lunes, 28 de julio de 2014

LA VIRGEN MARÍA, MADRE DEL SILENCIO


 María, madre del silencio 
J. M. Márquez
  
Madre de nuestro silencio,
tesoro de calma y serenidad,
te amamos por tu rostro lleno de luz,
por tu mirada llena de ternura,
por lo profundo de tus palabras silenciosas, por tu transparente disponibilidad.

Que en nuestras tareas cotidianas
nos abras a lo profundo de las cosas que no se ven, nos ilumines con tu luz transparente, nos ensanches el corazón con el amor y la verdad de lo que es importante, nos contagies tu disponibilidad ante las sorpresas de Dios.

Madre del silencio,
enséñanos a callar...
enséñanos a contemplar...

MARÍA EN EL CORAZÓN DE LA TRINIDAD


María en el corazón de la Trinidad
(Autor: Jean Vanier)

María, llena de gracia
y colmada por el Espíritu Santo,
has amado a Jesús,
como ninguna otra madre puede amar;
no con un amor que nace del vacío
y se apega al niño, controlando
y acaparando su libertad de hijo
para calmar su propio sufrimiento
y su angustia de madre.

Tú lo has amado con un amor
que nace de la plenitud,
dando tu vida en el amor.

Entre los santos de todas las épocas,
tú tienes un lugar muy especial
en el corazón de la Trinidad
y en el de la Iglesia.

"¡Todas las generaciones
te llamarán bienaventurada!"
El amor de Jesús por tí y tu amor
por el tienen su origen en el corazón
de la Trinidad.

La unidad de tu a amor y el de Jesús
nace de la unidad de la Santísima Trinidad, en el Espíritu Santo, han sido una sola cosa, como Jesús y el Padre son una sola cosa, oh María, introdúcenos también a nosotros en el misterio de la relación entre el Padre el Hijo y el Espíritu Santo.

Intercede por nosotros, para que también nos sea dada aquella comunión de amor, que tú viviste en la humildad y en la sencillez de la fe.

Amén

GLOSA DE LA SALVE


Glosa de la Salve
Autor: Pedro F. Carrascosa, Obispo de Ávila


¡Dios te salve, Virgen pura,
Reina piadosa del mundo,
Madre de vida y dulzura,
Acoge el ruego profundo
De tus hijos sin ventura!

¡Hijos que por ti clamamos
Desterrados hijos de Eva,
Que a Ti ¡oh Madre! suspiramos
En este valle de prueba
Donde sin cesar lloramos.

¡Tus hijos siempre y ahora
Triste te elevan el alma!...
¡Óyelos, Madre y Señora,
Con esa piedad que calma
Los gemidos del que llora!

¡Ea, pues, nuestra; Abogada,
Vuelve a nos de esos tus ojos
La dulce y tierna mirada
Que purifica de abrojos
Nuestra mísera jornada!

¡Y preséntanos, María,
De este destierro en pasando,
A ese Varón de agonía
Que paz y perdón clamando
Murió por la raza impía!

¡Fruto de tu entraña pura
De la humanidad consuelo!
¡Si Tú, Madre de ternura,
La dicha pides del suelo,
Dicha obtendremos segura!

Y pues tiene prometido
A los dignos, Madre mía,
Gozo eterno y bendecido,
¡Oh dulce! ¡oh clemente! ¡oh pía!
¡Haz nuestro gozo cumplido!

domingo, 27 de julio de 2014

UN SER QUERIDO ESTÁ DEPRIMIDO...


Un ser querido está deprimido

¿Cómo Debe Tratar la Familia y los Amigos al Deprimido?
No debe olvidarse que los que rodean a un deprimido también sufren. Generalmente no entienden lo que está pasando, ya que aparentemente no hay motivo para el estado del enfermo.

Es esencial, la adopción de una actitud comprensiva y abierta, que permita que se desarrolle el diálogo y se pueda ir restableciendo la objetividad poco a poco; recordemos que el deprimido suele tener una especial sensibilidad para los aspectos tristes, siendo incapaz de ver los positivos.

Es inútil pedirle a un deprimido que te explique lo que le pasa, no podrá hacerlo, no sabe lo que le pasa. Si se insiste en ello, lo único que se conseguirá, es convencerle más de que no se le entiende, y en algunos casos irritarle. Tampoco se debe pretender argumentarle que vea la realidad con objetividad, no podrá .

Hay que entender que no está así por su gusto. Que no servirá de nada que le digamos que se
anime o que se involucre en actividades. Lo que suponga un esfuerzo no está de su mano.
Según la gravedad, hay cosas que no puede hacer, como divertirse, por mucho que otros se empeñen, ir a trabajar, viajar, leer, ver televisión, pescar, etc., suelen ser consejos que el deprimido no puede seguir.

Lo mejor que pueden hacer las personas que se encuentren cerca de un deprimido, es transmitirle el sentimiento de que se les quiere y de que se tiene interés en ellos, sin agobiarles, y manteniendo una actitud de espera activa, convencidos de que saldrá de su situación.

Simultáneamente a lo anterior, deben de tratar que el enfermo acepte la ayuda especializada de un psiquiatra o psicólogo. 

ORACIÓN A LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS


Oración a la Virgen de las Angustias 
Victor Corcoba Herrero


Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
Nos descubrimos ante Vos, reina de la Vida.
Todo el pueblo de Granada está contigo.
Contigo y con los versos poblados de Evangelio.
¡Tú eres la llena de poesía!
El verso más níveo y el universo más nieve.
La rosa más rocío y el rosal más enrojado.
El jardín siempre vivo y la Vida en la vida.

Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
Nos arrodillamos ante Vos, reina de la Luz.
Desde tu inmaculado y purísimo manto
descúbrenos la gracia del cielo
y danos la paz en donación, 
ante el diluviar de tormentas y tormentos.

Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
Nos postramos ante Vos, reina del Amor.
En silencio y soledad pedimos tu amparo
y acogida, porque cada noche
es más difícil amanecer en la tierra.

Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
Virgen de las Angustias, la que siempre mora 
sin demora en la Carrera, Virgen fraterna 
y fecunda, protectora de Granada,
redímenos el desconsuelo de no hallar 
consuelo y remédianos el cansancio
a tantos desalientos, con granadas de aliento. 

Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
¡Oh Madre del Verso que habitas en Granada!, 
no descuides estas cuitas,
y cuídanos a pesar de los pesares,
del peso de violencias y del poso de vicios,
que amasamos y manoseamos; 
tú que haces próximo a nosotros 
el amor tan eterno como tierno
de tu Hijo Resucitado, Salvador nuestro,
alcánzanos ser dignos de Dios y a Dios llegar. 
Amén. ¡Jesús!

ORACIONES DE NIÑO A LA VIRGEN MARÍA


Oraciones de niño a la Virgen María 
Rafael Ángel Marañón


Virgencita de mi vida,
Haz que en esta tierna infancia
Yo te rece con constancia,
En mi inocencia rendida. 

En la noches y en los días,
De mis venideros años,
Te ofrezca, libre de engaños,
Mi amor y mis alegrías. 

Y al confirmar que te quiero,
Te ofrezco en esta oración
Todito mi corazón,
Pleno de amor placentero. 

Nunca me dejes señora
Que yo con amor me entrego
A ti con cariño ciego
En esta presente hora. 

Haz de mi vida un altar 
Donde ofrecerte mi vida 
Como una ofrenda mecida 
Cerca de mi corazón. 

Y cuando a Jesús me llegue 
Pletórico de alegría
Ven tú en mi compañía
Y a los dos juntos nos lleve. 

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


Oración a la Virgen María 
Emma-Margarita R. A.-Valdés


Virgencita mía,
mi amiga del cielo, 
mi Madre adorada,
mi dulce consuelo.

Hoy, como otros días,
te llamo y te ruego
perdones mis faltas,
perdones mis miedos,
el olvido ingrato
de favores viejos,
y mi frialdad...
¡es débil el cuerpo!

Hoy, como otros días,
acudo a tu encuentro,
sabes lo que sufro,
sabes lo que siento,
y si no conviene
cumplir mi deseo
puedes, Virgencita,
mitigar mi duelo.
Yo me acerco a ti,
de quien todo espero,
porque eres mi reina
mi Madre en el cielo.

Y hoy, como otros días,
tu abrazo está abierto,
yo siempre rogando,
siempre recibiendo
de tu caridad...
sin seguir tu ejemplo,
¡perdón, Virgencita,
por mi atrevimiento!.

Sé que tú me amas,
tú sabes te quiero,
y espero de ti,
por tu amor sincero,
ese amor que dio
a tu hijo en precio,
atiendas mis súplicas,
escuches mis ruegos,
y nos des la paz
y al final el cielo.

¡OH MADRE VIRGINAL!



¡Oh Madre virginal...! 
P. Antonio Márquez Fernández, S.D.B.


¡Oh Madre virginal, oh Engendradora
de Quien, antes que el mundo fuera hecho,
en el claustro sagrado de su pecho
te imaginó de salvación Aurora!

¡Feliz, dichoso el día, punto y hora
en que tu Sí de amor se alzó derecho
desde tu fe a la Luz de Dios, y el trecho
de oscuridad borró amedrentadora!

Porque por él, el Verbo se hizo carne
y comenzó a vivir en nuestro suelo,
Vida y Verdad y Atajo breve nuestro.

¡Que el hombre en Dios se entronque, que se encarne!
¡Que trueque el cardo en flor, la tierra en cielo!
¡Posible canje por el Fruto vuestro!

LAS SEIS MADEJAS


LAS SEIS MADEJAS


El rey, en su avaricia, había apresado y encarcelado a Romualdo, a quien todo el pueblo veneraba y reverenciaba como a hombre de Dios y profeta de su pueblo, e hizo saber que no lo pondría en libertad hasta que el pueblo pagase una muy elevada cantidad de dinero por su rescate. Una manera un poco primitiva y salvaje de cobrar impuestos. El rey sabía que el pueblo veneraba al santo y acabaría pagando.

Pagaron mucho, en efecto, pero la cantidad recaudada no llegaba aún a lo estipulado. Una viejecita de un pueblo muy lejano se enteró también de lo que sucedía y quiso contribuir en su pobreza. Era hilandera, y todo su capital en aquel momento eran seis madejas recién hiladas. Las tomó y se encaminó a palacio a entregarlas para el rescate.
Las personas, al verla pasar, se contaban unos a otros su caso, y no podían menos de sonreírse ante la ingenuidad de su gesto y la inutilidad de su esfuerzo. ¿Qué valían seis madejas de hilo en un rescate de millones? Algunos incluso se lo decían a la cara y la disuadían de su empeño.
Pero ella seguía su camino y contestaba: “No sé si pondrán en libertad a Romualdo o no. Lo único que pretendo es que cuando Dios, en su juicio, me pregunte qué hice yo cuando Romualdo estaba en la cárcel, no tenga yo que bajar los ojos avergonzada”. Y presentó su ofrenda.
El rey, a cuyos oídos había llegado ya su historia, liberó al hombre de Dios.
Sabemos que el alma de la humanidad está en la cárcel. ¿Cuándo nos pondremos en camino con nuestras seis madejas? 

viernes, 25 de julio de 2014

MANERAS DE ENFRENTAR LA VIDA



Maneras de enfrentar la vida
Autor:  Padre Juca


Cada uno tiene una manera especial de enfrentar la vida, de buscar la felicidad: unos se quejan de la vida, otros agradecen a Dios; unos buscan la felicidad en el dinero, en el sexo, en los placeres y encuentran un mayor vacío dentro de sí; otros entienden que la felicidad es un estado del espíritu, es sentir la paz en el corazón, es la manera de enfrentar la vida dándole valor a aquello que realmente lo posee. Mucha gente piensa que la felicidad está en las cosas y después se queja del tedio y de las frustraciones.

¡Qué cosa! ¡Cómo se huye de la vida! Hay personas que pasan por algún problema o sufren alguna desilusión y se van a desahogar las tristezas en el alcoholismo, en las drogas, en aventuras. Piensan que, actuando así, van a olvidarlos. Y, además de no lograr nada, crean todavía más de una situación difícil: corren el riesgo de volverse dependientes de esos vicios, cuyas consecuencias todos conocen. Tenemos que enfrentar la vida, enfrentarla cueste lo que cueste; huir nunca fue y nunca será solución, además de seguir ahí, el problema se agrava más todavía.

Tenemos la costumbre de buscar en los demás la causa de nuestros fracasos, ¿será que realmente son los demás los responsables por nuestros fracasos? Si usted se equivocó de profesión, de vocación, todavía es tiempo de cambiar, de arreglárselas, de intentar otro tipo de trabajo, de vida. Usted puede recomenzar todo de la nada, si tiene coraje, en poco tiempo verá su situación transformada.


NUNCA ES TARDE PARA RECOMENZAR UNA VIDA

MADRE, LLÉVAME A LA CAMA



Madre, llévame a la cama
Autor: Miguel de Unamuno



Madre, llévame a la cama.
Madre, llévame a la cama,
que no me tengo de pie.
Ven, hijo, Dios te bendiga
y no te dejes caer.

No te vayas de mi lado,
cántame el cantar aquél.
Me lo cantaba mi madre;
de mocita lo olvidé,
cuando te apreté a mis pechos
contigo lo recordé.

¿Qué dice el cantar, mi madre,
qué dice el cantar aquél?
No dice, hijo mío, reza,
reza palabras de miel;
reza palabras de ensueño
que nada dicen sin él.

¿Estás aquí, madre mía?
porque no te logro ver....
Estoy aquí, con tu sueño;
duerme, hijo mío, con fe.

CONSAGRACIÓN DEL HOGAR Y LA FAMILIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


Consagración del hogar y la familia 
al Inmaculado Corazón de María


¡Oh Virgen María!, queremos consagrar hoy nuestro hogar y cuantos lo habitan a vuestro Purísimo Corazón.
Que nuestra casa, como la tuya de Nazaret, llegue a ser un oasis de paz y felicidad por:
- el cumplimiento de la voluntad de Dios,
- la práctica de la caridad,
- y el abandona a la Divina Providencia,
¡Que nos amemos todos como Cristo nos enseñó!. Ayúdanos a vivir siempre cristianamente y envuélvenos en tu ternura.

Te pido por los hijos que Dios nos ha dado (se citan los nombres) para que los libres de todo mal y peligro de alma y cuerpo, y los guardes dentro de Tu Corazón Inmaculado. Dígnate, Madre nuestra, transformar nuestro hogar en un pequeño cielo, consagrados todos a vuestro Corazón Inmaculado. Amén.

¡Corazón Inmaculado de María, sálvanos!

AMÉN.

ACUÉRDATE, VIRGEN MARÍA


ACUÉRDATE, VIRGEN MARÍA


Nuestra Señora del Sagrado Corazón
de las maravillas que Dios hizo en Ti.

Te escogió como Madre de Su Hijo
a quien seguiste hasta la Cruz.
Te glorificó con Él,
escuchando con agrado
tus plegarias por todos los hombres.

Llenos de confianza en el Amor del Señor
y en Tu intercesión,
venimos Contigo a las fuentes de Su Corazón,
de donde brotan para la vida del mundo
la esperanza y el perdón, la fidelidad y la salvación.

Nuestra Señora del Sagrado Corazón,
Tú conoces nuestras necesidades:
habla al Señor por nosotros
y por todos los hombres.

Ayúdanos a vivir en Su Amor.
Para eso alcánzanos las gracias
que te pedimos y las que necesitamos.
Tu petición de Madre es poderosa:
que Dios responda a nuestra esperanza.
AMEN, AMEN, AMEN..

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO



Nuestra Señora del Santísimo Sacramento 

Virgen María, Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, gloria del pueblo cristiano, gozo de la Iglesia universal, ruega por nosotros y concede a todos los fieles verdadera devoción a la Sagrada Eucaristía, siendo dignos de recibirla cada día.

Oración

Oh Sagrado Banquete, en el cual recibimos a Cristo, se renueva la Memoria de su Pasión, el alma se llena de gracia y nos es dada en prenda la vida futura!
V. Les has dado pan del cielo
R. Que contiene en sí todo deleite.
Oremos: Oh Dios, Tu nos has dejado el memorial vivo de tu Pasión bajo los velos de este sacramento. Concédenos, te suplicamos, venerar los sagrados misterios de tu Cuerpo y Sangre de manera que podamos siempre gozar de los frutos de tu Redención. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

AYÚDANOS, VIRGEN MARÍA!!


martes, 22 de julio de 2014

AVE MARÍA, GRACIAS


Ave María, gracias
Padre Juan María Gallardo


Gracias, Dios, por haber querido crear una mujer tan buena y tan bella: Ella es tu “Obra Maestra”. Ella es, también, nuestra madre; ¡gracias!

Dios Te salve, Te saluda Dios y yo quiero agradecer tu “sí”, tu “fiat”, tu “hágase”, tu “aceptación”, tu compromiso, tu entrega, tu fidelidad.

María, gracias Te doy, con todo mi ser, por todas las gracias que me has conseguido y por todas las que me seguirás consiguiendo, de nuestro Padre Dios.

Llena eres de gracia y eres, también, Refugio de los Pecadores. Gracias por dejarnos refugiarnos en tu amor.

El Señor es contigo y nosotros también. Gracias por no rechazarnos ni cansarte de tanta indignidad, indiferencia y maldad.

Bendita Tú eres, Tú eres bendecida por tu Padre, por tu Esposo, por tu Hijo; también, por todas las generaciones. Gracias, Dios, por quererla así. Gracias a todos los que la quieren con toda el alma.

Entre todas la mujeres, Tú, eres a quien he ofrecido mi corazón. Gracias por aceptarlo, por mimarlo, acariciarlo, limpiarlo y cuidarlo.

Y bendito es el fruto de tu vientre, gracias por darnos a Jesús. Eres Causa de Nuestra Alegría. La Alegría con tu sangre, con tu mirada, con tu sonrisa. Queremos que Tu Alegría también corra por nuestras venas.

Jesús, gracias por pedirle, en la Cruz, que aceptara ser nuestra madre. Gracias por escuchar siempre lo que Ella te pide. “-Madre, como en Caná, “no tengo vino”, ni piedad, ni espíritu de penitencia, ni ...”

Santa María, gracias por el don de la fe y por la vocación, gracias por mi familia y por mi país, gracias por la Iglesia y por el Papa Juan Pablo II, gracias por la Obra y por mi querido Fundador.

Madre de Dios, gracias por el don de la vida y por la salud, gracias por el pan de cada día, gracias por los amigos y por tanta gente que quiero. Gracias por ser el canal por donde me llegan las gracias.
Ruega por nosotros, gracias por tus ruegos, tus plegarias, tus peticiones. Gracias por tu paciencia, por tu fortaleza, por tu perseverancia, por tu amor.

Pecadores, sí, pero pecadores arrepentidos. Gracias por aceptar nuestra contrición. Señora, Madre, Reina; ayúdanos a que este dolor se manifieste en buenas obras. ¡Que no quede en un mero propósito!

Ahora, que todavía tengo tiempo de merecer; ahora que todavía tengo tiempo de agradecer. Ahora, hoy, ¡ya! ¡Que consiga superar, Madre, las excusas y las cobardías que me detienen!

En la hora de nuestra muerte, me gustaría que vinieras a buscarme para llevarme al encuentro con Jesús. Gracias por escuchar mi pedido. Ángel de mi guarda agradecé conmigo los dones de la Virgen.


Amén. 


Así es. Que así sea. Madre mía, mucho me gustaría que, mi vida toda, fuera una ofrenda de acción de gracias a Vos: mi dueña. 
Amén.

LA RESPUESTA GENEROSA DE LA VIRGEN MARÍA

Respuesta generosa de la Virgen María 

"No me elegisteis vosotros a mí, fui yo quien os elegí a vosotros y os destiné a que os pongáis en camino y deis fruto, y un fruto que dure; así, lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dará".

Dios conceda a María las gracias y dones suficientes para llevar a cabo su misión. La prepara como corresponde a esa misión. Pero ella pone de su parte generosidad y esfuerzo para corresponder a la confianza depositada por Dios en ella. Su vida es un continuo responder a lo que Dios pide en cada momento de ella. Su actitud consiste en estar atenta a la voluntad divina que se manifiesta progresivamente y en las formas más diversas, incluso en el misterio.

Fuente:  educadormarista.com

domingo, 20 de julio de 2014

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA, SALUD DE LOS ENFERMOS


ORACIÓN NUESTRA SEÑORA, 
SALUD DE LOS ENFERMOS 

María, Madre amadísima, te invoco confiadamente como salud de los enfermos. Eres Madre de bondad, especialmente para quienes están bendecidos con la Cruz, en particular la enfermedad. Humildemente te pido esta gracia 
(Mencione el favor que desea).

 Madre del Perpetuo Socorro, te ruego que presentes mi petición a tu Divino Hijo. No será rechazada si te dignas rogar por mí, porque tu intercesión es poderosa ante Dios. Con la confianza de un niño, me abandono a la santa voluntad de Dios. El cuidará de mis deseos. Madre de Misericordia, yo te amo; en ti pongo mi confianza.

 Por tus manos ofrezco a Dios todos los sacrificios que haya de soportar con todo el amor de mi corazón. Que todas mis penas se conviertan en un acto de amor a Dios, de reparación por mis pecados, y mérito por la salvación de las almas, en particular la mía. Enséñame a tener paciencia y conformidad con la voluntad de Dios, imitándote a ti, Madre Dolorosa. 

V. Ruega por nosotros, Señora Nuestra, salud de los enfermos.
 R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo. 

0remos: Te rogamos, Señor Dios nuestro, que nos bendigas a nosotros tus siervos, con salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada Virgen María, Salud de los enfermos, seamos libres de las tristezas presentes y disfrutemos de las alegrías eternas. Te lo pedimos por Cristo, Nuestro Señor. Amén. 

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA



ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA

Oh excelsa Madre de Dios y Esperanza de los mortales! Sabedor de que habéis recibido la misión divina de guardar, guiar, alegrar y consolar a las almas, a Vos acudo con inquebrantable fe e ilimitada confianza.

 Vuestro título de Madre de la Esperanza me alienta sobremanera; vuestro nombre ya es prenda de buena acogida; vuestra misión es seguridad de otorgamiento. Seguro de que vuestros brazos se abren en todo momento con solicitud maternal, en ellos me arrojo. De Vos todo lo espero. Aun cuando todo el mundo me abandone, aun cuando la ciencia me desahucie, aun cuando el Cielo oculte sus celajes, aun cuando Dios no oyera ya mis ruegos, aun cuando las tinieblas envolvieran mi alma, aun cuando todo el camino se me cerrara, y sin luz, sin calor, sin fuerza, sin aliento, sin sostén alguno ni humano ni divino, estuviera por hundirme en el abismo de la desesperación, a vuestro amparo me acojo. 

Vos no me abandonaréis, oh Madre mía; Vos fuistéis, sois y seréis, después de Jesús, toda mi esperanza. En Vos confié y en Vos confío contra toda esperanza y seguro estoy que no quedaré confundido. ¡Oh Madre buena y poderosa, oh Madre de la Esperanza! mirad mi aflicción y necesidad, dadme consuelo, escuchad mi plegaria. Por Jesucristo tu Hijo, nuestro Señor. Amen.

ORACIÓN POR LA FAMILIA



ORACIÓN POR LA FAMILIA

Para vivir en paz en Familia 
Señor, Dios nuestro,
tu nos has elegido
paras ser tus santos 
y tus predilectos.

Revístenos de sentimientos 
de misericordia
de bondad, de humildad,
de dulzura, de paciencia.
Ayúdanos a comprendernos mutuamente 
cuando tenemos algún motivo de queja
lo mismo que tú Señor, 
nos has perdonado.

Sobre todo, danos esa caridad, 
que es vínculo de perfección. 
Que la paz de Cristo 
brille en nuestros corazones.

Esa paz que debe reinar 
en la unidad de 
tu cuerpo místico. 
Que todo cuando hagamos
en palabras o en obras
sea en nombre del Señor Jesús
por quien sean dadas las gracias
a ti Dios Padre y Señor Nuestro
Amén.
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