domingo, 3 de septiembre de 2017

NOVENA AL SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA, DEL 3 AL 11 DE SEPTIEMBRE


Novena al Santísimo Nombre de María
Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los días previos a la festividad 
(3 al 11 de septiembre)


Por: n/a | Fuente: oracionesydevocionescatolicas.com 




Por la señal de la Santa Cruz, líbranos Señor Dios de todos nuestros enemigos. Amén

ACTO DE CONTRICIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonareis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Oh piadosísima virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, dignaos admitir estos obsequios que humildemente consagramos a gloria de vuestro Nombre Sacrosanto. Indignos somos que nos escuchéis, mas vuestra piedad no sufrirá el alejarnos de Vos.

Vuestro amor nos trae, vuestra piedad nos convida, y la multitud de gracias que nos habéis dispensado en medio de nuestras iniquidades, nos obliga y empeña a bendecir con todas las ansias de nuestro corazón, las grandezas admirables de vuestra alma y de vuestras perfecciones y prerrogativas inestimables comprometidas en el Nombre Augusto y venerable que recibisteis del Cielo. Sea bendito por toda la eternidad, Alábenles las criaturas, todas del Cielo, de la Tierra y del abismo. Nosotros por todas, le bendecimos y loamos, esperando poder hacerlo eternamente en la Gloria. Amén


JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.


ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Dulcísima y amabilísima Virgen MARIA, que os dignasteis tomar bajo vuestra soberana protección el benéfico Instituto de las Escuelas Pías, y honrarle y defenderle con el escudo de vuestro Nombre Sacrosanto; vednos aquí, Señora, y Madre nuestra, que emulando la devoción de vuestro fervoroso y amante siervo San José de Calasanz, nos acogemos también a la sombra saludable de tan Augusto Nombre, confesándole gloria del cielo, consuelo de los mortales, terror de los infiernos. Reconoced, o Virgen bendita, en nosotros a vuestros hijos, acordándoos que el Unigénito del eterno Padre y también unigénito, vuestro no se desdeñó de apellidarnos sus hermanos. Dadnos, os pedimos una perpetua y devota memoria de vuestro suavísimo Nombre. Sea este como manjar dulcísimo, como sabroso alimento para nuestras almas. Ampárenos en nuestros peligros, en nuestras tribulaciones y angustias, y en la hora de nuestra muerte. No pereceremos, si nos hacéis la gracia de que sepamos invocarle devotamente, y con fervor. Venga también, oh Madre, sobre nosotros todos cuantos nos hemos congregado para celebrar vuestro venerable Nombren, la bendición divina que alcanzasteis de JESÚS para las Escuelas Pías. Continuad protegiendo esta santa Institución , a sus individuos, discípulos y bienhechores,, para bien de la Iglesia y salvación de las almas. Logremos todos por vuestra intercesión una vida penitente, y una muerte santa en el ósculo del Señor. Amén.


PRIMER DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, cuyo santísimo y augusto Nombre , que significa Mar de gracia nos descubre, que el Altísimo se complació en Vos desde toda eternidad , y por lo mismo os preservó de la culpa original, en atención a los méritos previstos del Redentor del mundo, que había de nacer de Vos: recibid el sincero parabién que os damos no solo por esta primera y especialísima gracia, con que fuisteis enriquecida en vuestra Concepción inmaculada, sino también por todos los demás dones, privilegios, prorrogativas y distinciones, que la Beatísima Trinidad se dignó reunir en vuestra alma, para que fueseis verdaderamente un mar inmenso de gracias celestiales. Refluya, Madre nuestra, en nosotros ese piélago soberano y alcáncenos vuestra poderosa intercesión auxilios eficaces, con que solicitemos, obtengamos y conservemos la divina gracia, para que asemejándonos en la santidad a Vos, no desmerezcamos el título de hijos vuestros, y después de celebrar en la tierra las glorías de vuestro Nombre, bendigamos en el cielo con Vos al que vive y reina Dios por los siglos de los siglos. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.


SEGUNDO DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

0h Virgen Madre MARIA, cuyo Augusto Nombre de Iluminadora en su significación nos declara haber sido Vos en vuestro nacimiento la brillante Aurora, que anunció al mundo la próxima llegada del Eterno Sol de Justicia Cristo JESÚS. Seáis bendita, Oh Madre nuestra, por aquella luminosa claridad, con que comenzasteis desde luego a disipar las tinieblas del mundo, iluminándole con los ejemplos de vuestra vida inocentísima y con los beneficios de vuestra ilimitada misericordia. Dignaos, Señora, iluminar nuestras almas con la memoria de vuestras admirables y puras costumbres, y con los celestiales auxilios, que nos alcance vuestra solícita piedad. Vuestros ejemplos sean antorcha que guíe nuestros pasos, e ilumine nuestras sendas: vuestra misericordia alumbre los ojos de nuestro corazón, para que no durmamos en la muerte del pecado. Aparezca vuestro Nombre sacrosanto en medio de nuestras últimas agonías, y devotamente pronunciado disipe los temores de nuestras almas, ahuyente de nosotros y nuestras habitaciones a los espíritus infernales y selle los últimos alientos de nuestra vida opaca que, terminada así felizmente, prosigamos cantando vuestras alabanzas por toda la eternidad. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.


TERCER DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, cuyo Nombre Augusto interpretado Estrella del Mar nos demuestra que fuisteis por Dios destinada para guía y consuelo de los mortales, mientras fluctuamos por el turbulento mar de este mundo. Ved, Señora, y ved con ojos compasivos cuan terribles son las olas de molestas tentaciones que nos combaten, cuan formidables los escollos de los malos ejemplos, que continuamente se presentan a nuestra vista. Y nosotros débiles zozobramos a cada paso y perdemos el rumbo de nuestra patria.

El oculto cielo se nos oculta, y el abismo se abre bajo nuestros pies, porque pecamos, y después que pecamos, somos acometidos de la desconfianza y de la desesperación. Oh cuantas veces, Virgen santa, si no hubiera sido por Vos, habríamos desconfiado de la divina misericordia! Bendita seáis, Madre piadosísima, que cual Estrella del mar habéis aparecido en nuestros corazones turbados con la memoria de nuestras culpas, y habéis restituido a nuestras almas la calma y la serenidad. No os ocultéis jamás a nuestra vista, no permitáis que nuestro corazón os olvide, o deje de invocaros con fervorosa confianza. Porque ciertos estamos, oh MARIA, que siguiendo vuestra dirección no nos extraviamos , y pensando en Vos no erramos: que con vuestra ayuda no caemos, y que con vuestra protección, nada tenemos que temer; que si Vos nos guiais no nos fatigamos, y si nos sois propicia arribaremos con felicidad al puerto de la bienaventuranza, donde por siempre cantaremos las glorias de vuestro Nombre. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.


CUARTO DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, cayo venerable Nombre significando Señora nos recuerda el dominio que ejercéis sobre las celestiales, terrenas e infernales criaturas. Grande admiración, oh Madre, consuelo y alegría nos causa el contemplaros Señora universal. Sois Señora de los Ángeles, y ante Vos, humana criatura, se postran reverentes los soberanos espíritus, que muchos siglos antes de que Vos nacieseis, solo se postraron ante el supremo Creador. Pero vuestra santidad casi infinita, y vuestra dignidad de Madre de Dios os ha colocado sobre las celestiales jerarquías. Oh ¡que grandeza la vuestra, Virgen poderosa! Si os obedecen los Ángeles bienaventurados ¿cuánto de Vos temblarán los espíritus malignos? Y que felicidad para nosotros, que Vos tengáis tal dominio! He aquí, Señora, nuestros ojos se dirigen siempre a vuestras manos. De ellas nos ha venido cuanto bueno poseemos, de ellas esperamos recibir cuanto necesitamos, por ellas queremos ofrecer al Señor cuanto de bueno practiquemos con su gracia. Nuestro corazón suspira por amaros, ansían nuestros labios bendeciros, desea veneraros nuestro espíritu y nuestra alma se complace en suplicaros. Admitid, Señora, nuestros obsequios y ejerciendo vuestro dominio contra los enemigos de nuestras almas , alejadlos de nosotros en la hora de nuestra muerte , para que libres de su tiranía nos gocemos eternamente en vuestra amable servidumbre. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.


QUINTO DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, cuyo santo Nombre interpretado Mirra del mar, nos descubre los frutos admirables de vuestras virtudes perfectísimas. Fuisteis de cierto, Madre nuestra, mirra suavísima y escogida en la presencia del altísimo. Atraído por su olor el Rey de la Gloria descendió del seno del eterno Padre a morar en vuestro vientre y engendrasteis así Vos en el mundo la perla de la inmortalidad. Llena después de amargura en la pasión de vuestro querido JESUS y abrasada en el fuego de la caridad más sublime, exhalasteis una suavidad tan fragante, que embalsamó los cielos y la tierra recreando maravillosamente a sus moradores. La Iglesia se goza aun percibiendo el aroma exquisito de vuestro corazón sacrificado por los pecadores al pié de la cruz en la cima del Calvario. Oh Madre querida, seamos semejantes a ti los que nos gloriamos de ser hijos vuestros. La memoria de vuestras penas toleradas por nuestro amor, amargue nuestros corazones con la mirra de la compunción y encendidos nuestros pechos en el amor de JESUS ofendido, destilen esta mirra nuestros ojos en abundantes lagrimas, y destílenla nuestras manos en obras de virtud y penitencia. Seremos entonces buen olor de Jesucristo, y el Señor no rehusará habitar en nuestras almas por su gracia, hasta que logremos con la misma ser coronados de gloria en la feliz eternidad. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.


SEXTO DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, que os dignasteis interpretar vuestro sagrado Nombre Madre de misericordia a fin de consolar a un siervo vuestro en la hora de su muerte. ¿A quién mejor que a Vos clamaremos nosotros miserables y desolados implorando el alivio de nuestros males y miserias? ¿A quien mejor que a Vos, verdadera Madre de misericordia? Oh Madre santa, Madre única, Madre inmaculada, Madre incorrupta, Madre de misericordia, Madre de piedad y de indulgencia, abrid vuestro seno piadoso y recibid en él a los que estamos muertos por la culpa. Hijos pródigos pero ya arrepentidos clamamos a Vos, y con todas las veras de nuestro corazón llenos de confianza os apellidamos Madre nuestra. Y recordamos oh con cuanto agradecimiento, las veces innumerables, que nos habéis protegido, defendido y excusado con el divino Padre.  Qué fuera ya de nosotros sin vuestra mediación, Madre amantísima! Continuad, Virgen pía, vuestros oficios de maternal misericordia para con nosotros desdichados pecadores. Vos sois nuestro refugio. Vos nuestro consuelo; en Vos está nuestra esperanza durante la vida, y en Vos confiaremos, cuando acercándose el momento de comparecer ante el tribunal de Jesucristo, pida justicia contra nosotros nuestro común enemigo. Haced, oh Madre, que en aquel instante os invoquemos fervorosos y responded piadosa a nuestra invocación; tomad a vuestro cargo nuestra defensa, y aplacado el divino Juez por vuestra intercesión logremos con Vos bendecirle por los siglos de los siglos; Amen.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.



SÉPTIMO DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, toda dulzura, y toda suavidad como lo declara vuestro Nombre sacrosanto. ¿Quién podrá dignamente celebrar la dulzura de vuestro trato y la benignidad de vuestra condición? Una sola palabra vuestra llenó de alegría al mundo y regalando dulcemente los oídos del divino Esposo, os hizo al mismo tiempo Esposa suya,  Madre de Dios. Saludasteis a vuestra prima Isabel, y apenas vuestra dulce voz resonó en sus oídos, el hijo que llevaba en sus entrañas, dio saltos de gozo y ella misma fue llena del Espíritu Santo. Oigamos, Madre nuestra, también vuestra voz; habladnos, Madre dulcísima, eficazmente al corazón. Ya sabemos, que nos diréis como a los sirvientes de las bodas de Cana; Haced lo que mi Hijo os diga: Dadnos pues que llegue a los oídos de nuestra alma esta vuestra voz, y dadnos voluntad de cumplirla con prontitud y perfección. Habladnos así mismo, Madre querida, en la hora de nuestra muerte, allí entre los clamores y remordimientos de nuestra conciencia suene vuestra voz en nuestros oídos: cuando en medio de nuestras agonías os digamos: Madre, oigamos de vuestros labios el dulce nombre de hijos, y consolados y reanimados con tal palabra volemos en vuestros brazos a bendecir para siempre vuestro Nombre en las moradas eternas de la gloria. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.



OCTAVO DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, cuyo sagrado Nombre nos revela vuestra celestial hermosura. Nosotros, Madre bella, nos complacemos singularmente en contemplaros superior en belleza a todas las criaturas sensibles e insensibles producidas por la sabia mano del Omnipotente. Con indecible gozo de nuestra alma os predicamos hermosa cual la luna en su plenitud y escogida como el sol. Os miramos y admiramos toda linda, toda bella, sin mancha alguna ni sombra de pecado o de ignorancia. Nos congratulamos de tener una Madre, que fue siempre objeto de las complacencias del Altísimo; alábenla los astros de la mañana, y cuya hermosura celebran el sol y la luna admirados, con júbilo universal de los hijos de Dios. Oh felicísima, oh bellísima, oh hermosísima sobre todas las hermosuras inferiores al Creador. Cautive, Madre querida, vuestra casta belleza nuestros corazones, y enamorados estos de vuestras gracias singulares, jamás sean presa del amor profano, ni se dejen seducir de la pasajera hermosura de los cuerpos corruptibles. Agrádenos solamente la belleza de la virtud, la hermosura de la gracia, el resplandor de la inocencia, estas bellezas que no pasan con los años , que no se marchitan con la enfermedad , estas bellezas que la muerte perfecciona y eterniza. Amemos, oh MARIA, tu belleza celestial, y para poder gozarla conservemos por tu intercesión limpias de toda culpa nuestras almas , a fin de que terminada nuestra carrera mortal, logremos ser eternos admiradores de vuestra belleza en la mansión de los justos. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.


NOVENO DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, cuyo sagrado Nombre interpretado por el Crisóstomo: Gran Milagro, nos revela vuestra suma perfección, y nos enseña a miraros como la criatura predilecta del Altísimo. Así es en verdad, Madre nuestra, con placer indecible lo reconocemos y confesamos. Milagro sois de la gracia que se anticipó a la muerte de Jesucristo para redimiros en virtud suya y librarnos de la culpa original. Milagro sois del divino Espíritu, por cuya soberana operación brillan en Vos juntamente la flor de la Virginidad, y los frutos de la Maternidad, siendo Virgen fecunda y Madre intacta. Milagro sois que al cielo asombra, contemplándoos criatura y Madre del Creador. Haced, oh Madre, que la consideración de tanta grandeza vuestra excite en nuestras almas vivos deseos de contemplaros eternamente, y que para conseguir tanta dicha nos resolvamos de una vez a renunciar al pecado y practicar las máximas del Evangelio, cuya fiel y constante observancia nos haga merecedores de gozar de vuestra presencia y bendecir con Vos en el cielo al que vive y reina Dios por los siglos de los siglos. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.

FELIZ DOMINGO




sábado, 2 de septiembre de 2017

NIÑA DE 5 AÑOS CONMUEVE A TODOS AL ELEGIR A LA VIRGEN MARÍA COMO TEMA DE CUMPLEAÑOS








Niña de 5 años conmueve a todos al elegir a la Virgen María como tema de cumpleaños




RÍO DE JANEIRO, 01 Sep. 17 / 06:22 pm (ACI).- En el marco del Año Nacional Mariano, celebrado en Brasil con ocasión del 300° aniversario del hallazgo de Nuestra Señora Aparecida, una niña decidió que esta devoción mariana sería el tema de su fiesta de cumpleaños y este gesto ha conmovido las redes sociales.


Elisandra Rauch dijo a ACI Digital –agencia en portugués del Grupo ACI–  que “ese amor” por la Madre de Dios surgió en su hija su Gloria María desde pequeña.

La niña cumplió cinco años el pasado 20 de julio y que en 2016 “ella dijo: ‘Quiero una fiesta de Nuestra Señora Aparecida mamita’. Así lo hicimos, en nuestra simplicidad. Hicimos que María fuese honrada en su fiesta de cinco años porque Glorita vino al mundo gracias a sus manos”.

Elisandra comentó que ella tenía dificultades para quedar embarazada porque sufría de problemas hormonales y de ovario poliquístico.

“Si no fuera por la intercesión de la Madre de Dios, este regalo no estaría con nosotros. Fui a los pies de María y le pedí ser madre. Le dije: ‘mándame a Gloria María o a Jonás Miguel’”, recordó.

Ella tenía la certeza de que “para Dios nada es imposible” y afirmó que “el milagro pasó por las manos de María” porque “Ella también es madre y me entendía”.

Elisandra, que vive en la localidad de Caxias do Sul, en el estado Rio Grande do Sul, contó que un día “estaba regresando de un encuentro con los amigos de Canção Nova, grupo del cual formo parte. En el camino paramos en Aparecida, en el estado de São Paulo”.

“Yo sabía que si le pedía a la Madre, el Hijo escucharía. Derramando lágrimas, a los pies de María le pedí su intercesión”, expresó y contó que después de un mes y medio descubrió que “estaba embarazada de un lindo regalo de Dios”.

Por esta razón, esta mujer consagró a Gloria María a la Virgen “desde que estaba en el vientre”.

“Amo a María y todos en mi casa tienen ese mismo amor ¿Sabe a quién ella (Gloria) mandó su primer beso? Fue a Nuestra Señora Aparecida”, recordó la madre.

Por lo tanto, en el cumpleaños de Gloria, “María estuvo presente como siempre”. La niña “rezó, recibió la bendición de los padrinos, tuvo amor, lloró de emoción, hubieron muchas risas y muchos juegos”.

Destacó que en la celebración “no hubo riqueza ni lujo, pero sí el amor de Dios que resplandecía en cada gesto”.

DECÁLOGO DE LA SOLIDARIDAD


Decálogo de la solidaridad:



1. Solidaridad es sentirse una sola cosa con los demás: “Todos para uno y uno para todos”.

2. Sentir la solidaridad llena el corazón de seguridad, estímulo y paz.

3. El interés por la gente debe ser genuino, sin intereses ocultos que puedan enturbiar la ayuda prestada.

4. La solidaridad implica comprensión, disponibilidad, colaboración. Lleva consigo involucrarse y compartir.

5. Las manifestaciones verbales de solidaridad son importantes, pues todos necesitamos sentir el apoyo moral. Pero, además se necesitan acciones concretas de ayuda. 

6. Ningún ser humano puede sernos indiferente. Siempre existirá alguna forma de manifestar nuestra solidaridad.

7. A veces es más fácil prestar nuestra ayuda a gente lejana a nosotros, que a esas otras con las que se convive a diario.

8. El egoísmo es pagado por los demás con frialdad, lejanía y aislamiento. Se recoge lo que se siembra.

9. Es bueno pedir ayuda cuando la necesitamos. No conviene suponer que se darán cuenta. Ni dejarse llevar por el orgullo del que piensa que solo saldrá adelante.

10. Cuando en un grupo humano se sustituye competir por cooperar, se produce la unión y el logro de los objetivos». Es un ideario denso y atrayente. Puedes imprimirlo para meditarlo y compartirlo.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 2 DE SEPTIEMBRE



Los cinco minutos de María
Setiembre 2




Ruega a María antes de comenzar toda empresa, antes de realizar cualquier acción apostólica.

Ruégale que asegure el fruto de tu acción; no has hecho más que sembrar; si Dios no envía la lluvia y el sol, tu semilla quedará estéril.

Ruégale que repare tus errores y torpezas, que cambie tus desaciertos en gracias.

Virgen María, por ti la bendición del Padre ha brillado sobre los hombres. Haz de mí un auténtico testigo de Cristo.



* P. Alfonso Milagro 

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 1 DE SEPTIEMBRE


Los cinco minutos de María
Setiembre 1



María mediadora es el canal de la gracia y de las gracias que han de obrar en los hombres la renovación de la fe y de la vida cristiana y es a la vez el camino que ha de conducirlas a Jesús con la mayor facilidad y el menor riesgo.

María lleva en pos de sí los corazones de los pueblos, que, cuanto más marianos son, más cristianos se sienten, y cuanto más cristianamente viven, más se acercan a María.

Virgen María, verdaderamente bendita, que cambiaste en bendi
ción la maldición que pesaba sobre Eva, enséñanos a bendecir los dones de la vida.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ FIN DE SEMANA




jueves, 31 de agosto de 2017

SAN RAMÓN NONATO, PATRÓN DE LAS PARTURIENTAS, 31 DE AGOSTO

Autor: . | Fuente: Archidiócesis de Madrid
Ramón Nonato, Santo
Cardenal, 31 de agosto
Ramón Nonato, Santo
Religioso, cardenal, Patrón de las parturientas



Martirologio Romano: En Cardona, de Cataluña, san Ramón Nonato, que fue uno de los primeros socios de san Pedro Nolasco en la Orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced, y es tradición que, por el nombre de Cristo, sufrió mucho para la redención de los cautivos (c. 1240).

Fecha de canonización: Fue canonizado en 1657 por el Papa Alajandro VII

Nació en los mismos comienzos del siglo XIII.

Su nombre deja boquiabierto a quien lo oye o lo lee por primera vez. Nonnato -Nonato por más breve- sugiere a un santo sólo potencial; como si la palabra fuera un slogan publicitario que estuviera invitando a quien lo lee o escucha a que se decidiera a iniciar una programa que acabara con la santidad del guión preestablecido. De hecho, significa no-nacido. ¿Pretenderá decir el extraño nombre que, por no haber nacido todavía el santo que rellene el expediente completo de sus cualidades y virtudes, está como esperando la Iglesia a que haya uno que se decida de una vez a reproducirlas? Eso sería, lógicamente, confundir la santidad como algo que brota de la voluntad y decisión humana, cuando ella es en verdad el resultado de la acción del Espíritu Santo con quien se coopera libremente. Sería sencillamente pelagianismo.

El calificativo -que ha pasado ya a ser nombre- le viene a Ramón por el hecho de haber sido sacado del claustro materno, por medio de una intervención quirúrgica, cuando ya había muerto su madre. Por eso no nació como nacen normalmente los niños, lo extrajeron. Fue en Portell, en Lérida, cuando se iniciaba el siglo XIII.

La buena y alta situación de su padre le posibilitó crecer en buen ambiente y formación, aunque sin el cariño y los cuidados de una madre. Cuentan de su primera juventud la devoción especialísima a la santísima Virgen que le llevaba con frecuencia a visitar la ermita de san Nicolás donde pasaba ratos mientras sus rebaños pastaban. Luego su padre quiso irlo incorporando poco a poco a las tareas de administración de sus posesiones y esa fue la razón por la que se le encuentra en Barcelona en el intento de aprender letras y números. Allí tuvo ocasión de trabar amistad con Pedro Nolasco -que por aquel entonces era comerciante- y de compartir mutuamente los deseos de fidelidad a la fe cristiana vivida con radicalidad, llegando incluso a considerar la posibilidad de entrar en el estado clerical.

Como el padre disfruta de un gran sentido práctico, lo reincorpora al terruño de Portell y le encarga la explotación de varias de sus fincas. Pero, sigue diciendo la antigua crónica, que la misma Virgen María le comunica su deseo de que ingrese en la recién fundada Orden de la Merced y allí está de nuevo en Barcelona puesto a disposición completa en las manos de su antes amigo Pedro Nolasco.

Noviciado, profesión, ordenación sacerdotal y ministerio en el hospital de santa Eulalia se suceden con la normalidad propia de quien tiene prisa para cumplir el cuarto voto mercedario consistente en redimir a los cautivos y servir de rehén en su lugar si procede.

En el norte del continente negro predica, consuela, cura, fortalece, atiende y transmite paciencia a los cautivos de los piratas berberiscos; comprende bien su situación y se hace cargo de que están rodeados de todos los peligros para su fe. Incluso él mismo tuvo que soportar cárcel y la tortura de que sellaran sus labios por ocho meses con un candado para impedirle la predicación.

A su vuelta a España entre el clamor de las multitudes, lo nombra Cardenal de la Iglesia el papa Gregorio IX, reconociendo sus méritos y virtud de la caridad practicada de modo heroico; pero no le dio tiempo a llegar a Roma por morir, antes de cumplir los cuarenta años, cuando se disponía a hacerlo.

Por el empeño de hacerse cargo de su cuerpo tanto los frailes mercedarios como los nobles señores de Cardona, decidieron de común acuerdo darle sepultura allá donde lo decidiera una mula ciega que lo llevó a lomos hasta que quiso pararse ante la ermita de San Nicolás, de Portell.

Desaparecieron las reliquias, irrecuperables ya para la veneración, en el año 1936.

Lo que no ha sido relegado al olvido por sus paisanos es la figura del santo y su acción caritativa. Esa devoción secular que se refleja incluso en las fiestas y en el folklore. No digamos nada sobre la devoción que le profean todas las parturientas que lo tienen como especial patrón para su trance.

Se divulgó por el mundo la pintura que lo muestra con la Custodia en la mano derecha expresando así la fuente de su caridad con los hombres. 

LOS PADRES DE LA VIRGEN MARÍA, SANTA ANA Y SAN JOAQUIN

Santa Ana
Madre de la Santísima Virgen María
Fiesta (con San Joaquín): 26 de Julio

Ana (Hebreo, Hannah, significa gracia) 

Una antigua tradición, que arranca del siglo II, atribuye los nombres San Joaquín y Santa Ana a los padres de la Santísima Virgen María. El culto a santa Ana se introdujo ya en la Iglesia oriental en el siglo VI, y pasó a la occidental en el siglo X; el culto a san Joaquín es más reciente. Ver: Por sus frutos los conoceréis de San Juan Damasceno.

Todo lo que se conoce de ellos, incluso sus nombres, procede de literatura apócrifa: el Evangelio de la Natividad de María, el Evangelio apócrifo de Mateo y el Protoevangelium de Santiago. El mas antiguo de estos se remonta alrededor del 150 ad.  En el Oriente el Protoevangelium gozaba de gran autoridad, algunas porciones se leían en las fiestas de la Virgen María. En el Occidente, sin embargo, fue rechazado por los Padres de la Iglesia. En el siglo XIII, partes del Protoevangelium de Santiago fue incorporado por Jacobus de Vorágine en su "Leyenda Dorada".  Desde entonces la historia de Santa Ana se propagó por el Occidente hasta convertirse en una de las santas mas populares de la Iglesia latina.

Los escritos llamados "apócrifos" no fueron aceptados por la Iglesia como parte del canon de las Sagradas Escrituras porque contienen muchos datos que no son confiables.  Pero si contienen  algunos datos de documentos históricos. Lo difícil es distinguir en ellos el grano bueno de la paja. 

El Protoevangelium nos ofrece la siguiente historia: En Nazaret vivían Joaquín y Ana, una pareja rica y piadosa pero que no tenía hijos. Cuando en una fiesta Joaquín se presentó para ofrecer sacrificio en el Templo, fue rechazado por un tal Ruben, bajo el pretexto de que hombres sin descendencia no eran dignos de ser admitidos.  Joaquín, cargado de pena, no volvió a su casa sino que se fue a las montañas a presentarse ante Dios en soledad. También Ana, habiendo conocido la razón de la prolongada ausencia de su esposo, clamó al Señor pidiéndole que retirase de ella la maldición de la esterilidad y prometiéndole dedicar su descendencia a Su servicio.

Sus oraciones fueron escuchadas; un ángel visitó a Ana y le dijo: "Ana, el Señor ha mirado tus lágrimas; concebirás y darás a luz y el fruto de tu vientre será bendecido por todo el mundo". El ángel hizo la misma promesa a Joaquín, quién volvió a donde su esposa.  Ana dio a luz una hija a quien llamó Miriam (María).  Esta historia se parece a la de la concepción de Samuel en las Sagradas Escrituras, cuya madre se llamaba también Ana (1 Re 1).

Según una tradición antigua, los padres de la Stma. Virgen, siendo Galileos, se mudaron a Jerusalén.  Allí, según la misma tradición, nació y se crió la Virgen Santísima. Allí también murieron estos venerables santos. Una iglesia, conocida en diferentes épocas como Santa María, Santa María ubi nata est, Santa María en Probatica, Santa Probatica y Santa Ana, fue construida en el siglo IV, posiblemente por Santa Elena (madre del emperador Constantino), sobre el lugar de la casa de San Joaquín y Ana.  Sus tumbas fueron honradas hasta el final del siglo IX, cuando los invasores musulmanes la convirtieron en una escuela.  La cripta, que originalmente contenía las santas tumbas, fue descubierta el 18 de marzo de 1889.

Muchas leyendas han sido escritas sobre las vidas de San Joaquín y Santa Ana, causando gran confusión entre los fieles. Según una de ellas, Santa Ana concibió a la Virgen Santísima sin concurso de varón, permaneciendo así virgen. Este error fue condenado por la Santa Sede en 1677 (Benedicto XIV, De Festis, II, 9). 

Veneración a Santa Ana

En la Iglesia del Oriente ya se veneraba a Santa Ana en el siglo IV.  La mejor prueba de ello es que el emperador Justino I (+565) le dedicó una iglesia.  La devoción a Santa Ana se encuentra en los mas antiguos documentos litúrgicos de la Iglesia griega.  En el Occidente no se venera a Santa Ana, excepto quizás en el sur de Francia, hasta el siglo XIII.  Su imagen, pintada en el siglo VIII en estilo Bizantino, fue mas tarde encontrada en la iglesia de Santa María Antiqua en Roma. Su fiesta, bajo la influencia de la "Leyenda Dorada", aparece en el siglo XIII donde se celebraba el 26 Julio.

En 1382, Urbano VI publicó el primer decreto pontificio referente a Santa Ana, concediendo la celebración de la fiesta de la santa a los obispos de Inglaterra exclusivamente, tal como se lo habían pedido algunos ingleses. Muy probablemente la ocasión de dicho decreto fue el matrimonio del rey Ricardo II con Ana de Bohemia, que tuvo lugar en ese año. La fiesta fue extendida a toda la Iglesia de Occidente en 1584.

Las Reliquias de Santa Ana

Se dice que las reliquias atribuidas a Santa Ana fueron traídas de la Tierra Santa a Constantinopla en el 710. Allí estaban en la iglesia de Santa Sofía en 1333. La tradición de la Iglesia de Apt, en el sur de Francia dice que el cuerpo de Santa Ana fue llevado a Apt por San Lázaro, el amigo de Jesucristo, fue escondido por San Auspicio (+398) y vuelto a encontrar durante el reino de Carlomagno. La cabeza de Santa Ana se mantuvo en Mainz hasta el 1510, cuando fue robada y llevada a Düren, Alemania. Lamentablemente, no hay sólidos fundamentos para asegurar la autenticidad de estas reliquias.

Veneración de Santa Ana hoy

Su imagen milagrosa es venerada en Notre Dame D'Auray, en la diócesis de Vannes. También en Canada, donde es la principal patrona de la provincia de Quebec, el santuario de Santa Ana de Beaupré es bien conocido. Santa Ana es patrona de las mujeres en parto. También es patrona de los mineros, Cristo siendo el oro y María la plata.



San Joaquín
Padre de la Santísima Virgen María.

Fiesta (con Santa Ana, su esposa): 26 de julio 
Por sus frutos los conoceréis, Juan Damasceno

Joaquín (significa Yahweh prepara).

Una antigua tradición, que arranca del siglo II, atribuye los nombres San Joaquín y Santa Ana a los padres de la Santísima Virgen María. El culto a santa Ana se introdujo ya en la Iglesia oriental en el siglo VI, y pasó a la occidental en el siglo X; el culto a san Joaquín es más reciente.

No conocemos de Joaquín y Ana con certeza mas que sus nombres y el hecho de que fueron los santos padres de la Madre de Dios. Lo que relatan sobre ellos los libros apócrifos no es todo confiable y es difícil distinguir lo cierto de la leyenda.

San Joaquín era venerado por los griegos desde muy temprano. En el Occidente su fiesta fue admitida al calendario mas tarde, algunas veces el 16 de septiembre, otras el 9 de diciembre. Julius II la puso en el 20 de marzo; mas tarde suprimida fue restaurada por Gregorio XV (1622). Clemente XII (1738) la fijó en el Domingo después de la Asunción. Con la reforma del calendario después del Concilio Vat II, San Joaquín se celebra junto con su esposa, Santa Ana, el 26 de Julio. Ellos son los patrones de los abuelos


Oración

Glorioso San Joaquín, 
me pongo bajo vuestra protección.

Ayúdame a imitar en todo a vuestra gloriosa hija,
La Santísima Virgen María, Madre de Dios y madre nuestra.
Que, imitándola a ella, llegue yo a conocer, amar y servir a Dios
con todo mi corazón hasta mi último suspiro.

Te lo pido por Jesucristo, Nuestro Señor.


Amén

EUCARISTÍA Y FIDELIDAD


Eucaristía y fidelidad
Dios en la Eucaristía fue fiel a su promesa de estar con nosotros hasta el final de los tiempos.


Por: P Antonio Rivero LC | Fuente: Catholic.net 




La fidelidad es cumplir exactamente lo prometido, conformando de este modo las palabras con los hechos. Es fiel el que guarda la palabra dada, los compromisos contraídos con Dios y con los hombres y con su propia conciencia.

Debemos ser fieles a Dios, a nuestras promesas, a nuestros cargos y encomiendas, a nuestra vocación, a nuestra fe católica y cristiana, a nuestra oración. Cristo en el Evangelio puso como ejemplo al siervo fiel y prudente, al criado bueno y leal en lo pequeño, al administrador fiel. La idea de la fidelidad penetra tan hondo dentro del cristiano que el título de fieles bastará para designar a los discípulos de Cristo (cf Hech 10, 45; 2 Co 6, 15; Ef 1, 1).

Hoy se echa de menos esta virtud de la fidelidad: se quebrantan promesas y pactos hechos entre naciones; se rompen vínculos matrimoniales por naderías o vínculos sacerdotales, por incoherencias. ¿Por qué esta quiebra en la fidelidad?

Un fallo fuerte en la fidelidad se debe a la falta de coherencia. Otras veces será el propio ambiente lo que dificulte la lealtad a los compromisos contraídos, la conducta de personas que tendrían que ser ejemplares y no lo son y, por eso mismo, parece querer dar a entender que el ser fiel no es un valor fundamental de la persona. En otras ocasiones, los obstáculos para la fidelidad pueden tener su origen en el descuido de la lucha en lo pequeño. El mismo Señor nos ha dicho: “Quien es fiel en lo pequeño, también lo es en lo grande” (Lc 16, 10).

¿Qué relación hay entre Eucaristía y fidelidad?

Fue en la Eucaristía donde Dios fue fiel a ese anhelo y voluntad de quedarse entre los hijos de los hombres. En la Eucaristía Dios cumplió lo que dice en el libro de los Proverbios: “Mis delicias son estar con los hijos de los hombres” (8, 13). Dios en Cristo Eucaristía fui fiel a su promesa de estar con nosotros hasta el final de los tiempos.

La Eucaristía me da fuerzas para ser fiel a mi fe, a mi vocación, a mi misión como cristiano, como misionero, como religioso, como sacerdote. De la Eucaristía los mártires sacaron la fuerza para su testimonio fiel hasta la muerte. De la Eucaristía las vírgenes sacaron la fuerza para defender su pureza hasta la muerte, como lo demostró la niña santa María Goretti. De la Eucaristía los confesores sacaron la fuerza para confesar su fe y explicarla a quienes les pedían razones de su fe. De la Eucaristía el cristiano se alimenta para fortalecer sus músculos espirituales y así ser fiel a sus compromisos como padre o madre de familia, como esposo y esposa, como trabajador, como empresario, como profesor, como estudiante, como líder, como catequista.

¿Cómo va a ser fiel ese matrimonio, si no se alimenta de la Eucaristía? ¿Cómo será fiel ese joven a Dios, venciendo todas las tentaciones que el mundo le presenta, si no se fortalece con el Pan de la Eucaristía que nos hace invencibles ante el enemigo? ¿Cómo va a resistir la fatiga de la soledad y del cansancio esa misionera o esa religiosa, si no participa diariamente del banquete renovador de la Eucaristía? ¿Cómo será fiel a su celibato ese sacerdote, si no valora y celebra con cariño y devoción su santa Misa diaria? ¡Cuántos pobres y enfermos se mantienen en su fidelidad a Dios, gracias a la Eucaristía!

En la Eucaristía, Dios sigue siendo fiel a ese esfuerzo por salvar a los hombres, mediante su Palabra y mediante la comunión del Cuerpo de su querido Hijo que nos ofrece en cada Misa. Así como fue fiel a los patriarcas, profetas y reyes, así también sigue siendo fiel a cada uno de nosotros. Y donde Él ratifica su fidelidad es sin duda en la Eucaristía, el sacramento del amor fiel de Dios para con el hombre y la mujer.

El día en que Dios nos retirase la Eucaristía, ese día podríamos dudar de su fidelidad. Pero Dios es siempre fiel.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 31 DE AGOSTO


Los cinco minutos de María
Agosto 31



Todos tenemos momentos de tristeza y todos necesitamos comprensión; nuestra Madre del cielo está siempre dispuesta a comprendernos.

Nos comprende, porque es la Madre más cabal. Nos comprende porque es una Madre Virgen y un Corazón virgen ama con una ternura especial. Nos comprende porque ella fue la Madre de los Dolores y nadie sufrió como su amantísimo Corazón.

Ella nos comprende y nos ayuda; vayamos a ella con la sencillez y la confianza con que un niño pequeñito acude a su madre.
Virgen Madre de los pobres y de los humildes, te rogamos que hagas sentir tu amor y tu ternura a los que más sufren y menos tienen; siembra en nosotros la compasión, la solidaridad y el cariño por los más necesitados.


* P. Alfonso Milagro

BUENAS TARDES





miércoles, 30 de agosto de 2017

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 30 DE AGOSTO


Los cinco minutos de María
Agosto 30



Como el apóstol Juan, nunca te apartes de María. Ella te comunicará su fortaleza de ánimo y te hará comprender de dónde proviene el verdadero valor.

Cuando empieces a acobardarte, ella te hará recordar que se trata no de ti sino de los intereses de Cristo, que Cristo jamás fue vencido, ni tú tampoco lo serás, mientras luches por su causa animado por el espíritu de su Madre.

Virgen María, concédeme la fortaleza y la alegría que brotan de la cruz y de la resurrección de tu Hijo Jesús.


* P. Alfonso Milagro

BUENAS NOCHES!!!


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