jueves, 8 de noviembre de 2018

NUESTRA SEÑORA DE LOS TREINTA Y TRES

Nuestra Señora de los Treinta y Tres
El Papa Juan XXIII la declara patrona principal de Uruguay. Ese nombre nos recuerda la profunda devoción de los treinta y tres héroes uruguayos.


Por: P. Sergio Rosiles | Fuente: Catholic.net 



En Florida, Uruguay, se venera la imagen de la Virgen de los Treinta y Tres.

"La noble tierra de los uruguayos, hermosa por el verdor de sus praderas y por sus cuchillas suavemente onduladas, se ufana de ser antigua sede de piedad mariana, la que, así como sugiere a los cristianos sentimientos religiosos, de la misma manera lleva con facilidad a todos los ciudadanos al recuerdo de la libertad conquistada y a los comienzos de la Patria naciente."

Con estas palabras comienza el Papa Juan XXIII la bula con la que declara patrona principal de Uruguay a la Virgen de los Treinta y Tres. Un poco más adelante, después de hablar del origen de esta devoción continua diciendo: "Finalmente en nuestros días -lo que nos causa gran alegría- todo el pueblo de la República venera con amor ardiente a la misma Virgen, la cual, si de veras ocupa el centro del templo, con razón mayor se debe afirmar que vive en los ánimos y en las mentes de todos."

Esta pequeña imagen de la Virgen, tan querida por todos los uruguayos, mide tan solo treinta y seis centímetros de alto. Está tallada en madera de cedro y procede, según la tradición, de las misiones de los padres Jesuitas. La sagrada imagen fue colocada en la iglesia de Florida Blanca e inmediatamente sus habitantes le rindieron un culto filial.

El nombre de la Virgen podría parecer un poco extraño a quien no conoce su historia. El título de "los Treinta y Tres" no es que tenga mucha relación con la Sma. Virgen. Además, teniendo en cuenta que esta imagen está dedicada a la Inmaculada Concepción, el nombre de "los Treinta y Tres" parece aún más extraño. Alguno podría pensar que quizás se debe a los treinta y tres años de la vida de Cristo sobre la tierra. Podría ser una buena explicación, pero no es así. El origen del nombre es muy sencillo y, como veremos, sí tiene mucha relación con la Virgen.

Sucede que a inicios del siglo XIX los pueblos latinoamericanos estaban luchando por su independencia. Y en Uruguay ocurría lo mismo. Era el año de 1825. La lucha por la libertad estaba encabezada por un valeroso grupo de patriotas; todos ellos, al igual que su pueblo, católicos y devotos fervorosos de la Virgen María.

Como es natural, al iniciar la arriesgada campaña para alcanzar la libertad de la Patria, quisieron poner el éxito de su empresa en manos de María. Así que los caudillos acudieron a la parroquia, participaron en la santa misa y, al terminar, inclinaron su bandera tricolor delante de la imagen de la Sma. Virgen pidiéndole su bendición.

El número de los caudillos era precisamente treinta y tres, y desde entonces el pueblo uruguayo ha designado con el nombre de "Virgen de los Treinta y Tres" a la pequeña imagen de la Iglesia parroquial de Florida. Como pueden ver el nombre sí tiene que ver con la Virgen. Ese nombre nos recuerda la profunda devoción de los treinta y tres héroes uruguayos hacia nuestra madre María, y nos recuerda también la protección materna de María hacia sus hijos. "Así, a la Virgen de los Treinta y Tres está unido el hilo conductor de las diversas etapas históricas y culturales del noble pueblo uruguayo que lleva en lo más profundo de su alma el amor a María".

El Papa Juan Pablo II acudió como peregrino a este santuario mariano y en su ángelus del 28 de junio de 1992 nos compartió su experiencia de ese lugar: "Recuerdo con emoción mi visita a Nuestra Señora de los Treinta y Tres, el 8 de mayo de 1988, durante el viaje apostólico a aquella querida Nación: contemplando la santa imagen rece por América Latina, pues -como había subrayado aquel mismo día, al recitar el Regina Coeli- "la Virgen María, Reina de los Apóstoles, la que con su fe y ejemplo de vida, precede a los heraldos del Evangelio, nos hace sentir la hermandad de todos los pueblos que en esas tierras benditas han acogido la palabra y el bautismo de Cristo..."

En estas palabras del Papa podemos descubrir el mensaje que la Virgen de los Treinta y Tres nos ofrece. Ella nos repite, como en las bodas de Caná: "haced lo que Él os diga", acoged las palabras de mi Hijo. No basta que nuestros pueblos latinoamericanos tengan una profunda tradición cristiana. Es necesario que cada uno de nosotros acepte ese mensaje con fe y lo viva en su vida diaria. No basta llamarnos cristianos. Estamos llamados a ser cristianos, a vivir como cristianos.

Ha llegado el momento de despedirnos por el día de hoy. Les esperamos en nuestra próxima peregrinación por América, la tierra de María, en la que visitaremos el santuario de Nuestra Señora de Suyapa, en Honduras.

PAPA FRANCISCO: SI SOBRE LA TIERRA HAY HAMBRE, NO ES POR FALTA DE COMIDA


Papa Francisco: Si sobre la tierra hay hambre, no es por falta de comida
Redacción ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




El Papa Francisco continuó este miércoles 7 de noviembre en la Audiencia General con sus catequesis sobre el Decálogo, y en esta ocasión reflexionó sobre el Séptimo Mandamiento: “No robarás”. Explicó que “No robar” implica también que “la posesión es una responsabilidad”, y por eso no se puede privar a las personas de los recursos de la tierra necesarios para su supervivencia.

En este sentido, afirmó que “si sobre la tierra hay hambre, no es por la falta de comida”. “Lo que falta es una iniciativa empresarial libre y con visión a largo plazo que garantice una adecuada producción y una planificación solidaria que asegure una distribución igualitaria”.

El Pontífice puso de relieve cómo a lo largo de la historia humana nunca se ha dado una cultura o una civilización donde “el robo o la prevaricación de bienes fuera algo lícito”. De hecho, “la sensibilidad humana es muy susceptible a la defensa de las posesiones”.

Sin embargo, el Papa quiso ir más allá del problema concreto del robo y del respeto a la propiedad ajena a la que, en un primer pensamiento, puede parece que se limita este Mandamiento. Por ello, animó a “focalizar el tema de la propiedad de bienes a la luz de la sabiduría cristiana”.


“En la doctrina social de la Iglesia se habla del destino universal de bienes. ¿Qué significa esto?”, comenzó Francisco. El Papa recordó las palabras del Catecismo, donde se dice que “los bienes de la creación están destinados a todo el género humano”.

También citó estas otras palabras del Catecismo: “El destino universal de los bienes continúa siendo primordial, aunque la promoción del bien común exija el respeto de la propiedad privada, de su derecho y de su ejercicio”.

“La Providencia, sin embargo, no ha dispuesto un mundo ‘en serie’, sino que hay diferencias, condiciones diversas, de modo que se puede vivir proveyéndose los unos a los otros. El mundo es rico en recursos para asegurar a todos los bienes primarios”, recordó.

A pesar de ello, “muchos viven en una escandalosa indigencia y los recursos, empleados sin criterio, se van deteriorando”. El Santo Padre recordó: “¡El mundo solo es uno! ¡La humanidad solo es una!”.

“Las riquezas del mundo están hoy en las manos de una minoría, de unos pocos. Y la pobreza, incluso la miseria, es el sufrimiento de muchos, de la mayoría”.


Francisco volvió a recurrir al Catecismo: “El hombre, al servirse de esos bienes, debe considerar las cosas externas que posee legítimamente no sólo como suyas, sino también como comunes, en el sentido de que puedan aprovechar no sólo a él, sino también a los demás”.

“En esta perspectiva surge el significado positivo y amplio del Mandamiento ‘No robarás’. La posesión es una responsabilidad, y cada bien sustraído a la lógica de la Providencia de Dios es traicionado en su sentido más profundo”. “Toda riqueza, para ser buena, debe tener una dimensión social”, subrayó.

El Papa concluyó: “Aquello que poseo verdaderamente es aquello que sé dar. De hecho, si no consigo donar alguna cosa es porque esa cosa me posee, tiene poder sobre mí y soy esclavo de ello. Nadie es patrón absoluto de los bienes. Es un administrador de los bienes. La posesión de bienes es una ocasión para multiplicarlos con creatividad y usarlos con generosidad, y así hacer crecer en la caridad y en la libertad”.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 8 NOVIEMBRE 2018


Lecturas de hoy Jueves de la 31ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, jueves, 8 de noviembre de 2018



Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Fílipenses (3,3-8a):

Los circuncisos somos nosotros, que damos culto con el Espíritu de Dios, y que ponemos nuestra gloria en Cristo Jesús, sin confiar en la carne. Aunque, lo que es yo, ciertamente tendría motivos para confiar en la carne, y si algún otro piensa que puede hacerlo, yo mucho más, circuncidado a los ocho días de nacer, israelita de nación, de la tribu de Benjamín, hebreo por los cuatro costados y, por lo que toca a la ley, fariseo; si se trata de intransigencia, fui perseguidor de la Iglesia, si de ser justo por la ley, era irreprochable. Sin embargo, todo eso que para mí era ganancia lo consideré pérdida comparado con Cristo; más aún, todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 104,2-3.4-5.6-7

R/. Que se alegren los que buscan al Señor

Cantadle al son de instrumentos, 
hablad de sus maravillas; 
gloriaos de su nombre santo, 
que se alegren los que buscan al Señor. R/.

Recurrid al Señor y a su poder, 
buscad continuamente su rostro. 
Recordad las maravillas que hizo, 
sus prodigios, las sentencias de su boca. R/.

¡Estirpe de Abrahán, su siervo; 
hijos de Jacob, su elegido! 
El Señor es nuestro Dios, 
él gobierna toda la tierra. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (15,1-10):

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharle. 
Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: «Ése acoge a los pecadores y come con ellos.» 
Jesús les dijo esta parábola: «Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: "¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido." Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas para decirles: "¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido." Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy jueves, 8 de noviembre de 2018
 CR


Queridos hermanos:

Quien no se ha sentido aceptado tal y como es, en algún momento de su vida, no puede entender este fragmento del Evangelio de Lucas. Por algo a Lucas le llaman el evangelista de la misericordia.

De todo lo que se podría comentar hoy, me quiero fijar en un primer aspecto: vivir sin prejuicios. Nosotros también nos volvemos a veces fariseos, o sea, que somos intolerantes en nombre de la lógica, de lo que se ha hecho siempre y de lo que nos parece que debe ser así. Y a veces somos publicanos, o sea, nos creemos justos y nos permitimos juzgar a los demás. Nuestras propias ideas, nuestras concepciones nos impiden ver las cosas con los ojos de Dios. Quitarnos las propias gafas, y ponernos las gafas de Dios, para verlo todo como Él lo ve, es el primer paso para sentir la misericordia divina. ¿Juzgo a los demás o los comprendo? ¿Acepto las críticas o solamente me gusta criticar? ¿Creo que la gente puede cambiar? ¿Creo que yo puedo ser mejor?

Un segundo comentario. Alegrarse y compartir. Sentir la misericordia divina es motivo de alegría, da sentido a la vida y nos permite mirar al mundo de otra manera. Por eso hay que compartirlo con los demás. No podemos guardarnos para nosotros la felicidad de saber que podemos comenzar de nuevo el camino, porque Él ha borrado nuestros pecados y nos permite de nuevo escribir en la página en blanco de nuestra vida. Un cuento de Anthony de Mello nos puede ayudar.

Durante años fui un neurótico. Era un ser angustiado, deprimido y egoísta. Y todo el mundo insistía en decirme que cambiara. Y no dejaban de recordarme lo neurótico que yo era. Y yo me ofendía, aunque estaba de acuerdo con ellos, y deseaba cambiar, pero no acababa de conseguirlo por mucho que lo intentara.

Lo peor era que mi mejor amigo tampoco dejaba de recordarme lo neurótico que yo estaba. Y también insistía en la necesidad de que yo cambiara. Y también con él estaba de acuerdo, y no podía sentirme ofendido con él. De manera que me sentía impotente y como atrapado.

Pero un día me dijo: «No cambies. Sigue siendo tal como eres. En realidad no importa que cambies o dejes de cambiar. Yo te quiero tal como eres y no puedo dejar de quererte». Aquellas palabras sonaron en mis oídos como música: «No cambies. No cambies. No cambies... Te quiero...».

Entonces me tranquilicé. Y me sentí vivo. Y, ¡Oh, maravilla!, cambié. (Anthony de Mello; No cambies)

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 8 NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
8 de Noviembre



Somos apóstoles del Señor; él nos ha enviado al mundo con la misión de dar a conocer a su Hijo; pero si somos apóstoles, debemos vivir como tales y actuar claramente ante el mundo como verdaderos emisarios de Jesucristo.

El apóstol no temerá nunca cumplir su misión; es apóstol del Evangelio y el Evangelio se ha de predicar a todos y en todas las circunstancias y con todas las consecuencias.

Nosotros somos los intérpretes, los intermediarios entre Jesucristo y el mundo de hoy; somos los encargados de transmitir lo que Jesús dijo a aquel puñadito  de apóstoles, pero que estaba destinado a los hombres de todos los tiempos y lugares.

Y nosotros se lo tenemos que repetir en su propio lenguaje, dar la luz evangélica para su propia actualidad; si queremos salvar al mundo de hoy tenemos que sentir como él, dolernos de sus penas, rechazar las injusticias que estás sufriendo. Así seremos los verdaderos profetas del Señor, y hablaremos en su nombre, predicaremos su Evangelio.



P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 7 NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
7 de Noviembre



Jesús necesita continuar su obra de salvación en el mundo, y los continuadores de esa obra de salvación del mundo somos nosotros, por expresa y amorosa elección de Jesús.

Habremos de encontrar dificultades, pero superando la fuerza de las adversidades y de los enemigos sentiremos el respaldo de Jesús.

La predicación del Evangelio provocará el odio o al menos el desprecio de todos aquellos que no son de Cristo; pero ha de ser para nosotros motivo de gran consuelo el saber que somos perseguidos, odiados o menospreciados, o tenidos en menos por el amor del Señor (cf 1 Pe 4,14).

A pesar de todas las dificultades y oposiciones, nosotros debemos mantenernos perseverantes y firmes en la fe y en el amor, en la justicia y en la santidad de vida.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 6 NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
6 de Noviembre


Algunos santos se estimulaban a sí mismos a la práctica de la virtud, haciéndose esta pregunta: ¿De qué me sirve esto para la eternidad?

No debes descuidar lo temporal, por que el cristiano que falta a sus obligaciones temporales, falta a sus deberes con el prójimo; falta sobre todo a sus obligaciones para con Dios y pone en peligro su salvación.

Pero tampoco debes olvidar que lo temporal sin lo eterno no tiene sentido; es la fe, la vida de fe la que orienta y da razón de ser a todas las cosas.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 5 NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
5 de Noviembre


Para los santos la mejor almohada eran las manos de Jesús, la mejor medicina y el más suave alivio era recurrir al Sagrario, buscando la compañía y la conversación con el Señor Sacramentado. Por eso pasaban ratos muy prolongados en oración, y de ella salían con renovado vigor y con fuerzas aumentadas para enfrentar la vida con todos sus dolores y humillaciones.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 4 NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
4 de Noviembre



Jesús pasaba sus noches en oración, dialogando con su Padre; y eso que él tenía una comunión especial y única con el Padre.

¿Por qué tú encuentras mejor hablar que orar? ¿Cómo estás relegando la oración a un segundo o tercer plano?

Nos gusta hablar mucho y no nos agrada tanto guardar silencio; pensamos que la oración consiste en hablar, incluso así la solemos definir; y no es que esté mal.

Pero será mejor oración no tanto hablar con Dios, cuanto ponerse en actitud de escucharlo.



P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 3 NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
3 Noviembre




No deja de extrañarnos el hecho de que los santos tuvieran tanto éxito en su actividad apostólica; y nos preguntamos por qué nosotros no conseguimos lo que ellos consiguieron, aunque hablamos como ellos y nos movemos más que ellos y con medios de comunicación más perfectos que los de ellos.

Es que los santos pasaron más tiempo arrodillados en presencia del Señor que de pie convenciendo a las muchedumbres; los santos hicieron más ruido en la puerta del Sagrario y en el Corazón de la Virgen, que en los diarios o en los micrófonos; y es que, para abrasar, hay que ponerse primero en unión con las llamas.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 2 NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
2  Noviembre




Santo es el que en todo ve la mano del Señor, que por ser la suya, es santa y santificadora. 

Santa es la madre, que más que a sus hijos ve en ellos a los hijos de Dios, pues de esta forma cobra conciencia de que esos pequeños, antes que suyos son de Dios; que Dios se los puso bajos su responsabilidad para que los formara.

Santos son los esposos que nunca recurren a las palabras duras e hirientes, pues saben que siempre las palabras pasan por el Corazón de Dios y que ellos no pueden depositar en el corazón divino ninguna expresión menos amable.

Santos son los esposos que están resueltos a santificarse con el mismo método del Maestro: la cruz, el sufrimiento, pero aceptado por amor al Padre.

Santos son los esposos que sobre el cansancio y el aburrimiento de una noche en vela, o de una serie de días de trastorno, saben ver la mano suavizadora del Señor que espera el momento de hacerles gustar la seda de su presencia.

Santos son los esposos que hacen de una vida conyugal y de hogar una vida de oración, de continua presencia del Señor.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 1 NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
1 de Noviembre




Hay pocas cosas tan fáciles de comprender como ésta: la santidad consiste en amar. Pero amar de verdad y sin reservas, con todo el corazón.

El santo se mide por su capacidad de amar. El camino de la santidad es arduo para los que aman poco.

Santo es el hombre que teme a Dios y no teme a los hombres.

Santo es el que ha vivido entre herocidades anónimas para los hombres, pero muy conocidas por Dios.

Santo es el esposo que debe santificar sus relaciones con la esposa; y santificar quiere decir hacerse santo y hacer santos.

Santa es la esposa que llega a descubrir que en sus delicadas atenciones con el esposo es donde Dios quiere que le manifieste el amor que ella le repite de continuo que le tiene.


P. Alfonso Milagro

FELIZ VIERNES





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