miércoles, 22 de octubre de 2014

SAN JUAN PABLO II, PAPA, 22 DE OCTUBRE



San Juan Pablo II 
Papa, 22 de Octubre

Karol Józef Wojtyła, aclamado pontífice Juan Pablo II, conmovió al mundo durante casi tres décadas del siglo XX. Sus gestos de bondad, la capacidad para llegar al corazón de creyentes y no creyentes, sus dotes de comunicador, los incesantes viajes apostólicos en los que no cesó de transmitir el amor de Dios, como hizo con su ingente obra, sedujeron a millones de jóvenes y adultos. 

El dolor humano, con su carácter de esencial ofrenda a Cristo, ha tenido en él uno de sus insignes valedores. Al ver los estragos del sufrimiento en su persona, todo el planeta pudo constatar la grandeza del mismo cuando se asume como él lo hizo. Así coronó su vida de entrega entrado el siglo XXI, siendo faro para todos los que sufren.


Nació en Wadowice, Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Fue el menor de tres hermanos, aunque Olga apenas sobrevivió. Perdió a su madre a los 9 años y poco después a Edmund, el primogénito, un médico que se contagió en el ejercicio de su profesión. Sus padres dejaron en Karol fuertemente arraigada la semilla de la fe católica. Brillante en sus estudios, con una mente privilegiada, cursó filosofía en la universidad Jagellónica de Cracovia. Al mismo tiempo se vinculó a un círculo teatral. En esa época obtuvo varios galardones como jugador de ajedrez. En 1939, durante la invasión nazi, fue peón en una cantera y obrero en una fábrica química. Era un líder nato, joven atractivo, de carismática personalidad y singular magnetismo para atraer a la gente. Gozaba del respeto y admiración de sus compañeros, católicos idealistas y entusiastas, que conformaron el grupo Unia y que defendían a los más débiles. En 1941, en plena ocupación alemana, falleció su padre, oficial del ejército polaco.

La Gestapo iba tras él, y se recluyó en una buhardilla. Un sastre le dio a conocer a san Juan de la Cruz y se entusiasmó. En esa época se sintió llamado al sacerdocio. Tuvo que formarse en el seminario clandestino de Cracovia hasta que el arzobispo, cardenal Stefan Sapieha, acogió al grupo de aspirantes en su palacio. Ordenado sacerdote en noviembre de 1946, él lo envió a Roma. Estudió en el Angellicum doctorándose en teología con una tesis sobre su estimado santo y reformador carmelita español. En Polonia fue vicario parroquial, capellán universitario y profesor de teología moral y de ética en el seminario y en las universidades Jagellónica y de Lublin; era afín al pensamiento de Scheler, sobre el que hizo su tesis. En 1958 Pío XII lo designó obispo auxiliar de Cracovia. En 1962 participó en el Concilio Vaticano II, donde sus intervenciones sobre el ateísmo y la libertad religiosa no pasaron desapercibidas. Pablo VI lo nombró cardenal en 1967. Al fallecer Juan Pablo I, tras su fugaz asunción de la Cátedra de Pedro, fue elegido para sucederle; tomó el nombre de este antecesor.

A partir de entonces, este polaco, primero en ostentar la altísima misión como Vicario de Cristo en la tierra, inició un pontificado excepcional. Enamorado de la Eucaristía y devoto de María, supo llegar al corazón de todos con independencia de razas, credos, edades, profesiones... Fue un atleta de Cristo, sacerdote y obispo ejemplar, un gran Pastor. También filósofo y teólogo destacado, defensor de la moral y de los derechos humanos, de la cultura de la vida, amante de la paz y de la justicia, papa de los jóvenes y de las familias, adalid de los derechos del no nacido, de los ancianos y de los enfermos. Apóstol de la reconciliación que supo aglutinar a credos diversos en Asís abriendo una vía ecuménica del diálogo interreligioso de un valor incalculable. El papa viajero que recorrió el mundo una y otra vez abrazando y bendiciendo a todos.

El gravísimo atentado sufrido en mayo de 1981, poco a poco fue minando su salud. Perdonó al agresor y siguió viviendo alumbrado por Cristo y por María, que lo rescató de una muerte prematura, pudiendo llevar a cabo de manera heroica su responsabilidad. Afrontó magistralmente numerosos problemas y dificultades que se le presentaron. Fue un hombre de oración que mostró siempre una imponente fortaleza ante las adversidades. Los últimos años de su vida no ocultó al mundo su deterioro físico; se mantuvo al frente de la Sede de Pedro dando ejemplo de su inalterable fidelidad a Cristo y a la Iglesia.

Catorce encíclicas, once constituciones apostólicas y 1060 audiencias públicas celebradas dan prueba del alcance de su entrega y ardor apostólico. En uno de sus mensajes recordó: «La vocación del cristiano es la santidad, en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud, en la plenitud del verano de la edad madura, y después también en el otoño y en el invierno de la vejez, y por último, en la hora de la muerte». Él lo cumplió con creces. Si se pudiera hablar en términos numéricos sería uno de los pocos pontífices que ostentó uno de los records más altos. Y no solo por los casi veintisiete años de duración de su pontificado, el tercero más largo de la historia. También por la muchedumbre que le siguió en directo y en diferido multiplicando sus palabras y gestos gracias a los diversos medios de comunicación. Ellos mostraron el dolor que produjo su muerte acaecida el 2 de abril de 2005, y el impresionante gentío que se dio cita en su duelo.

Hay que dejar atrás los detractores que tuvo y sigue teniendo, que también han perseguido a otros integrantes de la vida santa, como se ha recordado aquí para otras biografías; ahí está la reciente de Teresa de Calcuta. Es inútil que traten de silenciar con absurdo griterío el eco de las obras de los grandes hijos de Dios. Él es su valedor; no se le puede acallar. Habla a través de los santos aunque pasen los siglos; lo vemos en esta sección de ZENIT todos los días. La realidad es que por sus muchas virtudes Juan Pablo II fue beatificado por Benedicto XVI el 1 de mayo de 2011. Francisco lo canonizó junto a Juan XXIII el 27 de abril de 2014, fiesta de la Divina Misericordia que este gran polaco instituyó.



martes, 21 de octubre de 2014

CONSAGRACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA


CONSAGRACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA 


Oh Jesús, Redentor nuestro amabilísimo, que habiendo venido a iluminar al mundo con la doctrina y con el ejemplo, habéis querido pasar la mayor parte de vuestra vida, humilde y sujeto a María y a José en la pobre casa de Nazaret, santificando a aquella Familia que había de ser el modelo de todas las familias cristianas; acoged benigno la nuestra, que ahora se dedica y consagra a Vos.

 Dignaos protegerla, guardarla y establecer en ella vuestro santo temor, con la paz y concordia de la caridad cristiana, para que imitando el ejemplo divino de vuestra Familia, pueda alcanzar toda entera, sin faltar uno solo, la eterna bienaventuranza.

María, Madre de Jesús y Madre nuestra, con vuestra piadosa intercesión haced que sea aceptable a Jesús esta humilde ofrenda, y obtenednos su gracia y bendición.

Oh san José, custodio santísimo de Jesús y de María, socorrednos con vuestras plegarias en todas las necesidades espirituales y temporales, a fin de que en unión con María y con Vos, podamos bendecir eternamente a nuestro divino Redentor Jesús. Así sea

lunes, 20 de octubre de 2014

SACERDOTE DOMINICO RECUERDA QUE EL ROSARIO SE REZA, NO SE RECITA



Sacerdote dominico recuerda 
que el Rosario se reza, no se recita

WASHINGTON D.C., 20 Oct. 14 / 08:16 am (ACI).- Los católicos debemos redescubrir la naturaleza contemplativa del Rosario y no solo recitarlo de forma rápida si de verdad queremos que esta oración transforme nuestras vidas, afirmó el sacerdote y teólogo, P. Basil Cole.

“Si se reza correctamente, el rosario producirá un manantial de gracia en nuestras vidas”, aseguró el P. Basil Cole (O.P.), quien se desempeña como profesor de  teología moral, espiritual y dogmática en Dominican House of Studies (Casa Dominicana de Estudios) ubicado en Washington, Estados Unidos.

En una entrevista a ACI Prensa, el P. Cole se refirió a la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario (7 de octubre), la que se remonta a 1571 cuando una alianza naval cristiana logró una victoria decisiva contra una gran armada turca que amenazaba las costas de Europa.

El Papa San Pío V, que pidió a los católicos rezar el Rosario antes de la batalla, atribuyó la victoria a la intercesión de la Santísima Madre y estableció la fiesta de Nuestra Señora de la Victoria que más tarde se convirtió en la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario.

El Rosario ha sido siempre una poderosa oración contra el mal, pero si más católicos lo rezaran de forma correcta, “no hubiéramos tenido los problemas que hemos enfrentado” en los últimos 40 años, expresó el P. Cole.

El viejo adagio "la familia que reza unida permanece unida" implica una oración real que debe venir del corazón y la mente, sostiene el experto.

"He escuchado muchas confesiones de personas que han rezado el Rosario en familia y que después de un tiempo odiaban hacerlo porque no sabían rezarlo correctamente. Recitaban y recitaban muy rápido. Decían que era como un tren a toda velocidad. No pensaban en los misterios. No reflexionaban en ellos", lamentó el sacerdote.

El P. Cole ofreció algunos consejos prácticos para las personas y familias que quieran rezar bien el Rosario.

Por ejemplo, una familia podría hacer una pausa deliberada antes de cada misterio del Rosario para pensar en la vida de María y de Jesús contenida en él. También podrían ofrecer un denario por una intención específica.

Una persona podría rezar un denario del Rosario en diferentes momentos del día y así tiene más tiempo para enfocarse en cada misterio.

En cierto sentido, dijo el P. Cole, sería mejor rezar un denario de forma pausada y prestando atención, con tiempo suficiente para reflexionar verdaderamente en él, que recitar rápidamente un Rosario entero.

Muchos en el mundo han perdido el sentido de la contemplación, añadió el religioso, pero si se recupera, la oración podría fortalecer considerablemente a las personas y familias.

“Si se reza de forma correcta, el Rosario realmente puede fortalecer un matrimonio, porque debes enfrentar pruebas y dificultades. Necesitas paciencia y amabilidad”. El sacerdote añadió que las “gracias que nos ofrece el Rosario están allí”.

EL TRATO A LOS DEMÁS


EL TRATO A LOS DEMÁS


Si bien los sistemas técnicos cambian con rapidez, los sistemas que rigen nuestra conducta social han evolucionado muy poco y obtenemos de la vida lo que queremos sólo trabajando con los demás. Para conservar esa perspectiva, siga estas reglas:

* Para tener un amigo hay que saber serlo. Lo que más anhela una persona es sentirse necesitada; ayude a crear esa sensación en los demás.

* La mayor virtud es la bondad; no se puede amar a todas las personas pero se puede ser bondadoso con todas.

* No trate de impresionar a los demás; déjelos darse el gusto de impresionarlo a usted.

* Sea entusiasta; nunca se ha logrado nada importante sin entusiasmo.

* Sea positivo; la gente positiva atrae a los demás, mientras que la negativa genera rechazo.

* Se influye más en otros escuchando que hablando. El chisme rebaja más al chismoso que a la persona de quien este habla.

* Llame a las personas por su nombre.

* Comunique alegría.

* Interésese genuinamente por los demás; anímelos a hablar de sí mismos.

* Una sonrisa no cuesta nada y rinde notables dividendos; no sólo hace que se sienta usted bien, sino que ayuda a los demás a sentirse mejor.

* Sea el primero en decir: ¡Hola! Me da gusto verte.

* Siga esta regla de oro: Trate a los demás de la misma forma que le gustaría a usted ser tratado.

SALUDO AL CORAZÓN DE JESÚS Y DE MARÍA


SALUDO AL CORAZÓN DE JESÚS Y DE MARÍA
San Juan Eudes


Te saludamos, Corazón santo, 
Te saludamos, Corazón manso, 
Te saludamos, Corazón humilde, 
Te saludamos, Corazón puro, 
Te saludamos, Corazón sacerdotal, 
Te saludamos, Corazón sabio, 
Te saludamos, Corazón paciente, 
Te saludamos, Corazón obediente, 
Te saludamos, Corazón atento a la voluntad del Padre,
Te saludamos, Corazón fiel,
Te saludamos, Corazón fuente de felicidad,
Te saludamos, Corazón misericordioso,
Te saludamos, Corazón amante,

Te adoramos, 
Te alabamos,
Te glorificamos,
Te damos gracias,
Te amamos,
Con todo nuestro corazón,
Con toda nuestra alma,
Con todas nuestras fuerzas,

Te ofrecemos nuestro corazón,
Te lo damos,
Te lo consagramos,
Te lo ofrecemos,
Recíbelo y poséelo totalmente,

Purifícalo,
Ilumínalo,
Santifícalo,
Y vive y reina en él, ahora y por siempre jamás. AMEN.


Saludo a María 
Yo te saludo, María, Hija de Dios Padre,
Yo te saludo, María, Madre de Dios Hijo,
Yo te saludo, María, Esposa del Espíritu Santo,
Yo te saludo, María, Templo de la Divinidad,
Yo te saludo, María, Virgen de las vírgenes, de quién el Rey de los
cielos ha querido nacer,
Yo te saludo, María, Reina de los mártires,
Yo te saludo, María, Reina del mundo,
Yo te saludo, María, Reina de mi Corazón. Amén

ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN


ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN


¡Oh Virgen del Carmen, María Santísima! Vos sois la criatura más noble, la más sublime, la más pura, más bella y más santa de todas. ¡Oh si todos os conocieran, Señora y Madre mía, si todos os amaran como Vos merecéis! Pero me consuelo porque tantas almas dichosas en el Cielo y en la tierra viven enamoradas de vuestra bondad y belleza. Y me alegro más porque Dios os ama a Vos sola más que a todos los hombres y ángeles juntos. 

Reina mía amabilísima, yo, miserable pecador, también os amo, pero os amo poco en comparación de lo que Vos merecéis; quiero, pues, un amor más grande y tierno hacia Vos, y esto Vos me lo habéis de alcanzar, ya que amaros a Vos y llevar vuestro Santo Escapulario es una señal de predestinación a la gloria, y una gracia que Dios no concede sino a los que eficazmente quiere salvar. Vos, pues, que todo lo alcanzáis de Dios, conseguidme esta gracia: que mi corazón arda en vuestro amor, conforme al afecto que Vos me mostráis; que os ame como verdadero hijo, ya que Vos me amáis con el amor más tierno de Madre, para que, uniéndome con Vos por el amor aquí en la tierra, no me separe de Vos después en la eternidad. Amén.

SÚPLICAS A MARÍA SANTÍSIMA POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO


SÚPLICAS A MARÍA SANTÍSIMA 
POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO.



1. Madre de piedad y clemencia, compadeceos de las almas del purgatorio.

2. Madre mía... cuando se prende fuego en alguna casa, al instante se pide socorro; este pues, os ruego yo, para apagar el fuego que atormenta a las almas del purgatorio.

3. Madre santa... en una necesidad de fuego la primera diligencia que se practica es buscar agua para apagarlo; a Vos vengo, Madre mía, para apagar el incendio del purgatorio, a Vos que sois fuente de las aguas cristalinas de todas las gracias.

4. Madre compasiva... las almas del purgatorio padecen pena de daño y pena de sentido: compadeceos, pues, de ellas, Vos que sabéis bien qué cosa es pena de daño, por haber perdido a Jesús, y pena de sentido en los dolores que sufristeis, por los cuales sois titulada: Reina de los Mártires.

5. Madre afligida...portas penas y muerte de cruz de vuestro Hijo, compadeceos de las penas que padecen las almas del purgatorio.

6. Madre dolorosa... por los dolores que experimentasteis, compadeceos de las penas que sufren las almas del purgatorio.

7. Madre dichosa... por la gloriosa Resurrección y admirable Ascensión de vuestro Hijo, os suplico que las almas del purgatorio salgan de aquella cárcel y suban al cielo.

8. Madre gloriosa... por vuestra dichosísima Asunción al cielo, haced que las almas del purgatorio, saliendo de aquellas cárceles, suban gloriosas al cielo.

9. Madre y Reina de todos los Santos, haced que ellos rueguen é intercedan por las almas del purgatorio.

10. Reina de los Ángeles, enviadlos al purgatorio para sacar de aquellas penas las almas que están allí padeciendo.

Dios te salve, María, consuelo de los desconsolados y amparo de los afligidos; por la alegría tan grande que tuvisteis al veros subida a los cielos por ministerio de los Ángeles, os ruego que las almas del purgatorio por medio de estos mismos Ángeles suban á la Patria Celestial, y alaben allí eternamente vuestras divinas misericordias; y para más obligaros, os diré con el Ángel: Dios te salve María, llenas eres de gracias…


Aquí se dirá nueve veces:

Santa, santa, santa María, Madre de Dios y abogada de las almas del purgatorio, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria.

Gloria á Maria, Hija de Dios Padre; gloria á María, Madre de Dios Hijo ; gloria a María, Esposa de Dios Espíritu Santo.

miércoles, 15 de octubre de 2014

LA TENTACIÓN


La tentación


La tentación no es pecado. Es pecado ceder a ella. La tentación viene de alguno de los tres enemigos que tiene el cristiano, que son: el mundo, el demonio y la carne.

El mundo con sus modas indecentes y con todo el ambiente de corrupción y de pecado, quiere llevarnos a cometer el pecado.

El demonio, el primer pecador, quiere que pequemos para alejarnos de Dios y llevarnos con él a su infierno para atormentarnos allí por los siglos de los siglos, en venganza contra Dios.

Y la carne son nuestras malas inclinaciones y pasiones que no se quieren someter a la razón, y con sus deseos nos llevan a pecar.

Tenemos que resistir la tentación, venga de donde venga, ya sea de uno de estos enemigos o de varios a la vez.

Dios permite la tentación para que, combatiéndola, ganemos méritos para el Cielo y aprendamos a pelear, ya que nadie es buen soldado hasta que no entra en combate contra el enemigo, y la tentación nos da la oportunidad de ejercitarnos en la lucha.

Dios da su ayuda para vencer la tentación, pero es necesario que le pidamos esa ayuda a través de la oración.

Nadie es tentado más allá de sus fuerzas, porque Dios no lo permitiría. Así que no podemos culpar a Dios de nuestras caídas, ni al demonio, ni al mundo ni a la carne, sino que en definitiva es nuestra responsabilidad, porque si la tentación es de 10, Dios da 10 e incluso más para resistirla.

Muchas veces queremos ceder a la tentación, porque nos gusta hacer aquello que sabemos que está mal.

La tentación, al ser rechazada por nosotros, nos da una alegría espiritual. Y si en cambio caemos en pecado, eso nos produce tristeza.

Mientras vivimos en este cuerpo mortal, los hombres somos tentados. Y en el momento de la muerte la tentación suele hacerse más violenta, pues el demonio se juega todo en la última oportunidad que se le concede para perdernos.

No debemos buscar las tentaciones, porque el solo hecho de ponernos en peligro de pecado grave, ya es pecado, porque como dice la Escritura: Quien ama el peligro, perecerá en él.

Jesús también fue tentado y con su ejemplo nos enseñó cómo se debe comportar uno frente a la tentación.

IMÁGENES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS



EL NIÑO JESÚS DE PRAGA Y EL CARMELO




El Niño Jesús de Praga  y el Carmelo
La devoción a la Milagrosa Imagen del Niño Jesús de Praga, es el resultado del amor a la sencillez y a las virtudes del Santo Niño
Por: María Pilar Mijares Bejerano 



Tradicionalmente en el Carmelo Teresiano se ha tenido una especial devoción a la Santa Infancia de Jesús, y esta devoción se puede ver concretada en acontecimientos particulares que sucedieron a los santos padres de la Orden, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. Luego a lo largo de los siglos, sus hijos e hijas de todo el mundo han continuado expresando y manifestando esta especial devoción a este Misterio de la Vida de Jesús, que fue su Infancia. De hecho la devoción a la Milagrosa Imagen del Niño Jesús de Praga, no es más que el resultado de esta historia de amor a la sencillez y a las virtudes del Santo Niño.



Santa Teresa de Jesús

Se cuenta que Santa Teresa de Jesús, yendo un día por las escaleras del Monasterio de la Encarnación en Avila, se tropezó con un hermoso Niño. Sorprendida por ver un niño dentro de la clausura monacal, se dirigió a él preguntándole:- ¿Y tú quién eres?. El niño le replicó a su vez con otra pregunta: -¿Y quién eres tú?. La madre respondió: -Yo, Teresa de Jesús. Y el niño sonriente le repuso: -Pués yo soy, Jesús de Teresa.



San Juan de la Cruz

En el museo del convento de los padres carmelitas descalzos de Ubeda (Jaén-España) se conserva esta hermosa imagen del Niño Jesús, con la que se cuenta bailó San Juan de la Cruz en una nochebuena, y enfervorizado ante la imagen de Jesús niño exclamó : - ¡Si amores me han de matar, ahora tengan lugar!



Santa Teresita del Niño Jesús

Santa Teresita del Niño Jesús rezaba diariamente ante esta imagen del Niño Jesús de Praga de su convento de Lisieux (Francia).
"Oh pequeño niño, mi único tesoro, tú te me muestras todo radiante de Amor. Yo me abandono a Tí. Oh Jesús, mi pequeño hermano, no quiero otra alegría que la de agradarte. Mi pequeño Rey, imprime en mi las virtudes de tu infancia".



Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein)

Imagen del Niño Jesús de Praga del coro del monasterio de carmelitas descalzas de Colonia (Alemania). En él reconocía Edith Stein un signo de veneración a la Santa infancia del Señor : "No sólo tiene poder salvador la pasión y muerte de Cristo, sino toda su vida. Su asunción del destino humano: también su infancia, su juventud, su encuentro con los hombres, su rezar por la liturgia del pueblo judío, su íntimo hablar con el padre del cielo, todo esto aconteció por nosotros, para nuestra salvación".

martes, 14 de octubre de 2014

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA



Oración a la Virgen  María
Rafael Ángel Marañón


Muestra dulce María tu rostro tan amado,
Que alivie de mis penas a mi ánima cobarde,
Que tu manto amoroso del mal me aleje y guarde
Y mi premio divino contigo esté sellado

Tu eres santa presencia, brillo de sol y luna
El mágico motivo de mi ufana sonrisa
El cántico inspirado de hermosa profetisa
Y el rostro delicioso de miel y de aceituna.

Dame señora amada, alma y mente de santo
Para avanzar confiado tras tu esplendente estela
Libando de tu gracia que nutre y que modela,
Como hermano de Cristo bajo tu dulce manto.

Pon en mi mente inquieta la más serena calma
Que a tí te transportara triunfante hasta los cielos
Llena mi corazón de divinos anhelos
Y da paz e ilusión a mi doliente alma.

Dame el amor profundo que al Padre reverencia
Como madre del Cristo que en su gloria sublime
A todos con amor nos salva y nos redime
Y es divino fiador de tan santa eminencia.

Amén.

LA PEQUEÑA VELA



LA PEQUEÑA VELA


Erase una vez una pequeña vela que vivió feliz su infancia, hasta que cierto día le entró curiosidad en saber para qué servía ese hilito negro y finito que sobresalía de su cabeza. Una vela vieja le dijo que ese era su "cabo" y que servía para ser "encendida". Ser "encendida" ¿qué significaría eso?. La vela vieja también le dijo que era mejor que nunca lo supiese, porque era algo muy doloroso.

Nuestra pequeña vela, aunque no entendía de qué se trataba, y aún cuando le habían advertido que era algo doloroso, comenzó a soñar con ser encendida. Pronto, este sueño se convirtió en una obsesión. Hasta que por fin un día, "la Luz verdadera que ilumina a todo hombre", llegó con su presencia contagiosa y la iluminó, la encendió. Y nuestra vela se sintió feliz por haber recibido la luz que vence a las tinieblas y le da seguridad a los corazones.

Muy pronto se dio cuenta de que haber recibido la luz constituía no solo una alegría, sino también una fuerte exigencia… Sí. Tomó conciencia de que para que la luz perdurara en ella, tenía que alimentarla desde el interior, a través de un diario derretirse, de un permanente consumirse… Entonces su alegría cobró una dimensión más profunda, pues entendió que su misión era consumirse al servicio de la luz y aceptó con fuerte conciencia su nueva vocación.

A veces pensaba que hubiera sido más cómodo no haber recibido la luz, pues en vez de un diario derretirse, su vida hubiera sido un "estar ahí", tranquilamente. Hasta tuvo la tentación de no alimentar más la llama, de dejar morir la luz para no sentirse tan molesta.

También se dio cuenta de que en el mundo existen muchas corrientes de aire que buscan apagar la luz. Y a la exigencia que había aceptado de alimentar la luz desde el interior, se unió la llamada fuerte a defender la luz de ciertas corrientes de aire que circulan por el mundo.

Más aún: su luz le permitió mirar más fácilmente a su alrededor y alcanzó a darse cuenta de que existían muchas velas apagadas. Unas porque nunca habían tenido la oportunidad de recibir la luz. Otras, por miedo a derretirse. Las demás, porque no pudieron defenderse de algunas corrientes de aire. Y se preguntó muy preocupada: ¿Podré yo encender otras velas? Y, pensando, descubrió también su vocación de apóstol de la luz. Entonces se dedicó a encender velas, de todas las características, tamaños y edades, para que hubiera mucha luz en el mundo.

Cada día crecía su alegría y su esperanza, porque en su diario consumirse, encontraba velas por todas partes. Velas viejas, velas hombres, velas mujeres, velas jóvenes, velas recién nacidas…. Y todas bien encendidas.

Cuando presentía que se acercaba el final, porque se había consumido totalmente al servicio de la luz, identificándose con ella, dijo con voz muy fuerte y con profunda expresión de satisfacción en su rostro: ¡Cristo está vivo en mí!

PENSAMIENTO MARIANO 64


SACOS DE AMOR


Sacos de amor


Dos hermanos, el uno soltero y el otro casado, poseían una granja cuyo fértil suelo producía abundante grano, que los dos hermanos se repartían a partes iguales.

Al principio todo iba perfectamente. Pero llegó un momento en que el hermano casado empezó a despertarse sobresaltado todas las noches, pensando: «No es justo. Mi hermano no está casado y se lleva la mitad de la cosecha; pero yo tengo mujer y cinco hijos, de modo que en mi ancianidad tendré todo cuanto necesite. ¿Quién cuidará de mi pobre hermano cuando sea viejo? Necesita ahorrar para el futuro mucho más de lo que actualmente ahorra, porque su necesidad es, evidentemente, mayor que la mía».

Entonces se levantaba de la cama, acudía sigilosamente adonde su hermano y vertía en el granero de éste un saco de grano.

También el hermano soltero comenzó a despertarse por las noches y a decirse a sí mismo: «Esto es una injusticia. Mi hermano tiene mujer y cinco hijos y se lleva la mitad de la cosecha. Pero yo no tengo que mantener a nadie más que a mí mismo. ¿Es justo, acaso, que mi pobre hermano, cuya necesidad es mayor que la mía, reciba lo mismo que yo?».

Entonces se levantaba de la cama y llevaba un saco de grano al granero de su hermano.

Un día, se levantaron de la cama al mismo tiempo y tropezaron uno con otro, cada cual con un saco de grano a la espalda.

Muchos años más tarde, cuando ya habían muerto los dos, el hecho se divulgó. Y cuando los ciudadanos decidieron erigir un templo, escogieron para ello el lugar en el que ambos hermanos se habían encontrado, porque no creían que hubiera en toda la ciudad un lugar más santo que aquél.

domingo, 12 de octubre de 2014

ORACIONES A LA VIRGEN DEL PILAR



NUESTRA SEÑORA DEL PILAR, ADVOCACIÓN MARIANA, 12 DE OCTUBRE


NUESTRA SEÑORA DEL PILAR
Advocación Mariana - 12 de Octubre

Según una venerada tradición, la Santísima Virgen María se manifestó en Zaragoza sobre una columna o pilar, signo visible de su presencia. Esta tradición encontró su expresión cultual en la misa y en el Oficio que, para toda España, decretó Clemente XII. Pío VII elevó la categoría litúrgica de la fiesta. Pío XII otorgó a todas las naciones sudamericanas la posibilidad de celebrar la misma misa que se celebraba en España.

* El Pilar, lugar privilegiado de oración y de gracia 
 (Del Oficio Divino)



Historia de la Virgen del Pilar
La tradición, tal como ha surgido de unos documentos del siglo XIII que se conservan en la catedral de Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles, fortalecidos con el Espíritu Santo, predicaban el Evangelio. Se dice que, por entonces (40 AD), el Apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan e hijo de Zebedeo, predicaba en España. Aquellas tierras no habían recibido el evangelio, por lo que se encontraban atadas al paganismo. Santiago obtuvo la bendición de la Santísima Virgen para su misión.

Los documentos dicen textualmente que Santiago, "pasando por Asturias, llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre los muchos convertidos eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales trataba de día del reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para tomar algún descanso".

En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio". 

Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia 

en aquel sitio y, con el concurso de los conversos, la obra se puso en marcha con rapidez. Pero antes que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa María del Pilar, antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima.

Muchos historiadores e investigadores defienden esta tradición y aducen que hay una serie de monumentos y testimonios que demuestran la existencia de una iglesia dedicada a la Virgen de Zaragoza.  El mas antiguo de estos testimonios es el famoso sarcófago de Santa Engracia, que se conserva en Zaragoza desde el siglo IV, cuando la santa fue martirizada. El sarcófago representa, en un bajo relieve, el descenso de la Virgen de los cielos para aparecerse al Apóstol Santiago.

Asimismo, hacia el año 835, un monje de San Germán de París, llamado Almoino, redactó unos escritos en los que habla de la Iglesia de la Virgen María de Zaragoza, "donde había servido en el siglo III el gran mártir San Vicente", cuyos restos fueron depositados por el obispo de Zaragoza, en la iglesia de la Virgen María. También está atestiguado que antes de la ocupación musulmana de Zaragoza (714) había allí un templo dedicado a la Virgen.

La devoción del pueblo por la Virgen del Pilar se halla tan arraigada entre los españoles y desde épocas tan remotas, que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como "una antigua y piadosa creencia".



Numerosos milagros de la Virgen

 En 1438 se escribió un Libro de milagros atribuidos a la Virgen del Pilar, que contribuyó al fomento de la devoción hasta el punto de que, el rey Fernando el católico dijo: "creemos que ninguno de los católicos de occidente ignora que en la ciudad de Zaragoza hay un templo de admirable devoción sagrada y antiquísima, dedicado a la Sta.y Purísima Virgen y Madre de Dios, Sta. María del Pilar, que resplandece con innumerables y continuos milagros".

El Gran milagro del Cojo de Calanda (1640)  Se trata de un hombre a quien le amputaron una pierna.  Un día años mas tarde, mientras soñaba que visitaba la basílica de la Virgen del Pilar, la pierna volvió a su sitio.  Era la misma pierna que había perdido. Miles de personas fueron testigos y en la pared derecha de la basílica hay un cuadro recordando este milagro.

 El Papa Clemente XII señaló la fecha del 12 de octubre para la festividad particular de la Virgen del Pilar, pero ya desde siglos antes, en todas las iglesias de España y entre los pueblos sujetos al rey católico , se celebraba la dicha de haber tenido a la Madre de Dios en su región, cuando todavía vivía en carne mortal.

Tres rasgos peculiares que caracterizan a la Virgen del Pilar y la distinguen de las otras:

1- Se trata de una venida extraordinaria de la Virgen durante su vida mortal. A diferencia de las otras apariciones la Virgen viene cuando todavía vive en Palestina: ¨Con ninguna nación hizo cosa semejante", cantará con razón la liturgia del 2 de enero, fiesta de la Venida de la Virgen.

2- La Columna o Pilar que la misma Señora trajo para que, sobre él se construyera la primera capilla que, de hecho, sería el primer Templo Mariano de toda la Cristiandad.

3- La vinculación de la tradición pilarista con la tradición jacobea (del Santuario de Santiago de Compostela). Por ello, Zaragoza y Compostela, el Pilar y Santiago, han constituido dos ejes fundamentales, en torno a los cuales ha girado durante siglos la espiritualidad de la patria española.



Simbolismo del pilar


El pilar o columna: la idea de la solidez del edificio-iglesia con la de la firmeza de la columna-confianza en la protección de María.

La columna es símbolo del conducto que une el cielo y la tierra, "manifestación de la potencia de Dios en el hombre y la potencia del hombre bajo la influencia de Dios". Es soporte de los sagrado, soporte de la vida cotidiana. María, la puerta del cielo, la escala de Jacob, ha sido la mujer escogida por Dios para venir a nuestro mundo. En ella la tierra y el cielo se han unido en Jesucristo.

 Las columnas garantizan la solidez del edificio, sea arquitectónico o social. Quebrantarlas es amenazar el edificio entero. La columna es la primera piedra del templo, que se desarrolla a su alrededor; es el eje de la construcción que liga entre si los diferentes niveles. María es también la primera piedra de la Iglesia, el templo de Dios; en torno a ella, lo mismo que los apóstoles reunidos el día de pentecostés, va creciendo el pueblo de Dios; la fe y la esperanza de la Virgen alientan a los cristianos en su esfuerzo por edificar el reino de Dios.

Vemos en Ex 13, 21-22, que una columna de fuego por la noche acompañaba al pueblo de Israel peregrino en el desierto, dirigiendo su itinerario.

En la Virgen del Pilar el pueblo ve simbolizada "la presencia de Dios, una presencia activa que, guía al pueblo de elegido a través de las emboscadas de la ruta".



Liturgia Eucarística del Pilar:

Los textos utilizados son: en la primera lectura, 1 Crónicas 15, donde se recuerda a la Virgen simbolizada por el arca de la alianza, la presencia de Dios en medio de su pueblo, a través de María, lo cual es gozo para la Iglesia. La segunda lectura (He 1, 12-14) y el evangelio (Lc. 11, 272-28) nos hablan también de la presencia de la Virgen en la iglesia y de las alabanzas que el pueblo le tributa. El prefacio celebra las maravillas que Dios ha realizado en María, "esperanza de los fieles y gozo de todo nuestro pueblo". Durante la oración colecta se pide por intercesión de la Virgen "fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor", así como en la oración de las ofrendas, donde se muestra el deseo de "permanecer firmes en la fe".

Antífona de entrada: se piensa en la Virgen como "la columna que guiaba y sostenía día y noche al pueblo en el desierto", y en el salmo responsorial se recuerda "el Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado".

En el aleluya: "afianzó mis pies sobre la roca y me puso en la boca una cántico nuevo".

Domina en la liturgia la idea de la presencia de María en la Iglesia y de la firmeza que su intercesión y su devoción procura al pueblo de Dios.

El día 12 de octubre de 1492, precisamente cuando las tres carabelas de Cristóbal Colon avistaban las desconocidas tierras de América, al otro lado del Atlántico, los devotos de la Virgen del Pilar cantaban alabanzas a la Madre de Dios en su santuario de Zaragoza, pues ese mismo día, conocido hoy como el Día de la Raza, era ya el día de la Virgen del Pilar.



La Basílica de la Virgen del Pilar es la mas extraordinaria que tiene España como prueba de una antiquísima y profunda devoción por la Santísima Virgen María. Esa gran basílica mariana con sus once cúpulas y sus cuatro campanarios es famosa en el mundo entero, puesto que en el año 40 AD se apareció ahí la Madre de Dios al Apóstol Santiago. La Virgen vino mientras aún vivía en la tierra. Es decir apareció en carne mortal. Desde entonces, a través de los siglos, ha mostrado su protección especial con repetidas gracias, milagros y portentos, ganándose la piedad de los españoles, que le tributan culto con gran devoción.

El interior de la Basílica es de una gran belleza y una serena grandiosidad. Toda la traza del templo está acomodada a la idea, siempre defendida por el Cabildo del Pilar, de no mover de su sitio la Sagrada Columna de la Virgen.

La Basílica de Nuestra Señora del Pilar es visitada por millares de personas cada día. Son los hijos que vienen a rezarle a su madre quien nunca los abandona.



Historia de la Basílica

Al principio del siglo XVI, el arzobispo Alonso de Aragón, hijo del rey católico, transformó en estilo gótico la iglesia anterior, erigida en el lugar mismo de la aparición de la Virgen, que quedó así incluida desde entonces dentro del templo; el lugar mas sagrado de esta capilla lo constituía y lo sigue constituyendo el que ocupa la santa columna, su mas preciada reliquia, en la que se asienta la imagen de la Virgen.

 Por la necesidad que se vio de cobijar a las inmensas muchedumbres de peregrinos y poder atender mejor a los numerosos asistentes en los actos de culto, en 1681 se puso la primera piedra del nuevo templo, donde se incluyó también la santa capilla, conservando intacto el lugar de asentamiento de la columna de la Virgen. En 1872 se concluyeron las diversas capillas y cúpulas, mas tarde se añadirán las cuatro torres, la última se concluyó en 1961.

Los sitios de Zaragoza, (1808) durante la guerra de independencia, dieron notoriedad a la devoción de la Virgen del Pilar. Junto a su manto se reunía el pueblo buscando en ella protección y aliento; se le representaba velando el sueño de los soldados y se le nombró: "capitana de la tropa aragonesa". Un siglo mas tarde en 1908, la devoción a la Virgen del Pilar, afianzo su dimensión hispánica con el tributo que se le ofreció de todas las banderas de las naciones hispanoamericanas, que cuelgan actualmente en los muros del Pilar.

El Papa Juan Pablo II en 1984, al hacer escala en su viaje a Santo Domingo para iniciar la conmemoración del descubrimiento de América, reconoció a la Virgen del Pilar como "patrona de la hispanidad".

 No nos podemos olvidar la importancia que tuvo en aumentar la devoción a la Virgen del Pilar, la guerra civil de 1936-1939. Las tres bombas que cayeron sobre el templo no estallaron y muchos vieron en este hecho un signo de la especial protección de la Virgen sobre las tropas nacionalistas. De toda España acudían peregrinos a pie a dar gracias a la Virgen por haberlos librado de los peligros de la guerra.  

Actividades en el Santuario del Pilar: Misas, confesiones, rezo del Santo Rosario en la capilla de la Virgen, paso de los niños (a la Virgen del Pilar) y museo pilarista.

LA VIRGEN DEL PILAR, EL PILAR DE NUESTRA FE



Autor: Jesús Martí Ballester | Fuente: Editorial Betania 
El Pilar de Nuestra Fe
Magnífico reportaje escrito por el sacerdote valenciano Jesús Martí Ballester

Frente a quienes ayer y aún hoy se avergüenzan, ignorantes o malvados, de la gran, máxima evangelización de América, recordamos hoy nosotros aquella hazaña de fe. Si sabemos interpretar los signos de los tiempos, leeremos que Dios se valió de España para llevar la fe salvadora a pueblos innumerables, que hoy permanecen fieles a ella y son la esperanza de la Iglesia, sobre todo en vocaciones. Así lo ha reconoció el anterior Pontífice, Juan Pablo II, cuando dijo en su Mensaje al Congreso Mariológico y Mariano celebrado en Huelva del 18 al 27 septiembre de 1992: "Los marinos intrépidos de Palos, de Huelva, de Moguer, de Lepe, que en el nombre de Dios y de Santa María partieron del puerto de Palos, fueron protagonistas de aquella gran epopeya que llegaría a cambiar la configuración del mundo conocido y que, a la vez, abrió espacios insospechados a la expansión del mensaje cristiano". Y el mismo Papa, en su viaje de enorme valor testimonial a Santo Domingo, en la República Dominicana, es decir a la Española, primera tierra descubierta por Colón, quiso asociar su persona y a la Iglesia, a la celebración del V Centenario del Descubrimiento y Evangelización de América; para con su autoridad suprema de Papa, reconocer y enaltecer la gesta evangelizadora de España. 

LA CIVILIZACIÓN CRISTIANA 

Escribió Garcilaso de la Vega, historiador natural de Cuzco, Perú, que "ofrecía su historia para que se den gracias a Nuestro Señor Jesucristo y a la Virgen María, su Madre, por cuyos méritos e intercesión se dignó Dios sacar del abismo de la idolatría a tantas y tan grandes naciones y reducirlas al gremio de su Iglesia Católica Romana, la mayor cosa después de la creación del mundo, sacando la encarnación y muerte del que los crió".

Los que propalaron la sinrazón de que España pidiera perdón a los americanos por haberles liberado de sus ritos macabros hasta llegar a sacrificar cada día muchachas para que el sol volviera a nacer al día siguiente, son los mismos que impiden que hoy nuestros niños y jóvenes crezcan en la ignorancia del barro que les construye por dentro, el pensamiento y el arte occidentales, y también el fabuloso legado moral sin el cual serían incompresibles conquistas como la abolición de la esclavitud o la condena de la pena de muerte, sin enumerar prolijamente los avances de la civilización que ha ido acumulando el cristianismo. Privar a un muchacho de la religión es como despojarlo de su filiación genética. La moral cristiana instituyó la piedad como regla de conducta, el respeto y el amor al prójimo como pilares de nuestra convivencia. 

¿Es lícito escamotear que Dios se hizo un hombre como nosotros, que proclamó el bello poema de las bienaventuranzas, que impidió matar a pedradas a una mujer adúltera y que le pidió agua a una mujer samaritana y le ofreció a cambio el agua de la eternidad gloriosa con Él? ¿Y junto a esto, la creación de una nueva cultura que ha inspirado las más eximias excelencias de nuestros artistas que han trascendido los siglos, y que los hombres de mañana entren en el museo del Prado o en los otros del mundo como papanatas? ¿Qué entenderán del Greco, de Velázquez, de Zurbarán, de Giotto, del Tintoretto, del divino Morales y de Rafael, de los grandes genios de la música y de la arquitectura, de Miguel Ángel, de la poesía, qué de San Juan de la Cruz, qué de Divina Comedia, de la gran obra civilizadora de la Orden del Císter?... Y como los árboles también envejecen, también Europa, engendradora de pueblos y patrocinadora del humanismo, se está convirtiendo a pasos agigantados en un tronco seco y sin sabia. Con el sentido excepcional de la oportunidad de este viejo Papa joven, se está celebrando en Roma el Sínodo de los Obispos que quiere afrontar la pérdida de fe de Europa. 

Ante él, el cardenal belga Jan Pieter Schotte ya ha adelantado que el principal desafío no es un problema político o social sino el debilitamiento de la fe. Europa sufre un problema de conocimiento de la fe y de su transmisión. Las familias se sienten impotentes, las escuelas encuentran dificultades y en las parroquias se nota menor presencia de fieles. Además, los medios de comunicación crean una cultura no siempre religiosa. La respuesta al panorama incierto y oscuro es el tema de la asamblea: "Jesucristo viviente en su Iglesia, fuente de esperanza para Europa". Y el Cardenal Rouco hace ahora seis años, el 1 de octubre de 1999, formulaba este dilema fundamental: “O Europa se convierte al Dios de nuestros padres o se desarraiga de las raíces espirituales de las que ha germinado el verdadero humanismo europeo. Nuestra tarea como Iglesia es anunciar con obras y palabras al Dios vivo". Fuera de Cristo no sabemos qué son Dios, la vida, la fe, ni nosotros mismos.

LA VIRGEN LA PRIMERA MISIONERA

Y fue la Virgen la primera misionera que nos dejó en su Pilar el dedo certero que nos señala de nuevo: "Haced lo que El os diga". Al celebrar la fiesta de la Virgen del Pilar, proclamamos que María ha escogido el Pilar para derramar sobre España sus bendiciones. Allí, los Reyes, los Capitanes, los Héroes, han encontrado la fuerza para cumplir su misión providencial. "A los tuyos les diste una columna llameante, guía para un camino desconocido" Sabiduría 18,3. "El Señor les precedía de día en columna de nube para marcarles el camino, y en columna de fuego de noche para alumbrarles" Génesis 13,21.

Así dice la historia que la Virgen los llevó como columna llameante por el camino desconocido: El siete de octubre, Colón está inquieto ante las dudas y peleas lógicas de aquellos noventa hombres, después de setenta días de navegación, y con un problemático retorno. Poco después llegó la calma y se hizo en el océano una gran bonanza. El día ocho, estaba el mar claro y sosegado y eran los aires dulces y olorosos, como si fueran del mes de abril sevillano. El día nueve durante toda la noche los navegantes oyeron volar pájaros. El día diez vieron pasar grajos y papagayos.

El día once aumentaron los indicios. La noche fue una noche clara de luna y en el aire y en el agua flotaba un ambiente de calma suave. De repente, sonó en la Pinta un tiro de bombarda, y se oyó el grito triunfal y esperado: TIERRA. Lo había dado Rodrigo de Triana. Eran dos horas después de la media noche. Y allí hay noventa hombres de pie sobre el puente de las carabelas con los corazones agitados por violenta emoción. Al amanecer apareció la lengua blanca de arena del primer suelo americano. En España, las campanas de los conventos llamaban a Maitines, y todo aquel día 12, la Iglesia de España rezaba a la Virgen del Pilar. Era el día del desembarco y del Descubrimiento. 

REZAR EN ESPAÑOL

Cuando un sacerdote, un cristiano llega a América y oye hablar y rezar en nuestra propia lengua a Dios y a la Virgen, se le acelera el corazón, se le hace un nudo en la garganta, y sus ojos lloran lágrimas de asombro, de gratitud, de admiración y de fe. Y cuando en la Basílica de Guadalupe, todo el día abierta y siempre llena de mexicanos, que más que rezar, hablan con la Virgen con un hablar continuo, mezclado de sollozos, gritos, palabras ternísimas llenas de íntima e ingenua confianza, muchos de ellos caminando de rodillas, arrastrando los padres a sus pequeños, siente la gratitud y el gozo de ser español.

Me invitaron a comer unos amigos en Monterrey (México). A mitad de la comida, un niño de unos diez años, guapísimo, puesto de pie, dijo: "Lo mejor del mundo es que los españoles hayan venido a evangelizar a América. Me acordé de las palabras de Jesús el domingo de Ramos a los sacerdotes del Templo que le pedían que hiciera callar a los niños sus gritos y hosannas: ¿"No habéis leído en la Escritura que de la boca de los niños has hecho brotar la alabanza"? (Mt 21,16).

Reunámonos hoy en oración comunitaria y eucarística, como los Apóstoles con María en el Cenáculo, para dar gracias porque nos ha dado a su Madre, "que nos protege en su tienda el día del peligro, y nos alza sobre la roca" Salmo 26. Y aclamemos a María, intacta en su virginidad, gloriosa en su descendencia y triunfante en su asunción. Que ella sea nuestro gozo y la causa de nuestra alegría.
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