jueves, 27 de septiembre de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 27 SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
27 septiembre



El Señor no prohíbe un prudente cuidado y moderada preocupación por las cosas materiales; la prudencia en la previsión del futuro, para nosotros y para los demás, es una virtud, no sólo humana, sino también cristiana.

Pero no es posible que un hijo de Dios se preocupe de tal forma por las cosas materiales, que pierda de vista las espirituales.

El desprendimiento de lo material, por la pobreza evangélica, ha de llevarnos a vivir preocupados de un modo intenso por lo espiritual; que lo material ocupe en nuestra vida solamente el lugar necesario.

Dichoso el que, dando a las cosas terrenas la atención necesaria, pone su principal cuidado en que venga el Reino de Dios.

Cuidemos de las cosas de Dios y Dios cuidará de nuestras cosas.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 26 SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
26 septiembre



Amén: Así es. Tú eres el Padre; así es: somos tus hijos; así es: somos todos hermano; tu voluntad y tu Reino es lo que debemos buscar con el mayor ahínco.

Así sea: que te amemos, que nos santifiquemos, que te sirvamos, te adremos y todo lo esperemos de ti, que todo lo recibimos de tu generosa mano, abierta hacia nosotros, por el amor que nos tienes.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 25 SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
25 septiembre



No nos dejes caer en la tentación: sentimos el atractivo del pecado; somos débiles, vacilamos; si tú nos sueltas de tu mano, ciertamente caeremos. No te pedimos que no nos permitas tentaciones; pero sí te pedimos que no nos dejes arrastrar por la tentación.

Líbranos del mal: el mal nos está ahogando; estamos inmersos en un mundo saturado por el mal, que pretende meterse hasta en nuestras entrañas, para malearnos hasta en nuestra misma raíz. Líbranos, Padre, del mal y haz, más bien, que te sirvamos con rectitud y bondad.


P. Alfonso Milagro

QUIERES SABER CÓMO REZAR CON TU NOVIO O ESPOSO? LEE ESTOS CONSEJOS


¿Quieres saber cómo rezar con tu novio o esposo? Lee estos consejos
Redacción ACI Prensa





Un blog de mujeres católicas de Estados Unidos llamado “Blessed is she” ha publicado una serie de consejos sobre cómo rezar con el novio, el prometido o el esposo.

La autora del post es una madre de familia y teóloga llamada Claire Couche. En el texto, ella explicó que es importante rezar con el amado porque “el fruto de la oración siempre es un amor auténtico y santo”.

Indicó que al rezar en pareja, ambos “colocan a Cristo como el fundamento de su relación” y “abren sus corazones y mentes para escucharlo y seguir Su voluntad”.

Aquí dejamos las formas de orar en pareja durante las etapas de la relación y en el matrimonio.

Enamoramiento

Couche señaló que la etapa del enamoramiento es la perfecta oportunidad para construir una amistad fundada en Jesús, así como para discernir el llamado a la vocación del matrimonio.

“Es un regalo poder compartir tu personalidad –gustos, disgustos, alegrías y penas– con otra persona. Y a cambio, recibes el regalo de su personalidad”, afirmó, y aconsejó tener un espacio para rezar con el novio para así “tener una perspectiva centrada en Cristo”.

1.- Rezar el Rosario en grupo

Couche indicó que “orar en voz alta en frente de la persona con la que está saliendo puede ser intimidante. Las oraciones en grupo permiten que todos participen según su nivel de comodidad”.

Por ello, aconsejó invitar a un grupo de amigos para rezar juntos el Rosario y así comenzar a amar a la Virgen María.


2.- Leer juntos las vidas de santos

Couche recomendó que ambos digan cuáles son sus santos favoritos y que investiguen sobre ellos así como leer sus frases, celebrar su fiesta o rezar la novena dedicada a ellos.

Incluso pueden nombrar a un santo patrón de su relación, pues ellos “son modelos de virtud y una fuente de inspiración”.

3.- Lean la Biblia

Otra manera de crecer y orar en pareja es leyendo la Biblia. Couche sugirió que ambos reflexionen sobre un versículo, hablen de las lecturas de la Misa o sobre cómo la palabra de Dios ha afectado sus vidas.

“Estén abiertos a lo que Cristo les revela en la oración”, agregó.

Noviazgo

Couche indicó que el noviazgo es un “maravilloso momento para crecer con tu prometido” porque ambos se preparan para recibir el sacramento del Matrimonio.

Al mismo tiempo que realizan los preparativos, “apóyense en todas las formas posibles y recen por la mente, el cuerpo y el alma del otro conforme se acerque el día de la boda”.

1.- Vayan a Misa juntos

La teóloga estadounidense señaló que en la Misa “estamos unidos con toda la Iglesia” y que cuando ambos no estén juntos (o tengan una relación a distancia), “puedan encontrarse verdaderamente en la Eucaristía cada vez que participen en ella”.

2.- Participen en la Adoración Eucarística

“El silencio y la quietud que se experimentan durante la Adoración Eucarística traen sanación y claridad. Programen un tiempo para adorar a Jesús”, recomendó Couche.

3.- Hagan voluntariado

Couche explicó que es importante realizar un voluntariado porque “durante el noviazgo es fácil caer en el egocentrismo. El remedio es servir a los necesitados”.

 “Algunos de los días más felices durante nuestro noviazgo fueron pasar un tiempo sirviendo como voluntarios con las Misioneras de la Caridad”, aseguró. “Recuerdo sentirme tan humilde por todos los amigos y familiares que sacrificaron su tiempo y sus regalos para ayudarnos a prepararnos para el día de nuestra boda”.


Matrimonio

Couche señaló que el objetivo del matrimonio es la salvación y “un continuo morir a uno mismo y a los egoísmos”.

Destacó que la oración de los esposos “es vital para la salud en tu matrimonio” y que “rezar por el otro durante el día es otra forma de estar juntos cuando los trabajos y ocupaciones cotidianas los distancian”.

1.- Compartan una comida diaria

La teóloga contó que una orden de monjes decía a los novicios que el lugar más sagrado del monasterio, después de la capilla, era la mesa de la cocina.

“Jesús nos da el ejemplo perfecto en la mesa de la Eucaristía. Él eleva lo ordinario a lo extraordinario. Nos invita a que hagamos lo mismo. Tómense el tiempo de compartir una comida juntos ¡Es bueno para el cuerpo y el alma!

2.- Confiésense con frecuencia

Couche indicó que las piedras angulares del matrimonio son “la misericordia y el amor” y por eso la confesión frecuente “infunde humildad y paz en nuestros corazones, en nuestro matrimonio y en nuestro hogar”.

3.- Adora a Cristo en tu esposo

Couche compartió que durante su peregrinación familiar a Asís (Italia) un sacerdote le dijo que a diferencia de las horas que ella pasaba adorando a Cristo ante la Eucaristía cuando era soltera, en las ocupaciones y deberes del matrimonio también podía adorar a Jesús en su esposo y su hijo.

“Inmediatamente vi la belleza escondida en mi vocación como esposa y madre: tenía que servir a Cristo, amar a Cristo, mirar con adoración a Cristo en mi esposo y mi hijo. El tiempo pasado con Dios debe ser mi prioridad número uno como un seguidor bautizado de Jesús”, afirmó.

Precisó que realizando esta práctica, su vida de piedad “ha evolucionado de una forma bella” y aclaró que también es necesario separar un momento para orar, aunque sea complicado.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 27 SEPTIEMBRE 2018

Jesús actúa en nuestro aquí y ahora
Santo Evangelio según San Lucas 9, 7-9. Jueves XXV del Tiempo Ordinario.


Por: H. Jesús Alberto Salazar Brenes, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Mi alma tiene sed de Ti, Dios mío. Tu rostro busco, ¡no te ocultes!
Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 9, 7-9
En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Pero Herodes decía: "A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste del que oigo semejantes cosas?". Y tenía curiosidad de ver a Jesús.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Herodes deseaba ver a Jesús. Así nos puede suceder también a nosotros, pues hemos escuchado tanto de Él, que a la larga se nos figura en la mente como un personaje histórico, un sabio de la vida a ejemplo de Sócrates, Aristóteles o Platón. En otro plano quizás, aunque repitamos que Jesús es nuestro amigo, nuestra relación verdadera con Él puede estar un poco fría y lo veamos como alguien tremendamente lejano a nuestra realidad, casi como si fuera un mito.
Sin embargo, Jesús no es un mito porque es un hombre real que entró en la historia y entra en nuestra historia, y como Dios y hombre verdadero, trasciende la historia y actúa en nuestra vida, en nuestro aquí y ahora.
El gran error del cristiano es comportarse como Herodes, quedándose con lo que otros dicen de Jesús. Podemos tener muy buena disposición, querer conocerlo y escuchar lo que dice el Evangelio, pero hay que dar un paso más. Tenemos que vivir la experiencia íntima de Jesús; no sólo leer el Evangelio, sino buscar cómo me quiere hablar Dios a mí; no sólo tener buena disposición, sino reflexionar a qué me mueve el Evangelio y ponerlo en práctica.
El Jesús de la historia y el Jesús de la fe son uno solo, el Mesías, Dios y hombre verdadero que nos espera porque quiere cambiarnos la vida y llenar todo nuestro ser. Ahora es cuando decimos con el salmista: ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios? (Sal 41).
Jesús no habla de un conocimiento intelectual, sino de una relación personal, de predilección, de ternura mutua, un reflejo de la misma relación íntima de amor entre Él y el Padre. Esta es la actitud a través de la cual se realiza una relación viva y personal con Jesús: dejándonos conocer por Él. No cerrándonos en nosotros mismos, abrirse al Señor, para que Él me conozca. Él está atento a cada uno de nosotros, conoce nuestro corazón profundamente: conoce nuestras fortalezas y nuestras debilidades, los proyectos que hemos logrado y las esperanzas que fueron decepcionadas. Pero nos acepta tal como somos, nos conduce con amor, porque de su mano podemos atravesar incluso caminos inescrutables sin perder el rumbo. Nos acompaña Él.
(Regina coelide S.S. Francisco, 22 de abril de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Dedicaré un tiempo a orar de una forma más sencilla, hablándole a Jesús como Dios cercano que es, y no como una simple idea intelectual.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

BIENVENIDOS









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