Virgen de Guadalupe repite a los migrantes de hoy: ¿no estoy yo aquí, que soy tu Madre?
LOS ÁNGELES, 12 Dic. 17 / 07:05 pm (ACI).- Durante la celebración anual en honor a la Virgen de Guadalupe en la Arquidiócesis de los Ángeles (Estados Unidos), el Arzobispo local, Mons. José Gomez, se dirigió a los migrantes para recordarles que la Madre de Dios les repite hoy: “¿no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”.
La celebración denominada “Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe 2017. Madre de Las Américas” se llevó a cabo el 11 de diciembre en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles desde las 6:00 p.m.
“¡Qué hermosa noche! Y qué gozo el poder alabar a Dios esta noche y agradecerle el regalo del Tepeyac”, dijo al inicio de la homilía de media noche Mons. José Gomez.
La ceremonia inició con bailarines indígenas en la Plaza de la Catedral y la veneración de la reliquia de la tilma de San Juan Diego, en la que apareció la imagen milagrosa de Nuestra Señora de Guadalupe en 1531.
A las 10 p.m., la celebración continuó dentro de la Catedral con un Rosario especial, y una hora después se dio inicio auna serenata a la Virgen en la que se le dedicó la canción "Las Mañanitas”.
A la medianoche del 12 de diciembre se inició la Misa principal presidida por Mons. Gomez, que recordó a los asistentes las palabras que la Madre de Dios dijo a San Juan Diego en su primera aparición en 1531: “No dejes que se aflija tu corazón. No temas. ... ¿Qué no estoy yo aquí, que soy tu Madre?, ¿no estás bajo mi sombra y protección?, ¿no estás en los cruces de mis brazos? ¿Qué otra cosa necesitas?”.
“Mis queridos hermanos y hermanas, nuestra Madre le está diciendo estas palabras a la Iglesia hoy, y a cada uno de nosotros también. Esta noche, Nuestra Señora les está diciendo estas palabras a todos ustedes, los que están preocupados por su situación migratoria y por los cambios en nuestro país”, destacó el obispo.
En ese sentido, Mons. Gomez también pidió de manera especial para que la Virgen de Guadalupe “hable a los corazones” de los líderes en Washington.
“Que abra sus corazones al dolor, al sufrimiento humano que está teniendo lugar en nuestras familias y en nuestras comunidades. Y que encuentren una solución definitiva para que nuestros jóvenes y sus familias tengan paz y estabilidad”, prosiguió el Prelado.
También pidió a los presentes que depositen sus “miedos y esperanzas a los pies de la Virgen y pidan la “gracia de contemplar estos tiempos en que estamos viviendo bajo la mirada de sus ojos amorosos”.
“Nuestra Señora viene a ayudarnos, a interceder por nosotros, del mismo modo en que ella fue a ver a su prima Isabel en su hora de necesidad, como lo escuchamos en nuestra lectura del Evangelio de esta noche. Ella escucha nuestros gritos, nuestras preocupaciones, y viene a nosotros. ¡Siempre!”, dijo el Arzobispo.
Por otro lado, exhortó a los presentes a imitar a la Virgen María en la escucha de la Palabra de Dios al leer los Evangelios y dedicar tiempo a la oración. También pidió imitarla en el servicio.
“Esta noche nos llama a cada uno de nosotros a ‘construir un santuario’ con nuestras vidas, a ser un hermoso ejemplo en nuestras propias vidas de los hombres y mujeres que Dios quiere que seamos”, indicó Mons. Gómez.
Finalmente, dijo que la Virgen María “nos está llamando a mostrar el amor y la compasión de Dios a nuestros hermanos y hermanas y a trabajar por una sociedad que sea merecedora de la dignidad de la persona humana”.
“¡Entonces salgamos y hagamos eso esta noche! De modo que acudamos a ella y a su protección esta noche, y todos los días. Ella nunca nos decepcionará. Y tratemos de vivir siguiendo su ejemplo: escuchando a Dios y sirviendo a los demás”, concluyó