domingo, 23 de febrero de 2014

LAS PERLAS QUE LE DAMOS A DIOS

Autor: P. Dennis Doren LC | Fuente: Catholic.net
Las perlas que le damos a Dios
Sembrando Esperanza II. Vivimos en un mundo de apariencias, en donde no importa lo que sea, lo importante es que brille.
 
Las perlas que le damos a Dios
No todo lo que brilla es oro. Vivimos en un mundo de apariencias, en donde no importa lo que sea, lo importante es que brille; sea cantante, actor, cosa, marca de ropa o de tenis. Por fuera muy "nice", pero por dentro quién sabe. No importa que no sea Nike, lo importante es que diga nike, así hacemos la finta que llevamos unos tenis de marca, de renombre mundial. En el fondo sabemos que es una marca "patito", pero no importa, aquí lo que vale es que todos crean que es de marca, incluso, hasta yo me la creo.

Todos conocemos a la urraca, ella tiene la manía de agarrar todo lo que brilla y llevárselo a su nido. En poco tiempo tiene muchas cosas que brillan pero sin ningún valor, así nos puede pasar a nosotros. Basta ver nuestras habitaciones y nos daremos cuenta que nos parecemos a esta ave, vamos guardando cosas sin necesidad y sin valor, tenemos muchas cosas que sobran, tenemos que cuidarnos, pues no todo lo que brilla es oro...

Qué peligro es el vivir de apariencias, aparentar que somos perlas de verdad y que las poseemos y, en el fondo, no ser y no tener mas que una perla falsa.

Tu peso y tu valor son tus convicciones, principios y metas. Dios nos ha prometido la VIDA ETERNA, la meta última de nuestra vida, esa es la verdadera vida, la que vale...

Daniela era una linda niña de cinco años, de ojos relucientes. Un día, mientras visitaba una tienda con su mamá, Daniela vio un collar de perlas de plástico que costaba 100 pesos. "¡Cuánto deseo poseerlo!" –dijo Daniela-. Preguntó a su mamá si se lo compraría, su mamá le dijo: "Hagamos un trato, yo te compraré el collar y cuando lleguemos a casa haremos una lista de tareas que podrás realizar para pagar el collar, y no te olvides que para tu cumpleaños es muy posible que tu abuelita te regale unos 50 pesos, ¿está bien?" Daniela estuvo de acuerdo y su mamá compró el collar de perlas.

Daniela trabajó con tesón todos los días para cumplir con sus tareas, y tal como su mamá le mencionara, su abuelita le regaló un dólar para su cumpleaños. En poco tiempo, Daniela canceló su deuda.

Daniela amaba sus perlas, las llevaba puestas a todas partes. El único momento que no las usaba era cuando se bañaba, su mamá le había dicho que las perlas con el agua ¡le pintarían el cuello de verde!

Daniela tenía un padre que la quería muchísimo. Cuando Daniela iba a su cama, él se levantaba de su sillón para leerle su cuento preferido. Una noche, cuando terminó el cuento, le dijo: "Daniela, ¿tú me quieres?", "¡Oh si papá, tú sabes que te quiero!" –respondió Daniela-. "Entonces, regálame tus perlas". "¡Oh papá, no mis perlas!" -dijo Daniela- "pero te doy a Rosita, mi muñeca favorita, ¿la recuerdas? tú me la regalaste el año pasado para mi cumpleaños y te doy su ajuar también, ¿está bien papá? ". "Oh no hijita, no importa" –dijo su padre-.

Una semana después, nuevamente su papá le preguntó al terminar el cuento: "Daniela, ¿tú me quieres?", "¡Oh si papá, tú sabes que te quiero!", "regálame tus perlas" –dijo su padre-. "¡Oh, papá, no mis perlas!, pero te doy a Lazos, mi caballo de juguete, ¿lo recuerdas? es mi favorito, su pelo es tan suave y tú puedes jugar con él y hacerle trencitas.

"Tú puedes tenerlo si quieres papá". "Oh no hijita", le dijo su papá dándole un beso en la mejilla, "Dios te bendiga, felices sueños".

Algunos días después, cuando el papá de Daniela entró a su dormitorio para leerle un cuento, Daniela estaba sentada en su cama y le temblaban los labios, "toma papá" -dijo-, y estiró su mano. La abrió, y en su interior estaba su querido collar, el cual entregó a su padre. Con una mano él tomo las perlas de plástico y, con la otra, extrajo de su bolsillo una cajita de terciopelo azul. Dentro de la cajita había unas hermosas perlas genuinas. Él las había tenido todo este tiempo esperando que Daniela renunciara a la baratija para poder darle la pieza de valor.

Aprovecha para hacer un pequeño inventario no solo de las cosas falsas que tienes en el cuarto sino, sobre todo, de tus actitudes y comportamientos que muchas veces son artificiales y que Dios espera que los dejes, para que Él te pueda dar lo que es verdaderamente valioso.

Vivimos en un mundo con mucha superficialidad que nos ofrece gato por liebre; no seamos ingenuos, vayamos a las perlas auténticas, a los tesoros que sí valen, estos están dentro de tu corazón y es Dios quien te los da, ¿de qué le vale al hombre ganar el mundo si pierde su alma?... El cielo es la gran perla...




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  • P. Dennis Doren LC 

    SUPLICAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


    SUPLICAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN

    Dame tus ojos, Madre, para saber mirar;
    si miro con tus ojos jamás podré pecar.


    Dame tus labios, Madre para poder rezar,
    si rezo con tus labios Jesús me escuchara.


    Dame tu lengua, Madre, para ir a comulgar,
    es tu lengua, paterna de gracia y santidad.


    Dame tus labios, Madre, que quiero trabajar,
    entonces mi trabajo valdrá una eternidad.


    Dame tu manto, Madre, que cubra mi maldad,
    cubriendo con tu manto al cielo he de llegar.


    Dame tu cielo, Oh Madre, para poder gozar,
    si tu me das Cielo, que mas puedo anhelar?.


    Dame Jesús, Oh Madre, para poder amar,
    esta será mi dicha por una eternidad. 

    ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA MADRE DE LA EUCARISTÍA


    Oración a María Madre de la Eucaristía

    Ave María, dulce Madre de la Eucaristía.
    Con dolor y mucho amor, nos has dado
    a tu Hijo Jesús mientras pendía de la Cruz.
    Nosotros, débiles creaturas, nos aferramos a Ti
    para ser hijos dignos de este
    gran AMOR y DOLOR.
    Ayúdanos a ser humildes y sencillos,
    ayúdanos a amar a todos los hombres,
    ayúdanos a vivir en la gracia
    estando siempre listos para recibir
    a Jesús en nuestro corazón.
    Oh María, Madre de la Eucaristía,
    nosotros, por cuenta propia, no podremos comprender
    este gran misterio de amor.
    Que obtengamos la luz del Espíritu Santo,
    para que así podamos comprender
    aunque sea por un solo instante,
    todo el infinito amor de tu Jesús
    que se entrega a Sí mismo por nosotros.
    AMEN.

    ORACIÓN AL BEATO JUAN PABLO II


    BEATO JUAN PABLO II

    ¡Hermanos y hermanas! ¡No tengáis miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad! ¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo! ... ¡No tengáis miedo! Cristo conoce «lo que hay dentro del hombre». ¡Sólo El lo conoce! (22-10-1978)

    ORACIÓN PARA IMPLORAR FAVORES
    POR INTERCESIÓN DEL BEATO JUAN PABLO II

    Oh Dios Padre Misericordioso, que por mediación de Jesucristo, nuestro Redentor, y de su Madre, la Bienaventurada Virgen María, y la acción del Espíritu Santo, concediste al Beato Juan Pablo II, la gracia de ser Pastor ejemplar en el servicio de la Iglesia peregrina, de los hijos e hijas de la Iglesia y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, haz que yo sepa también responder con fidelidad a las exigencias de la vocación cristiana, convirtiendo todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte y de servir al Reino de Jesucristo. Te ruego que te dignes glorificar al Beato Juan Pablo II y que me concedas por su intercesión el favor que te pido... (pídase)

    A Ti, Padre Omnipotente, origen del cosmos y del hombre, por Cristo, el que vive, Señor del tiempo y de la historia, en el Espíritu Santo que santifica el universo, alabanza, honor y gloria ahora y por los siglos de los siglos. Amén

    Padrenuestro,Avemaría,Gloria.

    viernes, 21 de febrero de 2014

    SEMILLAS DEL ÉXITO



    Semillas del éxito


    * Dios, te doy gracias por este día. Sé que aun no he logrado todo lo que esperas de mi y si esa es la razón por la cual me bañas en el fresco rocío de otro amanecer. Me siento muy agradecido.

    * Estoy preparado, al fin, a hacer que te sientas orgulloso de mi.

    * Me olvidaré del día de ayer, con todas sus pruebas y tribulaciones, con todos sus agravios y sus frustraciones. El pasado ya es un sueño del cual no puedo recuperar ni una sola palabra ni borrar ningún acto imprudente.

    * Sin embargo, tomaré la decisión de que si el día de ayer lastime a alguien a través de mi imprudencia o mi irreflexión, no dejaré que el día de hoy el sol se ponga sin rectificar y nada de lo que haga en este día tendrá mayor importancia.

    * No me preocuparé por el futuro. Mi éxito y mi felicidad no depende de que me esfuerce en adivinar lo que acecha débilmente en el horizonte, sino en hacer, el día de hoy, lo que claramente tengo al alcance de la mano.

    * Atesoraré este día, puesto que es todo lo que tengo. Se bien que sus horas que se deslizan apresuradamente no pueden acumularse ni almacenarse como un valioso grano, para su uso futuro.

    * Viviré como lo hacen todos los buenos actores cuando estén en escena... solo el momento. No puedo desempeñarme al máximo este día lamentando los errores de mis actos previos, ni preocupándome por la próxima escena.


    * Abordaré las tareas difíciles este día, me quitaré el saco y levantaré el polvo en el mundo. Recordaré que mientras mas ocupado este, menos probabilidades tendré de sufrir, mas apetitosos serán mis alimentos, mas dulce mi sueno y mas satisfecha me sentiré con mi lugar en el mundo.


    * El día de hoy me libertaré de la esclavitud del reloj y del calendario. Aún cuando planearé este día con objeto de cuidar de mis pasos y de mis energías, empezaré a medir mi vida en hechos, no en años; en pensamientos, no en estaciones; en sentimientos, no en los números sobre un cuadrante.

    * Estaré consciente de lo poco que se necesita para hacer de este un día feliz. Jamás buscaré la felicidad, porque la felicidad no es una meta, es solo un producto secundario y no hay felicidad en tener o recibir, solo en dar.

    * No huiré de ningún peligro con el cual pueda tropezar el día de hoy, porque estoy segura de que no me sucederá nada de lo que no este equipada para manejar con tu ayuda. Así como toda gema se pule por medio de la fricción, estoy segura de que yo seré mas valiosa a través de las adversidades de este día y si tu me cierras una puerta, siempre me abres otra.

    * Viviré este día como si fuese Navidad. Seré un repartidor de dones y les daré a mis enemigos el don del perdón; a mis oponentes, el de la tolerancia; a mis amigos, el de una sonrisa; a mis hijos, el de un buen ejemplo; y a todos esos regalos irán envueltos en un amor incondicional.

    * No desperdiciaré ni siquiera un preciado segundo del día de hoy con sentimientos de cólera, de odio, de celos o de egoísmo. Sé que las semillas que siembro son las que cosecharé, porque cada acción, buena o mala, siempre va seguida de una reacción igual. El día de hoy solo sembraré las buenas semillas.

    * Trataré el día de hoy como si fuese un inapreciable violín. Una persona puede sacarle notas armoniosas y otra, notas discordantes y, no obstante nadie puede culpar al instrumento. La vida es la misma y si la toco correctamente, producirá belleza, pero si la toco con ignorancia, producirá fealdad.

    * Me condicionaré a mi mismo para considerar todos los problemas con los cuales tropiece el día de hoy como si no fuesen otra cosa que un guijarro en mi zapato. Recuerdo el dolor, tan severo que apenas podía caminar y recuerdo mi sorpresa cuando al quitarme el zapato encontré solo un grano de arena.

    * Trabajaré con el conocimiento de que nunca se ha logrado nada grande sin entusiasmo. Para hacer cualquier cosa digna de hacerse, no debo retroceder tembloroso, pensando en el frío y en el peligro, sino saltar al frente con entusiasmo y salir adelante tan bien como me sea posible.

    * Me enfrentaré al mundo con las metas que me he fijado para el día de hoy, pero serán metas fáciles de alcanzar, no esa variedad tan vaga e imposible que declararan todos aquellos que han hecho una carrera del fracaso.

    * Me doy cuenta de que siempre me pones a prueba primero con un poco, para ver lo que haría con mucho.

    * Jamás ocultaré mis talentos. Si guardo silencio, seré olvidado, si no avanzo, retrocederé. Si el día de hoy me aparto de mi desafío, mi propia estimación quedará lastimada para siempre y si dejo de crecer, aun cuando sea un poco, me empequeñeceré. Rechazo la posición estacionaria porque siempre es el principio del fin.

    * Conservaré una sonrisa en mi rostro y en mi corazón, incluso si algo me duele el día de hoy. Se que el mundo es un espejo y que me devuelve el reflejo de mi propia alma. Ahora ya he comprendido el secreto de corregir la actitud de los demás, y es corregir mi propia actitud.

    * El día de hoy me alejaré de cualquier tentación que pudiese obligarme a faltar a mi palabra o a perder el respeto hacia mi misma.
    Estoy segura de que lo único que poseo mas valioso que mi vida es mi honor.

    * Durante este día trabajaré con todas mis fuerzas, satisfecha por saber que la vida no consiste en revolcarse en el pasado o en atisbar ansioso hacia el futuro. Me causa consternación contemplar el sinnúmero de dolorosos pasos mediante los cuales uno llega a una verdad tan antigua, tan obvia y que se expresa con tanta frecuencia. Cualquier cosa que me ofrezca, poco o mucho, mi vida es ahora.

    * Haré una pausa siempre que el día de hoy sienta lastima de mi mismo y recordaré que es el único día que tengo y que debo aprovecharlo al máximo.

    * Tal vez no logre reconocer lo que mi parte pueda significar en el gran todo, pero estoy aquí para jugarla y ahora es el momento de hacerlo.

    * Contaré este día como una vida separada.

    * Recordaré que todos aquellos que tienen menos cosas de que arrepentirse, son aquellos que aceptan cada momento tal y como se resenta y por todo lo que vale.


    ¡Este es mi día!
    Estas son mis semillas.

    PENSAMIENTOS MARIANOS 31



    PENSAMIENTOS MARIANOS

    Si ustedes desean asistir a la Sagrada Misa con devoción y obtener frutos, piensen en la Madre Dolorosa al pie del Calvario.
     San Pío de Pieltrecina

    Sin el Hijo de Dios, nada podría existir; sin el Hijo de María, nada podría ser redimido.
    San Anselmo

    Son inmensos los beneficios que recibe el pueblo cristiano por el Rosario. 
    SS. Urbano IV

    Tal es la voluntad de Dios, que quiso que todo lo tuviéramos por María. 
    San Bernardo

    ADORA Y CONFÍA


    Adora y Confía
    Autor: Padre Teilhard de Chardin


    No te inquietes por las dificultades de la vida,
    por sus altibajos, por sus decepciones,
    por su porvenir más o menos sombrío.
    Quiere lo que Dios quiere.

    Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
    el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo,
    acepta los designios de su providencia.

    Poco importa que te consideres un frustrado
    si Dios te considera plenamente realizado;
    a su gusto.
    Piérdete confiado ciegamente en ese Dios
    que te quiere para sí.
    Y que llegará hasta ti, aunque jamás le veas.

    Piensa que estás en sus manos,
    tanto más fuertemente cogido,
    cuanto más decaído y triste te encuentres.

    Vive feliz. Te lo suplico.
    Vive en paz.
    Que nada te altere.
    Que nada sea capaz de quitarte tu paz.
    Ni la fatiga psíquica. Ni tus fallos morales.
    Haz que brote, y conserva siempre sobre tu rostro
    una dulce sonrisa, reflejo de la que el Señor
    continuamente te dirige.

    Y en el fondo de tu alma coloca, antes que nada,
    como fuente de energía y criterio de verdad,
    todo aquello que te llene de la paz de Dios.

    Recuerda: 
    cuanto te reprima e inquiete es falso.
    Te lo aseguro en nombre de las leyes de la vida
    y de las promesas de Dios.
    Por eso, cuando te sientas 
    apesadumbrado,
    triste,
    adora y confía...

    TE PROMETO SEÑOR


    Te prometo Señor

    De ser tan fuerte que nada ni nadie pueda perturbar la paz de mi espíritu.

    De hablar de salud, progreso y felicidad a todos los que encuentre.

    De hacer sentir a mis amigos que hay algo grande en ellos.

    De ver todo por el lado noble y hermoso haciendo que mi optimismo sea sincero.

    De pensar sólo en lo mejor y esperar sólo lo mejor.

    De tener tanto entusiasmo por el éxito de los demás como por el mío propio.

    De olvidar los errores del pasado y luchar por las grandes realizaciones del futuro.

    De llevar todo el tiempo semblante alegre y tener siempre una sonrisa para todos.

    De emplear tanto tiempo en el mejoramiento que no tenga lugar de criticar a los demás.

    De ser grande para la pena, y noble en la presencia del dolor.

    LA VIRGEN DE FÁTIMA


    Fátima 
    Pedro Díaz-Landa


    13 de mayo... Allá en Cova de Iría,
    María, mensajera prodigiosa,
    se aparece cual Madre cariñosa
    a Francisco, a Jacinta y a Lucía…

    13 de octubre… Lluvia y Sol… Hervía
    de fe y temor la multitud ansiosa…
    Y el sol, de pronto, en danza luminosa,
    ígneas cabriolas en el cielo hacía.

    Fátima. Una mujer de sol vestida
    dará a Luzbel en pavorosa guerra
    con la Cruz áurea la mortal herida…

    Y un día, allá en la fiel Cova de Iría,
    ¡Jesús, feliz, recibirá la Tierra
    de las manos triunfales de María!

    BIENAVENTURANZAS DE LOS AMIGOS DICHOSOS


    Bienaventuranzas de los amigos dichosos

    Dichosos:

    Los que ponen su alegría en alegrar a otros, porque ellos experimentarán la alegría de Dios.

    Los que se hacen dignos de que sus amigos les confíen sus secretos, porque de ellos es el reino de los corazones.

    Los que alaban, los que colaboran, los que dan, los que entregan, porque con la misma medida que midieren serán medidos.

    Los que hacen favores a sus amigos, aún ahorrándoles la molestia de pedirlos; porque ellos conocerán que el gozo de dar es mayor que el de recibir.

    Los que siguen amando a sus amigos cuando los ven caídos en desgracia, más aún los que aportan su dinero, su tiempo y su bondad para que no caigan, porque ellos serán levantados en sus días.

    Los que aman a Jesucristo que amó incluso a los desconocidos, a los ingratos, a los molestos, porque ellos cumplen el mandato nuevo del Amor.

    Los que tienen hambre y sed de amor como quiere Cristo, porque ellos serán saciados con la amistad de la familia de Dios.

    Los que aman con corazón limpio, porque ellos verán a Dios.

    martes, 18 de febrero de 2014

    DIOS AMIGO DEL HOMBRE

    Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net
    Dios amigo del hombre.
    Nos llegan momentos difíciles que solo la compañía y la compresión de un buen amigo nos conforta, nos arropa y nos da la fuerza para seguir.
     
    Dios amigo del hombre.



    Con el recuerdo de lo que dice el poeta:

    Cuando al rozar las espinas del dolor y desencanto,/ el corazón duele tanto que brota sangre al latir… / y mueren las ilusiones por no tener un abrigo,/ ¡ qué dulce es un pecho amigo que entienda nuestro sufrir!” 

    Sabemos que siempre estaremos necesitados de esto porque la vida a veces nos hace llorar y sentirnos tristes y abrumados porque alguien nos lastimó o ciertas circunstancias nos obligaron a pasar por trances dolorosos la pérdida de un ser querido, la ausencia de un ser amado, la soledad , un mal momento económico, las enfermedades, un desamor, un sueño roto… en fin, nos llegan momentos tan difíciles que solo la compañía y la compresión de un buen amigo o amiga nos conforta, nos arropa y nos da la fuerza para seguir…

    Cuando podemos tener ese “regalo de amistad “medicinal” tan sincero y cálido debemos sentirnos privilegiados y lo somos pues nada en este mundo se puede comparar con la dicha de tener “ese amigo” que sabe de nuestro dolor , lo comparte y nos da valor para poder mirar a la vida de frente… ¡ ese amigo o amigos son invaluables !

    Pero el AMIGO, así con mayúsculas, es Jesús, el Hijo de Dios, el que se hizo hombre para poder conocer mejor nuestro corazón y darnos el apoyo y el amor que necesitamos siempre, pero más, en algunos momentos de nuestra vida.

    Jesús sabía que íbamos a sufrir y por eso se quedó en el Sagrario y por eso y en ese pedacito de pan está su Cuerpo, su Sangre y su Divinidad.

    ¡Amigo del hombre ! Pero más amigo, y sabe querer especialmente, a los que sufren, amigo de los enfermos, amigo de los jóvenes que batallan con arrojo para conservarse puros y limpios en este “mar” de sugestiones nocivas y tentaciones de pecado, amigo de los niños, de los que mueren de hambre, de los que están sin libertad a pesar de ser inocentes, de los que no tienen trabajo de los ancianos que viven en olvido y desamor…

    El es el AMIGO que nuca se cansa de esperar, que es fiel, que siempre escucha y que sabe perdonar y hasta disculpa cuando nos alejamos y nos olvidamos de El…. Y El seguirá esperando con el mismo cariño, con la misma ternura para abrazarnos y secar nuestras lágrimas al volver a Él, porque nada hay que se le pueda comparar ya que dando su vida en la cruz, sus brazos están abiertos para recibirnos y sabemos que no hay amor más grande que el que da su vida por un amigo. Es por eso que ÉL, es EL AMIGO MEJOR Y MÁS AMIGO QUE PODEMOS TENER.

    Termino ofreciéndoles estas palabras del P. Ignacio Larrañaga:

     Llegaste a mi humilde y discretamente, para ofrecerme tu amistad. Me elevaste a tu nivel, bajándote tu al mío, y deseando un trato familiar, pleno de abandono. Quieres que tu amistad sea fecunda y productiva, para mi mismo y para los demás. Dios amigo del hombre. Creador amigo de la creatura. Santo amigo del pecador. Eres el amigo ideal, que nunca falla en su fidelidad y nunca se rehúsa a sí mismo. Al ofrecimiento de tan magnífica amistad, quisiera corresponder como Tú lo esperas y mereces procediendo siempre como tu amigo. Amén”. 



  • Preguntas o comentarios al autor
  • Ma. Esther de Ariño
     

    SANTA BERNARDITA DE SOUBIROUS, VIDENTE DE LOURDES, 18 DE FEBRERO



    Autor: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net 
    Bernardita Soubirous, Santa
    Vidente de Lourdes, 18 de febrero


    Martirologio Romano: En Nevers, en Francia, santa María Bernarda Soubirous, virgen, la cual, nacida en Lourdes de una familia muy pobre, siendo aún niña asistió a las apariciones de la Inmaculada Santísima Virgen María, y después abrazó la vida religiosa y llevó una vida escondida y humilde. († 1879)

    El 11 de febrero, fiesta de la Santísima Virgen de Lourdes, nos recuerda las apariciones de la Virgen a una niña de 14 años que no sabía ni leer ni escribir, pero que rezaba todos los días el rosario, Bernardita Soubirous. Nació en Lourdes en 1844 de padres muy pobres. Por medio de ella la Virgen hizo surgir la prodigiosa fuente del milagro, a la cual acuden peregrinos de todo el mundo para reavivar su fe y su esperanza. Muchos regresan de Lourdes curados también en su cuerpo. La Virgen, durante la segunda aparición, le dijo: “No te prometo hacerte feliz en este mundo, pero sí en el otro”.

    A pesar de haber sido dócil instrumento para extener la devoción a la Inmaculada, Bernardita no se contaminó con la gloria humana. El día que el obispo de Lourdes, ante 50.000 peregrinos, colocó la estatua de la Virgen sobre la roca de Massabielle, Bernardita tuvo que permanecer en su celda, víctima de un ataque de asma. Y cuando el dolor físico se hacía más insoportable, suspiraba: “No, no busco alivio, sino sólo la fuerza y la paciencia”. Su breve existencia transcurrió en la humilde aceptación del sufrimiento físico como generosa respuesta a la invitación de la Inmaculada para pagar con la penitencia el rescate de tantas almas que viven prisioneras del mal.

    Mientras junto a la gruta de las apariciones se estaba construyendo un grande santuario para acoger a los numerosos peregrinos y enfermos en busca de alivio, Bernardita pareció desaparecer en la sombra. Pasó seis años en el instituto de Lourdes, de las Hermanas de la Caridad de Nevers, y en el que después fue admitida como novicia. Su entrada se demoró debido a su delicada salud. En la profesión tomó el nombre de Sor María Bernarda. Durante los quince años de vida conventual no conoció sino el privilegio del sufrimiento. Las mismas superioras la trataban con indiferencia, por un designio providencial que les impide a las almas elegidas la comprensión y a menudo hasta la benevolencia de las almas mediocres. Al principio fue enfermera dentro del convento, después sacristana, hasta cuando la enfermedad la obligó a permanecer en la cama, durante nueve años, siempre entre la vida y la muerte. 

    A quien la animaba le contestaba con la radiante sonrisa de los momentos de felicidad cuando estaba a la presencia de la blanca Señora de Lourdes: “María es tan bella que quienes la ven querrían morir para volver a verla”. Bernardita, la humilde pastorcita que pudo contemplar con sus propios ojos a la Virgen Inmaculada, murió el 16 de abril de 1879. 

    Fue beatificada el año 1935 y el Papa Pío XI la elevó al honor de los altares el 8 de diciembre de 1933. 

    NOTA: Tan sólo en Francia se la festeja el 18 de febrero, en el resto del mundo su fecha es el 16 de abril.

    lunes, 17 de febrero de 2014

    EL VALOR DE LA MUJER VIRTUOSA

    utor: Remedios Falaguera | Fuente: Catholic.net
    El valor de la mujer virtuosa
    Una mujer es como una bolsa de té, no sabes lo fuerte que es hasta que la metes en agua hirviendo. Eleanor Roosevelt.
     
    El valor de la mujer virtuosa
    El valor de la mujer virtuosa
    Haberlas, haylas

    Últimamente, y desgraciadamente, veo como muchas mujeres abandonan a sus maridos e hijos, por una mal entendida necesidad emocional que no ha sido cubierta durante los años de matrimonio.

    Es verdad que después de muchos años de matrimonio, y si no se han cuidado los pequeños detalles de cariño, gratitud y respeto día a día, se abren unas heridas que son difíciles de curar.

    Muchas de ellas se quejan de la falta de atención y reconocimiento, de frialdad en la comunicación, de ausencia de intereses comunes, de un aumento de críticas y quejas cruzadas, de tener que mendigar miguitas de amor…

    No soy quien para juzgar a nadie, pero comportarse como adolescentes tardíos para solucionar tus problemas, querer recuperar lo que no vivió durante años, eludir sus responsabilidades, malentender su “necesidad” de autonomía sin asumir responsabilidades considerando el compromiso como un obstáculo para su libertad, su negación a envejecer, exigir que los de alrededor satisfagan sus necesidades, culpar a los demás de todo lo que les sucede,… eso, obviamente, pasa factura.

    Tal vez, o no, es por lo que me gustaría recordar el texto de la “mujer virtuosa” que encontramos en el libro de Proverbios, capítulo 31.Todo un manual de conducta que enseña de manera maravillosa la contribución única que pueden hacer las mujeres a la vida como esposa, madre y ama de casa.

    Unos consejos “para llevar una vida feliz y provechosa (…) para que el hombre alcance la felicidad que discurre entre las actividades ordinarias de la vida humana” que no pierden vigencia y a los que nos podemos aferrar cuando los necesitemos. Dice así:

    Una mujer fuerte ¿quién la encontrara?
    Vale mucho más que las perlas.
    En ella confía el corazón de su marido,
    y no le faltará ganancia.
    Le procura bien y no mal
    todos los días de la vida.
    Busca lana y lino
    y trabaja con diligencia.
    Aplica sus manos a la rueca,
    sus palmas empuñan el huso.
    Abre su palma al indigente,
    y extiende su mano al pobre.
    Falaz es la gracia y vana la hermosura,
    la mujer que teme al Señor será alabada.
    Dadle el fruto de sus manos,
    y que sus obras la alaben en las puertas.

    Esta mujer admirable y perfecta, de gran rectitud moral y de extraordinaria calidad humana y espiritual, que sobresale de todas las demás y que sabe actuar correctamente en todos los momentos del día, es un ejemplo para muchas de nosotras que nos consideramos estar muy lejos de ser llamadas virtuosas. Pero haberlas haylas. Se las puede ver a diario entre nuestras amigas, hermanas y familiares. Día a día transforman a los que tienen alrededor con pequeños gestos heroicos. Y lo hacen con amor y por Amor

    “El autor no ha ido a buscar a la mujer fuerte a un trono, ni a un palacio suntuoso, ni en los consejos del rey, ni en medio de las asambleas humanas; va más bien a buscarla en la condición común y ordinaria en la cual Dios ha querido colocar a la mujer, es decir, en su misión de esposa, de madre, de ama de casa y hasta de señora de los campos, porque es solamente en esa condición sencilla y modesta en la que ella está llamada a mostrarse fuerte, lo que significa inteligente, activa, previsora, ordenada en todas las cosas, únicamente ocupada en la práctica de sus deberes y de la virtud...

    Las naciones paganas, que habían asignado a la esposa un grado subalterno y una misión casi obscura en la casa del esposo, jamás tuvieron para la mujer semejantes elogios”.

    De hecho, esto no ha hecho más que empezar. Aunque muchas de nosotras estemos lejos de ser la mujer perfecta, si ponemos a funcionar nuestra sensibilidad, nuestro servicio al otro, nuestra fidelidad, nuestra fortaleza y piedad, nuestra laboriosidad,…. Estoy segura que, poco a poco, contribuiremos a hacer más humana nuestra familia, nuestro trabajo, a la Iglesia, a la sociedad, y por supuesto, a nosotras mismas.

    Puesto que “la fuerza moral de la mujer, su fuerza espiritual, se une a la conciencia de que Dios le confía de un modo especial el hombre, es decir, el ser humano. Naturalmente, cada hombre es confiado por Dios a todos y cada uno. Sin embargo, esta entrega se refiere especialmente a la mujer —sobre todo en razón de su femineidad— y ello decide principalmente su vocación (…) La mujer es fuerte por la conciencia de esta entrega, es fuerte por el hecho de que Dios «le confía el hombre», siempre y en cualquier caso, incluso en las condiciones de discriminación social en la que pueda encontrarse. Esta conciencia y esta vocación fundamental hablan a la mujer de la dignidad que recibe de parte de Dios mismo, y todo ello la hace «fuerte» y la reafirma en su vocación. De este modo, la «mujer perfecta» (cf. Prov 31, 10) se convierte en un apoyo insustituible y en una fuente de fuerza espiritual para los demás, que perciben la gran energía de su espíritu. A estas «mujeres perfectas» deben mucho sus familias y, a veces, también las Naciones. 

    domingo, 16 de febrero de 2014

    EL SEÑOR ES MI PASTOR


    Salmo 22
    El Señor es mi pastor

    El Señor es mi Pastor, nada me falta:


    en verdes praderas me hace recostar;

    Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tu vas conmigo:  tu vara y tu cayado me sosiegan.

    Preparas una mesa ante mí,  enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.

    Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.

    me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.

    ASPIRACIONES AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

    Aspiraciones al Sagrado Corazón de Jesús

    Salve, Corazón de mi Jesús, sálvame.
    Salve, Corazón de mi Creador, perfeccioname.
    Salve, Corazón de mi Salvador, rescátame.
    Salve, Corazón de mi Juez, perdóname.
    Salve, Corazón de mi Padre, gobiérname.
    Salve, Corazón de mi Esposo, ámame.
    Salve, Corazón de mi Maestro, enséñame.
    Salve, Corazón de mi Rey, coróname.
    Salve, Corazón de mi Bienechor, enriquéceme.
    Salve, Corazón de mi Pastor, guárdame.
    Salve, Corazón de mi Hermano, acompáñame.
    Salve, Corazón todo Caridad, abrázame.

    ¡Oh Jesús, mi soberano bien!, yo te amo, no por el galardón prometido, sino puramente por amor de Ti, yo te amo sobre todo cuanto hay de amable y más que a mí mismo. A la faz del cielo y del a tierra protesto que, aunque para vivir amándote tenga que ser perseguido y debe hacer cara  a la muerte, ayudado por tu gracia repetiré siempre como San Pablo: no hay criatura alguna que sea capaz de apartarme de la caridad del Corazón de Nuestro Señor Jesucristo, a quien amo y quiero amar eternamente, amén.

    Sta. Margarita María de Alacoque.

    CURRÍCULUM VITAE DE DIOS

     Currículum Vitae de Dios

    DIOS
    «Nadie lo hace mejor»

    Omnipresente
    En todas partes; en todo lugar 00000
    Teléfono: (777) JEREMIAS 33:3
    A quien corresponda:

    He sabido que busca un director para su vida. Me interesa ese puesto.

    Soy el más capacitado de los candidatos al puesto de gerente de la vida. Es más, soy el único que se ha desempeñado en dicha labor con éxito.

    Fui el primer gerente de seres humanos. No solo eso: Yo mismo los creé. Por tanto, es natural que sepa cómo funcionan y qué necesitan para operar con la máxima eficiencia y nivel de felicidad. Sería como tener de mecánico personal al fabricante del automóvil que se conduce.

    Si es la primera vez que toma en consideración los servicios del que suscribe, le explico que Mi salario ya está pagado por la sangre que derramó Mi Hijo Jesús en la cruz. Lo que le pido es que reconozca que fue suficiente para pagar todos sus pecados y su independencia de Mí.

    Lo siguiente que le solicito es permiso para arreglar lo que esté mal en su vida, a fin de que disfrute plenamente de la existencia que le he dado. Cuente con grandes transformaciones. Pero no tiene de qué preocuparse. Me encargaré de efectuar los cambios necesarios, a Mi manera y en el momento en que lo juzgue más conveniente, sin costo adicional. La otra buena noticia es que le infundiré deseos diferentes y le daré valor y voluntad para efectuar los cambios pertinentes, que no serán sino mejoras.

    Sírvase no intervenir. No intente ayudarme ni se me oponga. Lo único que necesito es su plena entrega y colaboración. Con ellas, no habrá problemas ni demoras. No quedará decepcionado.

    Atentamente,

    DIOS
    P.D.: Si necesita ver Mis referencias, tenga la voluntad de observar los cielos y la tierra que creé.

    El mejor gerente es el que explica por qué desempeña una labor excelente.

    ACTO DE SOBERBIA


    Acto de soberbia
    (Parábolas para meditar)

    Un día el viejo león se despertó y conforme se desperezaba se dijo que no recordaba haberse sentido tan bien en su vida.

    El león se sentía tan lleno de vida, tan saludable y fuerte que pensó que no habría en el mundo nada que lo pudiese vencer. Con este sentimento de grandeza, se encaminó hacia la selva, allí se encontró con una víbora a la que paró para preguntarle.

    "Dime, víbora, quien es el rey de la selva? le preguntó el leon.

    'Tu, por supuesto' le respondió la víbora, alejándose del leon a toda marcha.

    El siguiente animal que se encontró fue un cocodrilo, que estaba adormecido cerca de una charca.

    El león se acercó y le preguntó'Cocodrilo, dime ¿quien es el rey de la selva?'
    '¿por qué me lo preguntas? le dijo el cocodrilo, si sabes que eres tu el rey de la selva'

    Así continuó toda la mañana, a cuanto animal le preguntaba todos le respondían que el rey de la selva era el.

    Pero, hete ahí que de pronto, le salió al paso un elefante.

    Dime elefante, le preguntó el león ensoberbecido ¿sabes quién es el rey de la selva?'

    Por toda respuesta, el elefante enroscó al león con su trompa levantándolo cual si fuera una pelota, lo tiraba al aire y lo volvía a recoger...hasta que lo arrojó al suelo poniendo sobre el magullado y dolorido león su inmensa pata.

    'Muy bien, basta ya, lo entiendo' atinó a farfullar el dolorido león. 'pero no hay necesidad de que te enfurezcas tanto, porque no sepas la respuesta.

    JESÚS ES NUESTRO ALIMENTO

    Autor: José de Jesús González | Fuente: Catholic.net
    Jesús es nuestro alimento
    Marcos 8, 1-10. Tiempo ordinario. Cristo, Pan de Vida, es el alimento de nuestras almas. La Eucaristía es fuente inagotable de la gracia.
     
    Jesús es nuestro alimento
    Del santo Evangelio según san Marcos 8, 1-10

    Por aquellos días, habiendo de nuevo mucha gente y no teniendo qué comer, llama Jesús a sus discípulos y les dice: «Siento compasión de esta gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Si los despido en ayunas a sus casas, desfallecerán en el camino, y algunos de ellos han venido de lejos». Sus discípulos le respondieron: «¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto?» El les preguntaba: «¿Cuántos panes tenéis?» Ellos le respondieron: «Siete». Entonces él mandó a la gente acomodarse sobre la tierra y, tomando los siete panes y dando gracias, los partió e iba dándolos a sus discípulos para que los sirvieran, y ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos pocos pececillos. Y, pronunciando la bendición sobre ellos, mandó que también los sirvieran. Comieron y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes siete espuertas. Fueron unos cuatro mil; y Jesús los despidió. Subió a continuación a la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanutá.

    Oración introductoria

    Señor Jesús aumenta mi fe, esperanza y caridad. Derrama con abundancia tu gracia sobre mi alma tan necesitada del verdadero alimento de la vida. Te ofrezco esta meditación por todos los cristianos, especialmente por aquellos que no tienen la posibilidad y las disposiciones habituales para recibirte en comunión. Abre nuestros corazones para acoger tu gracia con fervor y constancia, para cumplir tu voluntad en nuestra vida y alcanzar la salvación.

    Petición

    Señor, que comprenda un poco más el Don de ti mismo en el Pan Eucarístico. Que en esta meditación aprenda a valorar y agradecer el amor infinito que me tienes al hacerte tan accesible y cercano. Concédeme la gracia de purificar constantemente mi alma para recibir atenta y fervorosamente la comunión.

    Meditación del Papa Francisco

    Deseo alentar los esfuerzos que la sociedad brasileña está haciendo para integrar todas las partes de su cuerpo, incluidas las que más sufren o están necesitadas, a través de la lucha contra el hambre y la miseria. Ningún esfuerzo de “pacificación” será duradero, ni habrá armonía y felicidad para una sociedad que ignora, que margina y abandona en la periferia una parte de sí misma.
    Una sociedad así, simplemente se empobrece a sí misma; más aún, pierde algo que es esencial para ella. No dejemos, no dejemos entrar en nuestro corazón la cultura del descarte. No dejemos entrar en nuestro corazón la cultura del descarte, porque somos hermanos. No hay que descartar a nadie. Recordémoslo siempre: sólo cuando se es capaz de compartir, llega la verdadera riqueza; todo lo que se comparte se multiplica. Pensemos en la multiplicación de los panes de Jesús. La medida de la grandeza de una sociedad está determinada por la forma en que trata a quien está más necesitado, a quien no tiene más que su pobreza. (S.S. Francisco, 25 de julio de 2013).

    Reflexión

    Cristo, Pan de Vida, es el alimento de nuestras almas. La Eucaristía es fuente inagotable de la Gracia. Es fuerza fecunda y renovadora de la vida sobrenatural. El alimento eucarístico es el viático dispensador de la fuerza espiritual en el peregrinar por la vida. Cristo quiere ser nuestro alimento, conoce nuestra hambre y sed de eternidad. Cristo quiere ser medicina de inmortalidad en las enfermedades que hacen sucumbir nuestra alma. Cada comunión, cada encuentro con Cristo Sacramentado es un momento que abre nuestras almas a la contemplación y nos dispone a la posesión del cielo. Que nuestra vida cotidiana esté siempre acompañada con su gracia salvadora. Que la grandeza del misterio eucarístico nos ayude a disponer nuestra alma al encuentro definitivo y pleno con Dios.

    Propósito

    Renovar la conciencia del Don Eucarístico y disponer nuestro corazón a la recepción fervorosa de la Eucaristía.

    Diálogo con Cristo

    ¡Jesús, qué alegría saber que eres mi alimento, mi medicina, mi sostén! Gracias por concederme la gracia de estar tan cerca de tu amor. Concédeme acercarme siempre a Ti con la fe y la sencillez del niño que todo lo espera de su padre. Que mi amor a tu amistad vaya siempre en aumento y el deseo de poseerte eternamente sea mi única ilusión.


    Descubrir el rostro de Cristo supone la fe; una fe abierta con sencillez y confianza a Cristo –a su Persona, Palabra y Obra–; una fe alimentada en la Eucaristía, el Evangelio y la contemplación de los misterios de su vida.




  • Preguntas o comentarios al autor
  • José de Jesús González 

    ORACIÓN DE JUAN PABLO II A LA VIRGEN MARÍA


    ORACIÓN DE JUAN PABLO II A LA VIRGEN MARÍA

    Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte Amén.

    Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Vos. Ésta es la oración que tú inspiraste, oh María, a santa Catalina Labouré, y esta invocación, grabada en la medalla la llevan y pronuncian ahora muchos fieles por el mundo entero. ¡Bendita tú entre todas las mujeres! ¡Bienaventurada tú que has creído! ¡El Poderoso ha hecho maravillas en ti! ¡La maravilla de tu maternidad divina! Y con vistas a ésta, ¡la maravilla de tu Inmaculada Concepción! ¡La maravilla de tu fiat! ¡Has sido asociada tan íntimamente a toda la obra de nuestra redención, has sido asociada a la cruz de nuestro Salvador!

    Tu corazón fue traspasado junto con su Corazón. Y ahora, en la gloria de tu Hijo, no cesas de interceder por nosotros, pobres pecadores. Velas sobre la Iglesia de la que eres Madre. Velas sobre cada uno de tus hijos. Obtienes de Dios para nosotros todas esas gracias que simbolizan los rayos de luz que irradian de tus manos abiertas. Con la única condición de que nos atrevemos a pedírtelas, de que nos acerquemos a ti con la confianza, osadía y sencillez de un niño. Y precisamente así nos encaminas sin cesar a tu Divino Hijo.

    Te consagramos nuestras fuerzas y disponibilidad para estar al servicio del designio de salvación actuado por tu Hijo. Te pedimos que por medio del Espíritu Santo la fe se arraigue y consolide en todo el pueblo cristiano, que la comunión supere todos los gérmenes de división que la esperanza cobre nueva vida en los que están desalentados. Te pedimos por los que padecen pruebas particulares, físicas o morales, por los que están tentados de infidelidad, por los que son zarandeados por la duda de un clima de incredulidad, y también por los que padecen persecución a causa de su fe.

    Te confiamos el apostolado de los laicos, el ministerio de los sacerdotes, el testimonio de las religiosas.

    Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

    viernes, 14 de febrero de 2014

    CRISTO EN LA CRUZ PONE TODO POR NOSOTROS



    Autor: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net
    Cristo en la cruz pone todo por nosotros
    Miércoles quinta semana de Cuaresma. La cruz de Cristo se convierte en punto de partida para nosotros.


    Dn 3, 14-20.91-92.95
    Jn 8, 31-42

    Durante toda la Cuaresma la Iglesia nos ha ido preparando para encontrarnos con el misterio de la Pascua, que es el juicio que Dios hace del mundo, el juicio con el cual Dios señala el bien y el mal del mundo. La Pascua no es solamente el final de la pasión; la Pascua es la proclamación de Cristo como juez del universo. Un juez que, por ser juez del universo, pone a sus pies a todos: sus amigos, que pueden ser los que le han servido; y a sus enemigos, que pueden ser los que no le han servido.

    El juicio que Dios hace del hombre dependerá de cómo el hombre se ha comportado con Cristo. Ser conscientes de esto es, al mismo tiempo, dejar entrar en nuestro corazón la pregunta de cuál es la opción fundamental de nuestras vidas.

    Escuchábamos en la narración del Libro de Daniel, que los tres jóvenes son salvados del horno del fuego ardiente por el ángel del Señor. Yo creo que lo fundamental de esta narración es la reflexión final: “Bendito sea el Dios de Sadrak, Mesak y Abed Negó, que ha enviado a su ángel para librar a sus siervos que, confiando en él, desobedecieron la orden del rey y expusieron su vida antes que servir y a adorar a un dios extraño”.

    Éste es el punto más importante: el ser capaz de juzgar nuestra vida de tal forma que nuestros actos se vean discriminados según nuestra opción por Dios. O sea, Dios como criterio primero, y no al revés. Que nuestra forma de afrontar la vida, nuestra forma de pensar, de juzgar a las personas, de entender los acontecimientos, no se vean discriminadas por «lo que a mí me parecería» , es decir, por un criterio subjetivo.

    Esta situación debe ser para todos nosotros punto de examen de conciencia, sobre todo de cara a la Pascua del Señor, para ver si efectivamente nuestra vida está decidida por Dios. La cruz se convierte así, para cada uno de nosotros, en el punto de juicio, el punto al cual todos tenemos que llegar para ver si mi vida está o no decidida por Cristo nuestro Señor.

    Cristo en la cruz apuesta todo por nosotros. Cristo en la cruz pone todo por nosotros. Cristo en la cruz se entrega totalmente a nosotros. La cruz de Cristo se convierte en punto de juicio para nosotros: Si Él nos ha dado tanto, ¿nosotros qué damos? Si Él ha sido tanto para nosotros, ¿nosotros qué somos para Él? Si Él ha vivido de esa manera con nosotros y para nosotros, ¿nosotros cómo vivimos para Él?

    Jesús, en el Evangelio, pide a los judíos que le escuchaban que examinen quién es su Padre. Ellos le dicen: “Nosotros tenemos por padre a Dios”. Pero Jesús les contesta que no es verdad, porque les dice: “Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino que él me ha enviado”.

    Cuando nuestra vida choca con la cruz, cuando nuestra vida choca con los criterios cristianos, tenemos que preguntarnos: ¿Quién es mi padre?; no ¿cuál es mi título?; no ¿cuál es la etiqueta que yo traigo puesta en mi vida? ¿Cuál es el fruto que da en mi vida la opción por Cristo? ¿Qué es lo que realmente brota en mi vida de mi opción por Cristo? Porque ése es verdaderamente el origen de mi existencia.

    Jesús dice a los de su época que ellos no son los hijos de Abraham; porque el fruto de Abraham sería una opción definitiva por Dios, hasta el punto de ser capaz de arriesgar el propio interior, el propio juicio para seguir a Dios. Recordemos que Abraham puso, incluso lo ilógico de la orden de Dios de matar a su propio hijo, para obedecer a Dios.

    Cristo y su cruz se convierten en un reclamo para cada uno de nosotros: ¿quién eres Tú? El misterio Pascual es para todos nosotros una llamada. No me puedo quedar nada más en los ritos exteriores. ¿Cuál es la obra que me está diciendo a mí si opto por Cristo o no? Mi comportamiento cristiano, mi compromiso cristiano, mi opción definitiva por Jesucristo es donde puedo ver quién es verdaderamente mi Padre, allí es donde sé quién es auténticamente el Señor de mi vida.

    Cuando los judíos le responden a Jesús: “Nosotros no somos hijos de prostitución, no tenemos más padre que Dios”, están tocando un tema muy típico de toda la Escritura: la relación con Dios. El pueblo de Dios como un pueblo amado, un pueblo fiel, un pueblo esposo de Dios. Por eso dicen: “no somos hijos de prostitución, no somos hijos de adulterio, somos hijos genuinos de Dios”.

    Pero Cristo les responde: “Si Dios fuera su Padre me amarían a mí[...]”. Si realmente fuesen un pueblo esposo de Dios, me amarían a mí. Si realmente fuesen un pueblo fiel a Dios, un pueblo que nace del amor esponsal a Dios, amarían a Cristo.

    Podría ser que en nuestra alma hubiese algunos campos en los que todavía Cristo nuestro Señor no es el vencedor victorioso, no es el esposo fiel. ¿No podría haber campos en nuestra vida, rasgos en nuestra alma, en los que por egoísmo, por falta de generosidad, por pereza, por frialdad, nuestra alma todavía no corriese al ritmo de Dios, no estuviese alimentándose de la vida de Dios, no estuviese nutriéndose de la opción fundamental, definitiva, única, exclusiva por Dios nuestro Señor?

    La Semana Santa es un período de reflexión muy importante. Un período que nos va a mostrar a un Cristo que se ofrece a nosotros; un Cristo que se hace obediente por nosotros; un Cristo que es la garantía del amor esponsal de Dios por su pueblo. Un Cristo que reclama de cada uno de nosotros el amor fiel, el amor de don total del corazón hecho obras, manifestado en un comportamiento realmente cristiano. El misterio pascual es la raya que define si soy alguien que vive de Dios, o soy alguien que vive de sí mismo.

    Jesucristo, en la Eucaristía, viene a redimirnos de esto. Jesucristo quiere darnos la Eucaristía para que de nuevo en esa unión íntima del Creador, del Señor, del Redentor con el alma cristiana, se produzca la opción fuerte, definitiva, amorosa por Dios.

    Pidámosle que esta opción llegue a iluminar todos los campos de nuestra vida. Que ilumine nuestro interior, que ilumine nuestra alma, que ilumine también nuestra vida social, nuestra vida familiar, y, sobre todo, que ilumine nuestra libertad para que optemos definitivamente, sin ninguna cadena, por aquello que únicamente nos hace libres: el amor de Dios.
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