisoria entre los dos Testamentos, el antiguo y el nuevo. Así lo atestigua el mismo Señor, cuando dice: La ley y los profetas llegaron hasta Juan”, añadía el Santo Doctor de la Iglesia.
San Juan Bautista nació seis meses antes de Jesucristo. En el primer capítulo de San Lucas se narra que Zacarías era un sacerdote judío casado con Santa Isabel y no tenían hijos porque ella era estéril. Estando ya de edad muy avanzada, el ángel Gabriel se le apareció a Zacarías de pie a la derecha del altar.
El mensajero divino le comunicó que su esposa iba a tener un hijo, que sería el precursor del Mesías, y a quien pondría por nombre Juan. Zacarías dudó de esta noticia y Gabriel le dijo que quedaría mudo hasta que todo se cumpla.
Meses después, cuando María recibió el anuncio de que sería madre del Salvador, la Virgen partió a ver a su prima Isabel y se quedó ayudándole hasta que nació San Juan.
Así como el nacimiento del Señor se celebra cada 25 de diciembre, cercano al solsticio de invierno (el día más corto del año), el nacimiento de San Juan es el 24 de junio, alrededor del solsticio de verano (el día más largo). Así, después de Jesús los días van a más y después de Juan, los días van a menos hasta que vuelve “a nacer el sol”.
La Iglesia señaló estas fechas por el siglo IV con la finalidad de que se superpongan a dos fiestas importantes del calendario greco-romano: “día del sol” (25 de diciembre) y el “día de Diana” en el verano, cuya fiesta conmemoraba la fertilidad. El martirio de San Juan Bautista se conmemora cada 29 de agosto.
Biografía de San Juan Bautista, Nacimiento
Este es el único santo al cual se le celebra la fiesta el día de su nacimiento.
San Juan Bautista nació seis meses antes de Jesucristo (de hoy en seis meses - el 24 de diciembre - estaremos celebrando el nacimiento de nuestro Redentor, Jesús).
El capítulo primero del evangelio de San Lucas nos cuenta de la siguiente manera el nacimiento de Juan: Zacarías era un sacerdote judío que estaba casado con Santa Isabel, y no tenían hijos porque ella era estéril. Siendo ya viejos, un día cuando estaba él en el Templo, se le apareció un ángel de pie a la derecha del altar.
Al verlo se asustó, mas el ángel le dijo: "No tengas miedo, Zacarías; pues vengo a decirte que tú verás al Mesías, y que tu mujer va a tener un hijo, que será su precursor, a quien pondrás por nombre Juan. No beberá vino ni cosa que pueda embriagar y ya desde el vientre de su madre será lleno del Espíritu Santo, y convertirá a muchos para Dios".
Pero Zacarías respondió al ángel: "¿Cómo podré asegurarme que eso es verdad, pues mi mujer ya es vieja y yo también?".
El ángel le dijo: "Yo soy Gabriel, que asisto al trono de Dios, de quien he sido enviado a traerte esta nueva. Mas por cuanto tú no has dado crédito a mis palabras, quedarás mudo y no volverás a hablar hasta que todo esto se cumpla".
Seis meses después, el mismo ángel se apareció a la Santísima Virgen comunicándole que iba a ser Madre del Hijo de Dios, y también le dio la noticia del embarazo de su prima Isabel.
Llena de gozo corrió a ponerse a disposición de su prima para ayudarle en aquellos momentos. Y habiendo entrado en su casa la saludó. En aquel momento, el niño Juan saltó de alegría en el vientre de su madre, porque acababa de recibir la gracia del Espíritu Santo al contacto del Hijo de Dios que estaba en el vientre de la Virgen.
También Santa Isabel se sintió llena del Espíritu Santo y, con espíritu profético, exclamó: "Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. ¿De dónde me viene a mí tanta dicha de que la Madre de mi Señor venga a verme? Pues en ese instante que la voz de tu salutación llegó a mis oídos, la criatura que hay en mi vientre se puso a dar saltos de júbilo. ¡Oh, bienaventurada eres Tú que has creído! Porque sin falta se cumplirán todas las cosas que se te han dicho de parte del Señor". Y permaneció la Virgen en casa de su prima aproximadamente tres meses; hasta que nació San Juan.
De la infancia de San Juan nada sabemos. Tal vez, siendo aún un muchacho y huérfano de padres, huyó al desierto lleno del Espíritu de Dios porque el contacto con la naturaleza le acercaba más a Dios. Vivió toda su juventud dedicado nada más a la penitencia y a la oración.
Como vestido sólo llevaba una piel de camello, y como alimento, aquello que la Providencia pusiera a su alcance: frutas silvestres, raíces, y principalmente langostas y miel silvestre. Solamente le preocupaba el Reino de Dios.
Cuando Juan tenía más o menos treinta años, se fue a la ribera del Jordán, conducido por el Espíritu Santo, para predicar un bautismo de penitencia.
Juan no conocía a Jesús; pero el Espíritu Santo le dijo que le vería en el Jordán, y le dio esta señal para que lo reconociera: "Aquel sobre quien vieres que me poso en forma de paloma, Ese es".
Habiendo llegado al Jordán, se puso a predicar a las gentes diciéndoles: Haced frutos dignos de penitencia y no estéis confiados diciendo: Tenemos por padre a Abraham, porque yo os aseguro que Dios es capaz de hacer nacer de estas piedras hijos de Abraham. Mirad que ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto, será cortado y arrojado al fuego".
Y las gentes le preguntaron: "¿Qué es lo que debemos hacer?". Y contestaba: "El que tenga dos túnicas que reparta con quien no tenga ninguna; y el que tenga alimentos que haga lo mismo"…
"Yo a la verdad os bautizo con agua para moveros a la penitencia; pero el que ha de venir después de mí es más poderoso que yo, y yo no soy digno ni siquiera de soltar la correa de sus sandalias. El es el que ha de bautizaros en el Espíritu Santo…"
Los judíos empezaron a sospechar si el era el Cristo que tenía que venir y enviaron a unos sacerdotes a preguntarle "¿Tu quién eres?" El confesó claramente: "Yo no soy el Cristo" Insistieron: "¿Pues cómo bautizas?" Respondió Juan, diciendo: "Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros está Uno a quien vosotros no conocéis. El es el que ha de venir después de mí…"
Por este tiempo vino Jesús de Galilea al Jordán en busca de Juan para ser bautizado. Juan se resistía a ello diciendo: "¡Yo debo ser bautizado por Ti y Tú vienes a mí! A lo cual respondió Jesús, diciendo: "Déjame hacer esto ahora, así es como conviene que nosotros cumplamos toda justicia". Entonces Juan condescendió con El.
Habiendo sido bautizado Jesús, al momento de salir del agua, y mientras hacía oración, se abrieron los cielos y se vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y permaneció sobre El. Y en aquel momento se oyó una voz del cielo que decía: "Este es mi Hijo muy amado, en quien tengo todas mis complacencias".
Al día siguiente vio Juan a Jesús que venía a su encuentro, y al verlo dijo a los que estaban con él: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquél de quien yo os dije: Detrás de mí vendrá un varón, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo".
Entonces Juan atestiguó, diciendo: "He visto al Espíritu en forma de paloma descender del cielo y posarse sobre El. Yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: Aquél sobre quien vieres que baja el Espíritu Santo y posa sobre El, ése es el que ha de bautizar con el Espíritu Santo. Yo lo he visto, y por eso doy testimonio de que El es el Hijo de Dios".
Herodías era la mujer de Filipo, hermano de Herodes. Herodías se divorció de su esposo y se casó con Herodes, y entonces Juan fue con él y le recriminó diciendo: "No te es lícito tener por mujer a la que es de tu hermano"; y le echaba en cara las cosas malas que había hecho.
Entonces Herodes, instigado por la adúltera, mandó gente hasta el Jordán para traerlo preso, queriendo matarle, mas no se atrevió sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía, pues estaba muy perplejo y preocupado por lo que le decía.
Herodías le odiaba a muerte y sólo deseaba encontrar la ocasión de quitarlo de en medio, pues tal vez temía que a Herodes le remordiera la conciencia y la despidiera siguiendo el consejo de Juan.
Sin comprenderlo, ella iba a ser la ocasión del primer mártir que murió en defensa de la indisolubilidad del matrimonio y en contra del divorcio.
Estando Juan en la cárcel y viendo que algunos de sus discípulos tenían dudas respecto a Jesús, los mandó a El para que El mismo los fortaleciera en la fe.
Llegando donde El estaba, le preguntaron diciendo: "Juan el Bautista nos ha enviado a Ti a preguntarte si eres Tú el que tenía que venir, o esperamos a otro".
En aquel momento curó Jesús a muchos enfermos. Y, respondiendo, les dijo: "Id y contad a Juan las cosas que habéis visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio…"
Así que fueron los discípulos de Juan, empezó Jesús a decir: "¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Alguna caña sacudida por el viento? o ¿Qué salisteis a ver? ¿Algún profeta? Si, ciertamente, Yo os lo aseguro; y más que un profeta. Pues de El es de quien está escrito: Mira que yo te envío mi mensajero delante de Ti para que te prepare el camino. Por tanto os digo: Entre los nacidos de mujer, nadie ha sido mayor que Juan el Bautista…"
Llegó el cumpleaños de Herodes y celebró un gran banquete, invitando a muchos personajes importantes. Y al final del banquete entró la hija de Herodías y bailó en presencia de todos, de forma que agradó mucho a los invitados y principalmente al propio Herodes.
Entonces el rey juró a la muchacha: "Pídeme lo que quieras y te lo daré, aunque sea la mitad de mi reino".
Ella salió fuera y preguntó a su madre: "¿Qué le pediré?" La adúltera, que vio la ocasión de conseguir al rey lo que tanto ansiaba, le contestó: "Pídele la cabeza de Juan el Bautista". La muchacha entró de nuevo y en seguida dijo al rey: "Quiero que me des ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista".
Entonces se dio cuenta el rey de su error, y se puso muy triste porque temía matar al Bautista; pero a causa del juramento, no quiso desairarla, y, llamando a su guardia personal, ordenó que fuesen a la cárcel, lo decapitasen y le entregaran a la muchacha la cabeza de Juan en la forma que ella lo había solicitado.
Juan Bautista: pídele a Jesús que nos envíe muchos profetas y santos como tú.
FUENTE: www.ewtn.com
EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 24 DE JUNIO DE 2020 - NACIMIENTO DE SAN JUAN BAUTISTA
Duodécima Semana del Tiempo Ordinario - Año Par
Miércoles 24 de junio de 2020
Hoy es: Natividad de San Juan Bautista (24 de Junio)
“ Juan es su nombre ”
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías 49, 1-6
Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos:
Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre.
Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo:
«Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso».
Mientras yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas», en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios.
Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel, -tanto me honró el Señor y mi Dios fue mi fuerza-:
«Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra».
Salmo
Sal 138, 1-3. 13-14. 15 R/.
Te doy gracias porque me has escogido portentosamente.
Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares. R/.
Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras;
conocías hasta el fondo de mi alma. R/.
No desconocías mis huesos,
cuando, en lo oculto, me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R/.
Segunda lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 22-26
En aquellos días, dijo Pablo:
«Dios nombró rey a David, de quien hizo esta alabanza: “Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos.” Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: “Yo no soy quien pensáis; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias.” Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que teméis a Dios: A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación».
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 57-66. 80
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo:
«¡No! Se va a llamar Juan».
Le replicaron:
«Ninguno de tus parientes se llama así».
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Todos se quedaron extrañados.
Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo:
«¿Qué va a ser este niño?»
Porque la mano del Señor estaba con él.
El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.
Reflexión del Evangelio de hoy
Te hago luz de las naciones
Tono exaltado, brillante, pero también quejumbroso por la desilusión de su aparente fracaso. Como siempre, primero los lamentos. La misión casi siempre es dolorosa. Se necesita tiempo, reposo y calma interior para sopesar y escuchar lo que Dios pueda decirnos. Todo profeta -cada uno lo somos- pasa por momentos de desaliento y desánimo.
Profeta no es quien adivina el futuro, sino aquel que conociendo el pasado, sacando sus lecciones, interpreta el presente con serenidad, con vistas a un futuro esperanzado y mejor. Por eso digo: todos somos profetas: conocedores de un mensaje, de una historia, con sus partes negativas, y que no deberíamos repetir. Es la única forma de que mejore el futuro. Los versículos 5 y 6 son los que abren el horizonte de esperanza, sin necesidad de ser ilusos, sino confiados en el Señor. Hemos sido elegidos para ser portadores de luz, de libertad, de fraternidad. “Luz para las naciones”, “llevar la salvación allá donde estemos o vayamos”. Es nuestro reto; como lo fue el de Jesús. Se trata de escuchar, de encontrar el apoyo en Dios, de no ser pretenciosos ni engreídos, abrirnos a la LUZ.
En estos meses, hemos pasado un tiempo de prueba duro en todas las naciones; por eso, encontrar en Jesús -como lo hizo la comunidad primitiva cuando escuchó este texto y que hoy podemos aplicar también a Juan, el bautista-, la Luz para ver más y mejor, ver más lejos y más hondo, con mayor sinceridad y más despojo, con más veracidad y entrega, es lo que nosotros, cristianos, podemos ofrecer a los demás…aunque no crean lo mismo.
Cuesta adaptar la visión interior al foco luminoso de Jesús. Al principio, es una luz cegadora, pero poco a poco, la realidad entorno va adquiriendo su auténtica dimensión y claridad, porque nuestro interior es más diáfano con Jesús.
Mencio, filósofo chino, reformador del confucionismo -hemos aprendido mucho de los chinos de antaño y de ahora- decía: “La verdad expresada antes de tiempo siempre es peligrosa”. Los profetas lo sabían bien, lo experimentaron en carne propia. La Iglesia es tierra de profetas.
Te doy gracias porque me has escogido portentosamente
Todo en este salmo es acción de gracias por las múltiples situaciones por las que el Señor hace pasar y de las que, por lo general, se sale airoso. El Señor, aunque a veces tarda un poco, siempre responde a nuestras súplicas, nos da fuerzas en medio de tantas flaquezas.
A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación
Las palabras de Pablo son conocidas de todos. David. Juan. Jesús. Cada uno es su papel. Juan se muestra sincero y humilde. No se sabe protagonista de nada; solo es mero puente. Puente que se utiliza y luego se olvida. No es una actitud la suya pre-cristiana, sino que ya se inserta en lo que después va a ser la Buena Noticia de Jesús: actitud de abajamiento, de servicio, de reconocimiento de la propia identidad: humildad y anuncio. Juan no es el eslabón perdido; al contrario: es el eslabón encontrado. Juan es el precursor/anunciador. Como debemos serlo cada uno para los demás.
Juan es su nombre
Desconcierto generalizado ante aquel cambio de nombre. Típico: cuando Dios tiene reservada una misión para alguien, lo primero que hace es cambiarle el nombre. Es una forma de expresar la novedad, porque cada nombre tiene un significado que va más allá de lo puramente familiar.
Por eso, antaño, los religiosos y religiosas, se cambiaban de nombre al iniciar una nueva etapa en su vida. Los papas siguen haciéndolo. Por tanto, no es de extrañar la extrañeza del vecindario cuando Zacarías dijo: Juan es su nombre. Se rompía la tradición familiar. Comenzaba una etapa nueva. Aquel niño, ¿qué iba a ser? ¿qué significado tenía ese giro nominal? Habría de pasar tiempo para saberlo. Juan se convertiría en el eslabón unitivo de esa larga cadena entre lo antiguo y lo nuevo. Lucas es listo e intuitivo en ver más allá de la inmediatez. A él le han contado algo y hace una narración desde la pedagogía divina; lo que los exégetas llaman “hacer una lectura teológica de la realidad”. Lucas la hace en todo su evangelio.
Después vendría el “Benedictus”, todo un resumen de la historia de la salvación en forma de cántico laudatorio.
Es bueno saber qué significa el nombre bautismal que eligieron nuestros padres; y de él, ver si nuestra vida se corresponde con ese significado y comprender mejor nuestra misión en el mundo.
Aunque, la verdad, a veces hay nombres que no suenan muy bien que digamos… Se tratará entonces de que sepamos darle vida y contenido con nuestra personalidad y con nuestros actos… Si lo hacemos bien, pronto veremos que nos “hemos singularizado” más allá del nombre recibido… Claro que no todo podemos someterlo al significado de nuestro nombre, pero sí podemos darle “un estilo nuevo”.
Fr. José Antonio Solórzano Pérez O.P.
Casa San Alberto Magno (Madrid)
viernes, 15 de junio de 2018
NOVENA A SAN JUAN BAUTISTA, DEL 15 AL 23 JUNIO
Novena a San Juan Bautista, el "Profeta del Altísimo"
15 al 23 de Junio
(ACI).- El nacimiento de San Juan Bautista se celebra el 24 de junio, 6 meses antes del nacimiento del Señor Jesús y alrededor del solsticio de verano (el día con más horas de luz solar); así, los días van reduciendo su duración con respecto a la noche hasta que vuelve “a nacer el sol”.
“La Iglesia celebra el nacimiento de Juan como algo sagrado y él es el único de los santos cuyo nacimiento se festeja”, explicaba el Obispo San Agustín (354-430) en sus sermones en los primeros siglos del cristianismo.
La Iglesia señaló estas fechas durante el siglo IV con la finalidad de que se superpongan a dos fiestas importantes del calendario greco-romano: “día del sol” (25 de diciembre) y el “día de Diana” en el verano, cuya fiesta conmemoraba la fertilidad. El martirio de San Juan Bautista se conmemora cada 29 de agosto.
Para prepararnos estos días para el nacimiento del último profeta, te dejamos la siguiente novena:
Primer Día de la Novena a San Juan Bautista
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Oh, Padre misericordioso, que desde el seno materno, predestinaste a San Juan Bautista, para que fuera Precursor del Mesías, preparando por medio de la austeridad, de su persona y la predicción de la palabra, el corazón de todos los hombres, llevándolos al arrepentimiento, a través del bautismo penitencial, para el encuentro con Jesucristo, Tu Hijo que vive y Reina por los siglos de los siglos. Amén
GOZOS
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades. Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades.
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
El desierto encendido fue tu ardiente maestro para allanar montañas Y encender los senderos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Vio como el cielo se abría Sobre el cordero de Dios Y su vos le anunciaría que por siempre unió a los dos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Más aun en su presencia, Con humilde sumisión, Pide el que es Dios por esencia, Para empezar su misión.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Oh sin par doxología Voz del Padre en el Jordán, El Hijo que la acogía y la Paloma que ardía Sobre Jesús y San Juan.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Por fin en un banquete Y en el placer de un ebrio, Y el vino de tu sangre santifico el desierto.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades, Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades. Amén.
DÍA PRIMERO
Anuncio del Nacimiento de Juan el Bautista (Lc 1, 5-25)
En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, de la clase sacerdotal de Abías. Su mujer, llamada Isabel, era descendiente de Aarón. Ambos eran justos a los ojos de Dios y seguían en forma irreprochable todos los mandamientos y preceptos del Señor. Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; y los dos eran de edad avanzada. Un día en que su clase estaba de turno y Zacarías ejercía la función sacerdotal delante de Dios, le tocó en suerte, según la costumbre litúrgica, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. Toda la asamblea del pueblo permanecía afuera, en oración, mientras se ofrecía el incienso. Entonces se le apareció el Ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías quedó desconcertado y tuvo miedo. Pero el Ángel le dijo: "No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan. Él será para ti un motivo de gozo y de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento, porque será grande a los ojos del Señor. No beberá vino ni bebida alcohólica; estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre, y hará que muchos israelitas vuelvan al Señor, su Dios. Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con sus hijos y atraer a los rebeldes a la sabiduría de los justos, preparando así al Señor un Pueblo bien dispuesto". Pero Zacarías dijo al Ángel:"¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy anciano y mi esposa es de edad avanzada". El Ángel le respondió: "Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia. Te quedarás mudo, sin poder hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo". Mientras tanto, el pueblo estaba esperando a Zacarías, extrañado de que permaneciera tanto tiempo en el Santuario. Cuando salió, no podía hablarles, y todos comprendieron que había tenido alguna visión en el Santuario. Él se expresaba por señas, porque se había quedado mudo. Al cumplirse el tiempo de su servicio en el Templo, regresó a su casa. Poco después, su esposa Isabel concibió un hijo y permaneció oculta durante cinco meses. Ella pensaba: "Esto es lo que el Señor ha hecho por mí, cuando decidió librarme de lo que me avergonzaba ante los hombres".
ORACIÓN FINAL
Oh, Glorioso San Juan Bautista, que durante toda tu vida diste testimonio del total desprendimiento de las cosas terrenas cumpliendo con humildad Y fidelidad la voluntad del Padre Celestial, como verdadero Precursor del Mesías y poco, con sencillez del deber cumplido, fuiste desapareciendo para que Cristo Salvador inaugurara el Reino de Dios entre los hombres. Ayúdanos a vivir, según el ejemplo admirable que Tú nos das, para que un día podamos contar contigo en las Mansiones Celestiales las glorias y alabanzas de nuestro Creador. Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Segundo Día de la Novena a San Juan Bautista
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Oh, Padre misericordioso, que desde el seno materno, predestinaste a San Juan Bautista, para que fuera Precursor del Mesías, preparando por medio de la austeridad, de su persona y la predicción de la palabra, el corazón de todos los hombres, llevándolos al arrepentimiento, a través del bautismo penitencial, para el encuentro con Jesucristo, Tu Hijo que vive y Reina por los siglos de los siglos. Amén
GOZOS
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades. Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades.
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
El desierto encendido fue tu ardiente maestro para allanar montañas Y encender los senderos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Vio como el cielo se abría Sobre el cordero de Dios Y su vos le anunciaría que por siempre unió a los dos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Más aun en su presencia, Con humilde sumisión, Pide el que es Dios por esencia, Para empezar su misión.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Oh sin par doxología Voz del Padre en el Jordán, El Hijo que la acogía y la Paloma que ardía Sobre Jesús y San Juan.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Por fin en un banquete Y en el placer de un ebrio, Y el vino de tu sangre santifico el desierto.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades, Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades. Amén.
DÍA SEGUNDO
Nacimiento y Circuncisión de Juan el Bautista (Lc 1, 57-58)
Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. Alenterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la habíatratado, se alegraban con ella. A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarloZacarías, como su padre; pero la madre dijo: "No, debe llamarse Juan". Ellos ledecían: "No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre". Entonces preguntaronpor señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Este pidió una pizarra y escribió: "Su nombre es Juan". Todos quedaron admirados. Y en ese mismomomento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. Esteacontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y selo comentaba en toda la región montañosa de Judea. Todos los que se enteraronguardaban este recuerdo en su corazón y se decían: "¿Qué llegará a ser esteniño?". Porque la mano del Señor estaba con él.
ORACIÓN FINAL
Oh, Glorioso San Juan Bautista, que durante toda tu vida diste testimonio del total desprendimiento de las cosas terrenas cumpliendo con humildad Y fidelidad la voluntad del Padre Celestial, como verdadero Precursor del Mesías y poco, con sencillez del deber cumplido, fuiste desapareciendo para que Cristo Salvador inaugurara el Reino de Dios entre los hombres. Ayúdanos a vivir, según el ejemplo admirable que Tú nos das, para que un día podamos contar contigo en las Mansiones Celestiales las glorias y alabanzas de nuestro Creador. Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Tercer Día de la Novena a San Juan Bautista
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Oh, Padre misericordioso, que desde el seno materno, predestinaste a San Juan Bautista, para que fuera Precursor del Mesías, preparando por medio de la austeridad, de su persona y la predicción de la palabra, el corazón de todos los hombres, llevándolos al arrepentimiento, a través del bautismo penitencial, para el encuentro con Jesucristo, Tu Hijo que vive y Reina por los siglos de los siglos. Amén
GOZOS
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades. Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades.
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
El desierto encendido fue tu ardiente maestro para allanar montañas Y encender los senderos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Vio como el cielo se abría Sobre el cordero de Dios Y su vos le anunciaría que por siempre unió a los dos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Más aun en su presencia, Con humilde sumisión, Pide el que es Dios por esencia, Para empezar su misión.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Oh sin par doxología Voz del Padre en el Jordán, El Hijo que la acogía y la Paloma que ardía Sobre Jesús y San Juan.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Por fin en un banquete Y en el placer de un ebrio, Y el vino de tu sangre santifico el desierto.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades, Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades. Amén.
DÍA TERCERO
Predicación de Juan el Bautista (Lc 3, 1-18)
El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato obernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Filipotetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. Este comenzó entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro del profeta Isaías: Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. Los valles serán rellenados, las montañas y las colinas serán aplanadas. Serán enderezados los senderos sinuosos y nivelados los caminos desparejos. Entonces, todos los hombres verán la Salvación de Dios.
Juan decía a la multitud que venía a hacerse bautizar por él: "Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? Produzcan los frutos de una sincera conversión, y no piensen: "Tenemos por padre a Abraham". Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; el árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego". La gente le preguntaba: "¿Qué debemos hacer entonces?". Él les respondía: "El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; y el que tenga qué comer, haga otro tanto". Algunos publicanos vinieron también a hacerse bautizar y le preguntaron: "Maestro, ¿qué debemos hacer?". Él les respondió: "No exijan más de lo estipulado". A su vez, unos soldados le preguntaron: "Y nosotros, ¿qué debemos hacer?". Juan les respondió: "No extorsionen a nadie, no hagan falsas denuncias y conténtense con su sueldo". Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías, él tomó la palabra y les dijo a todos: "Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. Tiene en su mano la horquilla para limpiar su era y recoger el trigo en su granero. Pero consumirá la paja en el fuego inextinguible". Y por medio de muchas otras exhortaciones anunciaba al pueblo la Buena Noticia
ORACIÓN FINAL
Oh, Glorioso San Juan Bautista, que durante toda tu vida diste testimonio del total desprendimiento de las cosas terrenas cumpliendo con humildad Y fidelidad la voluntad del Padre Celestial, como verdadero Precursor del Mesías y poco, con sencillez del deber cumplido, fuiste desapareciendo para que Cristo Salvador inaugurara el Reino de Dios entre los hombres. Ayúdanos a vivir, según el ejemplo admirable que Tú nos das, para que un día podamos contar contigo en las Mansiones Celestiales las glorias y alabanzas de nuestro Creador. Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Cuarto Día de al Novena a San Juan Bautista
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Oh, Padre misericordioso, que desde el seno materno, predestinaste a San Juan Bautista, para que fuera Precursor del Mesías, preparando por medio de la austeridad, de su persona y la predicción de la palabra, el corazón de todos los hombres, llevándolos al arrepentimiento, a través del bautismo penitencial, para el encuentro con Jesucristo, Tu Hijo que vive y Reina por los siglos de los siglos. Amén
GOZOS
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades. Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades.
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
El desierto encendido fue tu ardiente maestro para allanar montañas Y encender los senderos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Vio como el cielo se abría Sobre el cordero de Dios Y su vos le anunciaría que por siempre unió a los dos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Más aun en su presencia, Con humilde sumisión, Pide el que es Dios por esencia, Para empezar su misión.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Oh sin par doxología Voz del Padre en el Jordán, El Hijo que la acogía y la Paloma que ardía Sobre Jesús y San Juan.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Por fin en un banquete Y en el placer de un ebrio, Y el vino de tu sangre santifico el desierto.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades, Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades. Amén.
DÍA CUARTO
Juan el Bautista Bautiza a Jesús (Mt 3, 13-17)
Entonces Jesús fue desde Galilea hasta el Jordán y se presentó a Juan para ser bautizado por él. Juan se resistía, diciéndole: "Soy yo el que tiene necesidad de ser bautizado por ti, ¡y eres tú el que viene a mi encuentro!". Pero Jesús le respondió: "Ahora déjame hacer esto, porque conviene que así cumplamos todo lo que es justo". Y Juan se lo permitió. Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se le abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia él. Y se oyó una voz del cielo que decía: "Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección".
ORACIÓN FINAL
Oh, Glorioso San Juan Bautista, que durante toda tu vida diste testimonio del total desprendimiento de las cosas terrenas cumpliendo con humildad Y fidelidad la voluntad del Padre Celestial, como verdadero Precursor del Mesías y poco, con sencillez del deber cumplido, fuiste desapareciendo para que Cristo Salvador inaugurara el Reino de Dios entre los hombres. Ayúdanos a vivir, según el ejemplo admirable que Tú nos das, para que un día podamos contar contigo en las Mansiones Celestiales las glorias y alabanzas de nuestro Creador. Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Quinto Día de la Novena a San Juan Bautista
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Oh, Padre misericordioso, que desde el seno materno, predestinaste a San Juan Bautista, para que fuera Precursor del Mesías, preparando por medio de la austeridad, de su persona y la predicción de la palabra, el corazón de todos los hombres, llevándolos al arrepentimiento, a través del bautismo penitencial, para el encuentro con Jesucristo, Tu Hijo que vive y Reina por los siglos de los siglos. Amén
GOZOS
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades. Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades.
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
El desierto encendido fue tu ardiente maestro para allanar montañas Y encender los senderos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Vio como el cielo se abría Sobre el cordero de Dios Y su vos le anunciaría que por siempre unió a los dos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Más aun en su presencia, Con humilde sumisión, Pide el que es Dios por esencia, Para empezar su misión.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Oh sin par doxología Voz del Padre en el Jordán, El Hijo que la acogía y la Paloma que ardía Sobre Jesús y San Juan.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Por fin en un banquete Y en el placer de un ebrio, Y el vino de tu sangre santifico el desierto.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades, Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades. Amén.
DÍA QUINTO
Este es el Cordero de Dios, que Quita el Pecado del Mundo (Jn 1, 19-37)
Este es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: "¿Quién eres tú?". Él confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: "Yo no soy el Mesías". "¿Quién eres, entonces?", le preguntaron: "¿Eres Elías?". Juan dijo: "No". "¿Eres el Profeta?"."Tampoco", respondió. Ellos insistieron: "¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?". Y él les dijo:"Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías". Algunos de los enviados eran fariseos, y volvieron a preguntarle: "¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?". Juan respondió: "Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia". Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba. Al día siguiente, Juan vio acercarse a Jesús y dijo: "Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. A él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que él fuera manifestado a Israel". Y Juan dio este testimonio: "He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquel sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre él, ese es el que bautiza en el Espíritu Santo". Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios". Al día siguiente, estaba Juan otra vez allí con dos de sus discípulos y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: "Este es el Cordero de Dios". Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús.
ORACIÓN FINAL
Oh, Glorioso San Juan Bautista, que durante toda tu vida diste testimonio del total desprendimiento de las cosas terrenas cumpliendo con humildad Y fidelidad la voluntad del Padre Celestial, como verdadero Precursor del Mesías y poco, con sencillez del deber cumplido, fuiste desapareciendo para que Cristo Salvador inaugurara el Reino de Dios entre los hombres. Ayúdanos a vivir, según el ejemplo admirable que Tú nos das, para que un día podamos contar contigo en las Mansiones Celestiales las glorias y alabanzas de nuestro Creador. Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Día Sexto de la Novena a San Juan Bautista
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Oh, Padre misericordioso, que desde el seno materno, predestinaste a San Juan Bautista, para que fuera Precursor del Mesías, preparando por medio de la austeridad, de su persona y la predicción de la palabra, el corazón de todos los hombres, llevándolos al arrepentimiento, a través del bautismo penitencial, para el encuentro con Jesucristo, Tu Hijo que vive y Reina por los siglos de los siglos. Amén
GOZOS
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades. Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades.
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
El desierto encendido fue tu ardiente maestro para allanar montañas Y encender los senderos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Vio como el cielo se abría Sobre el cordero de Dios Y su vos le anunciaría que por siempre unió a los dos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Más aun en su presencia, Con humilde sumisión, Pide el que es Dios por esencia, Para empezar su misión.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Oh sin par doxología Voz del Padre en el Jordán, El Hijo que la acogía y la Paloma que ardía Sobre Jesús y San Juan.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Por fin en un banquete Y en el placer de un ebrio, Y el vino de tu sangre santifico el desierto.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades, Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades. Amén.
DÍA SEXTO
Ultimo Testimonio de Juan el Bautista (Jn 3, 23-36)
Juan seguía bautizando en Enón, cerca de Salim, porque había mucha agua en ese lugar y la gente acudía para hacerse bautizar. Juan no había sido encarcelado todavía. Se originó entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío, acerca de la purificación. Fueron a buscar a Juan y le dijeron:"Maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán y del que tú has dado testimonio, también bautiza y todos acuden a él". Juan respondió: "Nadie puede atribuirse nada que no haya recibido del cielo. Ustedes mismos son testigos de que he dicho: "Yo no soy el Mesías, pero he sido enviado delante de él". En las bodas, el que se casa es el esposo; pero el amigo del esposo, que está allí y lo escucha, se llena de alegría al oír su voz. Por eso mi gozo esa hora perfecto. Es necesario que él crezca y que yo disminuya. El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra. El que vino del cieloda testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio certifica que Dios es veraz. El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y a puesto todo en sus manos. El que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él".
ORACIÓN FINAL
Oh, Glorioso San Juan Bautista, que durante toda tu vida diste testimonio del total desprendimiento de las cosas terrenas cumpliendo con humildad Y fidelidad la voluntad del Padre Celestial, como verdadero Precursor del Mesías y poco, con sencillez del deber cumplido, fuiste desapareciendo para que Cristo Salvador inaugurara el Reino de Dios entre los hombres. Ayúdanos a vivir, según el ejemplo admirable que Tú nos das, para que un día podamos contar contigo en las Mansiones Celestiales las glorias y alabanzas de nuestro Creador. Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Día Séptimo de la Novena a San Juan Bautista
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Oh, Padre misericordioso, que desde el seno materno, predestinaste a San Juan Bautista, para que fuera Precursor del Mesías, preparando por medio de la austeridad, de su persona y la predicción de la palabra, el corazón de todos los hombres, llevándolos al arrepentimiento, a través del bautismo penitencial, para el encuentro con Jesucristo, Tu Hijo que vive y Reina por los siglos de los siglos. Amén
GOZOS
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades. Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades.
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
El desierto encendido fue tu ardiente maestro para allanar montañas Y encender los senderos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Vio como el cielo se abría Sobre el cordero de Dios Y su vos le anunciaría que por siempre unió a los dos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Más aun en su presencia, Con humilde sumisión, Pide el que es Dios por esencia, Para empezar su misión.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Oh sin par doxología Voz del Padre en el Jordán, El Hijo que la acogía y la Paloma que ardía Sobre Jesús y San Juan.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Por fin en un banquete Y en el placer de un ebrio, Y el vino de tu sangre santifico el desierto.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades, Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades. Amén.
DÍA SÉPTIMO
Prisión de Juan el Bautista (Lc 3, 19-20)
Mientras tanto el tetrarca Herodes, a quien Juan censuraba a causa de Herodías, la mujer de su hermano² y por todos los delitos que había cometido, cometió uno más haciendo encarcelar a Juan.
ORACIÓN FINAL
Oh, Glorioso San Juan Bautista, que durante toda tu vida diste testimonio del total desprendimiento de las cosas terrenas cumpliendo con humildad Y fidelidad la voluntad del Padre Celestial, como verdadero Precursor del Mesías y poco, con sencillez del deber cumplido, fuiste desapareciendo para que Cristo Salvador inaugurara el Reino de Dios entre los hombres. Ayúdanos a vivir, según el ejemplo admirable que Tú nos das, para que un día podamos contar contigo en las Mansiones Celestiales las glorias y alabanzas de nuestro Creador. Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Día Séptimo de la Novena a San Juan Bautista
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Oh, Padre misericordioso, que desde el seno materno, predestinaste a San Juan Bautista, para que fuera Precursor del Mesías, preparando por medio de la austeridad, de su persona y la predicción de la palabra, el corazón de todos los hombres, llevándolos al arrepentimiento, a través del bautismo penitencial, para el encuentro con Jesucristo, Tu Hijo que vive y Reina por los siglos de los siglos. Amén
GOZOS
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades. Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades.
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
El desierto encendido fue tu ardiente maestro para allanar montañas Y encender los senderos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Vio como el cielo se abría Sobre el cordero de Dios Y su vos le anunciaría que por siempre unió a los dos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Más aun en su presencia, Con humilde sumisión, Pide el que es Dios por esencia, Para empezar su misión.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Oh sin par doxología Voz del Padre en el Jordán, El Hijo que la acogía y la Paloma que ardía Sobre Jesús y San Juan.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Por fin en un banquete Y en el placer de un ebrio, Y el vino de tu sangre santifico el desierto.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades, Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades. Amén.
DÍA SÉPTIMO
Prisión de Juan el Bautista (Lc 3, 19-20)
Mientras tanto el tetrarca Herodes, a quien Juan censuraba a causa de Herodías, la mujer de su hermano² y por todos los delitos que había cometido, cometió uno más haciendo encarcelar a Juan.
ORACIÓN FINAL
Oh, Glorioso San Juan Bautista, que durante toda tu vida diste testimonio del total desprendimiento de las cosas terrenas cumpliendo con humildad Y fidelidad la voluntad del Padre Celestial, como verdadero Precursor del Mesías y poco, con sencillez del deber cumplido, fuiste desapareciendo para que Cristo Salvador inaugurara el Reino de Dios entre los hombres. Ayúdanos a vivir, según el ejemplo admirable que Tú nos das, para que un día podamos contar contigo en las Mansiones Celestiales las glorias y alabanzas de nuestro Creador. Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Noveno Día de la Novena a San Juan Bautista
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Oh, Padre misericordioso, que desde el seno materno, predestinaste a San Juan Bautista, para que fuera Precursor del Mesías, preparando por medio de la austeridad, de su persona y la predicción de la palabra, el corazón de todos los hombres, llevándolos al arrepentimiento, a través del bautismo penitencial, para el encuentro con Jesucristo, Tu Hijo que vive y Reina por los siglos de los siglos. Amén
GOZOS
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades. Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades.
Oh, Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
El desierto encendido fue tu ardiente maestro para allanar montañas Y encender los senderos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Vio como el cielo se abría Sobre el cordero de Dios Y su vos le anunciaría que por siempre unió a los dos.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Más aun en su presencia, Con humilde sumisión, Pide el que es Dios por esencia, Para empezar su misión.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Oh sin par doxología Voz del Padre en el Jordán, El Hijo que la acogía y la Paloma que ardía Sobre Jesús y San Juan.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Por fin en un banquete Y en el placer de un ebrio, Y el vino de tu sangre santifico el desierto.
Oh Glorioso Bautista alcánzanos Del Señor misericordia y perdón.
Profeta de soledades, Labio hiciste de tus iras. Para fustigar mentiras Y para gritar verdades. Amén.
DÍA NOVENO
Testimonio de Jesús sobre Juan el Bautista (Lc 7, 24-30)
Cuando los enviados de Juan partieron, Jesús comenzó a hablar de él a la multitud, diciendo: "¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que llevan suntuosas vestiduras y viven en la opulencia, están en los palacios de los reyes. ¿Qué salieron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta. Él es aquel de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino.
Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan, y sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios es más grande que él. Todo el pueblo que lo escuchaba, incluso los publicanos, reconocieron la justicia de Dios, recibiendo el bautismo de Juan. Pero los fariseos y los doctores de la Ley, al no hacerse bautizar por él, frustraron el designio de Dios para con ellos.
ORACIÓN FINAL
Oh, Glorioso San Juan Bautista, que durante toda tu vida diste testimonio del total desprendimiento de las cosas terrenas cumpliendo con humildad Y fidelidad la voluntad del Padre Celestial, como verdadero Precursor del Mesías y poco, con sencillez del deber cumplido, fuiste desapareciendo para que Cristo Salvador inaugurara el Reino de Dios entre los hombres. Ayúdanos a vivir, según el ejemplo admirable que Tú nos das, para que un día podamos contar contigo en las Mansiones Celestiales las glorias y alabanzas de nuestro Creador. Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
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