Los cinco minutos de María
Setiembre 19
Su opción por Cristo no le hizo a María la vida más fácil; por el contrario, se la complicó: ella llevaba clavada una espada en su Corazón…
Su ejemplo debe hacernos desconfiar de nuestra pretendida devoción, si seguimos tranquilamente instalados, sin preocuparnos de los demás. Nada más opuesto a la verdadera devoción que el apego obsesivo a la comodidad, que nos impide entregarnos a Dios y a los hermanos.
Nuestra Señora del Amén, que abrazaste plenamente la voluntad salvífica de dios, recuérdame tu sí cada vez que deba sufrir por amor.
* P. Alfonso Milagro
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