Radiografía interior del corazón de María
Padre Tomás Rodríguez Carbajo
.- La Virgen es fiel imitadora de todas las virtudes de su Hijo, por eso la Liturgia nos propone a consideración ciertos momentos o facetas de la vida de María para enriquecernos espiritualmente.
Si del culto al Corazón de Jesús se ha dicho que es: "La síntesis de toda la religión y la norma de vida más perfecta" (Pío Xl) y "la profesión más completa de la religión cristiana "(Pío Xll en la encíclica Haurietis aquas, n 66) no podríamos decir algo parecido del Corazón de María, teniendo presente la maravillosa frase de Juan Pablo ll: "La Iglesia desde el primer momento miró a María a través de Jesús, como miró a Jesús a través de María" (R.M. n26)?.
.- La expresión "Corazón de María" se ha de interpretar en sentido bíblico: designa la persona misma de Santa María Virgen; su "ser" íntimo y único; centro y fuente de su vida interior; su actitud indivisa de entrega a Dios y a los hermanos en la obra de salvación del Hijo.
.- Para conocer "por dentro" el Corazón de María nos podemos servir de los calificativos que se le atribuyen en el formulario n 28 de las Misas de la Virgen María:
1.- Inmaculado. Inmune de toda mancha de pecado. Esto le hace ser desde el primer momento de su concepción "Santuario del Espíritu Santo". Siempre estuvo habitada por la Santísima Trinidad con quien mantuvo una íntima relación de familiaridad por ser la "mansión del Verbo" en su condición de Madre.
2.- Sabio. San Lucas nos dice en dos ocasiones, c. 2, 19 y 51, que María guardaba todas las cosas, que oía de Jesús y que le oía a El, en su corazón para meditarlas. Allí relacionaba lo anunciado en el A.T. y su cumplimiento en el N.T.
3.- Dócil. Cuando María en la Anunciación conoció la voluntad de Dios, que en aquel momento no coincidía con lo que Ella pensaba, se sometió completamente sin ningún tipo de coacción, quedando su actitud reflejada en el "Hágase en mí según tu palabra".
4.- Nuevo. La novedad en el Corazón de María le viene dada por la gracia merecida por Cristo que hace que seamos una nueva criatura, pasando por la gracia a ser hijos de Dios.
5.- Humilde. María fue la mejor discípula que tuvo Cristo, quien nos diría "Aprended de Mí que soy manso y humilde de Corazón" (Mt. 11, 29), ya antes Ella había confesado públicamente que Dios se había fijado "en la humildad de su esclava" (Lc. 1, 48); esta virtud no sólo no era obstáculo, sino condición necesaria para no estorbar la acción divina.
6.- Sencillo. Sin doblez, sin trastera, lleno del Espíritu de Verdad. Toda persona grande tiene un corazón sencillo.
Jesús daba gracias al Padre, porque "las cosas del Reino se las había revelado a la gente sencilla". Quién como María las entendió?.
7.- Limpio. Jesús en las Bienaventuranzas había anunciado que "los limpios de corazón verán a Dios" (Mt. 5, 8). Nadie aventajará en esto a María.
8.- Firme. María no supo decir no al Señor, siempre le dijo sí, y lo mantuvo constantemente, no sólo en los momentos agradables, sino también en las pruebas duras por las que pasó, desde la profecía de Simeón a los pocos días del nacimiento de su Hijo (Lc. 2, 35): "A ti una espada te traspasará el corazón", hasta el momento de la pasión y muerte (Jn. 19, 25): "Estaban junto a la cruz de Jesús su Madre..."
9.- Dispuesto. María ha acoplado su voluntad a la de Dios, se ajustan perfectamente, no chirrían nada. Proclama esta total disponibilidad al llamarse "la esclava del Señor" (Lc. 1, 38).
.- Los textos litúrgicos nos ponen unos cuantos adjetivos, que son cualidades, que nos ayudan a descubrir cómo es el Corazón de María, en él florecen todas las virtudes, porque tiene un gran amor, un gran corazón.