jueves, 31 de enero de 2019

UN RATITO CON SAN JOSÉ: JOSÉ, VARÓN JUSTO


UN RATITO CON SAN JOSÉ
José, varón justo



Un comunista llamado Lenin le dice a otro:"Camarada, compremos una vaca y apliquemos en ella el comunismo, te encargo que la alimentes, luego hablamos". Pasaron unos meses y solo Lenin se aprovechaba de la leche. Ante ello, el otro reclamó. Pero Lenin le dijo: "camarada, de qué te quejas, te dije que íbamos a aplicar el comunismo con la vaquita. Hemos partido la vaca en dos, a ti te tocade la boca a la mitad del estomago. Por tanto, tú debes de darle de comer. Y a mí me toca de la mitada del estómago de la vaca hasta la cola, por tanto, yo recojo la leche". 

El comunismo no trajo justicia, solo ocasión violencia y odio de clases. Pero tampoco el capitalismo es la solución pues no se personas con deberes y derechos sino solo medios para obtener abundante dinero. El refrán del capitalismo liberal es: "con la plata baila el mono". En cambio la verdadera justicia viene de Dios.

El justo

Cuando nosotros leemos la Biblia podemos percibir que el calificativo "justo" se aplica a quien tiene una relación correcta con Dios. Así, por ejemplo, son considerados justos varios personajes del Antiguo Testamento como Noé, Abraham, Job, entre otros.

Al justo se le aplican estas palabras del Salmo 1: "!Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en el banco de los burlones se sienta, mas se complace en la ley de Yahveh, su ley susurra día y noche!" (Sal 1,1-2).

Y en el Nuevo Testamento, destaca la figura de San José como el "varón justo" (Mt 1,19). Con esta denominación, ya tenemos una idea sobre la vida de San José. En efecto, este santo varón llevó una vida honesta pues su relación con Dios era correcta y, por eso, es llamado justo.


P. Carlos Rosell De Almeida

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 31 ENERO 2019



Lecturas de hoy Jueves de la 3ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, jueves, 31 de enero de 2019



Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (10,19-25):

Teniendo entrada libre al santuario, en virtud de la sangre de Jesús, contando con el camino nuevo y vivo que él ha inaugurado para nosotros a través de la cortina, o sea, de su carne, y teniendo un gran sacerdote al frente de la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero y llenos de fe, con el corazón purificado de mala conciencia y con el cuerpo lavado en agua pura. Mantengámonos firmes en la esperanza que profesamos, porque es fiel quien hizo la promesa; fijémonos los unos en los otros, para estimularnos a la caridad y a las buenas obras. No desertéis de las asambleas, como algunos tienen por costumbre, sino animaos tanto más cuanto más cercano veis el Día. 

Palabra de Dios


Salmo
Sal 23,1-2.3-4ab.5-6

R/. Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor

Del Señor es la tierra y cuanto la llena, 
el orbe y todos sus habitantes: 
él la fundó sobre los mares, 
él la afianzó sobre los ríos. R/. 

¿Quién puede subir al monte del Señor? 
¿Quién puede estar en el recinto sacro? 
El hombre de manos inocentes y puro corazón, 
que no confía en los ídolos. R/. 

Ése recibirá la bendición del Señor, 
le hará justicia el Dios de salvación. 
Éste es el grupo que busca al Señor, 
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (4,21-25):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: «¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.» 
Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.»

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy jueves, 31 de enero de 2019
Luis Manuel Suarez, cmf


Queridos amigos:

La luz es para que ilumine. Las cosas buenas merecen ser conocidas. Lo que ayuda a la vida necesita hacerse accesible.

Así fue y así es la vida de Jesús. En su tiempo, se mostró a las personas. Recorriendo calles, aldeas y ciudades. Acercándose a los más necesitados. Hablando públicamente. Llamando a un grupo de seguidores, que continuaran dando voz a su palabra y encarnando sus gestos de amor. Aunque muchas veces se apartaba para rezar, escapando así del activismo sin raíces, su vida fue un mostrarse, un exponerse… hasta su último día. En la cruz, Jesús se muestra al mundo como amor entregado, supremo amor.

Por eso, la vida cristiana está llamada a mostrar a este Jesús, con las palabras y con la vida. Sin prepotencia. Pero sin complejos. Aunque una vez Jesús recomendó “que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha” para evitar todo afán de aparentar, otra vez nos dijo: “brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. El que es Luz (“yo soy la luz del mundo”) nos llama a ser luz (“vosotros sois la luz del mundo”). Brillar con una luz que no es propia, sino reflejo de la luz que recibimos. Como la luna, que refleja la luz del sol. Y a ello somos llamados como Iglesia, como cuando en la noche de Pascua la luz del Resucitado se va transmitiendo a todas las velas de la comunidad reunida. Y a ello somos llamados cada uno en nuestro bautismo, cuando nuestros padres y padrinos encienden una vela del cirio pascual.

Señor Jesús, gracias por ser luz.
Luz que ilumina oscuridades, que calienta frialdades.
Que ayuda a caminar.
Señor Jesús, gracias por llamarnos a ser luz.
Con la luz recibida de ti.
Sin deslumbrar, sino iluminando.
Te ofrezco mi luz, reflejo de tu luz.
Ayúdame a ser luz para otros, 
especialmente para quienes viven en mayor oscuridad.
AMÉN

Vuestro hermano en la fe:                
Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)

BUENAS TARDES





miércoles, 30 de enero de 2019

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 30 DE ENERO 2019


Lecturas de hoy Miércoles de la 3ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, miércoles, 30 de enero de 2019


Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (10,11-18):

Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente, ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados. Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados. Esto nos lo atestigua también el Espíritu Santo. En efecto, después de decir: Así será la alianza que haré con ellos después de aquellos días dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones y las escribiré en su mente; añade: Y no me acordaré ya de sus pecados ni de sus crímenes. Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados. 

Palabra de Dios


Salmo
Sal 109,1.2.3.4

R/. Tú eres sacerdote eterno, 
según el rito de Melquisedec

Oráculo del Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos 
estrado de tus pies. R/.

Desde Sión extenderá el Señor 
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos. R/.

Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, 
como rocío, antes de la aurora. R/.

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
Tú eres sacerdote eterno, 
según el rito de Melquisedec. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (4,1-20):

En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla. Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: «Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno.»
Y añadió: «El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas.
Él les dijo: «A vosotros se os han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen.»
Y añadió: «¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno.»

Palabra del Señor






Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 30 de enero de 2019
Luis Manuel Suarez, cmf
Queridos amigos:

Es bueno recordarlo: el sembrador pone todo su empeño; la semilla es buena… donde se juega el fruto, es en la tierra que lo recibe. Si la tierra no está preparada, si es muy dura, si está llena de piedras o de espinos, el fruto no se va a lograr. En cambio, si es una tierra buena, labrada y oxigenada, el fruto será abundante.

Así pasa con la Palabra de Dios.

El Sembrador es Dios. Él está empeñado en que su Palabra dé vida a nuestro mundo. Porque es el Creador, que quiso que surgiera la vida para colmarla de su Vida. Por eso, como el sembrador que cada mañana sale a sembrar, nuestro Dios acompaña su obra y quiere hacer llegar su Palabra hasta los confines del mundo.

La semilla es la Palabra. Una Palabra que nos muestra el querer de Dios: que cada persona se comprenda como fruto de un Amor infinito, y por tanto capaz de amar y ser amada, dejando una huella de amor en nuestro mundo. Llegando a vivir como hijos y hermanos. Aquí y en la eternidad. Tan gran noticia no puede ser guardada, escondida ni ocultada. Por eso esa semilla, con todo su valor, no quiere guardarse en una urna de cristal, sino llegar hasta la tierra y mezclarse con ella, para llegar a producir todo su fruto.

La tierra somos nosotros. Tu corazón y el mío. Un corazón que puede estar descentrado –al borde del camino-, de manera que le entra la Palabra por un oído y le sale por otro. Un corazón que puede estar endurecido –en terreno pedregoso-, de forma que la Palabra no puede echar raíces. Un corazón que puede estar distraído –entre zarzas-, tanto así que la Palabra queda ahogada por otros asuntos que se consideran más urgentes o más importantes. Un corazón, por fin, que puede estar abierto, como el de María, que acoge la Palabra, la acepta y da una cosecha generosa.

Jesús lo quiso explicar de manera sencilla, para que las gentes de su tiempo lo comprendieran. Hoy quizá nos podría otros ejemplos, según el contexto, para hacernos comprender esta misma verdad. Pero el mensaje sería el mismo: Dios quiere que la Palabra dé fruto en nosotros.

Y tú, ¿qué tierra estás siendo últimamente? ¿Qué pasos podrías dar para llegar a ser tierra buena?

Vuestro hermano en la fe:          
Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)

BUENOS DÍAS




martes, 29 de enero de 2019

ORACIONES PARA EL PRIMER VIERNES DEL MES DE FEBRERO 2019, SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


 PRIMER VIERNES DEL MES DE FEBRERO 
DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS




BREVE CONSIDERACIÓN.- Jesús habla a su sierva Margarita María de Alacoque:"Es tanta mi satisfacción al contemplar tu corazón, hija mía, que quisiera ponerme en su lugar y servirte Yo mismo de corazón.... Te irás, pues, sin corazón; el tuyo no saldrá jamás de aquí. Lo he de llenar con un báslsamo precioso, que alimentará el fuego del amor. Y todo cuanto sufras por mi causa, ponlo en mi Sagrado Corazón, a fin de que, por mi gracia, sirva de aceite de esa lámpara, y seas eternamente consumida, de esta suerte, por mi amor"





ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 

Yo te suplico, Jesús mío, que no  me hagas conforme a la vida (la cual, según nuestros sentidos, es vida de muerte) que llevas en el Santísimo Sacramento, donde te haces obediente hasta el aniquilamiento a la sola voz del Sacerdote. Haz, Salvador mío, que en honra de tu obediencia y anonadamiento, sea yo también humilde y obediente por amor y para gloria de tu Sagrado Corazón.

Por Ti, Jesús, sacrifico mi libertad y mi propia voluntad a la tuya, y esto sin reservas. Detesto de todo corazón y renuncio  los respetos, repugnancias y desabrimientos que me sugiera  el amor prohibido, en cuanto me sea mandado o prohibido.

Este es el contrato que mi corazón hace con el tuyo,  !Oh Divino Jesús!, de obrar en todo por amor y con humildad, pues quiero vivir y morir en este ejercicio de amor perfecto. Suplícote que te hagas dueño de mi corazón y de cuanto pueda darte gloria en mí, en el tiempo y en la eternidad. Amén.

(Santa Margarita María de Alacoque.)


SEGUNDA PROMESA:
"Les daré mucha paz en sus familias"


(Recitemos las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús en gratitud a la promesa y para que se cumpla en nosotros...)

Bendigamos a Jesús por esta preciosa promesa, y  pidámosle la cumpla con todos sus apóstoles, recitando las Letanías del Sagrado Corazón de Jesús.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, ten piedad de nosotros.
R: Cristo, ten piedad de nosotros.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, óyenos.
R: Cristo, óyenos.
V: Cristo, escúchanos.
R: Cristo, escúchanos.

V: Dios, Padre celestial,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Hijo, Redentor del mundo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Espíritu Santo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Trinidad Santa, un solo Dios,

R: ten piedad de nosotros.

V: Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
R: Ten piedad de nosotros.
V: Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el
seno de la Virgen María, R/.
Corazón de Jesús, unido substancialmente al
Verbo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, de majestad infinita, R/.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, R/.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor, R/.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad, R/.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, R/.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, R/.
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, R/.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, R/.
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros
de la sabiduría y la ciencia, R/.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud
de la divinidad, R/.
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus
complacencias, R/.
Corazón de Jesús, en cuya plenitud todos hemos recibido, R/.
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, R/.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia, R/.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan, R/.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, R/.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, R/.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, R/.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, R/.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, R/.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, R/.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, R/.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, R/.
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, R/.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren
y esperan, R/.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, R/.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: perdónanos, Señor.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: óyenos, Señor.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: ten piedad y misericordia de nosotros.
V: Jesús, manso y humilde de corazón,
R: haz nuestro corazón semejante al Tuyo.
V: Sagrado Corazón de Jesús,
R: en Vos confío.

V: Sagrado Corazón de María,
R: salvad el alma mía.

V: Jesús y María os quiero con toda mi alma,
R: salvad almas y salvad el alma mía.


UNA PALABRA DE MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE A SUS HERMANOS ASOCIADOS: "Así como Jesús está celoso de vuestro corazón, estadlo también vosotros del suyo ternísimo, amándole, como a nadie, en la tierra; y para probárselo, no perdaís jamás una sola Comunión, lo que regocijará grandemente al Amado, entristeciendo y confundiendo mucho al enemigo"

(UN PADRE NUESTRO Y AVEMARÍA POR LOS AGONIZANTES Y PECADORES)




ACTO DE CONSAGRACIÓN
SE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN

Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para simpre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.

Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.

Haz también de mi  corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén


Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (Tres veces)

Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.

San José, Ruega por nosotros.

Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 29 DE ENERO 2018

Lecturas de hoy Martes de la 3ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, martes, 29 de enero de 2019


Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (10,1-10):

HERMANOS:
La ley, que presenta solo una sombra de los bienes futuros y no la realidad misma de las cosas, no puede nunca hacer perfectos a los que se acercan, pues lo hacen año tras año y ofrecen siempre los mismos sacrificios.
Si no fuera así, ¿no habrían dejado de ofrecerse, porque los ministros del culto, purificados de una vez para siempre, no tendrían ya ningún pecado sobre su conciencia?
Pero, en realidad, con estos sacrificios se recuerdan, año tras año, los pecados. Porque es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.
Por eso, al entrar él en el mundo dice:
«Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, pero me formaste un cuerpo;
no aceptaste
holocaustos ni víctimas expiatorias.
Entonces yo dije: He aquí que vengo
—pues así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí—
para hacer, ¡oh, Dios!, tu voluntad».
Primero dice: «Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, ni holocaustos, ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la ley.
Después añade: «He aquí que vengo para hacer tu voluntad».
Niega lo primero, para afirmar lo segundo.
Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 39,2.4ab.7-8a.10.11

R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

V/. Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito.
Me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios. R/.

V/. Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios,
entonces yo digo: «Aquí estoy». R/.

V/. He proclamado tu justicia
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios,
Señor, tú lo sabes. R/.

V/. No me he guardado en el pecho tu justicia,
he contado tu fidelidad y tu salvación,
no he negado tu misericordia y tu lealtad
ante la gran asamblea. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,31-35):

EN aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.
La gente que tenia sentada alrededor le dice:
«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».
Él les pregunta:
«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».
Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Palabra del Señor




 
Comentario al Evangelio de hoy martes, 29 de enero de 2019
 Luis Manuel Suarez, cmf
Queridos amigos:

La familia es muy importante. En una familia venimos a la vida, en una familia somos cuidados. Muchas personas viven su vida formando una familia.

La familia es la célula básica de la sociedad. Porque educa a las personas, transmite valores, realiza muchos apoyos entre sus miembros. Por eso ha sido algo importante en todas las culturas.

En el tiempo de Jesús, la familia era muy importante. Y se le debía respeto. Por eso, cuando Jesús comienza a actuar de una manera nueva y desconcertante, su familia se preocupa por él y van a buscarle.

Pero Jesús, seguro que agradeciendo todo lo recibido en su pueblo, Nazaret, está ya en otro horizonte. La pequeña familia tiene su valor, pero Él ha sido enviado a comenzar la gran familia de los hijos de Dios. Y así, cuando le dicen que su familia está fuera y el busca, Él responde con esa frase tan rompedora: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? (…) Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Estamos, pues, ante una nueva realidad. El peso ya no está en la familia de sangre, sino en esa nueva forma de hermandad que forja el Espíritu de Dios.

La Iglesia quiere ser esa gran familia de los hijos de Dios que Cristo vino a comenzar. Abierta a todas las culturas, edades, condiciones sociales, con sus luces y sombras, como toda obra humana, quiere ser fermento de unidad en una sociedad dividida por los odios y las discordias.

Tú formas parte de esa Iglesia. También con tus luces y tus sombras. Antes que nada, somos discípulos: llamados a “escuchar la Palabra de Dios y cumplirla”. Y desde ahí, estamos llamados a abrir las puertas de esta familia a todos aquellos que quieran dejarse hacer por Dios y vivir según su voluntad. Como María.

Ser familia en Jesús, para hacer “familia” en toda realidad en la que nos encontremos.

¡Aquí estamos, Señor! ¡Cuenta con nosotros!

Vuestro hermano en la fe:          
Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)

BUENOS DÍAS




lunes, 28 de enero de 2019

PAPA FRANCISCO LLEGA A ROMA Y DEJA REGALO DE PANAMÁ A LA VIRGEN



El Papa llega a Roma y deja regalo de Panamá a la Virgen
Redacción ACI Prensa




Tras aterrizar en Roma proveniente de Panamá, el Papa Francisco acudió a la Basílica de Santa María la Mayor para rezar ante la Virgen y agradecerle el éxito de su viaje a Panamá a donde fue para participar en la Jornada Mundial de la Juventud 2019.

Esta visita a la Virgen de Salus Populi Romani (protectora del pueblo romano) es una tradición que el Papa Francisco lleva a cabo siempre antes y después de sus viajes nacionales e internacionales.

El Presidente de la República de Panamá, Juan Carlos Varela y su esposa despidieron al Papa Francisco en una sobria ceremonia de despedida. El avión de la compañía Avianca despegó el aeropuerto de Tocumén (Panamá) a las 00.23 hora italiana.

El vuelo proveniente de Panamá llegó a Roma a las 11.15. Se trata del viaje apostólico número 26 del Papa Francisco. En esta ocasión pasó cuatro días en este país de Centroamérica presidiendo la Jornada Mundial de la Juventud a la que acudieron unos 700 mil jóvenes.

CON ESTA ORACIÓN EL PAPA FRANCISCO CONFIÓ LOS JÓVENES DEL MUNDO AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


Con esta oración el Papa confió los jóvenes del mundo al Inmaculado Corazón de María
Redacción ACI Prensa
 El Papa Francisco reza ante la imagen de Santa María La Antigua en el Campo San Juan Pablo II en Panamá. Foto:  Vatican Media






Al concluir la Misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Panamá 2019, el Papa Francisco elevó una hermosa oración por todos los jóvenes, a los pies de la imagen de Santa María la Antigua en el altar del Campo San Juan Pablo II.

A continuación, la oración con la que Santo Padre confió a María los jóvenes del mundo:


Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra
confío a tu Inmaculado Corazón, a los jóvenes de todo el mundo
que impulsados por el Espíritu Santo quieran ser como tú
alabanza de la Santísima Trinidad hoy y siempre.

Humilde sierva del Señor, tú que conoces los retos diarios de tus hijos
las asechanzas del mundo y las seducciones del pecado
sé su celestial intercesora
para que puedan derrotar al maligno con la firmeza de la fe.

Bienaventurada Virgen María, tus hijos congregados aquí
provenientes de todas partes del mundo
quieren ser fieles a tus enseñanzas
vivir el misterio de la Eucaristía
y orar a Dios Padre meditando la vida de tu Hijo con el Rosario.

ilumina su camino para responder con generosidad
la vocación que Él les inspire y alcanzar así la vida eterna.

Al finalizar esta Jornada Mundial,
imploro tu protección sobre todos ellos y sobre todos nosotros,
para que todos ellos y nosotros los grandes
podamos ser auténticos discípulos y misioneros
de modo que el Reino de justicia y de paz
que tu Hijo inauguró con su primera venida
se expanda por toda la tierra.
Amén.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 28 ENERO 2019


Lecturas de hoy Lunes de la 3ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 28 de enero de 2019


Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (9,15.24-28):

HERMANOS:
Cristo es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.
Cristo entró no en un santuario construido por hombres, imagen del auténtico, sino en el mismo cielo, para ponerse ante Dios, intercediendo por nosotros.
Tampoco se ofrece a sí mismo muchas veces como el sumo sacerdote, que entraba en el santuario todos los años y ofrecía sangre ajena. Si hubiese sido así, tendría que haber padecido muchas veces, desde la fundación del mundo. De hecho, él se ha manifestado una sola vez, al final de los tiempos, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo.
Por cuanto el destino de los hombres es morir una sola vez; y después de la muerte, el juicio.
De la misma manera, Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos.
La segunda vez aparecerá, sin ninguna relación al pecado, para salvar a los que lo esperan.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 97,1.2-3ab.3cd-4.5-6

R/. Cantad al Señor un cántico nuevo, 
porque ha hecho maravillas

V/. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

V/. El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

V/. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.

V/. Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,22-30):

EN aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas:
«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.
En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres:
los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 28 de enero de 2019
 Luis Manuel Suarez, cmf

Queridos amigos:

En casi todas las culturas existe la creencia en los espíritus. Porque la vida aparece como algo más que mera materia. Inabarcable. Desbordante. Incontrolable.

Cuando Jesús se muestra ante sus contemporáneos, le descubren como un “hombre de espíritu”. Algunos le reconocieron como portador del Espíritu de Dios. Otros, creyéndose portavoces exclusivos del Altísimo, le acusaron de estar poseído por el espíritu del mal. Porque lo que Jesús decía y hacía no entraba en sus esquemas. Y los cuestionaba.

Jesús se defendió de esa acusación con sus palabras. La Palabra de hoy nos lo muestra. Y considera algo imperdonable confundir el Espíritu de Dios con el espíritu del mal. Pero sobre todo, Jesús respondió a esa acusación con sus obras: mirando, acercándose, acompañando, sanando, anunciando la Buena Noticia del Reino… Para quien miraba y quien mira sin prejuicios, el Espíritu de Dios aparece trasluciéndose en toda la vida de Jesús, como presencia amiga de Dios que nos quiere transmitir su Vida.

Cada uno de nosotros podemos vernos envueltos en muchas polémicas a causa de nuestra fe. Está bien tener una palabra para responder, para “dar razón” de lo que creemos. Pero sobre todo, nuestra vida está llamada a ser transparencia del Espíritu recibido en el bautismo y del Reino que es don y tarea. Como nos dijo San Pablo VI: “El mundo de hoy necesita más testigos que maestros y, si acepta a los maestros, es porque antes han sido testigos”.

Gracias, Señor, por tu testimonio de palabra,
respondiendo con valentía a quien quería impedir tu misión.
Gracias, Señor, por tu testimonio de vida, 
haciendo presente el Reino nuevo de los hijos y los hermanos.
Danos, Señor tu Espíritu.

Vuestro hermano en la fe:          
Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)

BUENOS DÍAS




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...